Saúl intentó vez tras vez hacer que David muriera en la guerra, pero fue imposible en todas las ocasiones el joven volvía cargado de victorias que beneficiaban a Saúl.
Pero el Rey poco a poco fue dejándose llevar por el orgullo volviendo su caracter oscuro y nublando su entendimiento de tal forma que no lograba entender qur todo lo que David hacía era para beneficio de Israel.

Mientras tanto, Merab la prometida de David seguía encontrándose a escondidas con Adriel pero ningún secreto es para siempre.

Saúl tenía dos hijas, la mayor era Merab y la menor Mical,Merab se parecía mas a su madre mientras que Mical era el vivo reflejo de su padre en todos los sentidos.

Mical era astuta y orgullosa como una serpiente, pero al igual que su padre facilmente se dejaba dominar por la envidia y los celos.

Y Mical quería al prometido de su hermana, ciertamente no era más que un capricho, pocas veces había cruzado palabra con el hijo de Jesé pero siempre le parecía que él era la encarnación de la belleza y la amabilidad.

Con los años y un duro entrenamiento en el ejército hebreo, David se había convertido en un hombre de gran apariencia, con un cuerpo fuerte y un rostro bonito además los años viviendo en el palacio habían refinado sus modales de tal manera que era una persona de conversación agradable e inteligente.

Por otro lado, todas las muchachas de Israel soñaban con casarse con David, el joven se había convertido en general.del ejército y había ganado fama de hombre valiente y hermoso.

Mical se sentía muy atraida por el antiguo pastor de ovejas gracias a la apariencia de este y sumando la envidia que despertaría en sus amigas si se casara con el General, la hacía desearlo más que a nada en el mundo.

Pero parecía que iba a ser imposible cumplir su deseo, su hermana estaba prometida a David y Mical no veía manera de romper ese pacto.

Pero un día ella descubrió el amorío de su hermana con Adriel y a fuerza de rumores y chusmerios logró que Saúl se enterara, cuando este confirmó la versión de los criados inmediatamente le entregó a Adriel la mano de Merab.

Todo el pueblo esperaba que el valiente guerrero se sintiera ofendido por el incumplimiento del Rey, pero si así fue nadie pudo verlo.

Al enterarse del matrimonio de Merab con Adriel, David siguió haciendo lo mejor que sabía que era ir a la guerra y aceptó con total sumisión la decisión del Rey.
El pensaba que Saúl no le había dado a Merab cómo esposa porque su familia era humilde.
Pero nada mas lejano a la verdad, desde que David había ganado renombre en el ejército Saúl había estado buscando una forma de no casar a su hija con el hijo de Jesé y tomó  la primer oportunidad que tuvo.

Solo restaba deshacerse de la amenaza que el asesino de Goliat suponía para su reino y pensó que degradandolo a un cargo inferior en el ejército lo conseguiría.

Eso tanpoco funcionó debía encontrar otra manera antes de que fuera demasiado tarde.