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Elegido rey

- Cuando él murió todo se vino abajo. - Debido al comentario que había hecho JiMin en la cena, HoSeok le estaba hablando a YoonGi sobre su padre. - Él era el pilar central del reino y también de nuestra familia. Así que hubo que adaptarse. Eso ya fue duro para todo el mundo, pero yo... fue la primera vez que me enfrenté a la muerte tan de frente - Explicó. - Ya había estado un poco ido cuando el padre de JungKook murió al darle a luz pero, aunque sentía apreció por él, no era una persona con la que tuviera una relación tan directa. Fue demasiado para mí. Debido a mi vínculo con la vida, cuando él murió yo quedé muy aturdido. No recuerdo mucho de ese tiempo, en realidad. Estuve vagando por el palacio dando vueltas como si nada fuera conmigo. Constantemente preguntaba por mi padre, como si realmente no supiera que él ya no estaba. - Expuso con tristeza. - Debieron ser duros momentos para mi padre y JiMin. No les bastó con la muerte de mi padre que además tuvieron que ocuparse de mí. También fue por eso que mi padre se quedó como regente hasta que yo me recuperase. Y luego el consejo dijo que yo no estaba listo, que no era lo suficientemente maduro. Y desde entonces pensaron en que mi hermano sería un mejor rey que yo, pero luego él se unió con TaeMin, que no es un dragón de sangre real, así que todo se complicaba cada vez más. Y luego yo estuve alargándolo con eso de tener que encontrar pareja y... bueno... ya sabes el resto.

- Vaya... Menudo lío. - Expresó. - ¿Crees que volvería a ocurrirte lo mismo ahora si alguien muere, tal y como dice JiMin?

- No lo sé. Puede. - Aceptó un poco rendido. - JiMin tiene razón. Aún me queda mucho por madurar. Él es más joven y siempre ha parecido más adulto que yo. Sin duda él debería ser el rey.

- Pero MinMin no tiene magia. - Observó YoonGi. - Seguramente el consejo no aceptarán que el futuro rey no tenga magia. Claro que, tampoco me aceptarán a mi como tu pareja.

- Ya lo sé. Pero se verá obligado a aceptar algo. No tienen más opciones. El siguiente en la línea de sucesión sería JungKook y estará unido a un humano. Eso sí que les parecerá inaceptable.

- Tendría sentido. En el reino también viven humano. Sería una manera de unificarlo. - Opinó YoonGi. Pero HoSeok negó.

- No pueden tener hijos. - Le recordó. - Son especies distintas.

- Eso es cierto.

- Supongo que elegirán a JiMin. Y quizá decidan que nuestro hijo sea su heredero. Hablaré con mi padre. - Planteó HoSeok frotando su vientre.

- Él querrá que te cases con otro. - Aseguró YoonGi.

- Pero no hay discusión en eso.

- ¿Renunciarías al trono por mí?

- Tú renunciaste al tuyo.

- Yo habría renunciado a mi reino por ti sin pensarlo, pero no se puede decir que realmente renunciara. Más bien logré huir porque tú me diste fuerzas y un motivo para querer vivir. - HoSeok sonrió y se acurrucó en el pecho de su compañero. Aquella tarde habían bajado al bosque a dormitar bajo la sombra del árbol que les guardó el secreto de su confuso primer beso.

- Ahora tenemos un motivo mayor que nosotros mismos. - YoonGi abrazó a HoSeok colocando sus manos en su abultado vientre. - No voy a dejar que nadie nos arrebate nuestro derecho a estar juntos y a criar a nuestro hijo a nuestra manera. Sin terceras personas ni matrimonios concertados por el medio.

- Hobi, no hay fuerza ni magia innombrable en el mundo que me pueda apartar de vosotros. - Aseguró. - Y, por cierto, tenemos que empezar a buscarle un nombre. - Dijo YoonGi. - Con tu poder tan desvocado no podemos saber cuando nacerá.

- Cada vez que me da una patada me asusto. - Afirmó HoSeok. - Siento que es demasiado pronto aún, pero ya está tan grande.

- Llegará cuando tenga que llegar. No te preocupes. Estará bien. - Le animó cariñosamente. HoSeok era el padre y su poder era hermoso, jamás le haría daño al perfecto ser que llevaba en su interior.

Al día siguiente, HoSeok parecía tener las cosas aún más claras. Sus decisiones ya no eran producto del arrebato, la histeria o el amor desesperado. Las había meditado y comentado con algunos de sus allegados. Había escuchado duras palabras de su hermano tan atentamente como las delicados susurros de YoonGi. Había terminado considerando que ambos estaban llenos de un profundo amor. Sí, era un ser amado y ese amor le dio fuerzas para levantarse con fuerzas a pesar de lo mucho que pesaba su vientre y lo cansado que le dejaba el hecho de que su hijo no nato estuviera absorbiendo su magia para crear la suya. Esa mañana necesitaría esas fuerzas ara enfrentar lo que se le venía. Mientras hacía maniobras para meterse en la bañera, sd preguntó que, si él ya empezaba a sentirse destrozado y torpe, ¿cómo se habría sentido el pobre TaeMin? Un dulce pero firme brazo se aferró a su cadera para ayudarle.

- Podrías resvalar. - Le dijo YoonGi. - Ten cuidado. - Aún tenía las legañas y el pelo revuelto de acabar de levantarse.

- Mi caballero andante siempre atento para venir a rescatarme. - Bromeó HoSeok agradecido. No sólo le dejó sentado en la bañera con una suavidad infinita, sino que mojó la esponja y le frotó la espalda admirando su fina piel.

- Eres tan hermoso.

- Un poco gordito. - Rió HoSeok dejándose mimar. Inconscientemente, YoonGi seguía poniendo la mano en el vientre de HoSeok siempre que estaba cerca. Lo acariciaba con cuidado y amor, sin darse cuenta siquiera de sus acciones, mientras observaba todo su cuerpo al tiempo que lo enjabonaba. Era hermoso. ¿Hermoso? No, eso era poco. Magnífico, deslumbrante.No existían adtivos para definir su perfección. - ¿Vas a seguir mirándome así de embobado por mucho tiempo?

- No sé... ¿qué te parece toda la vida?

- ¿Desde cuándo eres tan romántico? - Preguntó HoSeok felizmente sorprendido. YoonGi se encogió de hombros.

- Algún día tenía que empezar. - Comentó sin darle importancia.

- Pues has elegido un buen día. - Aseguró HoSeok. - Hoy necesito toda la energía del mundo para enfrentar a mi padre y al consejo.

- Lo sé. ¿De verdad no puedo acompañarte? - HoSeok negó ante la pregunta de su amado compañero. - Saldrá bien igualmente.

- En realidad no sé por qué estoy nervioso. Si me eligen a mí será con mis condiciones y si no me eligen como rey, sé que tampoco sería algo malo. JiMin será un gran rey.

- Pero, ¿tú quieres que te elijan a ti? ¿Quieres ser rey? - HoSeok se quedó en blanco. ¿Alguna vez alguien le había hecho esa pregunta? ¿Se lo había pregunyado él mismo alguna vez? Siempre, desde que había tenido conciencia de su propia existencia, le habían inculcado el hecho de que sería rey, jamás se había planteado si era un destino que él quisiera. YoonGi se quedó mirandole pacientemente. ¿Era una pregunta compleja?

- Sí, YoonGi. - HoSeok se sorprendió a sí mismo. Responder, finalmente, había sido más fácil de lo que había imaginado. - Quisiera ser el rey de mi reino.

- Y sé que lo harías genial, mi amor.

Entrar en la gran sala del consejo debería ser algo casi cotidiano para HoSeok, pero ese día era especial y estaba nervioso. Terriblemente nervioso. Iban a juzgarle deliveradamente e iban a determinar por él, si el trono del reino de las montañas nubladas le pertenecía a él o no. Ni el general, ni su hermano estaban allí. Ellos eran miembros del consejo, pero no se les había invitado por ser los otros candidatos para servir al reino desde su trono.

- Bien, la cuestión es sencilla. - Anunció Jin, el todavía rey regente, cuando HoSeok se hubo sentado, ligeramente ayudado por un asistente quien le apartó la silla. - Tú eres el primogénito del rey Ken. El trono debería haber sido tuyo desde hace mucho.

- Lamento discrepar, regente, pero no debe ser una cuestión tan sencilla si nos ha tomado tantísimos años tomarla. - Señaló uno de los consejeros.

- No hay decisión que tomar por nuestra parte, inicialmente. - Aseguró otro. - Ha habido problemas antes, pero HoSeok es el rey. Eso está claro. - Expresó. - El único detalle que nos queda por saber es el que nos ha ocupado el último año, por no decir la última década. ¿Cuál será el compañero del futuro rey? - Formuló el consejero. - Y, puesto que ya decidisteis vos mismo desposaros con el general JungKook. - Dijo dirigiéndose a HoSeok. - No comprendo el motivo de esta reunión. - Aseguró. - Ha habido desafortunados retrasos, de acuerdo. Pero ambos dos han salido indemnes. Sólo debemos organizar la boda de nuevo. - Aseguró mirando alternativamente a todos los presentes para que dieran su aprobación a sus palabras. - Ahora que ya no hay enemigos a vista podríamos volver a hacerla como es debido o podéis tomar el trono desposandoos en una ceremonia íntima, príncipe HoSeok. La decisión es vuestra. - Hablaba con tono feliz, como si para él todo estuviera ya decidido y todo fuera perfecto ahora.

- Por supuesto.... - Empezó a hablar otro consejero. - ...comprenderemos que vuestro compañero y tú... - Dijo refiriéndose a JungKook. - ...querráis esperar a que déis a luz para no someter al bebé al estrés de la organización de una boda, otra vez.

- Ya... - Formuló HoSeok con voz pesada. ¿Cómo iba a explicar todo aquello? Los consejeros ni siquiera sabían que su bebé no nato no era hijo de JungKook. En fin... ya no había ni marcha atrás ni otra manera de proceder. Era momento de contarlo todo y asumir las consecuencias. - Veréis...

- Mi hijo no se casará con el príncipe. - Sorprendentemente fue el consejero G.D. quien habló por él. Pero lo más sorprendente para HoSeok no fue el hecho de que conociera la noticia, sino que no parecía molesto por ella.


Hola!!!!!!! Espero que os haya gustado mucho el capítulo de hoy!! Esto se acaba ya!!

Sé que llevo varias semanas diciéndolo, pero ya es de verdad.

Puede, no prometo nada, que este fin de semana haga maratón para acabarla. Os gustaría???? Creo que sólo queda un capítulo más y el epílogo.

Un besazo!!!!!

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