Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

La casa de los Uchiha volvió al silencio cuando Shisui les pidió a sus tíos que no acosarán más a Hinata. Aceptaba que era su cita, pero no por eso debían dar por hecho que terminarían en un matrimonio con hijos. Él sólo había tomado unas muy largas vacaciones para estar en casa de su padre, una manera en que creía podría superar su muerte. Una novia no le vendría mal, un compromiso era lo último en su lista de prioridades. Su carrera como futbolista profesional estaba de maravilla, pensaba que no necesitaba más. 

Mikoto regresó a su asiento al terminar de ayudar a Shisui sirviendo los platos, el Uchiha les entregó una copa a cada uno y depositó la botella de vino en la mesa. Su tío fue el encargado de abrirla con el saca corchos y repartirla en proporciones iguales para todos. Hinata no acostumbraba tomar vino, pero le pareció que sería descortés si rechazaba la bebida. 

La vista de Shisui estaba puesta en todos los movimientos de Hinata, en como enredaba su tenedor en el spaghetti y llevaba la comida a su linda boca. Ella lo miró luego de pasar la comida por su garganta, Shisui buscaba la aprobación a su comida, y Hinata le dedicó una sonrisa para indicarle que le gustaba el sabor.

—No soy un experto como tú en la cocina, pero hice mi mayor esfuerzo— le dijo él imitando la sonrisa de la Hyūga.

—Está delicioso Shisui-kun, eres bueno en esto.

—Cocinar no es lo único en lo que soy bueno— le respondió el pelinegro con aire coqueto. Hinata se sonrojó a gran escala al verlo guiñar su ojo.

—No seas imprudente Shisui— lo reprendió Mikoto dándole un golpe por debajo de la mesa, el Uchiha no demostró dolor por miedo de asustar a su invitada —Suenas como un pervertido, Hinata-chan no se va interesar en ti si hablas de esa manera.

—Tía— murmuró avergonzado, Fugaku negaba en silencio por el comportamiento de su familia.

—¿Y que tal tu negocio?— le preguntó Fugaku a la chica para distraerla un poco de la discusión que inició entre los otros dos Uchiha —Shisui me habló sobre lo que hizo mi hijo, te pido una disculpa en su nombre.

—Oh descuide, creo que también tengo la culpa por se tan crédula— le respondió la ojiperla con una señal evidente de vergüenza, le daba pena que un adulto se disculpará con ella cuando realmente no tenía la culpa de nada. Las decisiones de los hijos en ocasiones solían ser erróneas, eso no le parecía que fuera culpa de sus padres —Y sobre su pregunta, el negocio ha estado muy bien. Les agradezco que me den la oportunidad de estar un tiempo más en su casa. 

—Es algo que deberíamos hacer. Me alegra que mi sobrino haya sido muy maduro en cuanto a esa situación.

—A mi también me alegra— Hinata sonrió amablemente antes de volver a probar un poco de su comida. En ese momento Mikoto había terminado de reprender a Shisui y ambos volvían a prestar atención en la cena.

—Hinata, ¿Qué te parece si mi sobrino te lleva a casa al terminar la cena?— la propuesta de Mikoto tomó desprevenida a la Hyūga —No sería correcto que una chica regrese sola en la noche.

—Es cierto Hinata, de esa forma podremos conversar un poco más— Hinata casi se atraganta con la comida al escucharlo. Ir con Shisui a casa significaría que estarían sin nadie más todo el camino, de sólo pensarlo su corazón latía con más velocidad. Ella no tenía idea de como entablar conversaciones con chicos a los que no conocía bien, hacer amigos siempre había sido algo muy difícil.

—S-si, gracias.

—¿Por qué decidiste ponerle el nombre de tu padre al restaurante?— la interrogó Mikoto en esta ocasión. La ojiperla se sintió un poco intimidada al sentir todas las miradas sobre ella.

—Mi padre era el mejor Chef que he conocido, yo heredé su pasión por la cocina y terminé en el mismo negocio— Hinata observó su copa de vino para evitar tener contacto visual con los Uchiha —Su sueño era iniciar su propio restaurante, pero su enfermedad le impidió cumplirlo. Mi hermana y yo no pensábamos dejar que el sueño de nuestro padre quedara en olvido. El nombre es en su honor.

—Es una forma muy linda de pensar— Hinata alzó la cabeza para ver a Shisui, él posó su mano sobre la de ella. Con esa simple acción Mikoto pensó para si misma que esos dos terminarían juntos.

—Gracias Shisui-kun.

La cena transcurrió de forma agradable de nuevo, Fugaku y Mikoto les contaban historias sobre Konoha en sus inicios, eso captaba por completo la atención de ambos jóvenes. Después del spaghetti siguió el postre que la mujer de la casa había preparado con mucho entusiasmo en la mañana. Una tarta de frutas, receta especial de la familia Uchiha. Aunque Mikoto prometió decirle su secreto a Hinata, la mayor ya comenzaba a considerarla como la futura integrante de los Uchiha. 

