Capítulo 5-Un pésimo imitador
"Casi toda la estupidez de nuestra conducta surge de la imitación de aquellos a los que no podemos parecernos". Samuel Johnson.
Dos días después del primer asesinato de este imitador del Destripador del Municipio Libertador, un nuevo homicidio se dio lugar en otro hotel distinto, esta vez en el hotel Alex Caracas. Miguel Ángel y Diana fueron llamados a la escena de dicho crimen, la habitación del hotel estaba impecable, si Miguel Ángel no fuera el observador detective que era no notaria los minusculos rastros de sangre dejados en la alfombra y el ligero olor a cloro. La víctima en esta ocasión era diferente de la anterior, era morena y con cabello negro como en sus cuarenta y tantos años, la bata para dormir que tenía era de un verde manzana.
-Igual que la vez pasada, no tenemos cartera, bolso o cédula de identidad-dijo el detective Contramaestre poniéndo al día a Miguel Ángel y a Diana-. La causa de la muerte es también por una laceración en el cuello.
-Ya veo, gracias. Si no les importa necesito que me den un poco de espacio para inspeccionar el sitio-dijo Miguel Ángel quitándose sus lentes oscuros para repetir el proceso de la vez pasa.
Los agentes del CICPC salieron de la habitación, dándole a Miguel Ángel unos 15 minutos para que inspeccione la escena, únicamente dejó que Diana se quedara. Se agacha en el piso como si hiciera una largatija para oler toda la alfombra, Después fue al minibar, vio que encima había una botella de vino con el mismo agujero en el corcho; acto seguido se dirigió a la víctima, vio el corte en el cuello, revisó su boca y encontró otra moneda de un bolívar y también miró la bata que traía, con sumo cuidado de no alterar nada, la fue retirando poco a poco, desde los hombros hasta la cintura y miró algo sorprendente. A la víctima le habían practicado una histerectomía, es decir, le habían quitado el útero. Miguel Ángel analizo con detenimiento el corte que se le había hecho junto con las suturas que tenía; Miguel Ángel sonrió lleno de soberbia mientras que su compañera veía con horror lo que se la había hecho a esta pobre mujer. Con el mismo cuidado, Miguel Ángel le volvió a poner la bata como la tenía antes y se retiro de la escena del crimen junto con Diana. En la cede del CICPC, el duo detectivesco no tuvo que esperar tanto por la identificación de la víctima, en este caso había pagado con tarjeta de crédito; la víctima era Maria Dosamantes, madre soltera con dos hijos, uno de veintiocho años y el otro de veintidos.
-Bien ya les dí un perfil a esos buenos para nada-dijo con mucho aburrimiento-; ahora debo darle a usted el perfil psicologíco completo.
-Espere, ¿le dio un perfil incompleto a diez detectives de homicidios?-pregunto Diana asombrada y a la vez preocupada.
-Claro, no tiene sentido desperdiciar mi fantástico analisís en unos idiotas-respondió Miguel Ángel con mucho soberbia-. Verá detective; buscamos a un varón, de entre treinta y cuarenta años de edad; este individuo sufrió los abusos de una madre soltera como se nos dijo en la nota y como lo demuestran los dos asesinatos, siendo ser madre soltera, la única conexión entre las víctimas; nuestro culpable esta obsesionado con la limpieza, limpió por completo las dos escenas del crimen, la segunda mejor que la primera por lo que va aprendiendo de sus errores. Tiene conocimientos en anatomía, la histerectomía que se le realizó a la segunda víctima fue precisa cosa que no logró Martín Castillo hasta su quinto asesinato, debe trabajar en algún hospital lo que le daría acceso a la ketamina. También es cuidadoso, le pedí a Gabriel que revisara las cámaras de seguridad de las dos escenas y nada, el sujeto debio de haber usado las escaleras. Este sujeto es un misógino, que en su mente retorcida piensa que esas mujeres son culpables de algo.
Diana pensó que su compañero era demasiado narcisista en ocasiones, pero eso no evitaba que fuera bueno en su trabajo.
