Capítulo uno.
Hace tres jodidos meses que mi vida dio un vuelco inesperado. Gorka empezó a cumplir condena en la cárcel Ctra. N-V, Km. 27,7; 28600- Navalcarnero por varios asesinatos —El gran desgraciado que truncó la vida de las tres personas que más quería. Su hermana pequeña y sus padres. Todo arrastrado por el poder y el cochino dinero, pero no fue por eso solamente. Sus hijos bastardos también irrumpieron en su vida al enterarse de que Gorka había asesinado a su padre para cobrarse la vida de sus familiares. Ellos le hicieron la vida pedacitos, a uno de ellos lo mató él porque su objetivo era que mi marido muriese y el otro lo maté yo aunque en defensa propia y para protegerlo. Al final resultó ser al revés porque Gorka impidió que me entregase a la policía y se culpó del crimen que cometí. Todo con el propósito de que no perdiéramos la custodia de nuestros hijos adoptivos. A ellos los conocí el día que conocí a Gorka, en un pequeño municipio de Francia, en el cual se había desatado una guerra entre Gorka, sus hombres y sus grandes enemigos. Desafortunadamente murieron muchos seres inocentes por culpa de una inmunda escoria humana. Vera y Naim perdieron a sus padres en esa maldita ciudad y desde ahí Gorka y yo los internamos en un orfanato propiedad de mi esposo mientras luchábamos por conseguir su custodia. Yo me quedé al mando de todas las empresas que nos unían. La realidad fue que sin comunicarme nada, buscó la manera para dejarme todo su capital a mi nombre ya que olía a leguas que tarde o temprano terminaría en prisión. Aunque el número de empresas no era muy extenso —ya que solo se trataba de una consolidada y varias cadenas en países como Francia, Italia y Estados unidos, las cuales yo misma tenía en construcción y muy pronto se inaugurarán— eso me ayudaba a no pensar. empezando por La Passione Prohibita, la empresa de perfumes que le heredó su abuelo tras fallecer y en segundo lugar, teníamos el ya mencionado orfanato que lo llevábamos junto a su segunda madre Conso. Ella era la encargada de este pequeño hogar de acogida de niños desamparados y la que trataba de educarlos con ayuda de varios profesionales más, sin ella todo eso no estaría en pie porque es el motor de esa institución la cual tiene una labor tan bonita, ni me extrañaba porque a esa mujer ya la admiré el primer día en la que Gorka me la presentó cuando fuimos a ver a los niños. Que yo tuviera todo mi patrimonio en pie no fue solo obra mía, por suerte contaba con personas muy profesionales —aparte de Ángel— y encima eran los únicos amigos que tenía. Era cierto que en el pasado tuve una amiga de infancia pero todo cambió cuando formalizó su relación con el que ahora era su esposo. Ahora contaba con Patricia y Alexander —los abogados de confianza de Gorka y ahora míos también. Ella se había convertido en mi mejor amiga porque en ningún momento me abandonó tras ingresar Gorka en la cárcel, ella fue quien descubrió que yo estaba embarazada aunque en verdad, desconocíamos quién era el padre. No me pudo tocar nadie mejor que ella, y en cuanto a Alexander también era un sol—, por otro lado estaba mi padrino Ángel —un pan de dios que llegó a mi vida y a mi familia. Antes de que yo naciera y desde que nací se había convertido en un segundo padre para mí, él era amigo de mis padres de toda la vida. Desde que uno de los enemigos de Gorka lo secuestró para hacernos daño, no volvimos a separarnos de él. Además, también formaba parte del equipo de La Passione Prohibita. Era el encargado y director general del departamento financiero de la empresa aunque la verdad, se ocupaba de más labores, ya que le encantaba ayudar en otros departamentos. Sin duda era todo un todoterreno y muy currante. En el pasado trabajó en una mina, pero tras quedarse a vivir con nosotros cambió de puesto de trabajo. Y yo encantadísima por su decisión porque podía disfrutar de su compañía, con él a mi vera todo tenía otro color—. Por último, contaba con la ayuda de Fernando el de los huevos colgando —así era como lo apodé desde el primer momento en el que lo conocí. Se convirtió en un apoyo muy grande aunque juntos tomamos el camino equivocado. Él no era para mi tan solo un amigo más y aunque en principio planeara vengarme de Gorka liándome con su amigo, tuve que admitir que se convirtió en alguien muy especial. Poco a poco, se convirtió en otro pilar importante