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Capítulo 15



Ji-Woo


Creo que nadie en aquella cafetería se esperaba lo que sucedió. En cuestión de un abrir y cerrar de ojos vimos llegar a un encolerizado Timothee seguido de dos de sus amigos, el tal Paul y por supuesto Henry.

Los tres se dirigieron directo hacia Hwang que no reacciono a tiempo, o quizas no quiso hacerlo, permaneciendo sentado, mientras el rubio se le arrimaba.

A mi me dio la impresión de que todos los presentes contenían el aliento y que ni siquiera los típicos ruidos de un comedor repleto de personas se oían. Por instinto, lo primero que busque con mi vista fue a los adultos, aquellos que trabajaban en el comedor, preparando y sirviendo la comida, o algún maestro que se encontrara en la cafetería almorzando, pero me di cuenta de que ninguno parecía estar interesado en lo que sucedía, supuse que para ellos la rutina diaria no se había perturbado...aún.

Tim lucia rojo, probablemente de vergüenza e ira, mientras detenía sus pasos de frente a Hwang y dejaba caer una de sus manos con fuerza sobre la mesa antes de barrer de un solo tirón la superficie, enviando la bandeja con la comida del asiático al suelo.

—¿A quién le pediste que nos filmara? Dime ¿quién carajos subió ese video?

No sé si fui el primero, pero estoy seguro de que no fui el único que se levanto de su asiento, con la mirada fija hacia donde estaba Tim y los demás. También estaban los que no dudaron en comenzar a grabar la escena y aquello me encolerizo.

—¡Malditos celulares!

Sin pensarlo mucho, de dos zancadas me acerque a un par de idiotas que inmortalizaban el momento no lejos de donde me encontraba y de un manotazo le lance los celulares al suelo.

—Oye ¿qué coño te pasa, amigo?

—¡Me acabas de tirar mi celular nuevo al piso, idiota!

Una mirada llena de ira hacia aquellos dos basto para que desviaran la mirada evitando volver a hacerme frente, mientras yo me daba cuenta, frustrado, que no podia arrebatarle los teléfonos a todos los que grababan.

—¿De esa manera buscas perjudicarme? Exponiendo un momento de debilidad, porque no quiero seguir aceptando tus avances. ¿Es qué no entiendes? ¡No soy como tu, y lo que sucedió entre nosotros fue un error! ¡Asúmelo, Hwang!

¿De qué habla este imbécil?

Tim no dejaba de escupir por su boca esa sarta de estupideces, ninguna de las cuales, yo, y supuse que muchos más, que lo habíamos visto junto a Hwang, creería. ¿Es qué no se daba cuenta de lo idiota que sonaba? ¿A quién quería engañar? A sus dos estúpidos amigos que veían todo, mientras hacían muecas y gestos odiosos hacia Hwang.

Al escucharlo entendí mucho mejor el porque de los comentarios de Ji-Woo. Timothee Grafton era un completo desgraciado, y Hwang un iluso enamorado.

Poco a poco el tono del monólogo de Tim fue en aumento, en tanto sus amigos comenzaron a vocear improperios, uniéndose a los demás estudiantes que daban los primeros signos de agitación, gritando, silbando y dando palmadas sobre las mesas.

Dejé atrás la mesa donde estaban Ji -Woo, Ming y Azariel para acercarme bastante a la mesa ante la cual Hwang permanecía sentado, con la cabeza inclinada y su vista en algún lugar de la superficie.

—¡No te imaginas lo vergonzozo que es todo esto! A ti no te afecta, posiblemente estes acostumbrado a que hablen de ti...

—¡Hazlo entender por las buenas o por las malas, Tim!

—¡Si, Tim que entienda de una vez que no quieres que se vuelva a acercar a ti!

Henry y Paul comenzaron a agitar a Tim con desafíos, empujándolo a ser más agresivo y concluyente, en tanto observaba como Tim parecía inclinarse más y más sobre Hwang.

«¡Levantate y sácatelo de encima!»—pensé en tanto sentía que yo también me agitaba, que la adrenalina comenzaba a fluir por mi sistema y que estaba listo para saltarle encima a cualquiera. Para mi, Tim y sus amigos eran como una manada de hambrientos lobos queriendo comerse a un cordero.

Pronto me vi muy cerca de donde estaban y de un vistazo a mis espaldas me di cuenta de que Ji- Woo había seguido mis pasos. Ella y yo nos aproximamos a la mesa que ocupaba Hwang por el lado derecho, mientras Tim y los demás lo confrontaban por el izquierdo.

Fue en esos momentos, con un par de empleados de la cafetería aproximándose y casi rodeados por un buen grupo de estudiantes, que Tim pareció tomar valor y espoliado por sus amigos se atrevió a levantar a Hwang por el cuello de la camisa y estampar uno de sus puños sobre el rostro del asiático. El agudo grito de sorpresa en mi oído, fue junto a lo que veía, el detonador que yo necesitaba para ir hacia el frente, pisando fuerte y con mis puños listos para terminar con el abuso de Tim sobre Hwang.

Y mientras Hwang, arrodillado y sin devolver un solo golpe de los que ya había recibido de parte del rubio, parecía encongerse sobre el suelo entre la mesa y la silla, yo estire mi brazo derecho hasta alcanzar el cabello de Tim, y de un solo jalón sacarlo de encima del asiático.

El muchacho rubio no se esperaba mi ataque, seguramente ni siquiera esperaba que Hwang le devolviera la agresión, así que aproveche para asestarle un buen golpe en la cara que lo envio al piso justo a los pies de sus dos amigos.

Agitado cuadre mis hombros y levante los puños, antes de mirarlos a los tres fijamente a los ojos y hacerles un rápido gesto con los labios apretados, invitándolos a medirse conmigo. De reojo note como Ji – Woo intentaba ayudar a Hwang.

Lo que sucedió segundos después disuadio nuestras intenciones de continuar la pelea, cuando cuatro empleados y dos policías escolares se interpusieron entre nosotros.

*****************

Del atestado comedor fuimos a para al despacho del director, el señor Stephan.

La adrenalina fue abandonando mi sistema y una soñolienta calma cubrió mi cuerpo en tanto permanecia sentado, con la espalda pegada al respaldo de una incómoda silla a la espera de ser entrevistado por el director de la escuela y exponer mi versión de los hechos, aunque sabia que sin importar lo que dijera, nada seria justificación suficiente para la violencia que mostré.

La sala de espera de la oficina del director Stephan era bastante amplia, con dos filas de asientos colocados en forma de L, y franqueados por el enorme escritorio de la secretaria, la señora Matty.

Mientras que Ji – Woo, Hwang y yo nos encotrabamos sentados en la fila de asientos más larga, que terminaban con el marco de la puerta, Timothee, junto a Henry y Paul esperaban su turno en los tres asientos cerca de la única ventana del lugar, y en el medio de todos, el policía escolar, Jeffrey.

Me mantuve con la cabeza gacha mirando mis manos cruzadas, sin poder evitar escuchar los cuchicheos tanto de Ji-Woo y un golpeado Hwang, como de los tres abusadores, en tanto una frustrante sensación de aislamiento se apoderaba de mi.

Cuando decidí intervenir en un conflicto que alegadamente nada tenia que ver conmigo lo hice porque lo sentí necesario, no me gustaban los abusos, y no comprendía la inacción del chico asiático ante los golpes que le propino Tim.

No lo pensé y solo había actuado en consecuencia a lo que veía, no obstante, una rápida mirada cruzada con Hwang Lee me dio la impresión de que el chico hubiese preferido que no interviniera, quizás ver la nariz machucada de su amor lo llenaba de odio hacia mi.

Recuerdo que el tío Edward fue a recogerme y abandonamos la escuela juntos, yo con una suspensión de tres días, igual que los demás, excepto Ji – Woo, y el tío con la citación de una reunión con los padres de los alumnos involucrados, para el siguiente lunes.

Al salir, mientras mi amigable tío se distraía pasando algunas palabras con la señora Matty, yo, de pie en la acera, frente a uno de los escaparates de la floristería pasaba mi peso de un pie al otro, ansioso por irme a casa.

No me había percatado de la presencia de Hwang Lee y un hombre maduro, de estatura promedio, a la derecha del alto muchacho. Ambos me daban la espalda, y daba la impresión de que esperaban que alguien más pasara por ellos.

Segundos luego el mismo automóvil oscuro y elegante de la vez anterior se detuvo frente a la acera, y el hombre, una versión más vieja de Hwang, abrió la puerta del pasajero en tanto el chico abría la de atrás.

Hwang tiro la mochila al interior del vehículo antes de dejarse caer sobre el asiento y de mirar en mi dirección, esa vez su mirada, no fue de miedo, tampoco había enojo en esa mirada oscura que me llegaba al alma, esa vez vi tanta tristeza que una vez que Hwang cerro la puerta del auto y se alejo, yo me pregunte si no fueron imaginaciones mias.


*************


Los siguientes días me recordaron a mis primeros días de auto confinamiento después que salí del hospital. La noche después de la pelea, mientras observaba mis magullados nudillos en silencio en tanto el tío preparaba la cena, no podia dejar de pensar en Hwang y su expresión, esa que a mi me pareció de infinita tristeza.

Recuerdo que asumí que el chico se encontraba agobiado no solo por la situación del video que terminó con golpes, con él llevándose la mayoría. Sino en lo que le deparaba el futuro tanto a él como a Tim.

Esa noche Edward volvió a mencionar el incidente de pasada, preguntándome como me sentía, ya antes habíamos hablado, el tío me dio la oportunidad de explicar según mi punto de vista lo sucedido y nunca lo vi enojado o sacando conclusiones a la ligera. Recuerdo que pensé lo afortunados que hubiesen sido los hijos de Edward si acaso los hubiese tenido.

El lunes llego demasiado pronto, aunque no niego que en varias ocasiones en los días subsiguientes a la pelea desee volver a la escuela solo para poder ver como estaba Hwang.

No obstante, pronto se me pasaba al recordar lo poco que yo le importaba al chico, y eso último solo lograba ponerme de mal humor por el resto del dia.

La reunión de padres se dio en el salón de conferencia, y los grandes ausentes fueron los Grafton. El director, una de las consejeras y la trabajadora social nos dieron la bienvenida y casi de inmediato expusieron el tema que nos tenia a todos reunidos allí, dando énfasis al asunto de la violencia, el manejo de ira, el acoso escolar y la agresividad.

Mientras los padres de Henry Burton y Paul Estevez mostraban sonrisas amables aunque algo tensas, el tío Edward lucia atento a la plática aunque nada preocupado, después de todo era la primera vez que yo tenia ese tipo de problemas y confiaba en que luego de aquella reunión todo volvería a la normalidad y sobre todo, eso ya lo habíamos discutido, yo no volvería a meterme en problemas.

Edward entendía que mi intención había sido defender a mi compañero de los abusos de Tim Grafton, pero tuve que prometerle que ante cualquier amenaza de problemas iría a buscar ayuda con un adulto antes de volver a intervenir con golpes en cualquier situación.

El que no parecía amable, ni confiado, y mucho menos preocupado, mostrando una total indiferencia no solo hacia lo expuesto por la administración de la escuela, que mucho tenia que ver con su hijo Hwang, era su adusto padre. El hombre bien podría pasar como un manequin sin expresión, de piel y alma fría. Su hijo mantuvo la cabeza gacha en todo momento y solo enderezo la postura y presto realmente atención a su entorno cuando llego el momento, para todos nosotros, de prometer que tendríamos un buen comportamiento, que practicaríamos la tolerancia y el buen compañerismo.

Para todos era nuestra primera falta, y fue por eso que la administración estuvo de acuerdo en que la suspensión de tres días era castigo suficiente.

Después de casi una hora allí reunidos, fuimos liberados, por lo menos yo tenia la impresión de estar en cautiverio, sentado en ese espacio que sentía reducido, rodeado por un ambiente algo pesado e hipócrita. ¡Vamos, que aunque prometiéramos llevarnos bien, Henry, Paul, Hwang y yo sabíamos que por el momento eso seria prácticamente imposible!

Quizas al pasar los años, o en otra vida, las cosas serian diferentes. Sin embargo, la meta, por lo menos para mi, era mantenerme alejado de los problemas hasta que finalizara el curso escolar.

*************

Pronto me di cuenta de que los murmullos y rumores eran la orden del día. Se hablaba de que fue John Thompson, uno de los miembros del cuarteto, quien filmo el video y lo compartió. Ming asesguraba que John había sido expulsado de la escuela, una situación bastante mala para un estudiante en su último año de escuela superior.

Así las cosas del cuarteto de payasos, solo quedaban Henry y Paul, porque Ming también comentó que Tim Grafton no volvería.

En los días siguientes mi rutina escolar volvió a la normalidad, iba a clases, compartía el almuerzo con mi grupo y volvía a clases en las tardes. Pronto el asunto del video y la pelea dejo de ser novedad, cayendo en el olvido.

Al duo de Henry y Paul ni siquiera los miraba, y Hwang parecía haberse hecho un experto en moverse sigilosamente, incluso hasta en rechazar las muestras de amistad de Ji-Woo. La muchacha ya ni siquiera se le acercaba, aunque fue por esas fechas en que me di cuenta de sus frecuentes ausencias a clases, también recuerdo que cuando tenia intenciones de preguntarle si le sucedía algo que le impedia cumplir con los horarios, pronto lo olvidaba y cuando al fin la veía, terminaba pasándolo por alto.

Sin embargo, nada de aquello, que llegué a considerar detalles sin importancia, logró intrigarme, y mucho menos me llevó a hacer una conexión entre la ausencia de recuerdos y mi nueva amiga.



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