Cuando se reincorporaron con los demás detectives, el detective Contramaestre los recibe con noticas.
-Chicos, tenemos un avance-dijo trayendo con él una laptop-. Encontramos a la persona con quien las víctimas conversaban en linea, un tal MartínCastillo318, la dirección IP nos dio la dirección del posible asesino.
Los detectives del CICPC y Miguel Ángel se prepararon para ir a la casa del quien ellos creían podría ser el responsable de estos homicidios. La dirección IP los llevo a una casa modesta en la avenida Lecuna, tres patrullas del CICPC se estacionan enfrente de la casa, los detectives entran, pero Miguel Ángel decide quedarse afuera comiendo una chupeta. El detective Contramaestre rompe la puerta y todos entran a la casa armados y protegidos con sus chalecos antibalas; al entrar se encuentran con algo espeluznante, era una pared con varios recortes de periodicos, de violaciones y asesinatos de mujeres, el tipo los tenía adornando su cuarto.
Mientras los detectives del CICPC inspeccionaban la casa, Miguel Ángel estaba en los asientos traseros de una de las patrullas hablando por mensaje con Abi para unos favores, mientras hacía eso vio como es que un tipo que estaba bajando del techo corría alejándose lo más posible de la casa. Miguel Ángel se bajo de la patrulla, saco su revolver y le dipara dos veces, una en cada pierna. Los gritos del hombre alertaron a los detectives del interior de la casa, acto seguido, cuando todos salieron se encontraron a Miguel Ángel sentando encima del tipo que aún se quejaba del dolor.
-¡Este hijoeputa me disparo!-exclamo con dolor en sus dos piernas.
-¡¿En serio le disparaste a alguien desarmado?!-pregunto Diana algo molesta.
-Relájese detective, solo uso balas de goma ¿ve?-dijo Miguel Ángel enseñándole sus balas a la detective, mostrando que son suaves-. Además, este es el tipo a quien buscan, lo vi tratando de escapar.
Los agentes del CICPC se llevan esposado a su principal sospechoso, un tipo con un tamaño promedio y bastante flaco, su cabello era castaño, su rostro algo calaverico y su lengua estaba llena de groserias. Todos volvieron a la cede del CICPC, Diana y Gabriel veían a través del cristal al tipo sentado en la sala de interrogatorios, Gabriel recibe el expediente y le da toda la información a su compañera.
-Su nombre es David Flores, 36 años, ex enfermero del consultorio de Casco Central, en Anaco. Fue acusado de abusar a seis mujeres, pacientes del hospital, utilizando ketamina; sin embargo, las acusasiones no llegaron a nada porque las víctimas se negaron a declarar. Ahora trabaja como asistente en la morgue de un hospital
-Parece que tenemos al ganador del pervertido del año-dijo la detective Diana viendo con desprecio al hombre.
-Sin duda debe ser nuestro asesino, ¿entramos ya?-pregunto el detective Contramaestre, listo para interrogar al sospechoso.
-De hecho, preferiría hacerlo con Miguel Ángel, el conoce a la perfección el caso-respondió Diana lléndose a buscar a Miguel Ángel.
-Yo también conozco el caso, también me lo asignaron-susurraba Gabriel algo celoso.
Diana encontro a Miguel Ángel sentado en el escritorio de la detective, cosa que le fastidia un poco. Miguel Ángel estaba viendo detalladamente algunos papeles que fue a buscar después de traer al sospechoso.
-¿Listo para interrogar al pervertido bastardo?-pregunto Diana viendo con curiosidad los papeles que revisaba Miguel Ángel-¿de que son esos papeles?
-Nada importante, solo un caso menor de estafa-dijo Miguel Ángel guardando los papeles en un maletín para revisarlos después.
-Miguel Ángel, usted me prometio que me contaria todo-dijo Diana frunciendo el ceño, sabía que Miguel Ángel le estaba mintiendo.
-Si, perdón detective. Son papeles que fueron firmados por doctores del hospital en donde trabaja Abi, estoy comparando la letra de dichas firmas con la de carta escrita que encontramos en el hospital psiquiatrico.
