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Cuando llegue el alba

Después del anuncio real, HoSeok y JungKook tuvieron una larga reunión con el consejo. Tan larga que se les hizo de noche. Pero, durante todo el día, ellos dos casi sólo podían pensar en una cosa. YoonGi y TaeHyung partían a la mañana siguiente. Ninguno de los dos les había visto desde que JungKook y TaeHyung se habían despedido y desde que YoonGi había huido de HoSeok de aquella forma tan abrupta. La verdad era que, ahora que habían anunciado su compromiso, no tenían ninguna esperanza de que fueran a verles antes de que partieran. No se despedirían. Debían estar confundidos por la noticia y demasiado ocupados preparándose.

- Cinco meses. - Pronunció JungKook mientras los dos caminaban por los pasillos del palacio tras acabar la reunión.

- Sí, cinco meses para la boda y la coronación. - Eso era lo que habían acordado con el consejo. - ¿Estás nervioso?

- Aún no. - Aseguró el general. - Creo que aún no lo he asimilado bien. Tendré que ir haciendome a la idea. - Opinó. Los dos quedaron callados cuando llegaron a la puerta de la habitación del príncipe. En la mente de ambos resonaban las palabras que uno de los consejeros había dicho en la reunión y que todos los demás habían apoyado: "Sería bueno que estos cinco meses fueran aprovechados para conocerse mejor" Todos habían entendido lo que había querido decir con eso. JungKook y HoSeok ya se conocían muy bien, sólo podía estar hablando de una cosa. Y, sin embargo, el consejero especificó. "Compartir alcoba sería una buena forma de empezar a unir lazos" Estaba, básicamente, indicándoles que yacieran juntos antes de la boda. Mantenerse virgen hasta el matrimonio era algo que los dragones no consideraban importante. Puesto que requería bastante tiempo que un dragón quedase embarazado, era muy poco probable que ocurriera antes del casamiento. Algunas veces ocurría, y no lo consideraban más que un regalo del cielo y una señal de los vientos de que su unión sería buena. Así que allí estaban, clavados frente a la puerta de HoSeok sin saber que hacer. Era demasiado pronto para ellos.

- Creo que... - Empezó el general. - A pesar de lo que han dicho los miembros del consejo, es demasiado pronto para mí, alteza. - Parecía que ahora sólo le hablaba con ese respeto cuando estaba nervioso. - No quiero ofenderos, pero...

- TaeHyung sigue en el reino. - Señaló HoSeok y JungKook bajó la cabeza. - Lo entiendo. Aun si sólo fuera compartir la cama, yo tampoco estoy listo aún. - Aseguró. - Yo... sabes que te aprecio, pero tengo miedo de no llegar a un estado en el que compartir algo más que los sueños contigo.

- No te presionaré, HoSeok. También es difícil y extraño para mí. - Aseguró. Eran amigos. Volverse amantes de pronto no era una opción. - Si decidimos tener un hijo nuestro, que sea cuando los dos estemos preparados y cómodos en ese sentido.

- ¿Y si ese momento no llega? - Le preguntó temeroso.

- Eventualmente debemos dar al reino un heredero. - Le recordó. - Mas, si en el transcurso de estos años, encuentras a alguien más con quien tenerlo, no os lo impediré. Y lo criaré como si fuera mío si me los permitís. - La vez que había hablado con NamJoon sobre eso había sido distinto. "No criaré a los hijos de otro.", había dicho el dragón de piedra en el momento en que le hicieron creer que estaba liado con JugKook en la fuesta de la cosecha. JungKook buscaba la felicidad de HoSeok, no miraba por su orgullo, sino por el reino. Es más, consideraría un honor criar al futuro heredero, fuera hijo suyo o no. HoSeok aceptó su sacrificio, pero, en ese momento, veía tan difícil que fuera a ser capaz de enamorarse de nadia más que de YoonGi.

- Siempre has sido tan bueno contigo. - Pronunció acariciando su mejilla. - Siento tanto ser parte de la causa de tu infelicidad.

- Eso no es cierto. Que mi naturaleza sea distinta a la de la persona que amo es la única causa. Tú, mi príncipe, me has dado un propósito. - Cogió la mano de HoSeok y la besó. - Os estaré siempre agradecido por ello. - Aseguró. - Mas, esta noche, disculpadme si os dejo solo en vuestro lecho. No sería capaz de compartirlo con vos sabiendo que TaeHyung sigue cerca. No lo siento correcto. Ni mi corazón ni mi mente son totalmente vuestros hasta la madrugada en la que ellos partan. - Se lamentó por su estupidez. TaeHyung y él ya se habían despedido.

- Creo que os comprendo. - HoSeok se sentía igual, sólo que aún más necio porque, al fin y al cabo ¿qué habían sido YoonGi y él? Nada. - Aunque no me atrevo a compararme. Habría deseado que YoonGi y yo... - No acabó la frase. Se sentía como un niño estúpido e inexperto en el amor y en todo. Sólo un beso robado y doloroso no le daba derecho a sentirse igual que JungKook, quien habían amado de verdad. HoSeok no conocía el amor como lo hacía el dragón de fuego.

- El amor no es sólo pasión y contacto físico, HoSeok. - Le aseguró JungKook. - El tuyo puede ser tan intenso como cualquiera aun si no has llegado a compartir intimidad con él. No menosprecies tus sentimientos. Son puros, inocentes y hermosos. Lloradlos antes de uniros a otro. - Ese fue su consejo. Un consejo que se había dado a si mismo. Luego volvió a besar su mano y se inclinó para despedirse.

Cuando entró a su habitación, su cuarto se sentía frío. Pero no era la frialdad que él hubiera deseado. Estaba vacío y oscuro. Casi, por un momento, quiso retractarse de todo lo que había dicho y pedirle a JungKook que durmiera con él aunque fuera para no sentirse tan desoladamente solo. YoonGi se iba. Ni siquiera sabía si le volvería a ver. JungKook tenía razón. Debía llorar su amor por él, porque lo había perdido. Se metió en su gran cama y se arropó con mil mantas. Era el frío de su corazón el que le hacía sentirse así. La magia de hielo de YoonGi estaba lejos de él. Con lágrimas en los ojos y tristeza en el corazón, su magia desbordante llenó la habitación de flores secas.

~   ~   ~

"No volverás a ir a ningún lado sin mí." Eso le había dicho JungKook a TaeHyung cuando había vuelto de su misión con YoonGi. Y le había fallado. Ahora TaeHyung se iba y él tenía otro cometido. De seguro TaeHyung sabía ya de su compromiso con HoSeok. ¿Qué habría pensado al escucharlo? ¿Se habría puesto celoso? No, eso no tenía sentido, pues sabía muy bien que no se amaban. ¿Se habría puesto triste por perderle como había sentido él? No, TaeHyung era mejor que eso. Seguro que se había alegrado por él. Porque tuviera otro motivo para seguir y no fuera a estar añorándole todo el tiempo. Sí, TaeHyung era esa clase de persona que se alegraba por los demás incluso a riesgo de su propia felicidad. JungKook no era tan bueno y altruista. Incluso sabiendo que le había perdido y que no había manera de que volviera a su lado, su amor por él no podía dejar de crear una imagen en su mente. TaeHyung se iba, pero no se iba solo. Se iba con el dragón blanco. Alguien a quien JungKook no consideraba más que un cruel cazador de dragones. Pero TaeHyung se había llevado bien con él desde el primero momento. TaeHyung tenía ese don que a JungKook le había sacado de quicio más de una vez. Era capaz de llevarse bien con todo el mundo. Nadie era capaz de no amar a TaeHyung. Y a una persona sentimentalmente insegura, como JungKook, eso siempre le ponía de los nervios. ¡Qué estupido! Incluso cuando ya no tenía derecho a sentirse así, estaba terriblemente celoso. ¿Qué intenciones tenía YoonGi? ¿De verdad el dragón blanco amaba a HoSeok? ¿Eso le impediría acostartse con TaeHyung? Las noche son largas para dos viajeros solitarios. Sucumbir al deseo podía no era difícil incluso si estaban enamorados de otros. Es más, si de verdad estaban enamorados, podía ser aún más arriesgado. JungKook sabía que, a pesar de todo, TarHyung echaría de menos el calor de su cuerpo, y YoonGi podía perder la compostura, por despecho consigo mismo, por no haber estado con HoSeok. No importaba la manera en la que lo mirase, seguramente iba a ocurrir, y más de una vez, incluso si luego se arrepentían de ello. JungKook no quería pensar en ello pero no podía parar de imaginarse en su cabeza los mil motivos por los que los dos tendrían sexo. Aunque fuera por despecho, por necesidad o, la peor razón de todas, porque terminaran enamorandose el uno del otro. Quizá funcionaba para ellos. Quizá TaeHyung aceptaba a un dragón como YoonGi porque no le presionaría para pasar toda la vida juntos como parecía haber hecho JungKook. Si se limitaban a disfrutar del momento sin prometerse amor eterno, con la sensación constante de que sólo era algo momentáneo, quizá eso sí les funcionaba. JungKook pensó entonces que podría haber hecho las cosas de forma distintinta para haber conservado a TaeHyung. Quizá... quizá... ¿Qué importaba? Ya era demasiado tarde. Tal vez, lo único en lo que debería pensar era en lo que TaeHyung haría por él, esperar sinceramente que algo como lo que se había imaginado ocurriera para que TaeHyung pudiera ser feliz, aunque fuera con otro. Pero le costaba pensar así, porque él no era tan altruista como el hombre al que amaba. Él era celoso y quería a TaeHyung con él. Con ese pensamiento amargo volvió a su habitación y, tras un largo rato pensando en lo mismo, se quedó dormido.

~   ~   ~

Se despertó de golpe, sobrecogido. Miró alrededor y allí estaba él.

- ¡Me has asustado! - Exclamó el dragón en voz baja. La habitación estaba muy oscura, sólo la luz de la luna entraba por la ventaba sutilmente. Aún era noche cerrada y tenían tiempo. Aunque sería un tiempo agridulce, porque ambos sabían que, cuando despuntase el Sol, se dirían adiós sin saber siquiera si volverían a volver a verse.



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¿Quién será? ¿Os ha gustado el capítulo? Sé que me vais a matar por dejarlo ahí. Jejejeje 
Para compensar, subiré ahora un capítulo de DINASTÍA.

Un besazo!!!!


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