La tentación de olvidar
Cinco meses tras la partida de TaeHyung y YoonGi...
Las dos almas errantes caminaban por la senda de la enorme montaña. Se dirigían al otro lado de esta para llegar a un valle rodeado de montañas donde se ocultaba la ciudad secreta de los dragones juglares. Una ciudad donde todos los dragones artistas del mundo se reunen para mostrar sus talentos. TaeHyung y YoonGi no son artistas, pero llevan mucho tiempo lejos de la civilización y necesitan reabastecerse y descansar. Dormir en una cama sería fantástico para ellos. Pero aún tenían que caminar bastantes horas para llegar y TaeHyung estaba cansado. YoonGi se ofreció para transformarse y llevar al humano sobre su lomo y volar hasta la ciudad pero, justo cuando TaeHyung iba a rendirse al cansacio y ceder, una tremenda ventisca comenzó en el lugar. YoonGi no podía volar con tanto viento y sin visibilidad alguna.
- Tenemos que encontrar una cueva donde refugiarnos. - Dijo TaeHyung. YoonGi se adelantaba un poco, sin perder de vista al humano, para explorar y encontrar alguna cueva o zona de refugio.
Caminaron por la nieve durante un largo rato. No había un solo lugar en el que resguardarse de la ventisca y la nieve ya les llegaba por las rodillas.
YoonGi volvió hasta el humano después de pasarse cinco minutos lejos de él. Había ido a dar un rodeo para buscar algún lugar cerrado, pero no había encontrado nada.
- TaeHyung. Deberíamos... - Se cortó a mitad de la frase al verle tiritar, completamente quieto. No podía moverse. - ¿TaeHyung? - YoonGi jamás en la vida había sentido frío realmente. Caminar por ese lugar no era físicamente fácil, pero a él no le resultaba climatológicamente molesto. La nieve, el frío y el hielo eran su elemento. - ¿Te encuentras bien?
- N-no pu-puedo dar un pa-paso más. - Anunció. - Estoy con-congelado. Los hu-humanos no aguantamos tan-tanto como los dra-dragones. - Tartamudeó por el intenso frío.
- Si te quedas aquí morirás. - Informó YoonGi.
- No si-siento las piernas, ni-ni los pies. No siento na-nada. No-no puedo.
- Mierda... - YoonGi abrazó a TaeHyung frotando sus brazos y miró alrededor pensando. No había ningún lugar resguardado. A ese paso, TaeHyung podía perder alguna extremidad por congelación, si no moría. - Vale. - Dejó de abrazarle. Se quitó la chaqueta y la camiseta y se las entregó para que se pusiera más capas. Se dio la vuelta dando la espalda a TaeHyung y se quitó el faldón que llevaba. - Póntelo por encima. - Le dijo sin mirarle, no quería que le viese completamente desnudo. YoonGi no se había acostumbrado aún a las costumbres de los dragones en las que no les importaba demasiado ser vistos completamente sin ropa.
- ¿Qué-qué haces? - Quiso saber TaeHyung.
- Voy a transformarme. Aquí hay espacio suficiente. - El camino en el que estaban ahora era ancho y plana. Lo suficiente como para que un dragón adulto pudiera pasear por él.
- No puedes volar. - Le recordó. Con esa ventisca no podría.
- No voy a volar. - Su voz salió gutural porque su cuerpo ya estaba cambiando. Cubierto por escamas de hielo, el cuerpo de YoonGi creció hasta transformarse en una imponente criatura. Se camuflaba perfectamente con la nieve. Ese parecía ser su hogar.
- ¿Cuál es el plan, YoonGi? - TaeHyung le miró temblando. Los dientes le casteñeteaban. YoonGi no respondió. Sólo rodeó a TaeHyung con sus enormes alas. Aun si sus escamas eran de hielo, el simple hecho de refugiarle del terrible viento alivió mucho el frío, pero dudaba que fuera suficiente.
- No te muevas. - YoonGi cerró los ojos y usó su magia. A su alrededor se fue creando una capa de hielo semicircular.
- Es un iglú. - Comprendió TarHyung. Debía ser lo suficientemente grande como para abarcar a un dragón y grueso para no derrumbarse y que la tormenta no lo hiciera añicos, así que para YoonGi era cansado, pero se detuvo hasta que cerró hasta el último agujero creando un refugio perfecto. Luego, prensó la nieve recien caída que había en el suelo con sus enormes patas y con su cola para formar un suelo estable. Seguía haciendo frío, pero nada comparado con lo anterior. Ese era un frío soportable, más aún con todas las capas de ropa que TaeHyung llevaba y las que le había dado YoonGi.
- Siento no poder hacer más. - Dijo jadeante por el cansancio. - Mi cuerpo no es cálido como para calentarte adecuadamente. - Se lamentó.
