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07

Una vez al año el castillo se teñía de vida, se despolvaban los adornos tradicionales, se limpiaba a fondo, se hacían los mejores banquetes y el movimiento era tal que podía verse a los sirvientes correr de un lado al otro, teniendo en cuenta los últimos detalles para la velada.

El día conmemorativo al nacimiento del nuevo reino era para todos el día más especial del año, se celebra la libertad de la opresión y la división de los nuevos reinos,  era muy importante, en pueblo se llevaban a cabo festivales para todos, mientras que en el castillo se hacia una cena especial con los más altos mandatarios y sus familias.  Todo tenía que ser perfecto, es por eso que la presión estaba sobre los hombros de quienes organizaban la velada. 

—Así como quiero quedar en estado, esto es estresante—gruñó Taehyung por lo bajo mirando a su alrededor las elegantes prendas y brillantes joyas que se le presentaban, una tras otra.

—El rojo es definitivamente su color mi señor—dijo el sastre real tendiendole otro abrigo.

—¿De verdad? Eso has dicho de los otros—bufo cansado, era muy temprano y quería descansar, la noche anterior no había podido dormir bien, y es que su esposo estaba tan ansioso por tenerlo cerca, que ambos habían hecho el amor hasta el amanecer.

—Su piel es magnífica y los colores le sientan bien—sonrió el hombre. 

A la sala entró Jungkook quien le buscaba más por necesidad que por deber, miró con una ceja alzada el ceño fruncido de su esposo y se pregunto qué molestaba al chico que demostraba ser apacible en todo momento, se acercó con las manos detrás.

—¡Mi señor! —dijo el hombre de apellido Kang inclinándose hacia adelante con respeto 

Taehyung se volvió a ver a su perfecto esposo y sonrió, el dolor de cabeza se disipó por unos segundos, Jungkook se acercó quedando a escasos centímetros de él, sin tocarlo, pero con un rostro tranquilo y amable.

—¿Qué va mal? —preguntó interesado en su estado anímico.

—Me he probado diez trajes y al parecer todos son perfectos— suspiró —. ¿Alguna sugerencia?

Jungkook miró los trajes, era prendas elegantes y hermosas, con adornos brillantes y bordados hechos a mano, se imaginó a Taehyung en cada uno de ellos y realmente todos eran perfectos para el exquisito cuerpo de su delicado esposo. Sin embargo, había un color que le llamaba la atención.

—Este—dijo tomando un traje negro que llevaba una chaqueta con terminaciones en azul marino, eran unos bordados simples, pero muy elegantes—. Y está joya—señaló una gargantilla de zafiros y diamantes blancos que formaban tres tiras delgadas que se amoldarian perfecto al delgado cuello de Taehyung.

—Perfecto—sonrió el rubio—. Kang sabes entonces cual.

El hombre sonrió y asintió encantado—. Prepararemos todo mis señores. Con su permiso.

Tomaron las cosas para despejar el área saliendo uno a uno de aquel salón, Taehyung habiéndose quedado sólo en compañía de su esposo se desplomó en el sillón cansado, últimamente no podía despertar temprano así que sus ojos se cerraban involuntariamente, estaba deseando dormir por horas. Jungkook le miró y su frente se arrugó preocupado.

—Hoy será un día cansado ¿No quieres subir y dormir el resto de la tarde? Creo que anoche no te dejé descansar como era debido.

Abrió los ojos para mirar a Jungkook quien tomó asiento frente a él. —No, debo encargarme de que todo este en orden. Descansaré cuando la fiesta acabe.

—Entiendo, está noche deberás dormir tranquilamente—se encogió de hombros, se miraron por unos momentos sin decir palabra hasta que Jungkook palmeo su regazo—. Ven aquí.

Las mejillas de Taehyung se colorearon de un tenue rosa, miró al piso al momento que se levantaba y se acercaba a su esposo, las muestras de afecto entre ellos habían crecido, dormían en la misma cama, incluso hablaban, era extraño y le costaba creer que ahora después de años sus súplicas sobre ser amado fueran escuchadas. Se sentó de lado en las piernas fuertes de Jungkook quien le abrazo por la cintura pegando sus labios al expuesto cuello blanquecino y suave, olisqueando el dulce aroma que desprendía.

Taehyung cerró los ojos y ladeo el cuello para exponerse, para darle acceso al rey de probar y ver el placer que desprendía su cuerpo al ser tocado de esa manera, las manos firmes se instauraron en su cadera y nuca para mantener el control

—No puedo esperar a verte con esos diamantes dignos de tu cuello —susurró con voz grave cerca de su oreja llevando un satisfactorio escalofrío a su cuerpo entero.

—No sabía que...tenia ese gusto en especial—gruñó sintiendo como la mano que estaba en su nuca descendía por su columna hasta el nacimiento de su trasero.

—Tu cuello es divino. Aunque pensándolo bien, será problemático sentir las miradas de los demás en lo que es mío— mordió el lóbulo de su oreja.  

Se removió hasta tomar sus mejillas, Jungkook sonrió ladino y espero labios de su esposo, dulces y reconfortantes, movió estos alrededor de una danza que ambos conocían, le escuchó gruñir por la maravillosa intromisión de su lengua, aquel músculo que acarició en ajeno con lentitud. Taehyung se abrazo al cuello del pelinegro esperando un soporte, sin pensarlo, siendo un preso de sus instintos movió las caderas hacia adelante despertando ls excitación de su esposo quien jadeo sobre sus labios.

Jungkook le mordió el labio inferior antes de separarse con una sonrisa pícara. —Últimamente te encuentras más receptivo a mis besos y caricias—susurró mientras acariciaba sus mejillas cálidas.

—Me vuelve loco mi rey, me es difícil mostrar prudencia a su lado.

Jungkook le dio un casto beso en los labios. —No tengo intención de cambiar su receptiva respuesta, porque debo admitir de corazón que me fascina.

Taehyung sonrió encantado, podía acostumbrarse a aquello, aunque dentro de él algo le dijera que no lo hiciera.







La noche llegó y con ella un número considerable de personas elegantes, vestidas con llamativos abrigos de pieles y joyas, los nobles del reino y sus alrededores estaban impacientes a que se diera inicio a la celebración. Ellos esperaban en el recibidor a que los reyes bajaran.

—¿Nervioso? No es tu primer baile —sonrió al ver su semblante preocupado.

Taehyung le admiró por unosmomentos, vestía un traje negro y encima de este un abrigo negro con plata, el cabello hacia atrás descubriendo su hermoso rostro y anillos de oro y diamantes, tomó su mano para darle ánimos, iban a juego, salvo que él llevaba un abrigo azul marino, su rubio cabello estaba hecho rulos y sus rostro arreglado.

—Es la primera vez que no actuamos como una pareja feliz, hoy soy feliz de verdad.

Jungkook asintió experimentando una oleada de calor. —Me alegra escuchar eso, espero que podamos disfrutar de esta velada, bailarenos juntos ¿Entendido?

—Sí mi rey—suspiró caminando a su lado, tomadolo del codo—. Hay mucha gente.

—No importan, tú eres lo más importante aquí—sonrió encantado, olvidándose por completo de la actitud distante que mantenía con su esposo, una que a esas alturas, parecía lejana.

Taehyung se sonrojo, bajo la mirada para no enfrentarse a la fija que le daba Jungkook. Este hincho el pecho con suficiencia y llevándolo del brazo camino a su lado hasta llegar a los escalones, las personas del salón les miraron y de inmediato hicieron una reverencia de respeto ante sus Reyes.

—Levanta el rostro Taehyun—dijo con firmeza volviendo a su personalidad habitual.

El rubio lo hizo y asi pudo mirar como las personas les observaban, algunos con envidia, otros sintiéndose honorables por poder estar en la misma habitación que el rey. Jungkook siempre fue mejor que él presentándose a los demás, su ímpetu sobrepasaba lo imaginado y Taehyung en verdad lo admiraba. Bajaron bajo la intensa mirada ajena, no era tonto y sabía que muchos deseaban estar en su lugar al lado de un hombre poderoso y apuesto, necesitaba demostrar que estaba a su altura.

—¡Los Reyes del Norte! —anunciaron.

—¡Larga vida a los reyes! —respondieron los presentes al unísono.

Eran personas poderosas, magnates del negocio de exportación, Duques y burócratas, llevaban de la mano a sus esposas o esposos recubiertos de joyas y trajes importados, les gustaba aparentar y mostrar su dinero.

No conocía a la mayoría de los asistentes, su mirada estaba empeñada en encontrar a su hermano, no fue difícil hacerlo este estaba al lado de su esposo sonriendo como siempre. Suspiró con alivio al menos vería una cara amable y genuina. Cuando pisaron el salón bajando por completo las escaleras, Jungkook no le soltó como hacia siempre, eso consterno a los presentes, quienes podían notar el ligero cambio entre ellos dos.

—Es para nosotros—dijo mirando a Taehyung de soslayo—. Un placer tenerlos aquí celebrando un día tan importante como este,  la creación de nuestro reino—dijo con orgullo sonriendo y abrillantando sus ojos—. Por favor demos comienzo a nuestra alegre velada. Disfruten.

La música de inmediato comenzó a tocar, los instrumentos hacían eco y las voces risueñas de los presentes se alzaban sobre esta. El ambiente le puso nervioso, sus manos sudaban, sin embargo, no dejó de sonreír educadamente como se lo habían enseñado.

—Tengo que hablar con uno de los invitados—le dijo Jungkook al oído—. No tardaré, puedes ir a hablar con quien desees. 

Asintió. —Buscaré a BaekHyun.

—Perfecto—sonrió antes de soltarlo—. Si algo pasa no dudes en decirlo. 

—Está bien—se alejó viendo como Jungkook caminaba hacia uno de sus conocidos, no le tomó mucha importancia, eran cosas que no entendía del todo.

Buscó entre la gente a su atolondrado hermano, por unos momentos se sintió observado pero recobró la compostura, era claro que lo observaban, era el rey despues de todo, divisó a Hwasa cerca de una de las salas, estaba preciosa al igual que Solar, se acercaba a ellas cuando alguien le jaló del brazo. De inmediato volteó molesto, pero sus reclamos murieron al ver la sonrisa de su hermano.

—¡Baek! Me has dado un susto de muerte—suspiró acercándose, no se podían abrazar, así que se saludaron con un beso en la mejilla—. ¿Cómo estás? ¿Cómo esta la pequeña?

Baekhyun rio encantado sin soltarle las manos. —Estamos bien, no tienes de qué preocuparte, de hecho  en una semana es su presentación, tienes que estar ahí, por favor, dime que lo estarás. 

Sus ojos brillaron de antelació, pero hizo una mueca ligera. —Haré todo lo posible por estar ahi, es sólo que tu sabes...el rey tiene cosas que hacer y no me permiten viajar solo.

—Oye quita esa cara, soy tu hermano y yo más que nadie sé lo complicado que es, si no puedes venir está bien, la traeré para que la veas—sonrió tomandolo del brazo—. Ahora vamos a beber y disfrutar está fiesta TaeTae, hace mucho que no bebo y ChanYeol me ha dado luz verde para hacerlo.

—¿Eso hizo? —preguntó con una ceja alzada.

—Bueno, tampoco es como si se hubiera negado—se encogió de hombros antes de reír con complicidad.

No sabía si podía beber debido a las hierbas que tomaba cada mañana, pero de igual manera lo harías porque estaba bajo el ojo atento de los invitados que sólo esperaban algo para alimentar los chismes. Mientras caminaban entre la gente BaekHyun le estaba contando de la linda propiedad que ChanYeol le había regalado por el nacimiento de su primogénita, le gustaba verlo hablar animado de lo maravillosa que era la vida siendo padre, aunque después de unos arrumacos paró de hablar y se sintió apenado, Taehyung le miró con una ceja levantada.

—¿Qué ocurre? —pregunto bebiendo un poco de vino blanco. 

—Lo siento...debo ser muy idiota para no darme cuenta que estos temas te incomodan. Soy el peor hermano del mundo.

—Pues si eres idiota al pensar eso—recriminó con la mirada—. Nada me hace más feliz que verte hablar de mi sobrina, no me siento incómodo al contrario, me gusta saber que están bien y felices. 

BaekHyun observó a su hermano menor con una ligera sonrisa. —¿Cómo van las cosas con Jungkook?

Miró a sus costados para ver si no había alguien cerca, agradecido quedó al saber que estaban casi solos. —Pues...es—sonrió emocionado—. Dormimos juntos, todas las noches ¡Es maravilloso!

—Wooow—los ojos del rubio mayor se abrieron sorpresivamente—. ¿De verdad? ¿Lo hacen todas las noches? Responde. 

—Ammm no, a veces solo dormimos—bajo la mirada—. ¿Eso es malo?

BaekHyun nego sonriendo de felicidad, creía que al menos ahora no tendría que preocuparse tanto por su hermano menor. —¡Claro que no! Al contrario, eso es magnífico, TaeTae te dije que él caería a tus pies.