—Te apuesto lo que quieras a que Shisui y Hinata terminarán juntos— le dijo Mikoto a su esposo cuando miraba como la pareja mencionada se alejaba de su casa para iniciar su camino.

—Yo pienso que te estás precipitando, ellos no terminarán juntos.

—¿Temes perder contra tu esposa?

Fugaku cruzó sus brazos, ofendido por tal afirmación —Si yo gano tendrás que limpiar el sótano y el ático.

—Y si yo gano, tú harás los deberes de la casa por un mes.

—Trato hecho.

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Ubicado en la parte central de la ciudad, el parque principal de Konoha se visualiza como un lugar lleno de encanto y una belleza natural. Hinata se adentró en el por petición de Shisui, según el Uchiha, una caminata por el parque era más entretenido y rápido para llegar a su hogar. El parque cuenta con una gran variedad de árboles frondosos y flores exóticas traídas desde otras partes del mundo. Lo que más llama la atención en esas fechas son los cerezos y sus lindos retoños.

Shisui caminaba por la acera que rodeaba a los árboles con el propósito de no ser lastimados tan fácilmente, a veces cambiaba de lugar y saltaba a las bancas que estaban a la orilla. A Hinata le parecía un niño pequeño disfrutando de un día en el parque.

—¿Y tu padre, Shisui-kun?— el Uchiha no detuvo su caminar, aún así, seguía a lado de ella —¿Qué sucedió con él?

—Mi padre enfermó gravemente, no logré llegar a tiempo para despedirme de él. 

—Lo siento, no quise ser inoportuna— ella se fijó en sus zapatillas, intentando distraerse con su propio caminar.

—No lo eres, tú nos hablaste sobre tu padre, me corresponde a mi demostrar la misma confianza.

—¿Crees que lo conocí?

—No lo sé, Konoha es muy grande— él la miró de reojo, sin poder evitarlo una sonrisa se formó en sus labios —Yo no te conocía a ti. 

—Es cierto— reconoció la Hyūga volviendo a verlo jugar con su equilibrio en las bancas. Ya no estaba apenada por su anterior comentario, la actitud de Shisui le hacía creer que él no estaba triste por hablar de su padre —Yo tampoco te conocía hasta que te miré en la televisión.

—Mi padre se llamaba Kagami Uchiha— le confesó por fin. 

—Ya había escuchado su nombre, mi padre en ocasiones lo miraba en el hotel en que trabajaba.

—¿En que hotel trabajó tu padre?

—En el hotel La luz de Konoha— Hinata sintió un calor rodear su pecho, hablar de su padre cuando cocinaba para el hotel le traía muy buenos recuerdos.

—Mi padre era un buen electricista, tal vez por eso lo mirabas en el hotel— habló Shisui luego de pensarlo unos segundos. Esa era la única opción que llegaba a su mente.

—Si, eso debió ser— Hinata se atrevió a verlo, los ojos perla y los ónix chocaron trayendo una gran sensación para las dos personas que paseaban por el parque —Mi padre decía que era un buen hombre.

—Era el mejor— el silencio que se instaló entre ambos fue roto rápidamente por Shisui —Por ahí me dijeron que eres mi fan número uno— le dijo el Uchiha con su habitual tono juguetón.

—Tal vez lo soy— Hinata decidió seguirle el juego.

—¿Sabes cómo pienso agradecerte?

—¿Cómo?

—Te invitaré a otra cita— la propuesta alegró a Hinata. Eso significaba que no le había ido tan mal, Shisui Uchiha quería volver a salir con ella —Bueno, en realidad no sé si cuente como cita. Estar en el parque me dió la idea.

—¿De qué se trata?— le preguntó con curiosidad, algo que para Shisui era tierno. 

—Quiero que aceptes venir conmigo a correr por la mañana.

—No lo sé— le dijo Hinata haciendo un esfuerzo mayor por hacerse notar indecisa, siguiendo los consejos de Sakura y Hanabi —Las mañanas sueles ser ocupadas para mí.

—No tiene que ser pronto— se apresuró a decir el Uchiha —Podemos venir el día que tú quieras.

Hinata asintió —Me gustaría Shisui-kun.

—Perfecto.

El caminó de ambos terminó cuando llegaron a la casa de Hinata, los dos se quedaron unos minutos más en la puerta para despedirse. La Hyūga lo había invitado a pasar, pero él se negó argumentando que ya era tarde para importunar a su hermana menor.

—Gracias por acompañarme.

—No es nada— Shisui le dedicó una gran sonrisa, los hoyuelos marcados en su rostro le hicieron ver más lindo —Te prometo que la próxima vez te traeré en auto y no caminando. Sólo debo encontrar un buen modelo.

—No es necesario, me agradó caminar junto a ti— le dijo ella con sinceridad. A Shisui le sorprendía lo fácil que era complacerla. Ninguna otra mujer con la que había salido antes aceptaría tener una cita en donde no estuvieran solos.

—A mi también me agradó, Hinata.

El Uchiha decidió arriesgarse, ella le parecía tan tímida que su reacción era todo un enigma para él. Con cuidado se acercó a su rostro, Hinata se movió a tiempo para hacer que su acompañante terminara besando su mejilla.

—Buen intento.

—Te haces la difícil, ¿Eh?— Hinata jugó con su dedos, los consejos de sus amigas estaban resultando mejor de lo que esperaba —Está bien, eso me gusta.

—¿Te veré mañana en el restaurante?

—Si, allí estaré— dijo mientras comenzaba a retirarse.

—¡Adiós!

—Nos vemos luego Hinata.

—Linda noche.

—¡Igual tú!— le gritó Shisui cuando aún era visible.

Hinata abrió la puerta de su casa y entró rápidamente, su corazón amenazaba con salir de su pecho por lo rápido que latía. Le encantaba la idea de salir nuevamente con Shisui, él la encontraba interesante, tanto como para invitarla a otra cita.

—¿Ya terminaste de fantasear?— la voz de su hermana la trajo de vuelta a la realidad. La castaña permanecía a unos metros de ella con una mirada de pocos amigos.

—¿Qué haces despierta?

—Esperaba tu regreso— dijo Hanabi tranquila —Borra esa sonrisa Onee-sama, no debes enamórate de él.

—Hanabi— susurró.

—Sólo sales con el Uchiha para ganar su confianza, si te enamoras terminarás perdiendo— le aseguró su hermana menor —Estará molesto al principio, probablemente ya no va querer saber de ti.

Hinata bajó la mirada, ella no estaba segura del plan que Hanabi y Sakura habían creado. No era correcto de cualquier manera en que lo viera.

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La tarde en el restaurante era tranquila, no se encontraba tan lleno de personas como normalmente lo estaba. La campanilla que anunciaba la entrada de alguien se escuchó hace sólo unos minutos. Hinata se acercó para atender a su nueva cliente, Naruto le había entregado el menú y la chica hizo una señal para ordenar.

La mujer de la mesa cuatro parecía tener la misma edad que la Hyūga, su característica más llamativa era su larga cabellera con un color entre rosa y rojo. Un sombrero ocultaba sus ojos que Hinata después descubrió como un par de cristales marrones. Su vestido cortó revelaba unas largas y torneadas piernas. A vista de cualquiera era una mujer bonita.

—¿Ya desea ordenar?

—Primero quiero presentarme— eso desconcertó por un momento a Hinata —Mi nombre es Tayuya.

—Buenas tardes señorita, es un placer— la ojiperla hizo una reverencia corta y se preparó para escribir su pedido.

—¿No tienes idea de lo que hago aquí?

—Lo siento, no estoy comprendiendo.

—Me enteré por las noticias que Shisui Uchiha está en la ciudad— Hinata se sonrojó ante la mención de su futura cita —¿Creías que podrías disfrutar tú sola de mi ex prometido?

—¿Qué?— los ojos perla de Hinata se abrieron en total sorpresa. Ella jamás se había enterado de que Shisui tuvo alguna vez planes de matrimonio.

—Un amor como el nuestro no se olvida tan fácilmente, espero que lo comprendas— la mujer de ojos marrones dejó caer al suelo el vaso de agua que Naruto le había traído desde que llegó, el líquido salpicó las balerinas de Hinata. Los vidrios rotos llamaron la atención de todos en el restaurante.

—¿Te encuentras bien?— Sakura dejó de atender a unos clientes para llegar con su amiga, ella asintió en silencio.

—¡Oh!, Lo siento, cariño— Tayuya se disculpó en un tono demasiado fingido para gusto de Sakura —Anda, recogelo. Quiero que entiendas cual es tu lugar.

—Oye— Sakura tomó la mano de la mujer y la apretó con gran fuerza —Nadie le habla de esa forma a mi mejor amiga. Será mejor que tú entiendas tu lugar y te retires de aquí.

—Estás corriendo a un cliente muy valioso.

—Lárgate antes de que te saqué a golpes— le ordenó Sakura soltando su mano. Tayuya las miró con odio antes de irse del local. Sabía bien cuando perdía un encuentro, pero para mala suerte de Hinata, eso recién comenzaba.

Hinata llevó sus manos entrelazadas al frente de su pecho, un mal presentimiento se instaló en ella. Esperaba no volverse a encontrar con esa mujer.

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Notas de la autora: 

*No sabía a qué chica del mundo de Naruto incluir en la historia, pensé que Tayuya al ser un personaje que salió muy poco en el manga y anime sería una opción. Además porque ella ya es una villana por naturaleza xd 

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Nos vemos en la próxima actualización 👀❣️