Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5



Llevaban andando alrededor de tres horas sin descanso alguno. El pelinegro caminaba casi arrastrando los pies, respirando agitadamente y como consecuencia soltando humo blanco por su boca. Por el contrario, Hyunjin, quien caminaba delante guiándolo; iba muy tranquilo, jugando de vez en cuando con Copito.

— ¡Oye! ¿Podemos descansar un rato? — preguntó, siendo lo único que había dicho durante todo el trayecto, ambos habían permanecido en silencio sin siquiera dirigirse una mirada.

— ¿Ya? ¿Tan pronto? — cuestionó volteándose a verlo con una ceja alzada. Jeongin casi grita indignado.

— Llevamos tres horas andando ¿Acaso sabes hacia donde estamos llendo? — volvió a preguntar ahora sonando preocupado y un poco molesto.

— Claro que sé hacia donde vamos — contestó indignado — Estamos llendo hacia el oeste para después subir las montañas donde se encuentran las cuevas.

— Bueno, ¿Pero podemos tomar un descanso? — repitió mirando con ansia y cansancio a la vez al alto.

— Realmente no aguantas nada — dijo para después sentarse en la nieve y apoyarse en el tronco de un árbol.

Yang tenía la boca abierta hasta el suelo.

¿Qué no aguanto nada? ¿Acaso este tío se puede tirar más de tres horas andando sin ninguna parada?

Tchs, solo quiere presumir su fuerza y físico.

Pensaba un Jeongin molesto que se dirigía hacia el peliblanco para sentarse a su lado -con una distancia considerable- y apoyarse en el tronco, hechando su cabeza hacia atrás para poder relajarse un poco.

El lobo blanco, que estaba tumbado sobre las piernas del mayor siendo acariciado por este, se levantó nuevamente para acostarse ahora sobre el más bajo, esperando ser mimado por este, consiguiéndolo inmediatamente, haciendo que el pelinegro sonriera feliz. El otro miraba la escena un poco celoso pero al mismo tiempo con una sonrisa divertida, su mascota acababa de abandonarlo por un chiquillo que conocía hace sólo unos días. Desvió la mirada desinteresado, pero divisó algo que llamó su atención.

— Tienes la linterna que dije que te guardases ¿Cierto? — rompió la tranquilidad que al menor le había costado lograr, haciendo que este abriera sus ojos con molestia.

— Si — respondió alargando la "i".

— Bien, porque ya he encontrado la primera cueva que visitaremos — informó señalando dicha cueva, luego poniéndose de pie para poder sacudir toda la nieve de su ropa.

— ¿Cuantas cuevas planeas que visitar? — preguntó con incertidumbre mirando hacia donde Hwang señalaba, sintiendo como el lobo se quitaba de encima de sus piernas al ver que su dueño estaba listo para marcharse.

— Pues primero tendremos que encontrar una en la que podamos pasar la noche, dentro de poco anochecerá. Y después buscaremos en cada cueva que veamos hasta que encontremos a un oso pardo — se encogió de hombros mirando a todo su alrededor, para después volver a dirigir su vista al contrario — Vamos, levántate.

— No — se quejó como un niño pequeño — Cinco minutos más, por favor.

— Andando.

Alzó a Jeongin por debajo de sus axilas, algo que sorprendió un poco al primer mencionado por la repentina cercanía, pero lo ignoró pues estaba muy concentrado en seguir quejándose.

Volvieron a retomar su caminata, Hyunjin veía como el menor seguía  resentido por no haber podido "descansar". Negó con la cabeza con una sonrisa, sin darse cuenta de lo que suponían sus acciones. Tardaron alrededor de 45 minutos en llegar a la dichosa cueva, Yang estaba agotado, y aún seguía mirando al alto con resentimiento, como un gato al cual le acababan de robar su preciado atún.

— Saca la linterna — ordenó en un susurro, pues no sabía si ahí dentro podía haber un oso, y no quería arriesgarse a despertarlo. El más bajo obedeció, sacando la linterna para entregársela.

Cuando tuvo el objeto entre sus manos lo encendió, dando un paso para adentrarse en el lugar, pero se giró en el último momento hacia Jeongin.