- Gracias. - Dijo sin embargo. - Por un momento pensé que moriría. - Bromeó.
- Úsala para calentarte bien. - Le dijo mirando la espada de TaeHyung. El humano negó.
- Si la uso, todo se derritirá.
- Me encargaré de que no suceda. Seguiré usando mi magia. - TaeHyung le miró receloso. Sabía que sería agotador para él, pero aún tenía tantísimo frío.
- Sólo un momento, ¿vale? - Cedió finalmente TaeHyung. El iglú era un aislante perfecto, si conseguía calentarse un momento ya no tendría más frío hasta que acabase la ventisca. Sacó la espada de su cinto, la que JungKook le había regalado, y la abrazó primero. Esa espada siempre estaba caliente. Después la sacó de su funda y pulsó el botón que encendía las llamas. El calor invadió lentamente la pequeña habitación. YoonGi puso todo su empeño en que la estructura de hielo siguiera intacta esforzándose en su magia. El fuego de JungKook era poderoso, pero el hielo de YoonGi también.
- Sería mejor si él estuviera aquí. - Comentó YoonGi. - Él podría hacerte entrar en calor rápidamente. - TaeHyung y YoonGi se miraron a traves de las llamas que salían de la hoja de acero. - Lo siento. No debí decir eso.
- No importa. - Cuando empezó a ver gotas de sudor bajar por el cuerpo del dragón, que hacía parecer como si las escamas de su cuerpo estuvieran derritiéndose, TaeHyung apagó la espada.
- Aún estás frío. - TaeHyung negó.
- Estoy bien. - Aseguró. - Durmamos un rato y esperemos a que se detenga la ventisca. - YoonGi accedió pero no se durmió inmediatamente, queriendo asegurarse de que TaeHyung estaba bien. Se mantuvo en su forma de dragón, manteniendo a TaeHyung resguardado entre sus alas. Cuanto más aislamiento mejor. Sin embargo, no duró mucho tiempo despierto. Usar su magia de esa forma le había agotado bastante.
YoonGi despertó bastante horas después. Se había vuelto a transformar en humano sin darse cuenta. Aún no podía mantener su forma de dragón cuando dormía. TaeHyung había cubierto con el faldón sus intimidades y, sin saber cómo, habían acabado durmiendo abrazados. Quizá porque YoonGi le había abrazado con sus alas de dragón antes de dormirse y porque TarHyung tendía a abrazarlo todo cuando dormía. En el momento de despertar, YoonGi se sorprendió un poco, porque TaeHyung le estaba mirando fijamente.
- ¿Ocurre algo? ¿No puedes dormir? ¿Tienes frío? - Hizo varias preguntas seguidas, pero TaeHyung no respondió ninguna. - ¿Estás bi...? - No pudo acabar la frase porque TaeHyung le besó. Lento. Suave. YoonGi tardó un momento, pero correspondió. Dios, eso parecía tan fácil. Era tan dulce. Olvidarlo todo, dejarse llevar. Pero en el fondo ambos sabían que sería inútil. Sólo se harían más daño. Entonces se separó de él. Lejos de decirle algo desagradable, YoonGi le acarició la mejilla. - Éste no es el modo en el que vas a olvidarte de él. Las cosas no funcionan así. - TaeHyung apartó la mirada.
- Lo siento. Le echo de menos. - Aseguró sin poder evitar que se les saltataran las lágrimas.
- Lo sé. - Comprendió el dragón.
- HoSeok...
- HoSeok está bien. - Le cortó YoonGi para que no siguiera hablando. - Él debe estar allí. Yo no.
- No puede ser que lo aceptes tan fácilmente. - Opinó el humano.
- No hay otra cosa que pueda hacer. Tú estuviste mucho tiempo con JungKook, yo casi no conocía a HoSeok. No es lo mismo.
- Yo sé que lo amas. - Aseguró TaeHyung. YoonGi bufó.
- Sí. Pero el mío no es el primer corazón roto, Tae. Ni el tuyo tampoco. No les olvidaremos estando tú y yo juntos. Es una estupidez. Sólo nos haremos más daño.
- Perdóname. Es que duele tanto... - Sollozó.
- Lo sé. - YoonGi le abrazó. - Vamos a salir de aquí. Debemos seguir el viaje. Seguro que la ventisca ya se ha detenido.
Efectivamente. Lo único que quedaba de la ventista era la nieve que se acumulaba a sus pies. YoonGi se transformó en dragón. Era imposible para ellos caminar sobre un metro y medio de nieve en polvo. No podrían avanzar.
- Sube. - TaeHyung no se lo pensó. No es como si fuera la peimera vez. Subió sobre el faldón, que ahora quedaba en su lomo, y que le aislaba de sus frías escamas de hielo.
