Las piernas le temblaban al punto de sentir que si daba un paso más se desmayaría, sentía el estómago revuelto y juraba que en cualquier momento vomitaría.

Había corrido por más de seis horas, sin mirar atrás, sin detenerse; estaba tan cansado que comenzó a ver borroso, más no se detuvo a pesar de sus dolencias. Casi no había nubes en el terreno y la luz de luna hacía su visión más clara; por primera vez desde que había huído de la casa de Taemin se detuvo.

Puso ambas manos en sus rodillas, los jadeos eran incesantes y tenía la sed que nunca antes había tenido. Sus rodillas no resistieron su peso y cayó al suelo, fatigado. El corazón le latía demasido rápido al punto de doler, el aire no llegaba bien a los pulmones y sus respiraciones se volvieron cada vez más pesadas, ¿acaso estaba muriendo?

Por un momento pensó que su muerte sería muy penosa, ahí tirado en medio de la nada y de noche, sin nadie quien lo viera, sin nadie de quién despedirse, pero estaba bien si lo analizaba con detenimiento porque moriría libre y por su propia cuenta y prefería eso mil veces que a morir en manos de Taemin y de sus golpes. Sonrió con pena al recordar a Taemin, había creído todo lo que el beta le dijo, desde que era inferior hasta ser un inútil, y tal vez tenía razón, de lo contrario estaría corriendo en vez de estar casi muerto.

Comenzó a escuchar pisadas acercándose con lentitud e inmediatamente se tensó, me ha encontrado, pensó. Aquellas pisadas comenzaron a hacerse firmes y el olor a cacao inundó su nariz, un alfa se estaba acercando. En su mente todas las posibles consecuencias de su escape comenzaron a cobrar vida.

El olor se hizo más fuerte a medida que el tiempo pasaba, hasta que por fin, un par de botas negras se posaron frente a sus ojos.

—¿Qué haces aquí? — Aquel alfa se arrodilló para poder tener mejor visión del rostro de Jimin.

Park no pudo articular nada, más que una simple palabra.

—Ayúdame — Fue todo lo que dijo, después todo se volvió oscuro.

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El lugar se sentía cálido, estaba en movimiento pues podía escuchar perfectamente el sonido de las pisadas del caballo. Su posición era muy incómoda pues no había ningún respaldo de soporte, sabía que estaba recargado en el pecho del alfa, ya que su olor era demasiado penetrante.

—¿Quién es él? — Preguntó alguien cuya voz era demasiado cercana.

—No lo sé, lo encontré en la frontera — Trataba de abrir los ojos, pero una luz muy brillante lo cegaba por completo.

—Es un omega, ¿Verdad? — Otro alfa se acercó.

—Eso creo, su olor es dulce — El caballo se detuvo —Estaba agonizando cuando lo encontré.

—Tal vez sea un Búho.

—Tenemos que llevarlo con Jonghyun — Los tres aromas de los alfas se mezclaron haciendo que Jimin se mareara. —Si es un búho entoces estámos en problemas.

El trio asintió y se pusieron en marcha con los caballos a todo galope, Jimin volvió a caer desmayado, pues la falta de agua seguía latente en su cuerpo.

A pesar de estar inconsciente el dolor de los golpes recibidos por Taemin aun dolían, no sentía la mitad de su rostro y su espalda ardía en demasía, con el trotar de los caballos se volvía peor pues sentía que las heridas se abrían.

Al cabo de unos minutos se escuchó más ruido a su alrededor, no se atrevió a abrir los ojos porque la luz seguía siendo cegadora y tardaría en adaptarse a ella, una mezcla de olores golpeó su nariz e hizo que la frunciera, no sabía donde estaba, solo corrió hacía el frente y no se atrevió a mirar atrás.

—Caballeros, ¿tan pronto regresaron? — Una voz grave dijo a tono de ironía.

—Youngjae sumbaenim — Los dos hombres restantes hicieron una reverencia —¿Está el capitán Jonghyung?

—Salió, parece que lo mandaron al Viento — El de cabello negro miró al tercer alfa, que llevaba algo cargando —¿Qué traes ahí, Minho?

El mencionado se volvió hacia su superior y bajó la mirada al omega entre sus brazos.

—Es un omega, lo encontré moribundo en la frontera con las Sombras — Explicó —No sabemos si sea un búho o sea de aquí.

Youngjae se acercó hasta Minho para ver al desconocido.

—¿Lo encontrate en éste estado? — Lo miró con preocupación. Minho asintió con la cabeza.

—No sé que es lo que le haya pasado, ¿qué hacemos con él? — Acomodó mejor al chico entre sus brazos.

—Llévalo a los calabozos, mientras no sepamos su lugar de procedencia debemos considerarlo como prisionero — Sentenció —Hasta que el capitán no vuelva lo dejaremos ahí.

Sin más que decir, Minho se dirigió hasta las celdas cargando al omega, todos le miraban raro, pues nunca habían visto a alguien en tan mal estado como lo estaba Jimin y era preocupante; su rostro estaba magullado por los golpes y las ropas de la zona de la espalda estaban rasgadas mostrando la sangre fluir abundantemente.

El carcelero abrió una de las celdas dando libre paso a Minho y al recién llegado, el alfa depositó al rubio sobre la tabla de madera que fungía como cama, de manera suave para no lastimarlo más de lo que ya estaba.

—Conoces las reglas, verdugo — Fue lo último que dijo Minho antes de salir de las celdas, dándole una mirada de pena al visitante.

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Pasadas unas horas Jimin pudo abrir los ojos sin ningún problema, estaba totalmente oscuro y el pánico lo invadió, ¿estaba en Las Sombras aún? ¿Lo habían encontrado? El dolor en la espalda le impidió ponerse de pie e inmediatamente su cabeza le alertó de tener golpes en toda la cara, trató de mirar a su alrededor, deteniendo su vista en la persona que lo miraba con atención fuera de las rejas.

—H–Hola, disculpe ¿dónde estoy? — A pesar de estar sintiendo un dolor horrible en la cara pudo hablar con amabilidad.

—Estás en el región de Tierra — Contestó frío y cortante. Un peso cayó de los hombros de Jimin, si había podido escapar.

—¿Quién es usted? — Esta vez habló con dificultad.

—El verdugo del calabozo — Caminó del otro lado de la celda —Tengo que vigilar que no te escapes.

—¿Escapar? — Mil preguntas llegaron a la cabeza de Jimin, lo último que recordaba era haber pedido ayuda al alfa que lo había recogido, ¿por qué escaparía? —Yo no voy a escapar — Le miró con desesperación.

—Eso dices tú — Rió con burla —Ya veremos que dice el capitán Jonghyun.

Fue todo, después de eso el hombre desapareció tras las paredes del otro lado de la celda, no le quedaba claro si era un alfa o un beta, pero a juzgar por su olor era un alfa.

Jimin sintió miedo al estar encerrado en esas paredes, no sabía ni porqué ni cómo es que fue a dar a ese lugar, pero le daba miedo que le hicieran algo peor o que lo regresaran a lugar de donde tanto trabajo le había costado escapar.

Espero que les haya gustado :3 el próximo cap vieve chido jsjsjs 😏

Nos leemos la siguiente 🌚

Mare ♥