la ultima batalla(narrador)
Negrus despertó con un ligero dolor en el pecho, notando que se encontraba en el taller de Mara. El aroma a hierbas y magia antigua llenaba el aire, mientras ella, con sus manos cuidadosas y una expresión serena, terminaba de aplicar un ungüento brillante sobre sus heridas. "Por fin despiertas," dijo Mara con una leve sonrisa, dejando el frasco a un lado. "Te has sobreexigido otra vez, como siempre."Negrus apenas asintió, su mente todavía algo nublada. "¿Dónde estoy?""Conmigo, donde siempre puedes encontrar refugio," respondió Mara mientras sostenía un collar con un aro en el centro. El objeto brillaba con un tono azulado y parecía emanar una energía extraña. "Esto es para ti. Es más que un simple adorno. Te ayudará a controlar tu poder y evitar que Sombra tome el control."Negrus observó el collar con desconfianza, pero también con curiosidad. Al colocárselo, una sensación peculiar recorrió su cuerpo. Una burbuja azul comenzó a formarse dentro del aro del collar, y también en los aros de sus hombros, como si la energía se canalizara y estabilizara en su interior."¿Qué es esto?" preguntó, tocando el collar mientras sentía el flujo del poder alrededor de su cuerpo."Es un amuleto de protección," explicó Mara, cruzando los brazos. "Convierte tu poder en burbujas de energía contenida. Te ayudará a evitar el descontrol y te protegerá de los ataques más letales. Pero recuerda, no es infalible. La verdadera fuerza debe venir de ti."Negrus cerró los ojos, sintiendo la calma que el amuleto le proporcionaba. Por primera vez en mucho tiempo, su poder no se sentía como un peso abrumador, sino como algo manejable. Miró a Mara y le dedicó un leve asentimiento. "Gracias. Esto significa mucho.""Sólo ten cuidado," advirtió ella. "El mundo no te dará tregua."Mara se giró hacia una mesa cercana, donde un mapa antiguo descansaba junto a varios cristales brillantes. Señaló un punto en el mapa que parecía parpadear ligeramente. "Si decides seguir adelante, este lugar podría ser tu próximo destino. Allí encontrarás respuestas, pero también grandes peligros. ¿Estás seguro de que deseas continuar este camino?"Negrus miró el mapa, pero luego apartó la vista. "No lo sé," admitió. "Pero quedarme aquí tampoco es una opción.""Entonces sigue tu instinto," dijo Mara, colocando una mano sobre su hombro. "Pero no olvides lo que llevas contigo. Este amuleto no es sólo para protegerte, también es un recordatorio de tu propia fortaleza. Ahora ve. El tiempo no espera."Tras despedirse de Mara, Negrus salió del taller, dejando atrás la seguridad del refugio. Emprendió un viaje sin rumbo fijo, dejando que sus pies lo llevaran mientras su mente estaba inmersa en una tormenta de pensamientos. El camino que recorría estaba flanqueado por árboles marchitos y un cielo gris que reflejaba su estado de ánimo. Cada paso era acompañado por un leve zumbido proveniente del collar, como si el objeto respondiera a su estado emocional.Mientras caminaba, los recuerdos de su vida pasada comenzaron a asaltarlo. La imagen de su hermano, Spike, volviéndose contra él, los momentos de traición y las incontables batallas que había librado. Todo se mezclaba en su mente, creando una sensación de peso que casi lo hacía detenerse."Sigues dudando," la voz de Sombra resonó en su mente, con un tono entre burlón y desafiante. "Siempre tan sentimental. Pensé que habíamos superado esto.""Cállate," respondió Negrus en voz baja, aunque nadie más pudiera escuchar la conversación. "No estoy de humor para tus juegos.""No son juegos, pequeño Negrus. Es la realidad. Tu poder es inmenso, pero tus dudas son una cadena que te ata. Algún día, tendrás que enfrentarte a eso. Y cuando lo hagas, será mejor que estés listo."Negrus no respondió, dejando que el silencio volviera a ocupar el espacio entre ellos. Continuó caminando, y con cada paso, sentía que el amuleto vibraba ligeramente, como si intentara consolarlo o advertirle de algo que aún no comprendía.La monotonía del viaje se rompió cuando divisó un gran campamento en el horizonte. La vista era impactante: una vasta llanura ocupada por innumerables figuras, tanto celestiales como infernales. Demonios y ángeles, guerreros de ambos extremos del espectro, se preparaban para lo que solo podía describirse como una guerra total. Las banderas ondeaban al viento, y el sonido de armas siendo afiladas llenaba el aire.Negrus se detuvo en seco, observando la escena con incredulidad. Su mirada se fijó en una figura que destacaba entre el caos: Spike, su hermano, empuñando su katana con una determinación feroz. A su lado, otros seres poderosos, dioses y diablos que habían gobernado los rincones más oscuros y luminosos del universo, se unían a la causa."Parece que te han estado esperando," dijo Sombra, con un tono de macabra diversión. "¿Qué vas a hacer ahora, Negrus? ¿Huir o enfrentarlos?"Negrus apretó los puños, sintiendo cómo las burbujas de energía en los aros brillaban con más intensidad. "Huir no es una opción," respondió, avanzando hacia el campamento con paso firme.Cuando llegó al borde del campo, el murmullo de los soldados cesó. Todas las miradas se volvieron hacia él, y una tensión palpable llenó el ambiente. Spike dio un paso al frente, con los ojos llenos de furia y determinación."Negrus," dijo con un tono gélido. "Sabía que aparecerías. Esta vez, no escaparás.""Nunca he huido de ti, Spike," respondió Negrus, su voz firme pero cargada de emociones encontradas. "Si esto es lo que quieres, lo tendrás. Pero no esperes que sea fácil."La batalla comenzó con una explosión de energía cuando ambos hermanos chocaron. Spike atacó con una velocidad y precisión sobrehumanas, mientras Negrus respondía con la fuerza cruda de su poder contenido. Alrededor de ellos, la guerra se desató, con ángeles y demonios enfrentándose en un caos absoluto. Los dioses y diablos lanzaban ataques que sacudían la tierra misma, mientras Negrus y Spike seguían su duelo personal en el centro de todo.Negrus sintió cómo el amuleto vibraba con cada golpe, canalizando su poder en las burbujas azules que lo rodeaban. Por un momento, pensó que podía controlar todo, que podía superar cualquier obstáculo. Pero entonces, una voz en su mente, la de Sombra, le susurró una advertencia."Ten cuidado, Negrus. Este es solo el principio."Y con esa advertencia resonando en su mente, Negrus reunió toda su fuerza, listo para enfrentar lo que fuera necesario para sobrevivir y, tal vez, encontrar la redención.
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