de mi vida, me ayudó y me guió en todo lo que necesité en cada momento puntual. Mi vía de escape y la persona con la que podía olvidar todo el tormento que estaba viviendo con Gorka en ese momento, Fer era la otra mitad de mi corazón. Él podría ser el padre del bebé que estaba esperando, una noche salimos con una excusa de la casa con el objetivo de estar juntos y aunque yo en muchas ocasiones lo provocaba para que cayera en mis garras, él al principio se hacía de rogar por una razón de peso. Era mi guardaespaldas personal y además junto a Alex uno de los mejores amigos de Gorka. Él era una gran persona y si no hubiese estado mi marido de por medio, hubiese iniciado algo formal con él, pero las circunstancias no fueron así. A él le dolía hacerle daño y a mi me dolía verlo como traicionaba a su amigo de toda la vida, se odiaba por amarme, por amar al gran amor de su amigo. En la actualidad, nunca se separó de mí y respetó cada una de mis decisiones vigentes, además de ser mi amigo se comportó como alguien digno de la criatura que llevaba en mi vientre. Aunque no fuese el padre, él no me iba a abandonar e iba a querer al bebé como si fuera suyo. Ahora si lo puedo admitir, me enamoré de quienes no debía y no tenía derecho ninguno a meterme en sus vidas. Tarde o temprano debería de elegir y eso conllevaba hacerle daño a uno de ellos —esa decisión me estaba matando por dentro—. Ahora, quiero recordar a Gorka. Ese hombre que me hizo la vida pedacitos nada más conocerlo, el que me convirtió en su prisionera y me obligó a formar parte de su vida en contra de mi santa voluntad. Cuando lo conocí, me convertí en una amenaza real para él y lo reconozco. Yo era la única testigo de la noche sangrienta que se vivió en el pueblo Civita di Bagnoregio, por eso no podía dejarme ir porque corría riesgo de que si lo delataba iría a la cárcel a cumplir condena y por mi culpa no podía vengar la muerte de su familia. Sinceramente, al principio no entendí sus motivos porque se convirtió —o más bien ya lo era— en alguien despreciable, cruel y sin sentimientos pero todo fue porque no conocía su historia real. Mi vida a su lado no fue fácil pero poco a poco logré ponerme en su lugar porque ni a mi peor enemigo le desearía que le mataran a su familia con tanta crueldad. No lo estaba excusando pero si era cierto que en él, hubo una gran evolución. Al principio, nos llevábamos bastante mal y no era para menos, si imponía su santa voluntad tenía que cumplirlo pero yo tampoco se lo puse fácil. En todo momento saqué las garras, le hice frente y me propuse vengarme de él. Un tiempo después —o ciertamente desde el principio—, él me hizo saber sus sentimientos pero yo solo me reía de él. Al contrario, solo quería vengarme y no me importaba a quien me llevase de por medio. No sabría explicarlo pero desde que conocí muchos de sus secretos y la razón por la que era así, llegué a empatizar con él pero tampoco pude asegurar que lo amaba. Era un afecto extraño en el que me producía ese deseo de protegerlo, por eso fui capaz hasta de matar a otro de sus enemigos por él y con tal de salvarle la vida. Lo volvería a hacer, él podría ser el padre de mi bebé y aunque en el fondo deseaba irme con Fer lejos y iniciar una vida completamente nueva juntos y sin toda esta mierda que nos rodeaba, lo justo era que debía de quedarme para enfrentar a Gorka si se diese el caso que mi bebé fuese de él, ahí todos mis intereses cambiarían en torno de mi niña o niño. En cuanto a mi vida profesional, todo dio un giro inesperado. El nuevo perfume estaba en marcha y listo para su producción, las fragancias de la última campaña —Il miracolo de l'amore y Attesa libertá, en español El milagro del amor y ansiada libertad— habían conseguido unos grandes reconocimientos mundialmente y se vendían como churros, lo que nos benefició exageradamente porque la fortuna no se dobló sino que se triplicó. Pero no solo se trataba de esto, junto a Ángel y mis manos derechas teníamos casi listo una expansión inminente que involucraba la apertura de varias cadenas en diferentes países. Así que todo no podía marchar mejor, en este negocio empecé de la nada y logré más de lo que me imaginé. Cerré los ojos y me acaricié la barriga, por mi peque y por su futuro estaba dispuesta a hacer lo que fuera con tal de que no le faltase nada.
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