Suspiró preocupado. —¿Eso será suficiente? —preguntó sin ánimos de fingir frente a su hermano—. Hace días escuché algo que me ha dejado inquieto, al parecer el Marqués Lee quiere entregarle a su hija menor a Jungkook como concubina y en su debido tiempo...vientre de alquiler.

—¿Qué? —preguntó con una mueca de asco—. No puedo creer lo que algunas personas están dispuestas a hacer por poder—chaqueo la lengua pensando en la pobre muchachita, tomó con fuerza la mano de su hermano, eso no era muy diferente de lo que les habían hecho sus padres—. Tae ¿Te preocupa que Jungkook acepte?

Asintió mordiendo su labio inferior. —Ella es sana, posiblemente pueda darle hermosos bebés, herederos dignos de la corona, en cambio yo...

—A pesar de que no conozco a Jungkook sé que el no haría algo tan atroz como eso, si fuera esa clase de hombre ya habría tenido a varias o varios en su cama, sin embargo no es asi y tu sigues teniendo tu lugar—le sonrió intentando animarlo—. Además, no estás enfermo, sí será complicado, pero puede haber una posibilidad. 

—No puedo tener un hijo...bueno ya no, después de lo que sucedió—sus ojos se llenaron de lágrimas al instante, Baek lo llevó a una parte mas alejada—. No...no quiero que me deje, yo lo amo y un hijo es lo que más quiero.

,Pero Tae...—suspiró, conocía a la perfeccion la historia de su hermano y deseaba poder decirle algo para calmar su mente, pero sentía que nada de lo que dijera lograría su cometido. —Todo vendrá a su debido tiempo, no fuerces a tu cuerpo, date el tiempo cariño, apenas están creando una relación.

—¿Y si nunca puedo quedar en estado? Estaré fallando a mi deber como rey.

—No lo estarás haciendo—regañó limpiando una de sus lágrimas que se escapaba de la comisura de sus ojos, igual a cuando eran niños—. Mientras  Jungkook no te diga nada tu debes estar tranquilo ¿Entendido? Ahora vamos a limpiar esas lágrimas y a pasar una linda velada ¿Te parece? 

Asintió sintiéndose afortunado de tener a su querido hermano en esos momentos de incertidumbre, quería decirle lo que estaba pasando, pero se abstuvo, era mejor no hacerlo, porque nada garantizaba que pudiera funcionar. Nadie tenía que saberlo.

La velada transcurrió como se había planeado, llena de risas y diversión, Jungkook aun no salía de su pequeña reunión, pero Taehyung estaba seguro de que no tardaría mucho, se hallaba  encaminandose directo a las mesas de banquete para comer algo, tenía mucha hambre, cuando tres mujeres que reconoció como esposas de algunos Duques le sonrieron al acercarse.

—Mi señor—dijo la primera en llegar—. Debo tomarme el atrevimiento de decirle lo bien que se ve esta noche, está deslumbrante.

—Se lo agradezco, usted tambien luce fantástica, las tres—les sonrió atentamente—. Espero que estén disfrutando la velada.

—Lo hacemos su alteza—dijo una pelirroja arrogante—. Es bueno que sólo estemos personas de clase aquí reunidos—mostró su brillante dentadura—. Me han dado la noticia, muchas felicidades mi rey, supongo que quieren que permanezca en secreto.

—¿De qué habla señorita? —pregunto confundido.

—Me ha llegado el rumor—dijo entre risas —. Que esta esperando al heredero del norte, por fin la dicha llegara al reino.    

Su sonrisa se borró por completo, sus hombros decayeron, a eso era a lo que no deseaba enfrentarse, lanzó una mirada alrededor y vio a Jungkook salir de su oficina, este sonreía brillantemente, la gente se acercaba a él para hablar.

—No—respondió sin aliento —. Lamento informarle que por el momento no hay heredero dentro de mi—sonrió como pudo, antes de ponerse a llorar.

La mujer soltó una carcajada. —Lo siento mucho mi señor, ya debía saber yo que sólo se trataba de una farsa, ya ve como es la gente de entrometida, pero ahora que hablamos de este tema ¿Piensa quedar en estado pronto? Es muy extraño que no haya pasado ya con lo joven y sano que se ve. 

Ella quería provocarle y eso le hacia hervir la sangre, tragó en seco, recordando su educación y sonrió. —Será en el momento que mi rey y yo lo creamos conveniente—las miró—. Ahora si me disculpan señoritas tengo asuntos importantes que atender. 

No les dejo contestar, se movió entre la gente para buscar un lugar alejado no sin antes tomar un vaso de vodka y llevarlo consigo.














Jungkook disfrutaba de las palabras que tenía con aquellos duques, aunque su mente estaba en constante alerta, con los ojos buscaba a Taehyung entre la gente, pero no lograba encontrarlo.

—Debo decir que se ve feliz mi señor—dijo uno de los hombres—. Entonces, creo que los rumores son ciertos.

—¿Los rumores? —preguntó confuso, con una ceja ligeramente alzada.

—Hay un rumor corriendo por el reino, uno que dice que su alteza está en espera de un heredero del Norte—explicó educadamente, sin ocultar su dicha—. Debo darle mis felicitaciones.

Un escalofrío recorrió el cuerpo entero de Jungkook, miró a los hombres, volviéndose serio. —Oh no señores, no es esa la razón de mi felicidad, si me disculpan.

Se alejó de ellos, en su pecho una punzada de dolor apareció, pero la dejó de lado, ahora la necesidad de encontrar a Taehyung era mayor, porque si las preguntas se las habían hecho a él, este estaría pasando un mal momento. Desapareció de la fiesta, sólo quería ver a su esposo.










Escuchaba la música, pero no le tomaba importancia, en el balcón donde el viento arremetía contra su cuerpo pudo ver a lo lejos las celebraciones del reino, se preguntó si estás serían mejores, por lo menos ellos no tenían que fingir, llevó a sus labios lo último de su bebida que le acompañó en sus penas, el dolor de escuchar a esas mujeres y ver como era observado, siendo juzgado le lleno de miedo y angistía. Suspiró tembloroso, el frío se estaba volviendo insoportable.

La puerta del balcón se cerró, pero creyó que era el viento, sin embargo, unos pasos a su espalda le hicieron reaccionar, antes de volverse unos brazos le rodearon por la cintura y un cuerpo cálido y fuerte se pegó a su espalda, pudo sentir su aliento en su cuello y los ligeros besos en este.

—Yo no había escuchado hablar de un doncel que prefiere quedarse bebiendo en soledad al frío de la noche, en vez de pavonearse entre personas que buscarían cualquier pretexto para complacerlo.

La barbilla de Jungkook descanso en su  hombro, sintió una onda de electricidad recorrer su cuerpo, esa que aparecía cada que estaba a su lado. 

—Ahí dentro no hay personas que deseen complacerme, sino mas bien destruirme.

Jungkook rio por lo bajo. —¿Aún no te das cuenta quien eres? Mira allá—señaló el reino—. Esto es tanto mío como tuyo, ellos buscarán una manera de boicotearte, pero querido mío tú eres más valioso que ellos, mira al frente y no dejes que nadie atormente tu ser—beso su mejilla bajando por su oreja hasta el cuello, repartiendo pequeños besos húmedos—. Has impresionado a todos con tu belleza, pero eres más que eso, muestrate Taehyung, no necesitas estar a mi lado para sobresalir, cualquier cosa que escuches en contra tuya es falsa.

—¿Y si sus palabras tienen parte de verdad? —preguntó cerrando los ojos y dejándose llevar por las caricias en su cuello.

—Sólo lo que tu creas es verdad, lo demás son percepciones sin fundamento—suspiró—. Hay algo en mí que quiere verte completamente desnudo, sólo llevando está gargantilla. 

—Sus gustos me preocupan mi rey—dijo dándose la vuelta para quedar frente a él—. ¿Debería hacer algo para ayudarlo?

—Sí—respondió mirando sus apetitosos labios—. Puede hacer mucho para ayudarme, es más, quiero que me ayudes en este preciso momento.

Jungkook tomó sus mejillas y le beso intensamente, Taehyung soltó el aire ante la sorpresa de aquel beso anhelado. Lo llevó dentro de la habitación, donde sin importarle si eran descubiertos le hizo el amor en uno de los sillones. Había comprobado que efectivamente, su cuerpo lucía hermoso llevando solamente aquella gargantilla de brillantes.

Ninguno dijo nada acerca de los rumores, lo callaron, porque el sentimiento de temor ante esa situación sin precedente, aún estaba ensombreciendo su vida, había recuerdos que no querían traer al presente. No aún.

Los capítulos están quedando más largos Jajajaja 💙

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