Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Olvidarte

- Lo siento. - Sollozó. La escena era extraña, pues el único que acababa de echarse a llorar era el príncipe heredero que al que poco le afectaba la noticia. - Lo siento muchísimo. Yo prometí ayudaros y no he podido. - Los verdaderamente afectado, JungKook y TaeHyung, no lloraban. Ellos estaban hecho de otro material, uno más fuerte.

- No lloréis, alteza. - Pidió JungKook inclinándose a sus pies y cogiendo su mano. Casi parecía una propuesta e matrimonio. - Os lo ruego. - La fortaleza de los dos soldados cuyas esperanzas habían sido arruinadas, sólo lograba que HoSeok se sintiera más estúpido aún por ser el único que llorara. - Usted no tiene la culpa de que el hechizo no funcione como nosotros habíamos imaginado.

HoSeok había salido corriendo en cuanto se había dado cuenta hablando con su padre. Siendo quien era, nadie le había detenido en su carrera hasta el palacio donde vivía JungKook. Tampoco dentro de éste, pues había llegado hasta la habitación del general sin interrupciones. Cuando abrió la puerta precipitadamente, se había encontrado con los dos soldados disfrutando de la soledad y de la compañía mutua relajadamente. Si hubiera llegado unos minutos antes les habría cazado en pleno acto lascivo. TaeHyung justo estaba poniéndose la camiseta, por lo que ni siquiera pudo esconderse incluso si, en primera instancia, pensó que era el consejero G.Dragon quien había irrumpido en el dormitorio. JungKook ni siquiera la llevaba puesta.

- La culpa es nuestra por hacernos ilusiones demasiado pronto. - Aseguró TaeHyung.

- No sé cómo. No conozco ninguna forma de ayudaros. - Continuó llorando. - Lo siento tanto.

- Alteza, calmaos. Nosotros... No sé... Buscaremos alguna forma... O... - TaeHyung no sabía que decir para convencer a HoSeok, o más bien, para autoconvencerse, de que iba a salir todo bien incluso si no había esperanza.

- Arreglaremos lo nuestro. Ya habíamos estado en este punto antes. - Le recordó JungKook. - Podemos... - De pronto el dragón escuchó unos pasos familiares para él. - Padre. - Como un acto reflejo, TaeHyung se escondió bajo la cama al oír eso y JungKook se limitó a soltar la mano de HoSeok y ponerse de pie. Se quedaron esperando a que el hombre atravesara la puerta inmediatamente y sin llamar, tal y como hacía siempre. Sin embargo, tuvieron que esperar, pues, aún estando detrás de la puerta, el padre de JungKook no entró. De seguro intentaba escuchar detrás de la puerta. El general refunfuñó y fue a la puerta a abrir, no sin antes asegurarse de que TaeHyung estaba bien escondido. HoSeok se limpió las lágrimas con su adornada y lujosa camisa. - Padre. - Dijo sobresaltando al consejero. - ¿Se os ofrece algo?

- ¡Oh! He oído de los sirvientes que el príncipe HoSeok estaba aquí. - Dijo sin tapujos.

- Y así es. - Pronunció HoSeok mientras JungKook terminaba de abrir la puerta y le permitía el paso a su padre. Este entró sin pensárselo y he hizo una reverencia ante el príncipe.

- Buenos días, alteza. - Pronunció. - Me extrañó la forma en que entró sin anunciarse alteza. El servicio me comentó que os veía alterado. ¿Ha ocurrido algo?

- No ha pasado nada malo, consejero G. Dragon. - Afirmó con serenidad. Sin embargo, era imposible ocultar la hinchazón en sus ojos.

- Habéis estado llorando. - Observó acercándose con gesto amable, aunque bien sabía HoSeok que el consejero no tenía mucho de amable. - ¿Os encontráis bien?

- Estoy perfectamente. - Aseguró.

- No os habrá hecho algo mi inútil hijo, ¿verdad? - Pronunció. Por supuesto, el consejero no había pasado por alto que JungKook no llevaba camiseta.

- Padre, ¿insinua que yo haría llorar a mi príncipe?

- Sólo digo que a veces eres un poco torpe con las palabras y muy bruto con tus acciones y el príncipe HoSeok es una persona sensible. - Ambos estaban seguros de que el consejero no consideraba ser sensible como una cualidad a admirar.

- El general no ha hecho nada. - Sentenció HoSeok. - Sólo he venido a... comentarle algo de índole personal. Y ahora si me disculpan he de encargarme de unos asuntos. - Dijo usando toda su elegancia y realeza. En verdad, el consejero G. Dragon le ponía un poco nervioso. Su actitud repelente y falsa eran tan obvia que se le hacía muy incómoda. JungKook inclinó la cabeza y el cuerpo cuando el príncipe salió de la habitación, el consejero no hizo el más mínimo gesto para despedirle. Una vez se alejó por el pasillo, el consejero propinó un golpe en el brazo a su hijo.

- ¿Qué has hecho? - Le regañó. - Con la camiseta fuera y solos en tu habitación. ¿Qué ha pasado?

- No ha pasado nada, padre.

- No le habrás espantado. - Pronunció. - No puedes ser brusco con alguien así. Cuando te dije que fueras directo con él no me refería a que intentaras presionarle a que se acueste contigo.

- ¿De que diablos está hablando, padre? - Quiso saber JungKook pensando que su padre se había vuelto loco. - El príncipe decía la verdad. Sólo ha venido a decirme un problema que le atormentaba.

- ¿En serio? - Inquirió el consejero. JungKook asintió. - Claro, él no habría venido corriendo por encontrarse contigo si tuvierais ya un romance. - Pensó en voz alta. - ¡Inutil! - Le regañó de pronto. Los cambios de humor de su padre le agotaban. - Ya deberías tenerlo camelado, el príncipe HoSeok es romántico y enamoradizo.

- ¿Lo dice por la cantidad de parejas que ha tenido hasta ahora? - Alegó irónico.

- ¿Son muchas? - Preguntó por cotillear. Su padre claramente no había cogido la ironía en su voz. HoSeok jamás había tenido pareja en sus 240 años. Es más, era completamente virgen. - Como sea. Su pasado no importa. - Continuó ignorante. - Supongo que si ha venido hasta aquí para contarte sus problemas personales es porque confía en ti más que en nadie. Esa es buena señal. - De nuevo expresó sus pensamientos en voz alta. - Sigue así. - Le dijo a su hijo. - Pero date prisa, con el príncipe NamJoon tu lugar en el trono peligra. Debiste lograr que no llegara a venir aquí. - Opinó. - Debiste emborracharse y embarazarle como te dije. - Inquirió. JungKook ya estaba cansado de sus estupideces. - ¡Inutil! - Volvió a gritar cuando ya se iba de la habitación refunfuñando en voz alta para sí mismo. JungKook cerró la puerta y TaeHyung salió de debajo de la cama. - No lo digas. - Le advirtió cuando vio la expresión del humano. Estaba a punto de echarase a reír.

- Inútil, JungKook. - Imitó al consejero. - Deberías haber conquistado al príncipe para que yo pueda usurpar el trono. - Rió intentando contener sus carcajadas por si alguien le escuchaba. - Y la próxima vez, quítate también el faldón. - Rió aún más.

- Cállate de una vez. No te burles. - Le pidió. - Sigue siendo mi padre.

- Reconoce que está loco. - Le dijo al dragón escarlata.

- Es un hombre ambicioso. - Opinó JungKook. - Sólo anhela poder.

- Suerte que no conseguirá nada. Tú no te dejarás manipular por él cuando seas rey. - Aseguró TaeHyung.

- ¿Cuándo sea rey? - Se extrañó JungKook.

- Sí, prefiero que seas tú el compañero de HoSeok antes que ese príncipe extranjero al que no conozco y que no sabe nada de nuestras costumbres. - Observó el jinete.

- No me refería a si el príncipe NamJoon es mejor que yo como compañero del príncipe HoSeok o como rey. Me refiero a que por qué iba yo a unirme a nadie más si ya estoy contigo. - Pronunció.

- ¿Lo estamos? - Quiso saber TaeHyung. - Quedamos en darnos tiempo para buscar una solución. Dijimos que nos daríamos una última oportunidad porque se nos ocurrió lo del libro. El Grimorio era la única solución y ahora que sabemos que no funciona... ya no hay nada que podamos hacer.

- Aún podemos...

- No, JungKook. Lo sabes tan bien como yo. - Expresó con dureza y dolor. - Ya hemos dado vueltas una y otra vez sobre el mismo tema. Si permanecemos juntos por más tiempo nos será imposible separarnos luego, no podremos tener una vida normal. Tú no envejecerás tan rápido como yo. ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a estar conmigo unos años y me dejarás cuando sea mayor y te resulte desagradable? - Quiso saber.

- No, claro que no. - Se apresuró a decir. - Yo te amaré por siempre. No me importa la edad o la apariencia. - Aseguró pensando que eso era lo que más le preocupaba a TaeHyung.

- ¿Entonces vas a estar conmigo hasta el día en que me muera y luego vas a pasar el resto de tu larguísima vida solo? - Le preguntó. - Esa opción es aún peor. - Opinó. - No te haré eso. No te condenaré de esa forma. Los dragones difícilmente os enamorais más de una vez en la vida. Si no lo dejamos ahora ninguno de los dos será capaz de seguir adelante.

- Es tarde, TaeHyung. Yo ya estoy enamorado de ti. Sé que no amaré a nadie más.

- Sólo llevamos dos años. Para ti no es más que un susupiro. - Le recordó el jinete. - Tenemos que alejarnos, olvidarnos el uno del otro y buscar otra pareja.

- ¡Eso lo podrás hacer tú! - Le gritó más olido que furioso. -Los humanos, a diferencia de nosotros, sois capaces de olvidar y enamoraros de un montón de personas en vuestra corta vida, pero los dragones no funcionamos así.

- Justamente por eso tenemos que hacerlo ya. - Intentó explicarle. - No podemos estar juntos, JungKook. Alargarlo más sólo nos traerá más dolor. Tenemos que superar estos sentimientos.

- Yo no puedo. - Le gruñó. Aunque estaba seguro de que lo que en realidad quería decir era que no quería hacerlo.

- ¡Pues vas a tener que aprender! - Le espetó. - O sino, obedece a tu padre y propondle a HoSeok que se case contigo. Dedica tu vida a algo más importante que el amor a una pareja. Eres un buen soldado. Dedica tu vida a tu país. - Le aconsejó terriblemente herido. Él tampoco quería que todo aquello sucediese pero no había nada que pudieran hacer y JungKook actuaba como si él, por ser un dragón, fuera a ser el único al que le costaría olvidar. TaeHyung se dio la vuelta, se dirigió hacia la ventana y cruzó al otro lado de la barandilla, agarrándose a la misma cuerda que había usado para ascender.

- No. Espera. - La voz de JungKook sonó desesperada. - Dame más tiempo. Sólo un poco más. Juro que encontraré la forma. - TaeHyung no miró hacia atrás porque sabía que si lo hacía le dolería el corazón al ver así a la persona que amaba. Sólo escuchó un golpe, de seguro JungKook había caído de rodillas en suplica. - No me abandones. - Rogó. Y TaeHyung escuchó que la voz a su espalda sonaba pastosa. El gran dragón de fuego lloraba. - Por favor, TaeHyung, cariño. - El jinete cerró los ojos con fuerza, intentando no llorar también. - No me dejes. Te quiero.

- Adiós, mi amor. - Su voz salió con pena, pero serena. Sin llanto alguno. - Es lo mejor para los dos. - Justo después de decir eso el humano descendió por la cuerda hasta el suelo y empezó a caminar hasta la acogedora casa en donde vivía con sus padrespadres. "Lo mejor para los dos", sus propias palabras resonaban en su cabeza. TaeHyung podría haber dejado que JungKook cumpliese su palabra y que estuviera a su lado toda su vida. Bien sabía que era capaz de amarle incluso si estaba viejito y arrugado y velaría por él hasta el día de su muerte. Tener alguien que se mantenga junto a ti de esa forma no sonaba tan mal. Era una posibilidad que TaeHyung podría haber aceptado. Aun si fuera confuso su visible rango de edad, el podría superar eso. Quizá otro en su situación lo hubiera hecho, pero él no. Porque él amaba demasiado a JungKook y él jamás le causaría tal dolor. Si lo hacían, cuando él muriese, sólo habría dos posibilidades. O JungKook permanecería vivo por varios siglos sumido en una profunda depresión, o dicha depresión le mataría. No era la primera vez que un dragón moría poco tiempo después que su compañero. No le haría algo así a JungKook. No podría. Prefería partirle el corazón ahora que matarle dentro de unos setenta años. Porque para él era toda una vida, pero par JungKook no era suficiente. Por eso siguió caminando hasta llegar a su casa. Se mantuvo firme al entrar, saludó a sus padres y se metió en su habitación. No fue hasta que cerró la puerta que se echó a llorar desconsolado, pero en silencio, abrazado a su almohada.

*COMENTA Y VOTA!!!!
Aquí os dejo el capítulo de hoy. Ya sabéis que si recibo muchos votos y comentarios hoy mismo intentaré publicar el siguiente.

IMPORTANTE!!: mañana viernes subiré el primer capítulo de una OBRA NUEVA. Creo que es bastante diferente a lo que he escrito hasta ahora y espero que os guste y que le deis mucho apoyo.

Además, el sabado publicaré el último extra de LIKE CATS AND DOGS, que creo que me ha quedado bastante bien XD. No os quejareis con la cantidad de cosas que os traigo y espero que valoreis el esfuerzo. No olvidéis seguirme para que os llegue la notificación cuando publique todo, especialmente la nueva obra. Os iré dando más información.

Un besazo!!!

#FELIZJUEVES!!!!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro