La verdad
La segunda noche, NamJoon acompañó al príncipe a su tienda. En la puerta, HoSeok se detuvo para mirarle.
- Buenas noches, príncipe NamJoon. - Se despidió con una reverencia.
- Tenía la esperanza... - Empezó a decir el dragón negro y carraspeó un poco. - Tenía la esperanza de que esta noche me permitiera entrar en su tienda para poder... hablar en total privacidad. - HoSeok se sorprendió y avergonzó. No esperaba que fuera tan lanzado.
- Príncipe NamJoon... Yo no... No creo que deba... - Tartamudeó.
- Creí que era lo que se esperaba de nosotros, HoSeok. Y te he pedido mil veces que me llames sólo por mi nombre. - Le recordó.
- NamJoon... - Pronunció su nombre. - Aún así...
- Como quieras. Pero quiero que sepas una cosa antes de continuar con esto. - HoSeok no sabía lo que NamJoon iba a decirle, pero se le formó un nudo en la garganta. - No estoy dispuesto a cuidar a los hijos de otro y ser el hazmerreír del Reino de las Montañas Nubladas. - Aseguró con firmeza.
- No sé de que habla.
- Habló del general JungKook, claro está. - Afirmó con voz grave intimidando a HoSeok. - Es más que obvio que vuestra relación es más de lo que admitís. Quise creer que todos los gestos y las palabras de afecto mutuas eran únicamente amistad, aprecio y admiración, pero ya no lo creo así. Sé que JungKook estuvo en tu tienda anoche. - Sentenció como si eso fuera suficiente. - Seré muy claro. Acaba con esto ahora. Si deseáis estar con él debéis hacérmelo saber, aunque sea sólo para dejar de burlaros de mí. - HoSeok bajó la cabeza avergonzado. NamJoon tenía razón, todo lo que había hecho dejaría en evidencia al príncipe y eso no estaba bien, no era justo. NamJoon no había hecho nada. Él seguramente ni siquiera quería casarse con él tampoco.
- Lo siento mucho, NamJoon. - Dijo HoSeok con arrepentimiento. - JungKook y yo... No quería engañarte. - Aquello no era más que otro engaño. - Mi padre se empeñó tanto en que te conociera. Opinaba que serías un gran rey para mi reino. Y un buen compañero para mí, también. - Afirmó. - No dudo en que lo serías pero yo... - ¿Cómo decirle que quería rechazarle porque no sentía que hubiera química ninguna entre ellos como pareja? - ...no siento nada por ti. - Eso era una excusa estúpida. Él era un príncipe, se esperaba más de él. - Necesito algo más. Llámame idiota o romántico o lo que quieras. Insúltame si lo deseas. Estás en tu derecho. - Aseguró sin poder moirarle a los ojos.
- HoSeok, si amáis a otro, entended que yo no puedo seguir jugando a esto contigo.
- Lo comprendo, pero nuestros padres... Ellos esperan que nosotros...
- El rey Jin me ha invitado a ir a tu reino. - Le interrumpió. - Tengo intención de ir y que ambos le comuniquemos la decisión tomada.
- Se lo dices tú. - Pidió HoSeok.
- Es tu padre. - Le recordó el dragón negro extrañado.
- Sí, pero tú le gustas más. - Opinó. Se quedaron mirando un instante y NamJoon se echó a reír a carcajas.
- En verdad eres adorable. - Dijo sin poder parar de reir. - Eres demasiado para mí, príncipe HoSeok. Lo supe en cuanto te conocí. - El dragón de jade frunció el ceño.
- ¿Quieres decir que no te gusto? - Quiso saber. ¿Acaso el ofendido era él ahora?
- Creo que eres bueno, HoSeok, y si tuviera que enlazarme por conveniencia no me importaría que fuera contigo. - Confirmó. - Pero si pudiera elegir por mí mismo... - Fue entonces cuando HoSeok se dio cuenta de que NamJoon estaba exactamente en la misma situación que él. ¿Cómo podía haber tardado tanto tiempo? NamJoon tampoco quería casarse. Por supuesto que no quería casarse con un desconocido.
- Tenemos responsabilidades para con los nuestros. - HoSeok lo sabía, NamJoon también. - Un principe no puede hacer lo que le venga en gana. Lo sé. Pero... no puedo, NamJoon. - Hablaba como en una súplica. - No puedo entregar mi vida a alguien a quien no amo. Mi padre lo hizo pero yo no soy tan fuerte y valiente como él. Perdóname.
- No hay nada que perdonar, alteza. Nadie decide a quien amar y tú ya amas a alguien más.
- En realidad... - Tenía que ser sincero. - Yo no amo a JungKook. Ni él me ama. Sólo necesitaba una excusa porque soy un cobarde e involucré a JungKook porque él es el amigo más fiel que conoceré jamás, y porque él necesita algo de mí y cree que necesita darme algo a cambio. El muy tonto. - Confesó rápido sintiéndose muy culpable. NamJoon abrió los ojos un poco sorprendido. - Guárdame el secreto. - Pidió.
- Pero si le dices a tu padre que estás con JungKook, eventualmente tendrías que casarte con él. - Planteó. - Tendrás el mismo problema.
- Ya lo sé. Sólo intento ganar tiempo. - Informó.
- ¿Tiempo para qué?
- ¿Para conocer a alguien a quien amar? - No parecía muy convencido.
- Eso es más fácil de decir que de hacer. - Opinó NamJoon. - No funciona así.
- ¿Y qué hago? Dicen que tengo que subir al trono que me pertenece y remplazar al regente, pero no me dejan hacerlo sin un compañero. - Explicó. - Mi hermano menor sería mejor rey que yo, pero el consejo no le dejará reinar porque su compañero no es de la realeza, ni siquiera de la nobleza. Asi que el siguiente en la sucesión sería JungKook, pues es el único noble con magia, así que estaríamos en las mismas.
- Menudo problema. - Comprendió NamJoon. El dragón de jade esperó a que al inteligente dragón de piedra se le ocurriera una idea genial, pero era obvio que no podía solucionar sus problemas sin más. - Supongo que ya estás haciendo lo mejor, por el momento. - Opinó.
- Eso no ayuda, NamJoon. - Se quejó haciendo reír al dragón negro por lo tierno que sonaba.
- Debes decirle la verdad a tu padre. - HoSeok lo sabía, pero no estaba preparado para hacerlo. - Y decidir por ti mismo si deberías emparejarte con JungKook o con otro. Habrá muchos buenos dragones dispuestos a ser tu compañero. Estoy seguro. - Comentó. - Eso es lo que diferenció a tu padre de ti. Él decidió casarse por deber en vez de por amor. Tú ibas a ser forzado a hacerlo. - Le explicó intentando ser comprensivo con él. - Y si todo falla, puedes buscarme. Creo que aún estaré disponible para entonces. - Sonrió. - Será mejor estar con un amigo que con un nuevo desconocido. - Opinó el gran dragón negro. - Partimos mañana de vuelta. Descansa bien. El viaje es duro y tienes que encabezarlo.
~ ~ ~
- A partir de aquí son tierras que pertenecen a mi reino. - Le dijo YoonGi. - Todo el cañón es nuestro, pero nos vamos moviendo, así que no sé exactamente donde estarán acampados ahora.
- Es como el cañón del colorado. - Observó TaeHyung maravillado. - Lo he visto en postales. - Comentó.
- Es bastante más pequeño. - Aseguró el cazador. YoonGi, como cazadragones, tenía más contacto con el mundo humano pues ellos tenían que buscar pareja en éste, ya que, en realidad, ellos no eran más que humanos hechizados gracias al Grimorio Sagrado. - Pero es muy difícil de encontrar para lo humanos. El acceso es demasiado difícil para ellos. Nosotros nos ocultamos bien en este terreno y ellos no se orientan bien aquí. Además, gracias a las escarpadas montañas sus aparatos electrónicos y de radar no funcionan aquí y... - Se giró para mirar a TaeHyung, estaba a varios pasos por detrás de él, agachado mirando algo en el suelo. - ¿Me estás escuchando? - El humano levantó la mirada.
- Lo siento, ¿qué decías? - YoonGi bufó. No era la primera vez que se lo hacía. Cuando él se relajaba e incluso se sentía cómodo con TaeHyung lo suficiente como para hablarle de algo interesante y poder tener una conversación, TaeHyung no le escuchaba. Era exasperante. - Tengo problemas de concentración. - No era la primera vez que se lo decía tampoco. La cosa era que la mayoría del tiempo era TaeHyung el que hablaba y, a diferencia de él, YoonGi era incapaz de dejar de escucharle incluso si le producía dolor de cabeza. Además, sus monólogos eran inconexos y difíciles de seguir, sin ningún objetivo ni conclusión aparente. Ese chico era un caos y YoonGi jamás habría imaginado que pudiera existir alguien como él. Sin embargo, también podía decir que era resistente y se quejaba de muy poco para ser un humano, a pesar de que el camino había sido duro. Interesante. Un espécimen digno de estudio, así es como definiría YoonGi a TaeHyung.
- Como sea. Sólo mira donde pisas y mantener alerta. - No pasaron ni dos minutos desde que había dicho eso cuando una flecha silbó con furia y fue a clavarse a un par de pasos del humano.
~ ~ ~
Aterrizaron en la entrada uno por uno. JungKook estaba terriblemente ansioso. TaeHyung tenía de plazo hasta ese día para regresar. Necesitaba encontrarlo pronto. Saber si había llegado sano y salvo. Realeza y nobles salieron a recibirles. Muchos de los más jóvenes tenían mucho que contar a sus familias. HoSeok y NamJoon se inclinaron ante en rey regente mientras JiMin y los nobles esperaban tras ellos.
- Bienvenido a mi reino, príncipe NamJoon de las Montañas Edén. Espero que la travesía no se os haya hecho muy larga. - Rezó el rey.
- En absoluto, majestad. Siempre es liberador volar y más si se hace hacia lugares que uno desconoce. - Respondió.
- Espero que mi hijo haya sido un buen guía y que la fiesta de la cosecha haya servido para que ustedes se conocieran bien. - Tal y como HoSeok conocía a su padre, había un mensaje implícito en esas palabras. Tenía una ligera idea de lo que su padre quería decir con "Conocerse bien".
- Así ha sido. - NamJoon sonrió al rey radiantemente. Y se acercó hasta él para inclinarse y besar su mano. HoSeok estaba seguro de que eso era una venganza por lo que JungKook había hecho el día anterior.
Por otro lado, JiMin y G.D. no podían quitar la mirada de JungKook. Su padre se acercó a él sutilmente.
- ¿Qué estás buscando? - Le preguntó un poco desesperado porque su hijo no dejaba de mirar a un lado y a otro. - Deja de hacer tonterías y dime que tal ha ido con el príncipe HoSeok. Ese príncipe NamJoon parece demasiado contento como para haber sido rechazado por HoSeok. No me digas que has fallado.
- ¿Has visto a mí... - Sería mejor no preguntar por TaeHyung directamente. - Quiero decir, ¿ha vuelto el cazador blanco? ¿Ha conseguido traer el Grimorio?
- ¿Qué? ¿Escuchas lo que te digo? Esto es más importante que ese libro. - Pronunció su padre. - Dime, ¿Has conseguido tu misión o no?
- Más o menos. - Respondió finalmente.
- ¿Qué significa eso?
- ¡General! - La voz de JiMin se alzó mientras el rey y los otros dos príncipes seguían parloteando de banalidades. Le hizo un gesto con la cabeza para que se acercara y JungKook agradeció a los dioses su llamada.
- ¿Está bien el príncipe TaeMin? - Preguntó primero.
- TaeHyung no ha vuelto aún. - Respondió JiMin de vuelta. - Pero no te preocupes, aún es pronto. Habrán tenido algún pequeño contratiempo, pero no será importante, ya lo verás. - JungKook tragó con fuerza y asintió. Por supuesto que aún no había llegado, pues no había ido a recibirle, la cuestión era si podría volver como decía JiMin o debería poner rumbo a tierra de cazadragones para hacer lo imposible por rescatarlo.
*VOTA Y COMENTA!!!!!!!!
Aquí va el primer capítulo que colgaré hoy sobre esta historia.
En el capítulo anterior hice la pregunta de cual es vuestra canción favorita de Love youself:tear. Varias me dijisteis que el ultimo era el de Love yourself:answer y, efectivamente, teníais razón, me equivoqué con el título xd
Personalmente, la que más me gusta es Anpanman, me parece que transmite muchísima energía y positividad, así que con la que más coincido, de las que respondisteis es laanaana.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro