Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Amar duele

Aunque YoonGi tenía mucha más experiencia que HoSeok a la hora de besar, no por ello se sentía más experto. Estaba nervioso. Se sentía torpe, inseguro. ¿Cuántos años hacía que besaba a alguien porque realmente quería? Le había obligado a unir sus labios con varias mujeres, pero nunca había sentido nada por ninguna de ellas. La última vez que había besado por amor le había costado muy caro. Esos recuerdos le hacían daño y besar a HoSeok le hacía revivirlos. Intentó bloquearlos de su mente mientras sostenía la cintura del hermoso dragón de jade. Quería centrarse en él. En su olor fresco a naturaleza, en las cuidadas caricias que daba sobre su rostro y su pelo, y en sus gestos inocentes e inexpertos. Estaba claro que HoSeok se sentía tímido, pero a cada segundo cogía más confianza y luchaba consigo mismo para hacer el beso más profundo e intenso. YoonGi era lo contrario. No conseguía apartar sus recuerdos y estos le hacían dudar cada vez más. Recordó cuando su padre entró en la habitación. La cara de asco que puso y la expresión de terror de su acompañante. La carta que el chico escribió antes de suicidarse. Su cuerpo inerte entre sus brazos, desangrado. El sentimiento de abandono. La soledad que se hacía cada vez más terrible al ver las miradas de desprecio de aquellos quienes se suponía que un día serían sus súbditos y él su rey. Pero lo que le hizo temblar fue el recuerdo de las numerosas veces que había sido castigado. Ese dolor aún estaba presente en las heridas de su espalda. Grabado a fuego en su mente. Se apartó de HoSeok dando una fuerza bocanada ahogada. Todo su cuerpo temblaba y cerró los ojos con fuerza, manteniendo la cabeza agachada.

- Lo...lo siento. - Expresó un confundido HoSeok creyendo que era culpa de su atrevimiento al besarle. - Creí que querías.

- No puedo... No está bien. - HoSeok no comprendía a que se refería.

- No hemos hecho nada malo. - Opinó él.

- Tú no lo entiendes. - Aseguró. Aún seguía en la misma posición, sin mirarle. - Él no lo permite.

- ¿Él? ¿Quién?

- Duele. No puedes llegar a imaginar cuanto duele. - Continuó diciendo YoonGi. Para HoSeok sólo eran palabras sin sentido. - Está mal. Nos castigará.

- ¿YoonGi? ¿Te encuentras bien? - Preguntó empezando a preocuparse. Entonces YoonGi abrió los ojos y le miró.

- Nos encontrará. - De pronto le vio mirando hacia todas partes, como buscando algo. - No podemos hacerlo, HoSeok. ¿No lo comprendes? Somos dos hombres. Está mal.

- Somos dragones, YoonGi. Sólo hay dragones varones, ¿recuerdas? - Intentaba ser comprensivo porque se le veía perdido, desorientado. Quizá era un efecto secundario de haberle retirado la marca de cazadragones. No tenía que ser psicológicamente fácil aceptar que toda su vida había sido una mentira.

- Pero eso a él no le importa. - Razonó YoonGi. - Está mal. Duele, HoSeok. Duele muchísimo.

- No sé de que estás hablando, YoonGi. - Dio un paso hacia él intentaba tranquilizarle.

- No. No me toques. - Se retiró. - Él nos encontrará y te hará daño. - Se llevó la mano a los labios. - No he debido dejar que me besaras.

- ¿No querías? - Había sonado como un reproche, pero no lo había querido así.

- Claro que sí. - Tembloroso, YoonGi se acercó cautelosamente y le cogió las manos. - Pero no ha estado bien. No podemos.

- ¿De qué tienes tanto miedo? - Le preguntó.

- Tú no lo comprendes. - Susurró soltando sus manos.

- Pues explícamelo. - Le pidió HoSeok.

- Mi padre... - Le confirmó la sospechas que él ya tenía.

- Él te hizo daño. ¿Él fue quien te dijo que estaba mal que dos hombres estuvieran juntos? Ya no debes tener miedo. - Le calmó HoSeok. - Él no puede encontrarte ahora.

- Lo hará. Cuando la noche cae él siempre está vigilando. En las sombras. - Le susurró como si le contara un secreto. - Debo irme de aquí. Si sabe lo que siento por ti te herirá a ti también. Duele tanto, HoSeok.

- Nadie nos encontrará aquí. Quédate conmigo. Nadie nos hará daño. No lo permitiremos. - Aseguró con absoluto cariño.

- No. - Negó una vez más. - ¿No me estás escuchando? ¡Está mal! - Le gritó. Llevaba tantos años siendo herido y reacondicionado por su condición homosexual que el beso le había hecho saltar todas las alarmas escondidas en su subconsciente. No quería volver a sufrir. No quería volver a perder a quien amaba. ¿Por qué HoSeok no lo entendía si para él era tan obvio? No quería que le hicieran daño. Le estaba protegiendo. - Aléjate de mí. - Le pidió mientras caminaba hacia atrás. HoSeok vio en sus ojos que estaba terriblemente asustado.

- Está bien. No me acercaré pero... - Antes de que pudiera acabar la frase salió corriendo y se perdió en el bosque. Aunque HoSeok fue tras él no le alcanzó. - ¡YoonGi! ¿Dónde estás? - Entonces vio entre los árboles al hermoso dragón blanco elevarse y volar hacia el reino. Pero volaba deprisa, como desesperado, ahogado y desorientado. No podía hacer nada. Acercarse a él sólo le pondría más nervioso. Optó por darle unos minutos de ventaja. Igualmente, en el bosque él se sentía seguro, a salvo. Y YoonGi llegaría fácilmente al reino y podría calmarse. Se trasformó en dragón y se recostó un poco, observando la naturaleza con la que se sentía tan en armonía. Sólo así se calmó después de lo que había pasado, esperando que YoonGi estuviese bien.

Los rayos del Sol se colaban entre las copas de los árboles. Podía oír los pájaros y sentía la hierba crecer bajo sus patas. Era una sensación más que agradable para él, y bastante desconocida. Allí se acurrucó con la idea de permanecer sólo unos momentos, pero le era tan difícil abandonar ese hermoso lugar que se quedó disfrutando de él hasta que se quedó dormido.

Le despertó una impresionante corriente de aire caliente. Se achantó por un momento, pero pronto supo de donde provenía ese calor. Las alas del dragón de fuego siempre creaban ese efecto al ser batidas con fuerza. El intenso calor que su cuerpo generaba se esparcía cuando volaba.

- ¡Príncipe! - Su voz potente sonó como la erupción de un volcán. HoSeok se levantó y le miró. JungKook parecía nervioso. - ¿Estáis bien? - Le preguntó inicialmente.

- Estoy perfectamente, JungKook. ¿A qué viene esa furia? - Ahora que sabía que el príncipe estaba a salvo, no tendría piedad con él.
- ¿Cómo que a qué viene? ¡Te has escapado del reino para venir aquí! ¡Tú solo! - Casi era mejor que siguiera pensando que había estado solo todo el timpo. - ¡Sin escolta! ¡Sin decírmelo ni siquiera a mí o a tu hermano!

- ¿Me habrías dejado venir solo si te lo hubiera pedido? - Preguntó calmado.

- ¡Por supuesto que no! - Espetó. - ¡Ni loco! ¡Podría haberte ocurrido algo! ¿En qué estabas pensando?

- Sólo quería despejarme un poco. - Aseguró.

- HoSeok, no puedes desaparecer así. - Le explicó intentando comprenderle y estar más tranquilo. - Si te pasara algo... - Entendía que estuviera estrasado. Iban a prometerle. Por lo visto, había discutido con el rey sobre eso no hacía mucho. - Estábamos preocupados.

- Lo siento. No pretendía estar tanto tiempo. - Confesó. - Me quedé dormido. - JungKook soltó un bufido. Había pasado más de dos horas buscándole con histerismo hasta que había dado con el dragón blanco y le había dicho donde estaba. JungKook sabía ya que no había estado él solo allí todo ese tiempo. Y el dragón blanco le había parecido realmente alterado.

- Volvamos a casa, HoSeok. - Le llamó por su nombre. - Vuestra familia está preocupada. Están a punto de informar al reino de tu desaparición para que todo el mundo os busque. - El dragón de jade se puso sobre sus cuatro patas y estiró sus alas. - Te sienta bien este lugar. - Opinó de pronto con una sonrisa más relajada.

- A ti no te sienta bien que yo me escape así. - Mencionó divertido.

- Sólo has acortado mi vida un par de años. - Rió. - Pero no te preocupes. Casi prefiero que me mantengais ocupado. No sois el que más me daña en estos momentos. - Aseguró triste.

- TaeHyung también se va. - Mencionó con el mismo sentimiento desolador.

- Oh, HoSeok. Con todos los buenos dragones que hay, ¿cómo se te ocurre enamorarte de él?

- Con todos los buenos dragones que hay, ¿cómo se te ocurre enamorarte de un humano? - Le preguntó de vuelta. JungKook rió por no echarse a llorar.

- Menudo par de tontos somos. No tenemos remedio. - Formuló JungKook. HoSeok se encogió de hombros.

- No elegimos a quienes amamos, mi querido general. - Pronunció. - Todo sería más fácil si pudiéramos elegir.

- No, no creo que fuera más fácil. - Opinó. - Si pudieras elegir a quien amar, ¿a quién elegirías? - Le preguntó. - ¿Elegirías a aquel que haría tu vida más fácil? ¿Al príncipe NamJoon tal vez? - Los dos se quedaron callados mirándose.

- Tienes razón. No serviría de nada. - Sentenció. - Volvería a elegir a YoonGi. ¿Es eso estúpido? - Quiso saber su opinión.

- No, mi príncipe. Sólo quiere decir que vuestros sentimientos son sinceros. - Aseguró el general.

- ¿Qué harás tú ahora, JungKook?

- Cumplir mi promesa, alteza. Permanecer al lado de la corona y protegerlos con mi vida. - Dijo inclinando su gran cuerpo escarlata. - Si el amor no me está permitido dedicaré mi vida a aquello que se me da mejor.

- No seré yo quien te diga que puedes encontrar a otro de quien enamorarte. - Le dijo. - No es tan sencillo. No funciona así. - Eso era de agradecer. - Volvamos a casa, general. - Sentenció. - Aún tenemos deberes que atender. - De pronto parecía muy decidido.

- ¿Se le ha ocurrido algo, alteza?

- En realidad se te ocurrió a ti. - Aseguró. - Voy a pedirte algo, JungKook. Puedes decirme que no. Pero si me dices que sí, no podrás echarte atrás. - A JungKook no le costó comprender a que se refería.

- Digo que sí. No os dejaré solo, alteza. Nadie intentará ocupar a la fuerza un lugar en su corazón que le pertenece a otro. - Si alguien podía entenderse ahora eran ellos dos. Y no había mejor solución que esa. Los dos estaban dispuestos. No podían perder más.


*COMENTA Y VOTA!!!!!!

Espero que os haya gustado. Un poco triste verdad, ¿creíais que iba a ser tan fácil? 

Dejadme muchos comentarios chulos. ¿Qué pasará ahora? Chan chan chan!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro