Capítulo XI- Parte II
Joel
Lunes, maravilloso lunes, ¿por qué eres el día con más desgracias en toda mi vida?
La ironía no es lo mío, pero últimamente me está saliendo muy bien, demasiado bien para mi gusto.
«Ya basta de estupideces, lo más probable es que Thomas este estirando la pata y yo aquí con mis chistecitos de segunda». Me regañé mientras salía del salón con mis amigos en dirección al hospital. No quería que se muriera, al menos no tan pronto, primero tenía que hacerle uno de mis dramas si quería partir al otro mundo.
En el camino, Antony y Claudia se debatían si entrar conmigo o no, ya que ellos no tienen una buena relación con Thomas y yo sí. Esperen un segundo, ¿yo qué? Imposible, yo lo detesto, lo odio, odio, odio y más odio. Bueno en realidad ya no lo odio tanto como antes, por la misma razón lo estoy visitando.
—Ya sabes que hacer, entras, preguntas en que habitación se encuentra, vas con él y le das un beso apasionado, ¿entendido? —preguntó Antony mientras se reía de los gestos que hacia Claudia.
— ¿Por qué lo besaría? Te recuerdo que ya no somos novios, genio —refuté con desinterés al tiempo que aceleraba el paso para no tener que escuchar las babosadas que decía mi querido amigo.
— ¿O sea que si lo besarías si todavía fueran novios? —C ontraatacó el pelinegro con malicia en sus ojos.
¿Acaso no tenía mejores cosas que preguntar? Al parecer no, por lo que decidí ignorar la pregunta y cambiar de tema antes de poner las cosas incómodas.
— El cielo está muy bonito hoy, ¿no crees Claudia? — Dije mirando en dirección a la vereda contraria. «Bonito cielo Joel, bonito cielo».
—Querido, el cielo esta nublado, ¿en qué parte de tu diminuta cabeza cabe que el cielo esta bonito con este clima? —bufó entre risas Claudia, la cual me daba un golpe certero cerca de mi espalda mientras continuaba hablando con Antony.
—Está bien, pero no me vas a negar que los días de lluvia son los mejores. —Le dije sacando nuevo tema de conversación al tiempo que divisaba el hospital, lugar donde nos estábamos acercando.
—Efectivamente querido, pero eso no te quita lo idiota.
—Que puedo decir, es mi don. —Aseguré con una sonrisa para luego continuar con mi caminata.
Pasados unos cuantos minutos, ya estábamos llegados al destino fijado, por lo que di media vuelta para despedirme de mis amigos.
—Les escribo más tarde, no se preocupen por mí —afirmé mientras me despedía alejándome de ellos.
—Recuerda los pasos, no te saltes ninguno —gritó a la distancia Antony en compañía de Claudia. «Querido universo, te cambio a mis amigos por dos vacas, ¿te parece?».
*
Thomas
Dentro del hospital, el panorama no es muy alentador que digamos, estar en una camilla con varias cosas conectadas a tu cuerpo no se lo deseo a nadie. La sensación es horrible, y ni hablar del olor a medicamentos que se expande por todo el lugar.
El accidente que tuve dejo varias heridas en mí, unas más graves que otras, pero lo importante es que estoy vivo, o al menos eso me gustaría decir; mi parte baja fue la más afectada, mi cadera se fracturó y mis piernas están gravemente golpeadas, mi sentido del tacto no es el mismo y casi no las siento. Realmente tenía mucho miedo de no volver a sentirlas, sin embargo los doctores me dijeron que con una buena rehabilitación y muy buenos cuidados estaré como nuevo en unos cuantos meses. Eso fue un gran alivio para mí.
Me operaron de emergencia la cadera ayer por la noche, por lo que ahora estoy en observaciones y quisiera decir que ya estoy mejor, pero tengo que estar tranquilo para que la recuperación no se vea afectada. Mis padres estuvieron conmigo toda la madrugada, decían que les había dado un gran susto, que a mamá casi le da un infarto al enterarse de lo ocurrido. No quise preocuparlos, pero de verdad quería responderle a Joel para no se enojase, estoy seguro que quiere matarme luego de no asistir a su presentación.
«Un poco más y me voy a visitar a San Pedro», medité por unos instantes mientras veía por la ventana de mi habitación. Al parecer estaba en el tercer piso, por lo que podía observar a las personas transitar por los alrededores. Por esto mismo logré notar que muchas chicas del colegio habían llegado a visitarme con flores y algunos dulces. No pensé que mi accidente se iba a saber tan pronto, por lo que no estaba listo para ver a nadie que no fuera de mi familia.
A nadie excepto a Joel.
Sí, ya sé que nuestro reto de ser novios terminó el viernes pasado, pero creo ni él ni yo queríamos terminar aun con eso, o al menos eso espero. No sé si Joel se daría cuenta de lo que siento por él, digo, creo que una vez se me escapó decirle que me gustaba, aunque lo dije muy bajito y no logró entenderme del todo, por lo que creo que aun debo esperar un poco más para confesarme. Esto añadiendo que mentí cuando le dije que me interesaba alguien más, claramente era mi manera de desviar que él era el que me traía loco.
Pasado el mediodía, llegó a visitarme una amiga de la infancia que no veía hace tiempo y me alegró mucho con su venida. Su nombre es Carolina, de piel pálida y con un corte de cabello muy cortito que le hace parecer un chico, al principio no la reconocí por el tremendo cambio de look que tenía. Solía usar prendas de colores pasteles, muy distinto de ahora que porta ropa de tonos oscuros y blancos, realmente todo le queda bien, «imagínate ser mi amiga y poder decir que nunca necesitaste de un glowp up» que envidia.
Vive en el otro extremo de la ciudad y en cuanto se enteró de mi accidente tomo el primer bus de la noche para llegar hoy. «Por más amigas así por favor».
—Te dije una y mil veces que no te distraigas en el celular cuando estés conduciendo, pero ahí vas y te estrellas con el mensaje del chico que te gusta —farfulló mientras se golpeaba la cabeza y me miraba con desaprobación.
—No me tires toda la culpa a mí, dicen que el tipo con el que me estrelle estaba ebrio, por lo que él fue el único causante de mi desgracia —recriminé al tiempo que rodaba los ojos en dirección de la ventana para ver si alguien conocido venía a verme.
Spoiler: Si vi a alguien, vi a Joel.
No pensé que vendría tan pronto, por lo que no pude evitar sentirme feliz por su llegada. «Si esto es un sueño no quiero despertar nunca».
— Thomas, ¿me estas escuchando? —musitó Carolina, la cual se sentó en el filo de mi cama y tomo mi mano para saber si algo me pasaba.
—Claro que sí —afirmé con confianza.
—A ver, dime que fue lo último que te dije —atacó divertida.
—Dijiste que me llevarías a comer muchos helados cuando salga de las rehabilitaciones —respondí con una sonrisa.
—Eso es mentira, te dije que pronto viajaré al extranjero para seguir mi carrera en artes plásticas, ¿ves como no me prestas atención? —soltó desilusionada dándome un leve golpe en mi pecho.
—Oye, que aún sigo herido —le dije fingiendo dolor —, claro que te escuche y de verdad espero que logres cumplir tus sueños, ven aquí y déjame darte un abrazo pequeña.
Abriendo mis brazos de par en par Carolina se acercó a mí con cuidado, aceptó mi abrazo y estuvimos así por un buen rato. Es una buena chica y la quiero demasiado.
Justo cuando pensé que todo estaba mejorando, entreabrí los ojos solo para notar que Joel estaba parado en la entrada de la puerta, no dijo nada, solo me miro por unos instantes para después irse sin decirme algo.
«Oh no, al parecer acabo de mandar todo a la mierda».
***
holaaaa, como estan? FJASJFJAF Jespero que muy bien, estoy vivooo JAJJAJAJA
yapo, taba en un bloqueo de escritor pero ya me paso jiij, asi q aqui se viene otro capitulo de nuestra historia.
Que les puedo decir? MUCHAS GRACIAS POR LAS 8K DE LECTURAS, ESTO ES ALGO TAN BONITO, SE LOS AGRADEZCO MUCHO, I LOVIU YOOU SOOOO
¿Qué les pareció el capitulo?
¿Joel esta celoso?
¿Thomas querrá seguir viviendo?
Nos vemos en la siguiente actualización, lxs amo mucho. <33
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