Autora: Cata__009

Reseñador: Pazzenger

Capítulos reseñados: 11 + Prefacio 

Esta vez no visité un planeta, sino una estación espacial, la cual era perfectamente identificable a la distancia debido a las luces intermitentes que irradiaban desde sus ventanas. Era notable que ahí dentro había mucho movimiento. Después de comunicarme con la torre de control y posar mi nave en la plataforma de aterrizaje, un pequeño hombrecillo me recibió apenas salí. 

Me tomó de la mano, visiblemente agitado, y me pidió encarecidamente que lo siguiera a través de un montón de pasillos, habitaciones y salones. No pude negarme, ya que el hombrecillo prácticamente me estaba arrastrando. A medida que caminábamos (o mejor dicho, corríamos) frases como «tiene que ayudarnos a parar todo este caos» «espero que con su llegada todo se solucione» o «contamos con el poder de sus recomendaciones» salían de la boca del asustado hombre. 

Alrededor de nosotros, como un mar infinito, una multitud de personas bailaban, cantaban, reían, bromeaban, hablaban y se tropezaban con nosotros. De vez en cuando alguna de estas personas interrumpía nuestra carrera para decirnos cosas como: «¿qué te parece la fiesta?» «¿y el licor? ¿qué te parece el licor?», «oh, qué coquetos todos, ¿eh?» «¿ves esa chica de allá? Creo que te está haciendo ojitos. Si no vas tú iré yo». Todos en esa estación (sin mentir) eran agraciados. Muchachas guapas, muchachos que parecían sacados de revistas de modelaje. El hombrecillo, sin soltarme la mano, me imploraba que no le hiciera caso a nadie.

—¡Están locos! ¡Usted sólo sígame!

Así fue como, después de tanta tertulia y desorden, llegamos por fin a una zona de la estación más despoblada. El hombrecillo me soltó la mano entonces, y caminando más tranquilo, me guio hacia una habitación a la que sólo se podía acceder después de insertar una tarjeta en un escáner. Dentro de la oscura habitación, sobre una mesa de cristal que más bien parecía un altar, estaba el libro por el que había viajado hasta ese lugar. Las letras blancas con el título Baila conmigo relucieron al reflejar las luces led verdosas de la habitación.

—Este es —dijo el hombrecillo— el causante de esta locura. Somos pocas las personas que no hemos sido contagiadas de la plaga de baile que provoca la lectura de sus páginas. A esta afección hemos decidido llamarle "la maldición de Madison".

—¿Y eso por qué? —pregunté, curioso.

El hombrecillo se estiró ante la mesa de cristal y tomó el libro para ofrecérmelo de un aventón.

—Véalo usted mismo —respondió.

Tenía sobre mis manos el ejemplar. Observé la portada antes de abrirlo. Lancé un suspiro.

—Bien, supongo que este es el momento en el que comienzo a leer y luego a dar mi opinión —dije para mí mismo.

El hombrecillo me escuchó y se apartó de mí para salir de la habitación. Dijo que lo mejor era que lo leyera en completa soledad, ya saben... para captar bien la esencia del libro, y para que mis recomendaciones surtieran un mejor efecto. En mis manos estaba el poder de detener la plaga de baile de aquella estación y que sus habitantes pudieran por fin salir de ese bucle maldito.

Me senté en una esquina de la habitación y estuve leyendo durante un par de horas, con mucha atención. Cuando terminé, salí de la habitación y llamé a mi pequeño anfitrión.

—¿Y bien? ¿Qué opina? —me preguntó el hombrecillo.

Me aclaré la garganta antes de empezar...

🚀

—Solo pude leer 12 capítulos, incluyendo el prólogo y el epílogo, pero creo que eso me basta para darme una idea de la trama en general (tendrá que disculparme, pero ando corto de tiempo; ser parte de los Antiguos no es tarea fácil).

»Me gusta comenzar resaltando los aspectos positivos y esta no será la excepción.

»Baila conmigo es una historia, en el fondo, divertida; algún que otro chiste de vez en cuando, las bromas entre los personajes y esas situaciones hilarantes (¡ejem! vomitarle a alguien encima es asqueroso, pero da juego para un par de chistecitos). Estoy seguro de que muchas personas se sentirán identificadas con las situaciones que se ponen de manifiesto en este libro, así como de las reacciones de los personajes ante ellas, que son humanamente normales dentro de lo que cabe. Leer Baila conmigo es como sentarte con unas amigas a hablar de chismes y anécdotas de tus amigos, familiares y conocidos. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que es una historia muy casual, ya que se enfoca principalmente en el intercambio verbal entre los personajes y la forma de comportarse de cada uno en determinadas situaciones sociales. Basta con decir que la mayor parte del libro (quizás un 80%) se desarrolla mediante diálogos. Toda la trama avanza de ese modo. Diálogos. Diálogos. Diálogos. Me hace recordar mucho a esas obras de "Grupo Whatsapp de X tema" en donde se cuenta una historia mediante chats. Las voces de los personajes tienen mayor peso y creo que esta es una de las razones por las que Baila conmigo es fácil de leer. Dentro de su género, romance juvenil, cumple con su cometido de despertar la imaginación de las lectoras adolescentes a las que les encanta fantasear con personajes ficticios y a las que, asumo, va dirigida principalmente esta obra.

»Y bien, yo no tengo nada en contra de que las escritoras primerizas plasmen sus fantasías románticas en sus obras, porque, sea cual sea el género en el que escribamos, y sea cuál sea nuestra reputación como escritores, en el fondo todos hacemos eso. Escribimos lo que queremos leer. Pero eso no es excusa para no esmerarse en ofrecer un buen producto, un producto enriquecedor y no simple comida chatarra. Y sé que todo el que pide una reseña es porque desea conocer la opinión de los demás y ver si puede mejorar en algo. Así que bueno...

»Uno de los principales problemas que tuve con esta historia fue la cantidad excesiva de diálogos y que casi no hay descripciones de nada. Incluso, cuando los personajes hablan, la autora no suele utilizar acotaciones. Una acotación es, por ejemplo:

»"—Oh, bueno. Lo que pasa es que yo los llamé —dice mirándome avergonzada."

»Ese "dice mirándome avergonzada" nos da información extra sobre lo que ha dicho el personaje. También se usa para explicar quién ha dicho tal cosa.

»Creo que hace falta agregar mejores acotaciones, porque a veces los diálogos se dicen así nomás, al tiro, sin rodeos, y parecen voces que flotan en el aire. No es que no se entienda lo que pasa (se entiende perfectamente), pero al agregar acotaciones las conversaciones se vuelven más vivas. ¿Se comprende? Tampoco hay que exagerar. No es necesario saber en cada línea de diálogo la expresión facial que hizo el personaje luego de decir lo que dijo, pero ese es mi consejo.

»Siguiendo con lo de los diálogos, hay unos que son innecesarios. No aportan, realmente, a la historia. Son como ponerse a leer la transcripción de una llamada de dos horas entre dos grandes amigos que van hablando de un montón de cosas y cambiando de tema a cada rato. Es lo que sucede cuando se reúnen los chicos de The Warriors. La convivencia entre esos chicos a veces se alarga en conversaciones triviales... ¿Qué digo? ¡demasiado triviales! Y no es que digan nada. Sí hay información sobre los personajes que se puede sacar con estos diálogos, como por ejemplo, que los integrantes de The Warriors son muy bromistas entre ellos, pero es información que ya nos queda clara desde un inicio y que vista de ese modo se vuelve repetitiva.

»Personajes muy bromistas y en ocasiones, inmaduros. Estoy hablando de ti, Connor. Creo que es el personaje más fastidioso de toda la novela, a no ser que en las páginas posteriores aparezca uno peor. Debo mencionar que para mí los dos personajes más identificables, por irónico que parezca, fueron Connor y Kyle, y es porque ambos son, por así decirlo, los extremos opuestos de todas las personalidades presentes en el libro, incluyendo a Madison, a Bella, a Elena, a Jesse, a Aiden, etc, etc, etc. Connor, por un lado, irritante, inmaduro, demasiado bromista y Kyle, por otro lado, más reservado, respetuoso y tranquilo que los demás. Madison y sus hermanas, el resto de los integrantes de The Warriors y los otros personajes secundarios se mueven entre esa escala de personalidad impuesta por Kyle y Connor. Y con esto lo que trato de decir es que los personajes no son muy profundos. Parece que la mayoría fue esculpida utilizando el mismo molde. Yo necesito más contrastes, necesito más conflictos, necesito más diferencia de opiniones. No puede ser que todos los personajes solo sepan hablar de sexo, de enamorarse y de otros temas superficiales. ¿Por qué Madison no nos habla sobre su pasión por el baile? ¿Es que no hay bailarinas a las que admire? ¿Cuáles son sus géneros de danza favoritos?

»Sí, sí, entiendo que este tipo de historias no se caracteriza por la complejidad, pero hay que evitar caer tanto en los clichés (fiestas, borracheras, hablar de sexo, enamorarse sólo por el físico, la chica nueva conoce a los chicos populares...). Y si lo que quiere esta historia es hablar de romances es necesario trabajar un poquito más en él.

»Casi no existe trasfondo en la relación entre Kyle y Madison. Fue como un "te vi, me viste, te gusté, me gustaste, ahora quiero estar contigo y no me pidas explicaciones". Y podría decirse que fue amor a primera vista y evitar tener que dar explicaciones, pero si se quiere algo mínimamente realista hay que trabajar en las motivaciones de Madison para que Kyle le guste y viceversa. Siento que es todo muy apresurado. Siento, también, que constantemente se quiere forzar romances entre los personajes (Kyle con Madison, Nick con Alex, Dereck y Danielle, etc) sin dar motivos realmente fuertes para ello. Ya sé que es parte del salseo y que luego surgen los triángulos amorosos que generan tanta tensión, pero hay que ser realistas si lo que se busca es una historia con sentido y que no sea tan predecible.

»Así que el detalle está en no ser tan predecible. Evitar los clichés. Agarra esa borrachera de Madison y dale un giro inesperado: resulta que Madison se lastima en medio de la fiesta y sus planes para bailar en el video de The Warriors se complican. ¿O qué tal si uno de los integrantes de la banda no cree que Madison merezca salir en ese video? ¿Qué tal si Connor actúa como un payaso porque en el fondo tiene miedo de quedarse sin amigos y sólo quiere hacerlos reír aunque no se da cuenta de que lo único que logra con su actitud es que todos le agarren rabia? Podría profundizar más en estos conflictos de los personajes para crear tensión (así como aquella foto de la misteriosa sobrina del papá de Madison que a todos nos hace preguntarnos ¿quién será? ¿qué oculta papá?, pero aplicado con el resto de personajes, que no son pocos). Lógicamente, unos personajes tendrán más protagonismo que otros (Kyle y Madison, por ser los protagonistas).

»Y por favor, ¡pon más descripciones, más narración y elimina los diálogos innecesarios!

🚀

—¿Me lo dice a mí? —pregunta el hombrecillo —Yo no escribí Baila conmigo. En la tapa puedes ver el nombre de la autora.

—Oh, disculpe, tengo la manía de hablar conmigo mismo como si tuviera a los autores reales al lado mío. Como sea, ¿tomó apuntes de lo que dije?

—Oh, sí, sí...

—Entonces ya sabe qué hacer. Espero que mis humildes consejos sirvan de algo. No soy un experto en esto, sólo doy lo mejor de mí.

Vuelvo a colocar el libro sobre la mesa/altar de cristal, esperando que cuando la autora lea esta reseña le pueda servir de ayuda. Ahora el poder de salvar a esta tripulación recae en sus manos. Por si algún día se desanima, que recuerde que en algún lugar del universo hay una estación espacial en la que un montón de adolescentes están sufriendo una horrible epidemia de baile descontrolada y no pueden dejar de hacer fiesta, beber alcohol y vomitar una y otra vez. ¡Es un infierno! ¡Estas pobres criaturas dependen de ti! ¡Buena suerte con tu historia! ;D