-Ya veo, ¿algún avance?-pregunto Diana por curiosidad.
-Aún nada, me falta revisar las firmas de los cirujanos-Miguel Ángel se volvio a poner sus lentes oscuros y ya estaba listo para el interrogatorio.
El duo detectivesco entró a la sala de interrogatorio calmadamente, se sentaron en las dos sillas de metal y revisando los antecedentes tranquilamente, Miguel Ángel comenzó con su serie de preguntas.
-¿Como estan las piernas Sr. Flores? ¿Aún duelen?-pregunto Miguel Ángel de forma satírica.
-Tengo unos moretones del tamaño de una pelota de tenis, hijueputa-respondió mirando con rabia a Miguel Ángel.
-Eso es lo que te ganas por violar a seis mujeres-Diana interrumpio la conversación con todo el asco que sentía por aquel hombre.
-Por favor... esas mujeres lo deseaban, hasta usted desea que le haga lo mismo.
Miguel Ángel de sorpresa golpea fuertemente la mesa, haciendo que la atención vaya de nuevo a él.
-No le falte el respeto a mi compañera, sino quiere que le dispare en sus bolas-Miguel Ángel le puso enfrente las fotografias de las dos víctimas-. ¿Qué me puedes decir de ellas?
-El destripador del Municipio Libertador de Caracas, puedo reconocerlo al instante-dijo el bastardo pervertido mirando con detenimiento todas las fotos-. Investigué durante un tiempo su trabajo, debo admitir que fuí un gran admirador. Claro, yo mate a estas mujerzuelas.
-¿De verdad? ¿Por qué?-pregunto Miguel Ángel analizando cada palabra dicha.
-"¿Por qué?" La verdadera pregunta seria: ¿Por qué no?. Un montón de depravadas que siempre buscan el castigo, esto es lo yo le doy a las depravadas.
-¿Por eso les pusiste sus bragas en la boca?-pregunto Miguel Ángel con malicia.
-Si, bastante simbólico ¿no cree?
-Bien, necesito que escriba aqui su declaración, Sr. Flores-dijo Miguel Ángel dándole lápiz y papel al bastardo.
Después de unos veinte minutos, el duo detectivesco sale de la sala de interrogatorio, reuniéndose con el detective Contramaestre y el detective Márquez.
-Parece que tenemos a nuestro asesino-dijo el detective Márquez confiado.
-¿No prestas atención en lo que haces?-pregunto Miguel Ángel juzgando las palabras de Márquez-. Él no es el imitador.
-¿Que? Pero confesó-dijo el detective Contramaestro estupefacto.
-Sí, también se nota a cien kilometros que es un pervertido sexual misógino de primer nivel, sin embargo, no sabía lo de la moneda en la lengua. Solo por si acaso, miren esta carta supuestamente escrita por el imitador y miren lo escrito por ese tipo. Son letras totalmente distintas.
-¿Y que hay de la dirección IP? nos guio hacia él-pregunto Diana para aclarar todas las dudas.
-La dirección IP, si tienes el suficiente conocimiento, puedes camuflajearla con otras para que sean fácilmente confundidas-respondio Miguel Ángel, deteniéndose un momento para pensar en sus siguiente movimiento-. Tal vez, podríamos usar esto a nuestro favor; llamen a la prensa y díganle que tenemos a un sospechoso que confesó los dos homicidios, con eso haremos que el verdadero asesino salga a la luz, al ver que alguien se roba su fama, cometerá algún estupido error por el orgullo.
Los medios fueron informados de dicho hecho, lo que dio pie a que los canales de noticia hablaron de los dos homicidios ocurridos y sobre David Flores, como el presunto autor de estos crimenes. Por la noche Miguel Ángel se encontraba solo en su apartamento, viendo las noticias y al mismo tiempo, revisaba los papeles para comparar la letra; pasaron dos horas, hasta que finalmente encuentra una letra que coincide con la de la carta, Miguel Ángel sonrie pensando en que mañana, finalmente atrapará al asesino.
Al mediodía del siguiente día, Miguel Ángel junto con la detective Diana fueron llamados a lo que seria el tercer y último asesinato de este imitador. En un motel de mala muerte casi a las afueras del Municipio ; en una de sus habitaciones, el duo detectivesco se encontró con el cádaver de otra mujer, el olor a cloro en esta escena del crimen era aún más fuerte que en los últimos dos crimenes, la mujer la cual era un poco menos morena que la anterior, parecía estar ya en sus cuarenta años; la misma bata para dormir de color gris, el corte en su cuello. Miguel Ángel inspeccionó a la víctima, debajo de su lengua, como era de esperar, se encontraba una moneda de un bolívar, le retiró la bata con cuidado y vió que tenía más cortes y suturas, no solo le había hecho una histerectomía, también le quitaron los riñones y el hígado, todo había sido hecho con la precisión de un cirujano. A un lado de la víctima, se encontraba una nota, escrita a mano con un lápiz de grafito, Miguel Ángel la tomó y la leyó:
"Ustedes, payasos pendejos del CICPC, capturaron al hombre equivocado, jamás permitiré que alguien me quite la autoría de estas muertes; yo soy el que va castigar a las mujeres por sus eniquidades, todas deben pagar por lo que me han hecho a mí y a sus hijos. Ahora yo soy el nuevo Destripador del Municipio Libertador".
Miguel Ángel sonrió, más bien rio a carcajadas, dejando con la piel de gallinas a todos los agentes del CICPC presentes en la escena, hasta a su propia compañera. Sin embargo, lo que no sabían es que Miguel Ángel estaba féliz, la letra de la carta dejada en esta escena era identica a la del hospital, lo que confirmaba en un millón por ciento las sospechas de Miguel Ángel. El cuerpo fue llevado a la morgue para su autopsia, Miguel Ángel y Diana llegaron veinte minutos después; Diana se detuvo cuando Miguel Ángel miró por la pequeña ventana de la puerta, como si se asegurara de que algo o alguien estuviera allí, unos pocos segundos después, entraron y fueron recibidos por el Dr. Torres y sus asistentes.
-Vaya, llegaron más rápido que la otra vez-dijo el Dr. Torres mientras realizaba la autopsia.
-Si, la verdad, estamos algo estancados con este caso, este asesino sin duda alguna es un gran imitador del original-dijo Miguel Ángel, ocultando su verdadera malicia-. Si no me pongo las pila habrá otras seis víctimas por allí... ¡Oye Gutierrez, piensa rápido!-exclamo Miguel Ángel tirando unas suturas que son atrapadas por José Gutierrez, usando la mano izquierda.
-¡¿Qué crees que haces, pendejo?! ¡acababa de acomodar todos los instrumentos!-exclamo José Gutierrez bastante molesto.
-Perdon Gutierrez, solo bromeo contigo; aunque creo que prefieres ser llamado: José Aristizaba-dijo Miguel Ángel de golpe mostrando una sonrisa maquiavelica.
-¿De que estas hablando?-pregunto Gutierrez con el alma helada.
-Ese es tu verdadero apellido ¿no?-prosiguió Miguel Ángel a explicar sus deducciones, aún mateniendo su sonrisa maquiavelica, busco en sus bolsillos y sacó un papel escrito por Gutierrez-. Este es el reporte de una autopsia que tu mismo escribiste, la letra coincide a la perfección, con la de las dos cartas escritas por nuestro pésimo imitador. Así que, te investigué y no creeran lo que me encontré: nada, no había registros de un José Gutierrez como tú hasta hace cinco años, así que seguí investigando hasta que me encontré con un tal José Aristizaba que es identico a ti y vivía en Barcelona, donde te criaste con una madre soltera llamada, Martina Aristizaba, acusada varias veces de abuso infantil, pero nada de eso pudo ser demostrado ¿no?. Mandé al detective Contramaestre a revisar tu casa ¿Que van a encontrar cuando revisen el lugar? ¿las carteras de las víctimas? ¿los organos que les quitaste?.
Gutierrez o mejor dicho, José Aristizaba, al sentirse acorralado, agarra rápidamente un bisturí y tomó a Abi como rehen. Diana con agilidad saca su arma y la apunta hacía Aristizaba, lista para dispararle cuando tuviera la oportunidad.
-Decía que los moretones eran por peleas en la escuela ¡Y le creían!-exclamo molesto, sosteniendo el bisturí con fuerza y sin apartarlo del cuello de Abi-. Era una obsesiva de la limpieza, por la más minima basura que quedaba allí me golpeaba. ¡¿Qué clase de madre le hace eso a su propio hijo?!.
-La misma clase de mujer que abusa sexualmente de su hijo, por eso te interesaste en Martín Castillo ¿no?-declaró Miguel Ángel, siendo el único que se mantenía tranquilo-. Te sentías identificado con él y cuando tu madre falleció hace no menos de un mes... sino mal recuerdo, esas fantasías que tenías sobre matar mujeres dejaron de ser tan buenas como la realidad ¿verdad?.
-¡Callate! No intentes meterte en mi cabeza.
-José, no querrás matar a Abi-dijo Miguel Ángel jugando su mejor carta.
-¿En serio? ¿Por qué?-preguntó José Aristizaba, con el bisturí justo en la carotida de Abi-. ¿crees que nunca quise matar a esta mujerzuela gótica?
-Porque si lo haces, mi compañera armada y peligrosamente bella, te matará y nadie conocerá tu historia, nadie sabrá la verdad de tu madre y de todas las mujeres en general ¿No quieres eso? Compartir toda tu historia con los demás, igual como lo hizo Martín Castillo.
Esas palabras resonaron en la cabeza de Aristizaba; Miguel Ángel, como si fuera el diablo tentador, logra convencer a Aristizaba de bajar el bisturí y soltar a Abi quien corre asustada y llorando hacia Miguel Ángel. Diana rápidamente tira al asesino al suelo y lo somete para ponerle las esposas. Miguel Ángel solo sonrie al ver que otro asesino es capturado gracias a su ingenio. José Aristizaba fue arrestado y se declaró culpable de los tres asesinatos; él esperaba que su historia saliera en los periodicos del día siguiente, pero Miguel Ángel no le permitiría tener esa alegría. Cuando salió de la morgue junto a Diana, llamó a La Orquesta, el guardian escarlata que controlaba la prensa; este se aseguró que los periodicos solo sean dedicados a las víctimas, apenas mencionado algo sobre el autor de estos horribles crimenes. Cuando fueron a la cede del CICPC, Miguel Ángel recibió por parte del jefe Marco, un cheque de diez mil bolívares, una parte del acuerdo que habían hecho hace años.
Todo concluye en el apartemento de Diana, por la noche. Miguel Ángel llegó con unas botellas de refresco y pasteles recién comprados en la panaderia, los dos los comieron en su sala, celebrando su primer caso resuelto juntos.
-Debo felicitarla, detective, estuvo fantástica en este caso-dijo Miguel Ángel mirando con una sonrisa a su compañera.
-Por Dios Miguel Ángel, usted hizo todo el trabajo, yo solo me dedique a observar-dijo Diana contando la realidad.
-Aún así, usted jugará un papel muy importante en mis casos en un futuro, lo presiento. Después de todo, un rey de la noche necesita a su robin.
-¿No querra decir "caballero de la noche"?
-Si pero "rey" va más acorde a mi persona.
-Aún hay algo que no me cuadra ¿Cual fue el verdadero motivo del suicidio de Martín Castillo?-preguntó Diana mientras comía a gusto su pastel.
-Quien sabe... quiero creer que cuando leyó la carta que Aristizaba le mandó, no quería sentirse responsable de más muertes y por eso se quitó la vida-después de que Miguel Ángel terminó su pastel, saco de su chaqueta un libro que había traído con él-. ¿Quiere que le lea un poco de este libro?
-Vale-dijo Diana interesada en aquel libro titulado: La Divina Comedia.
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