— Quédate aquí y no hagas ruido.

Después de lo anterior dicho el peliblanco se adentró en la oscuridad alumbrándolo con la linterna. Siguió avanzando hasta que el pelinegro lo perdió de vista, su preocupación aumentando cada vez más al ver como pasaban los minutos y el contrario aún no salía.

— ¿Hyunjin? — preguntó en un susurro, pero aún así aquello hizo eco.

Se desesperó al no recibir ninguna respuesta, pero poco a poco pudo divisar como una sombra negra se acercaba hacia el, soltando el aire tranquilamente al ver la silueta del mayor siendo levemente alumbrado por la linterna.

— Te dije que no hicieras ruido.

— Lo siento, es que estabas tardando mucho en salir y me preocupé — se disculpó el menor. El otro asintió ante su explicación.

— Fue porque la cueva era muy profunda. Pero es segura, podemos pasar la noche aquí — le informó para después volver a adentrarse, siendo seguido ahora por el más bajo.

Empezaron a montar sus "camas" cuando creyeron que estaban lo suficientemente adentrados, alejados del frío. Hyunjin se encargaba de encender una hoguera mientras Yang se ocupó de extender unas sábanas en el duro suelo, para después poner otra manta encima con la que se arroparían. Después cenaron tranquilamente unos sándwiches que se encargaron de preparar antes de salir, todas sus provisiones se basaban en eso, sándwiches.

— Me pido dormir al lado del fuego — pidió como un niño Hwang cuando se disponían a ir a dormir.

— ¡No es justo! Yo también quiero dormir cerca del fuego — rechistó en un chillido, haciendo un pequeño puchero.

— Hubieras sido más rápido — alzó los hombros triunfador el alto.

Entre quejas por parte del menor se acostaron encima de la sabana, arropándose con la única manta que había, aunque era bastante grande. Podrían haber guardado suficientes mantas para que cada uno pudiera dormir por separado, pero Hwang no quiso porque eso haría ocupar más espacio en sus mochilas que podrían usar para guardar cosas más necesarias.

Por lo que ahora se encontraban así: Hyunjin abrazando a Copito al lado de la hoguera, mientras Jeongin estaba tumbado de lado mirando la espalda del contrario.

Yang estaba listo para dormir, bien tapado con la manta. Pero aún así sintiendo un gran frío que lograba calar sus huesos. Decidió ignorarlo y volvió a intentar a dormir. Estuvo así durante aproximadamente una hora, y eso lo estaba desesperando pues él era de esas personas que lograba dormirse en menos de cinco minutos. Abrió sus ojos por enésima vez, viendo de primeras el cuerpo del mayor. Jeongin se vio atraído por el calor que emanaba el cuerpo de Hwang, acercándose a este para poder conseguir un poco más de ese calor. Hyunjin quien aún seguía despierto por su insomnio, notó la repentina cercanía; por lo que se volteó haciendo asustar al pelinegro. Sonrió divertido al ver como Yang se hacía el dormido, como si antes no lo hubiera escuchado dar vueltas cada diez segundos.

— Si querías abrazarme para estar más calentito simplemente podrías haberlo hecho, no hacía falta que te hicieras el dormido — dijo en una risa el de ojos azules.

— Cállate.

Después fue abrazado por un avergonzado Jeongin, quien había abrazado su torso y apoyado la cabeza en su hombro, mientras que sus largas piernas eran apresadas por las más cortas del menor.

Finalmente el de cabellos negro pudo conciliar el sueño, quedando dormido a los minutos de haber abrazado a su mayor.

Por el contrario; Hyunjin había tardado en dormirse, pues el revoltijo de emociones en su vientre no se lo permitía. Llevaba mucho tiempo sin ser abrazado por alguien.

Le costó mucho calmar su nerviosismo, pero tras un buen rato, atrapado por el fuerte abrazo de Jeongin; se durmió con una pequeña sonrisa.




Holaa, que tal??

Me siento identificada con Hyunjin, tardo mucho en dormirme jajajaj, aunque por suerte no tengo insomnio.

Espero que os guste.

Adioooss 💗💗💗

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro