Neverland
Era una época difícil en aquellos días en que la familia Yugi no tuvo uno, sino dos herederos los cuales cuidar y educar apropiadamente para hacerlos hombres de bien. Eran dos gemelos tan indefensos y adorables, la familia dió gracias a Dios por aquellos niños tan saludables que la progenitora de estos les dió todo el amor que tenía
Sus primeros pasos era el momento más divertido, mientras el pequeño Amane se paraba y daba pequeñas pisadas el inquieto Tsukasa se aferraba a él, caminando los dos juntos
Todo bien ¿No?
Amane al ser el mayor se decidió entre la familia que él sería el dueño del fruto de sus generaciones antepasadas, una gran carga para sus pequeños hombros. Al ser elegido sus responsabilidades cambiaron drásticamente pasando de jugar a los piratas con su hermano menor a sentarse en un escritorio grande y frio rodeado de libros de pasta gruesa.
Además de las clases, su fascinación por las estrellas era tan grande que nadie de su familia pudo quitarle la manía de subirse al tejado de la casa y observarlas durante un buen tiempo, Tsukasa en varias ocasiones le acompañaba en aquellas escapadas de la cruel realidad que le esperaba a su hermano mayor.
"Nee Amane ¿Te gusta sentarte todo el día en la silla de papá? Es muy aburrido jugar a los piratas sin ti"
La plática que tuvieron el día anterior le había dejado pensando, es verdad que ya no se podían ver tan seguido ni tampoco jugar como antes.
"Desearía ser un niño por mucho más tiempo" confesó, en el marco de su ventana a la luna que iluminaba esa noche tan obscura. Detestaba el mundo por su inmoralidad y egoísmo que lo abrumaba, quería seguir al lado de su gemelo.
Tsukasa dormía en otro cuarto por órdenes de su padre, como el menor de los gemelos era hiperactivo,no quería que afectara en el desempeño del mayor y se quedaran hasta tarde jugando
El reloj antiguo marcaba las 12:30 AM, un horario insano para él y, si no quería tener problemas tendría que irse de inmediato a la cama.
-¿Quieres ser un infante por más tiempo? ¡Yo puedo cumplir el deseo de este niño!.- la pequeña voz resonó en los oídos del Yugi mayor, volteando despacio y asustado al ver la pequeña presencia resplandeciente.- ¿Acaso ese no era tu deseo?
-¿Qué eres?.- murmuró ahora asombrado
-¡Soy un hada! Y he escuchado tu petición ¿Quieres venir conmigo?.- le extendió sus pequeñas manos invitándolo a tomarlas.
-¿A dónde?.- retrocedió resultandole sospechosa la actitud de la criatura diminuta
-¡A la tierra de los niños! El nunca jamás.- sonrió (¿Maliciosamente?) no sabía, pero su sonrisa le inquietaba
-¿Yo Tranquilidad podré tener?
-Diversión solo para ti
-¿Aventuras, juegos?
-¡Solo te divertirás!
El lugar que le prometía sonaba un paraíso
-¿Enserio? ¿Escuela?
-Ni lo pienses
-...¿Futuro?
-No te preocupes, acompáñame a tu sueño donde ya ¡No creces!.- Lo había atrapado, los niños que eran destinados a explotarlos con estudios y obligándolos a crecer tan rápidamente eran los más propensos a desear escapar de su realidad
-Pero... ¿Y mi hermano?
-¿Tienes un hermano?.- la pequeña hada se desconcertó al creer que tendrían que llevar a otro pequeño a su tierra.- No podemos llevarlo, no tengo polvo suficiente para transportar a los dos
-¿Polvo?
-Si, polvo de hadas.- llevó su dedo índice a su boca riéndose de la inocencia del azabache
-Pero, se sentirá solo
Las cosas se estaban complicando para el ser mágico
-Acompañame solo un tiempo, si no te gusta podemos regresar cuando quieras.- prometió divertida
-¿En verdad?.- sus ojos se iluminaron y decidió que un rato no le vendría mal a nadie.- Vamos
La criatura sonriente comenzó a rodear a Amane esparciendo su polvo mágico, el chico asombrado por el acto alzó sus brazos recibiendo gustoso lo que la hada le ofrecía. Parecían miles de estrellas cayendo solo para él
-Ahora que hemos terminado, da un paso enfrente.- ordenó
-¿Enfrente?.- miró por debajo de su ventana y se dió cuenta en que si hacía lo que esa cosa le decía terminaría muerto.- Pero moriré
-No hace falta, ya no temas y podrás volar. Huye sin mirar atrás.
Amane le hizo caso y cuando lo hizo
El miedo se apoderó de su cuerpo, estaba cayendo a una muerte segura
-¡¡Ayúdame!!.- gritó angustiado
-¡¡Cree en la magia!!.- le gritó con los ojos cerrados divertida por la situación.
Y cuando estaba a punto de estrellarse con el suelo, flotó. Se sentía liviano y lo dominó bastante rápido.
-¡¡Mírame!! ¡¡Puedo volar!!.- con su "nuevo poder" dió vueltas por el cielo con la adrenalina al tope, también vió que su ropa había sido reemplazada por una nueva, más libre
-Te dije que solo tenías que creer, niño tonto.- Tomo la mano que para ella era gigante.- Ahora vayamos
Le remordía la conciencia , pero por un instante sería egoísta. La terrible realidad que odiaba de su mente piensa alejar, y fue así como ese lugar se autonombró "El nunca jamás"
Volando por el cielo, el oji-ámbar descubrió que no sabía el nombre de su salvadora
-¿Cuál es tu nombre?.- cuestionó ansioso
-Aoi.- respondió sonriente.- Alístate que pronto llegaremos
Más allá de las estrellas y la luna, se encontraba una tierra fantasiosa, llena de árboles y un mar inmenso.
Podía admirar cómo era que el cielo era tan azul, no como en su contaminada ciudad.
Cuando aterrizaron sus ojos deslumbraban felicidad pura ¡Todo era tan sorprendente!
Lo primero que hizo el hada fue llevarlo a conocer a las sirenas, entre ellas una albina con puntas color menta. Su nombre es Nene y era más carismática que las demás, su voz era agradable y dulce (concordaba con su imagen).
—Piter Pan ¿Te gusta mi canto? — preguntó amablemente la criatura marina.
—Mi nombre no es Piter, es Amane.— murmuró molesto haciendo una "x" con los brazos.
—Ellas no retienen el nombre, déjalas ser.— susurró Aoi en su oído.
—¿De acuerdo?.— olvidó el asunto y acompañó musicalmente a Nene
Después, en el campo de los Indios la princesa Yako le invitó formalmente a pasar la noche en su tribu, comieron, bebieron y jugaron toda la noche hasta caer dormidos después de haber disfrutado la fiesta.
Era maravilloso ¡¡El sueño de todo niño!!
—Piter Pan ¿Tu sueño te agrada?.— preguntó Aoi revoloteando a su alrededor.
—¡Si! Lo mejor es que soy el anfitrión de este paraíso.— arrogante sonrió acomodando su gorro verde
¡Perdóneme aunque sea egoísta y descarado! Es porque todavía soy un niño.
Peter se sentía tan seguro, tan feliz. No se quería ir por nada del mundo y regresar donde solo los adultos llenan su mundo de mentiras.
—¡Vaya, vaya, esto es terrible!.— Aoi se acercó a Amane revoloteando alrededor suyo.— ¡Un pirata ha atacado!
—¿Piratas? ¿Y que esperamos? ¡A por ellos!
—¡Esa es la actitud!
Ambos fueron volando hacia la gigante embarcación que disparaba hacia las casas de los indios quienes se encontraban contra atacando y otros tantos corrían hacia la selva.
—¿Cómo atacamos?.— hablo bajo en uno de los arbustos a su hada.
—Tienes una daga ¿No? Ya tienes algo con lo que defenderte, ahora ¡Vuela hacia ellos!.— alzaba los brazos de manera triunfal apoyando al niño.
Se acercaron al capitán del barco, ojos azules y rubios cabellos. Su mirada temeraria era penetrante (no olvidemos que es alto). Daba un poco de miedo.
—Pero miren a quién tenemos aquí, Piter Pan ¿Que versión eres?.— preguntó arrogante mientras desenfunda su espada.
—¿A que se refiere Aoi?.— cuestiona en el pequeño oído de su compañera.
—¡Es el enemigo! Obviamente quiere distraerte. Es tu oportunidad, no lo dudes ¡Ve y triunfa!
—¡No sé a que te refieres tú... Pirata! Pero será mejor que te rindas o tendré que pelear contigo.
—Te estoy esperando.
Au Piter Pan, será dividido en dos partes. Espero les guste 😔💕
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