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6


Los rayos de solo que lograban colarse dentro hicieron despertar a Hyunjin. Se sorprendió un cuando se dio cuenta de la forma en la había dormido.

Jeongin estaba literalmente encima suya. Sin exagerar.

Su cabeza reposaba en el pecho del alto, mientras que el resto del cuerpo se encontraba estirado encima del cuerpo ajeno, no tocaba ni un solo trozo del duro suelo.

Increíble. Pensó Hyunjin con ironía.

Se inclinó hacia delante a la par que agarraba el cuerpo del menor para dejarlo a un lado. Se sorprendió al ver que este no si quiera se inmutó por todo el movimiento.

Será de sueño pesado. Le restó importancia.

Se levantó estirando su cuerpo, sintiendo los dolores que le había causado dormir en aquella posición. Bajó su mirada al notar un constante movimiento, provocado por la cola inquieta de un Copito muy feliz. Se agachó para poder acariciar su suave pelaje.

— Buenos días — susurró bajito hacia el lobo.

— Buenos días — le contestó una voz ronca, girándose a ver a un recién levantado Jeongin.

— No te lo decía a ti — dijo secamente volviendo su mirada al animal, quien claramente le estaba pidiendo comida.

— Ahg, que humor mañanero tienes — logró escuchar a un molesto pelinegro. Simplemente sonrió divertido ante aquello.

Se encaminó hacia la gran mochila, sacando de ella dos sándwiches que hicieron previamente el día anterior. Se acercó a Yang, quien frotaba sus ojos. Le extendió uno de los sándwiches, siendo aceptado al instante.

— Come rápido, tenemos que salir lo antes posible — habló recibiendo a cambio un asentimiento por parte del pelinegro.

Tardaron aproximadamente unos diez minutos terminaron de comer, por lo que al acabar recogieron sus cosas y salieron de la cueva



— Agh, me duele todo el cuerpo — se quejó el mayor andando entre la nieve.

— Ayer te dije que teníamos que haber descansado más rato — reclamó resentidamente Jeongin recordándole la larga caminata de ayer con una parada de apenas cinco minutos.

— No es por eso. Es porque esta noche alguien decidió dormir encima de mi mientras yo he tenido que dormir en el suelo — lo miró acusadoramente. El menor abrió la boca para decir algo, pero la cerró porque... porque no tenía ninguna excusa para ello.

— Pues que afortunada esa persona — respondió haciéndose el que no sabía.

— Demasiado. Esta noche me toca a mi dormir encima suya — el más bajo lo miró con los ojos bien abiertos.

Vaya noche me espera. Pensó Jeongin.

— Sigamos caminando — cambió de tema.

Hyunjin negó con su cabeza riendo.


A lo largo de todo el día habían estado visitando cueva tras cueva esperando encontrar algún oso, pero desafortunadamente no ha sido así. Todo el camino pudo haber sido de unos veinte kilómetros aproximados, por lo que ambos junto al gran lobo se encontraban muy cansados.

Se habían quedado en la última cueva que visitaron, así que ya tenían todo montado, ambos sentados frente a la hoguera que Hwang se había encargado de encender. Ya estaban cenados y preparados para dormir, por lo que Jeongin se apresuró a decir:

— Me pido al lado del fuego — dijo como un niño feliz, acostándose en dicho lugar.

— Pues entonces a mi me toca abrazarte y luego dormirme encima tuya — contestó con sarcasmo, el menor lo miró sorprendido, no creía que el mayor se acordaría de eso — Ni si quiera pienses que lo he olvidado, los dolores de mi espalda me lo recuerdan cada segundo.

Tras decir eso este último se acostó al lado de Jeongin, abrazándolo por la cintura y escondiendo su rostro en la curvatura del cuello y hombro de Yang.

— Gracias.

El pelinegro agradeció por el hecho de que el alto le proporcionara su calor corporal y que no se-

— No agradezcas, en cuanto me canse de estar así voy a tumbarme encima tuya — dijo el peliblanco haciendo que la sonrisa en la cara del menor se borrara instantáneamente.

Y tal como dijo él de ojos azules, pronto se tumbó encima del más bajo, que estaba más que decir que se estaba quedando sin respiración.

Obviamente Hyunjin no iba a dormir encima suya, solamente quería molestarlo un poquito.

— Hyunjin creo que no estoy respirando bien — soltó en un susurro por la presión que hacía el cuerpo del mayor en sus costillas.

— Yo anoche tampoco y me aguanté por tu bien.

— Pero tú eres mucho más grande que yo y ni si quiera puedo respirar bien — se quejó intentando hacer una pataleta, pero tampoco podía hacer eso.

— Agh eres peor que un niño pequeño haciendo berrinche.

Tras decir eso el alto cambió de posición, dejando al menor encima suya como en la noche anterior. Jeongin por fin respiró tranquilo, acomodándose encima del pecho de Hwang. El último mencionado estiró su brazos abrazando el cuerpo ajeno, sus manos quedando casualmente encima del trasero del pelinegro. Este se alejó un poco del pecho del mayor para mirarlo a la cara.

— Oye no sé si te has dado cuenta pero me estás tocando el trasero — le dijo con un sonrojo, haciendo que el peliblanco abriera sus ojos.

— Necesito estirar mis brazos, y como son muy largos pues terminan encima de tu culo — se alzó de hombros volviendo a cerrar los ojos, dando por terminada la conversación.

Jeongin pensó que en cierta parte era verdad, también le parecía justo ya que él lo estaba usando de colchón. Volvió a acostarse sobre el pecho del otro dispuesto a dormirse, pero un apretón en su glúteo lo hizo volver a separarse para mirar con sus ojos entrecerrados a un sonriente Hyunjin.

— ¡Yo creo que eso es de mano larga, eh! — rompió el silencio con un tono molesto.

Eso hizo que el peliblanco comenzara a reír, contagiando a los al menor.

Hyunjin ya no podía negar el hecho de lo cálido que se sentía al lado de Yang.

Llevaba tanto tiempo sin sentirse así... sin sentir amor.



Holaa.

Que tal???

perdón por desaparecerme 🙏🏻🙏🏻

Espero que os guste.

Adiooosss 💗💗💗

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