Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Durante su adolescencia, Shisui Uchiha jamás tuvo problemas con las chicas, normalmente eran ellas las que siempre iban hacia él o cualquier integrante de su familia. Como las abejas a la miel. Lo atractivo parecía ser parte del ADN Uchiha.

A sus dieciocho años, viviendo en una ciudad desconocida en busca de su sueño, Shisui conoció a la mujer que le cambiaría la vida. Aquella que lo haría replantearse por completo el buen concepto que tenía de las mujeres. Tayuya. Ese nombre se marcó con fuego en su alma y cada rincón de su piel.

La universidad era algo totalmente desconocido para él, gracias al equipo de fútbol fue que logró hacer sus primeros amigos. Allí conoció a buenos hombres, como Rock Lee y su entusiasta entrenador, Maito Gai. Ser el futbolista estrella de la universidad atrajo la atención de todos sus compañeros, y como siempre solía suceder, las chicas crearon su propio grupo de fanáticas.

De esa forma captó la atención de Tayuya, una chica de su clase que al principio no llamaba demasiado la atención. Ella quería cambiar eso, no planeaba pasar cinco años de escuela sin ser admirada por todos los demás. Un problema de autoestima es lo que generaba esa obsesión que tenía por obtener la mirada de sus compañeros. Tayuya decidió utilizar a Shisui para su propio beneficio. Saliendo con el chico más llamativo vería cumplido su objetivo.

Acercarse a Shisui fue sencillo después de ganar su amistad, ellos siempre estaban juntos, solían formar equipo en clase y salir con Rock Lee a divertirse por las tardes. En tres meses, Tayuya había cautivado por completo a Shisui Uchiha. Ella era una chica de carácter fuerte, algo agresiva y testaruda. A pesar de eso, en ocasiones demostraba ser una persona que gozaba de la compañía y de ayudar a los demás.

Un año antes de terminar su carrera, Shisui ya tenía una oferta de trabajo en un buen equipo junto con su amigo Lee. Su compromiso con su novia Tayuya sería anunciado a su familia en las vacaciones de verano, Kagami Uchiha estaría feliz de ver a su hijo a unos pasos de cumplir su sueño y formar una familia. El día de la boda se llevaría a cabo dos meses después de terminar la universidad, cuando Shisui comenzara a jugar sus primeros partidos.

Con la graduación, los problemas entre Shisui y Tayuya iniciaron. Ella ya no lo necesitaba a su lado, y al ser una mujer joven pensaba que aún tenía demasiado por vivir antes de atar su vida por completo a Shisui. Sus engaños pronto fueron descubiertos por Itachi Uchiha, quién no dudó en decirle a su mejor amigo para hacerlo ver que Tayuya no era la mejor mujer para él. Aún con el dolor de no solamente una traición, Shisui perdonó a su prometida cuando ella se disculpó. Juntos solucionaron sus dificultades, todavía quedaba más de un mes para la fecha de la boda. 

Los preparativos estresaban tanto a Tayuya, que pronto comenzó a sufría de desmayos frecuentes. Eso sólo era los síntomas de una gran noticia para la pareja. Tayuya estaba embarazada, su estado revelaba que el bebé fue concebido antes de que ella engañara a su prometido. Shisui Uchiha era el padre de ese bebé, y no podía estar más feliz con la noticia. Para evitar que Tayuya tuviera dificultades, Shisui le pidió a su tía que la ayudara con todo lo referido a la boda. Si era posible, adelantar un poco más la fecha, eso con el propósito de que no se notará el embarazo de Tayuya, que para ese entonces ya sería de tres meses. 

Fue a sólo dos semanas del día tan esperado cuando Tayuya tuvo un aborto espontáneo, el hecho tan fatídico destrozó los planes de boda y de un futuro juntos. Tayuya culpaba a Shisui por no estar con ella como antes del inicio de su carrera como futbolista, Shisui la culpaba a ella por no tomar los cuidados necesarios. Aunque la única verdad es que ninguno tenía la culpa, Shisui se atormentó los siguientes años por las palabras de la mujer que amaba. 

—Nunca te ame, solamente te estaba utilizando.

—Es tu culpa que haya tenido un aborto.

—Siempre me dejas todo a mí.

—Te odio.

A partir de ese suceso, Shisui Uchiha cambió su perspectiva hacia las mujeres. Al principio intentó alejarse de ellas, (con excepción de su tía Mikoto), pero sus deseos más profundos le pedían con urgencia alguien que sanará su dolor. Debido a esa necesidad, Shisui se convirtió en un hombre que no buscaba jamás una relación seria. Claro que había mujeres que le demostraban que no todas eran malas personas. 

Como Karin Uzumaki, que lo acompañó a todos sus partidos sin pedir nada a cambio, la chica de hermoso cabello rojo que jamás se interesó en él por su dinero o reciente fama.

—En quién debes creer es en ti, porque yo ya lo hago.

—No olvides que siempre te estoy viendo, aunque sea desde aquellas gradas.

O la hermosa Ino Yamanaka, que a pesar de sus inseguridades por formar una pareja, buscaba la manera de estar a su lado. La mujer que lo consoló por la perdida de su padre, a pesar de que la había botado después de obtener una noche agradable con ella.

—Esfuérzate Shisui, no te rindas ahora que tus sueños están tan cerca. 

—Sé que no puedo comprender tu dolor, pero puedo estar aquí para ti siempre que me necesites.

Gracias a esas dos mujeres es que su concepto de ellas cambiaba nuevamente. Era por eso que quería conocer a la chica de mirada inocente y buena voluntad que le atraía tanto. Shisui Uchiha por fin estaba dispuesto a amar nuevamente, con todas las consecuencias que sus acciones conllevaban. 

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Konoha, en el presente.

Hinata corría detrás de Shisui, intentando inútilmente seguir su ritmo. Shisui era muy rápido, y ella por estar alardeando de sus habilidades como corredora mintió diciendo que podía ir al mismo paso que él. Mentir por querer impresionar al chico que te gusta era malo, y Hinata recién lo descubría. El Uchiha sonreía al verla por detrás de su hombro, fue divertido los primeros minutos, pero ahora que la pobre ojiperla luchaba por dar un paso más, decidió tener piedad de ella. 

—Sabes, creo que bajaremos la velocidad— Hinata reprimió sus grandes ganas de suspirar de alivio —Estoy algo cansado está mañana.

—¿T-te re-refieres a tro-trotar?— su voz entrecortada delataba su cansancio, eso sumado al sonrojo en sus mejillas y a las perlas de sudor que cubrían su rostro no pintaban a favor de la Hyūga.

—No, creo que caminar es mejor— ella no lo contradijo, sólo se dedicó a seguir sus pasos, que para su fortuna eran más lentos en esta ocasión.

Hinata vestía una blusa sin mangas blanca y una licra deportiva de color azul marino, fue consciente de que ese era el color favorito de su cita. Shisui, por el contrario, llevaba una camiseta beige y un pantalón corto del mismo color que Hinata. Por poco y sus atuendos eran idénticos, algo que hizo reír a ambos cuando se encontraron en casa de las hermanas Hyūga.

—E-está bien.

—Hinata, ¿Crees que sea conveniente regresar a tu restaurante?— ella volteó a verlo con ese par de orbes perla que hacían latir con fuerza a su corazón —Quiero decir, me agrada pasar tiempo contigo, pero no quiero que llegues tarde. No quiero darle la oportunidad a tu hermana para molestarme.

La azabache no pudo evitar reír un poco, para nadie era un secreto que Shisui y Hanabi no se llevaban bien. Ellos dos eran como el agua y el aceite —Podemos caminar de regreso, el restaurante no queda muy lejos.

—No creas que busco deshacerme de ti— dijo rápidamente, sus palmas sudaban en señal de nerviosismo —Me agrada tu compañía. 

—¿De verdad te agrado?

—¡Por supuesto!— Hinata sonrió ante su afirmación tan sincera —Me agradas tanto que te invitaría a salir de nuevo.

—¿Sólo tú y yo?

Shisui asintió —Sólo tú y yo.

—Me encantaría, Shisui-kun.

—Mañana pasaré a comprar una mascota, ahora que viviré en un departamento me sentiré un poco solo sin la compañía de mis tíos— la ojiperla lo escuchaba atentamente, Shisui siempre tenía un pretexto nuevo para invitarla a salir. Y eso le encantaba —Tal vez quieras venir, para ayudarme a decidir quién será mi próximo amigo.

—Eso suena bien, me agradan los animales— Shisui la observaba de reojo, con sus manos entrelazadas detrás de su nuca demostrando despreocupación —Puede que yo también adopte un nuevo amigo.

Los dos siguieron en silencio, disfrutando de la compañía del otro. Para Shisui, salir con Hinata era como intentar ser feliz de nuevo. Desde su primera cita, la perdida de su padre era más llevadera. Era increíble descubrir que aún podía confiar en una mujer. Para Hinata, el asunto no era muy diferente. A ella le agradaba la compañía de Shisui, salir con la persona que más admiraba era algo que jamás imaginó que sucedería. Shisui le gustaba, y quería descubrir el amor de pareja a su lado. 

Shisui volvió a hablar, estar callado por mucho tiempo era algo que no siempre se le solía dar bien —¿Puedo hacerte una pregunta?, Una pregunta un poco más personal.

—Sí.

—¿Has tenido novio?— la ojiperla se sonrojó a niveles inhumanos, le avergonzaba tener que admitir su secreto. Negó, moviendo con gran velocidad su cabeza de un lado a otro —Lo imaginaba, claramente das la impresión de ser una chica muy inocente. Me atrevería a decir que tampoco haz dado tu primer beso.

—T-te equivocas— él se giró ligeramente para verla —Ya besé a alguien.

—¡Oh!, Mis cálculos fallaron— las manos de Shisui dejaron su cuello para ir a parar a los bolsillos de su pantalón deportivo —¿Quién fue tu primer beso?

—Pri-primero tú— murmuró la chica cohibida —Dime quién fue tu primer beso.

—No Hinata, todo menos eso— al Uchiha lo recorrió un escalofrío al recordar como fue su primera experiencia besando a alguien.

—Por favor, es justo si yo también lo diré.

Shisui apartó la mirada de ella, no podía verla a los ojos mientras decía quién fue la primera persona en besarlo —Fue con mi primo y mejor amigo, Itachi Uchiha.

Hinata se sonrojó fuertemente, le hubiera gustado ver a Shisui besando a otro chico como en los mangas que ella y Hanabi solían leer en secreto.

—¿Cuántos años tenías?

—Diez años— confesó apenado.

—¿Por qué besaste a tu mejor amigo?— indagó con curiosidad, necesitaba más detalles para idear una escena en su mente.

—Fue un reto. Izumi, la mejor amiga de Itachi, nos obligó a jugar con ella— Shisui seguía con las mejillas rojas por la vergüenza, algo que a Hinata le encantaba ver —Dijo que si no lo hacíamos le diría al abuelo Madara que fuimos nosotros los que rompimos su jarrón favorito. No tuve otra elección.

Hinata reía cubriendo su boca, Shisui no podía pedirle que dejara de burlarse de él. Le gustaba verla de esa forma, tan linda y pacífica —Debió ser muy divertido.

—Sólo para Izumi— dijo cruzando sus brazos —¿Qué hay de ti?, ¿Quién fue tu primer beso?

—También fue con mi mejor amigo, mi primer beso fue con Naruto-kun.

—¿El chico rubio de tu restaurante?— la interrumpió. Ella asintió —¿Cuántos años tenías?

—Doce— Hinata bajó la mirada para ver como se movían sus pies al caminar —Naruto-kun estaba muy triste ese día porque Sakura tenía novio. Yo estaba triste porque el niño que me gustaba sufría un amor no correspondido— una sonrisa melancólica se formó en sus labios —Los rechazados nos consolamos entre nosotros.

—Debe ser muy tonto al no verte a ti— la Hyūga lo miró, los ojos oscuros de Shisui revelaban sinceridad.

—Ya no importa, aprendí a superarlo.

—Superar es difícil— fue lo que dijo al recordar su relación fallida —Me alegra que hayas encontrado en él un buen amigo.

—Sí, también me alegro.

Los dos regresaron su vista al frente, sin haberse dado cuenta, llegaron al restaurante de Hinata, dos horas después del horario de apertura. Los pensamientos de Shisui que divagaban entre una castaña furiosa y un rubio intentando contenerla fueron completamente cortados en segundos. La presencia de la mujer en la entrada del local le dió un mal sabor de boca.

—Shisui, sabía que te vería por aquí.

El Uchiha apretó su manos con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron blancos —Tayuya.

Hinata bajó la mirada y se escondió detrás de Shisui por instinto. Esa mujer le causaba temor, y al parecer, a su acompañante tampoco le agradaba demasiado.

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