De ese modo no tardaron en llegar a la ciudad secreta de los dragones juglares. Allí tendrían comida y cama caliente. Además, comprarían víveres para su siguiente destino. En realidad no iban a ningún lado concreto. Habían cogido unos cuantos encargos privados para conseguir dinero. Pequeñas misiones de poderosos vagos. Podrías decir que se estaban comportando poco menos que como mercenarios, pero tenían principios, por supuesto.
Estaban en em centro de la ciudad. En la plaza mayor. Allí, montones de artistas se reunían para mostrar sus talentos. Músicos, pintores, bailarines. TarHyung los observó mientras YoonGi se dirigía al tablón de anuncios de la ciudad.
- A JungKook le encantaría esto. ¿Sabías que la familia real y los nobles del reino de las montañas nubladas son incríbles bailarines? - Mencionó TaeHyung al acercarse hasta YoonGi.
- TaeHyung. - Pronunció YoonGi.
- Lo siento. A veces no puedo evitar hablar de ellos. - Dijo pensando que le estaba pidiendo que dejase de hablar. - Han formado tanto tiempo de mi vida que...
- No es eso, Tae. - Le señaló el cartel del tablón. - Es... - No pudo continuar hablando, así que TaeHyung leyó en voz alta.
- "La boda entre el príncipe HoSeok, dragón de Jade y heredero al trono del reino de las montañas nubladas, y el general del mismo reino, JungKook, el gran dragón de fuego, se celebrará dentro de un mes en la tierra sagrada de Gaia." Bueno. Eso ya lo sabíamos. - Aseguró.
- Sigue leyendo. - Pidió YoonGi, quien no podía apartar la mirada del cartel.
- "Además de su compromiso, la pareja anunció formalmente que están esperando un..." - TaeHyung se quedó paralizado. - "...un nuevo heredero para el reino." - Pronunció en un tono más bajo y continuó. - "El príncipe HoSeok, que se convertirá en rey en el momento de su boda, está en su quito mes de gestación. Ambos expresaron su felicidad ante la noticia y aseguraron estar muy ilusionados de poder formar una familia." - Terminó de leer. - No puede ser... Ellos... Cinco meses... - Suspiró TaeHyung. HoSeok y JungKook se habían acostado nada más comprometerse. - No puedo creer que lo hicieran nada más irnos nosotros. No imaginé que fueran tan rápido. - Opinó. - Seguramente estaban dolidos por nuestra partida.
- No. No lo creo. HoSeok es muy fertil. Con sólo una vez...
- ¿Qué quieres decir? - Quiso saber TarHyung.
- Puede que el hijo no sea de JungKook. Es más, lo sé. Sé que no es suyo. - Afirmó YoonGi. - HoSeok era virgen. No es fácil para él entregarse a la ligera. Ni siquiera a JungKook. Ni siquiera por despecho.
- ¿Era? Quieres decir que vosotros... ¿¡El hijo es tuyo!? - Exclamó TaeHyung.
- Grítalo más alto a ver si se entera todo el mundo. - Le espetó.
- El hijo del futuro rey del reino de las montañas nubladas es hijo de un antiguo cazadragones. - TaeHyung lo pronunció en voz alta como si no lo pudiera creer y de pronto estalló en una carcajada. - Es lo más ridículo que jamás me ha pasado.
- TaeHyung. - El humano no paraba de reír. - ¡TaeHyung! - Le llamó y él se limpió las lágrimas de risa e intentó serenarse. - Es mi hijo, TaeHyung. - Pronunció sintiendo mil cosas a la vez. Ilusión, miedo, esperanza, desazón. - No voy a poder criar a mi hijo. - Se lamentó. TaeHyung no lo había pensado de ese modo. Puso la mano sobre el hombro de su amigo. - Tendrá un padre... pero no seré yo.
- Lo siento, YoonGi. Lo siento muchísimo.
- Por un lado... tener un hijo con HoSeok... - Se le saltaron las lágrimas y no podía saber si eran de felicidad o de tristeza. - Pero ni siquiera sé si podre verle algún día. No sé cómo sentirme. - Reconoció.
- Vayamos a la posada, YoonGi. - Le pidió TaeHyung. - Debemos descansar y serenarnos un poco. No es una noticia que se pueda procesar facilmente.
- Sí. - Se tambaleó un poco. - Necesito sentarme un rato. Estoy algo aturdido.
*COMENTA Y VOTA!!!!! Espero que os haya gustado mucho el capítulo. ¿Qué creeis que pasará ahora?
Para la gente que lee mi historia de "Uno entre cientos" sé que no actualicé esta semana, pero ya avisé de que no me iba a ser fácil este mes. Lamento las molestias a los que la estaban esperando. Continuaré la historia lo antes posible. En un par de días, seguramente. Muchas gracias por vuestra paciencia.
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