La princesa
En un reino muy, muy, muy lejano, bueno, no tanto, cruzando el norte del océano atlántico, en Europa, se encuentra una dulce y bonita princesa que recién cumplió los 18 y está lista para tomar el trono... o eso parece.
La dulce princesa roncaba tal motocicleta, las sabanas estaban en el suelo al igual que las almohadas, la funda se salía por un lado y abrazaba con fuerza su peluchito de animal. De pronto, alguien toca la puerta de la habitación varias veces haciendo que la joven se despertara y cayera de la cama, por el sonido aquella persona entra alarmada y al ver a la princesa en el suelo la ayuda a levantarse de inmediato.
Zinnia: ¿Está bien, princesa?-Pregunta mientras la sienta en la cama-¿No está herida?
Acacia: Me duele la cabeza-Dice mientras se soba la cabeza.
Zinnia: Traeré una bolsa de hielo-Sale corriendo del cuarto muy deprisa.
Acacia: Ah-Suspira-Que sueño-Dice mientras bosteza.
La doncella se pone de pie, se estira y se rasca la cabeza mientras voltea a la ventana, al lado de esta se encuentra un calendario con una fecha rodeada con un circulo con algo escrito, la joven se frota los ojos y ve la fecha con más claridad.
Acacia: ¡Es hoy!-Grito con felicidad para después comenzar a bailar como si lo hiciera con un príncipe.
La ya adulta princesa estaba muy feliz porque este es el día que ha estado esperando durante toda su vida, el día que toda niña sueña de pequeña, hoy es el día en que tomaría el trono para ser la nueva reina de su país y seria desposada por un guapo príncipe que sería elegido por sus padres.
Zinnia: Ya traje la bolsa con hielo-La princesa toma como pareja de baile a la sirvienta haciendo que soltara la bolsa con hielo-Princesa Acacia ¿Qué le sucede?
Acacia: Zinnia, hoy es el día, es el día de...-Se resbala con la bolsa de hielo pegando un grito corto pero ruidoso.
Zinnia: Princesa ¿Se encuentra bien?-Pregunta mientras la ayuda a ponerse de pie.
Acacia: Ahora sí que necesito esa bolsa con hielo.
Mientras la sirvienta ayudaba a la princesa una figura hermosa con un vestido rosado que mataría a las demás mujeres de la envidia entra al cuarto, la mujer tiene en sus brazos un vestido amarillo con un lazo y unos tacones.
Rosa: Hija ¿Cómo puedes lucir así en un día tan importante?-Quita su sonrisa y frunce el seño.
Acacia: Relax, mama, me visto en unos minutos-Abre su armario y saca un vestido azul claro-Ya elegí mi vestido y no me digas que se parece al de cenicienta porque te conozco, este tiene un tono más oscuro ¿Lo ves?
Rosa: Veras, hija...-La joven tira el vestido en la cama interrumpiendo a su madre.
Acacia: ¡Por cierto! Fui a al mercado y conseguí unos zapatos súper lindos, me encantaron y dije: "Pues los compro", además, son cómodos y muy suaves, ya te los busco-Revisa bajo la basura debajo de su cama.
Rosa: Acacia, lo lamento, pero...
Acacia: ¡Mira! Aquí los tengo-Al sacar la caja se coloca de pie y la abre estando frente a su madre-¿Qué te parecen?-Mira a su madre muy feliz y emocionada, pero la madre en contraste observa a su hija muy seria.
Rosa: Acacia, no puedes usar ese vestido y esos zapatos-A la princesa se le quita la sonrisa-Es el día de tu coronación, todos te estarán viendo-Toma la caja y le entrega el vestido que tiene en sus manos-Todos nos estarán mirando, no podemos dejar que los demás nos juzguen mal al verte con esa ropa que conseguiste en una tienda cualquiera ¿Entendiste?
Acacia: Pero, mama, no entiendes, me dieron un descuento por este vestido y siente la tela-Deja el vestido de su madre en la cama y toma el suyo-Siéntela, es muy suave.
Rosa: Es tela común que se puede encontrar en cualquier lado, la tela del vestido que te elegí es de mejor cali...
Acacia: ¡No me importa!-Interrumpe a la madre gritando molesta-Yo quiero mi vestido, no me pondré ese feo vestido amarillo, es el peor color del mundo, hace llorar a los bebes ¿En serio quieres que me lo ponga?
Rosa: Ya hable-Le entrega la caja con los zapatos a la sirvienta-Ayuda a Acacia a ponerse el vestido-Le dice seria aguantando su frustración por su hija.
Zinnia: Si, señora.
Acacia: ¡Se vestirme por mi cuenta! Ya no soy una bebe.
Rosa: Al mediodía comenzara la coronación, mas te vale que estés preparada y te pongas el vestido que te elegí-Se da la vuelta y antes de salir se detiene y voltea-Te traeré unos zarcillos de diamantes, combinaran con tu corona-Se retira.
En la sala del trono, el actual rey leía unos papeles en una carpeta mientras que movía la cabeza de lado a lado en desacuerdo con lo que veía, de pronto llega la reina y se sienta en su trono al lado de su esposo.
Rosa: ¿Aun con eso? Creí que ya habíamos decidido el chico con quien se casaría nuestra niña.
Romero: Es que... no estoy seguro-Le muestra la foto con los datos del chico al que se refería-Tan solo míralo, es atractivo, ojos claros, tiene 6 caballos blancos, músculos, isla privada, cabello rubio, cicatriz en la mejilla, un jardín lleno de rosas y dueño de las mejores tiendas de ropa-Dice muy preocupado.
Rosa: ¿Cuál es tu punto?
Romero: Que este chico no me parece el indicado, mira su cara, podría ser un... em... depravado o yo que sé, tiene algo malo.
Rosa: Ya lo hemos decidido, el vendrá para la coronación.
Romero: Pero mira a este otro-Le muestra otra foto-No es atractivo, es delgaducho y le gusta... ¿Comer césped?
Rosa: ¿Cuál es tu preocupación? Nuestra niña ya creció, ya está en edad de casarse.
Romero: ¿Cómo te fue con lo del vestido? ¿Cómo lo tomo?
Rosa: Ya sabes cómo es ella, que bien que no tuve que gritarle como la otra vez-Se quita los tacones y toma un vaso de agua que le trajo un sirviente-A veces pienso que debimos llevarla a aquel internado de princesas ¿Hicimos lo correcto?
Romero: Por supuesto, somos los mejores padres que conocemos, si algo sabemos hacer es cuidar niños.
Rosa: Bueno, me vestiré para la coronación-Se pone de pie y se retira-¡Tu deja esos archivos y prepárate también!-Le grita desde lejos.
Romero: Bien, bien-Se pone de pie dejando la carpeta en el trono, pero a medio camino se da la vuelta y toma la carpeta para luego correr a su cuarto.
Ya al mediodía, todo el pueblo estaba frente al castillo muy emocionados por su nueva reina, en la entrada se encuentran el rey y la reina saludando a su pueblo muy contentos, detrás del castillo se encontraba la princesa montada en un caballo y Zinnia ayudándola.
Zinnia: Ya esta lista, mucha suerte, princesa.
Acacia: Ah, claro, es mi gran día ¿No?-Dice desanimada.
Zinnia: Anímese, todos la estarán viendo, su pueblo le dolería verla así.
Acacia: Bueno...-Finge una sonrisa-¿Así?-Suenan unas trompetas.
Zinnia: Ya es hora-Le da un nalgaso al caballo y este va deprisa.
La princesa pasa por un camino solitario en dirección al frente del castillo, mientras avanza pone una mirada de enojo y al mismo tiempo de tristeza.
Acacia: ¿Por qué mi madre es tan tonta? Solo quise ponerme un vestido, lo que piense la gente me importa poco.
De pronto 2 hombres con vestimentas negras y armas saltan al frente haciendo que el caballo se detuviera, la princesa trata de dar vuelta con el animal pero los 2 sujetos la toman con fuerza tirándola al suelo y dejando que el caballo saliera huyendo, la joven trata de hacer lo mismo pero los hombres la toman y la amordazan.
Terrorista 1: Átala bien, que no se escape-Se aleja un poco para vigilar que no venga nadie-Y apúrate.
Terrorista 2: No para de moverse-Dice mientras trata de atarla.
Mientras, en frente al castillo seguían esperando a la princesa, la madre que creía que se había escapado su hija mando a algunos guardias a buscarla.
Detrás del castillo, Zinnia que estaba viendo el evento desde su teléfono se sorprende al escuchar el caballo llegando y al ver nota que estaba solo, confundida detiene al caballo, tratando de averiguar lo que pasa se monta en el animal y va en la dirección donde se fue la princesa.
Los terroristas ya habían acabado de inmovilizar a la princesa, uno de ellos ya la tenía cargada en su espalda, antes de que se fueran habían sido vistos por Zinnia, esta rápidamente llamo a los guardias los cuales ya venían en camino, mientras tanto tras llamar la atención de los 2 hombres saca un arma y les dispara logrando atinarle a la pierna del que cargaba a la princesa haciendo que cayera, el otro carga su arma y le dispara a la sirvienta salvajemente, esta salta del caballo haciendo que este recibiera los tiros y muriera (Pobrecito animal, no tenía la culpa de nada).
El terrorista que aun sigue de pie comienza a dispararle a Zinnia, esta se coloca detrás del cuerpo del caballo protegiéndose, luego de un minuto lanza el arma al aire distrayendo al terrorista, la mujer aprovecha y con otra arma le dispara en el pecho matándolo, el otro toma su arma y le apunta a la princesa pero la sirvienta en más rápida y le dispara al hombre.
Zinnia: Princesa ¿Se encuentra bien?-La desata rápido-¿Está bien?
Acacia: Am... s-si, muchas gracias-Abraza con mucha fuerza a su salvadora.
Luego de que los guardias llegaran y les informaran a sus padres estos le avisan a su pueblo que la coronación la retrasaran por un asunto que no quisieron decir, ambos reyes después fueron a ver a su hija la cual ya estaba calmada por lo sucedido, sus padres muy asustados deciden encerrar a Acacia dentro del castillo para mantenerla segura, la joven en desacuerdo discute con sus padres pero no logra convencerlos, enojada se queda llorando en su cuarto todo el día y gran parte de la noche.
Al día siguiente, la princesa ve en la televisión de su cuarto un programa que habla sobre los soldados del reino de Aster peleando contra el reino de Dondiego con el cuan están en guerra, luego de un rato de ver el programa se queda pensando en su cama, la había hecho reflexionar y había pensado en una loca y arriesgada idea que solo se le podía ocurrir a esta joven princesa.
En la noche, la princesa empaca en una maleta ropa y otras cosas importantes como cepillo de dientes, ropa interior y lo más importante, su peluche, eso no podía faltar. Luego de eso sale de su cuarto y ve a 2 guardias vigilando la puerta, rápidamente vuelve a entrar antes que voltearan a verla y suspira molesta.
Acacia: ¿Por queeeeeeeeeeeeeee?-Pregunta susurrando.
La joven tratando de pensar en otra cosa mira por la ventana y pone una de esas sonrisas que pones antes de que todo salga horriblemente mal. Ella amarra todas sus sabanas y cortinas, las ata a su cama y después lanza el otro extremo por la ventana, después de probar su resistencia se agarra de esta y comienza a bajar cuidadosamente, ya a mitad de camino las sabanas se desatan solas ya que los nudos se encontraban flojos, la joven al caer comienza a gritar y por suerte se sujeta de un balcón lastimándose la mano y la muñeca, se sujeta con la otra mano y trata de subir pero no puede, asustada estaba por gritar para que la salvaran pero llega Zinnia que la ve y la ayuda a subir.
Zinnia: Señorita ¿Qué se supone que hace? Venga, su mano esta lastimada, la ayudare-La mujer la lleva a su cuarto donde la sienta en una silla y busca unas vendas.
Acacia: Lamento las molestias, Zinnia.
Zinnia: Es parte de mi trabajo ¿Qué trataba de hacer, señorita?-Encuentra las vendas y comienza a colocársela en la mano y muñeca de la princesa.
Acacia: Es que...-Voltea a otra parte-Tuve una idea estúpida.
Zinnia: ¿Otra?-Pregunta sorprendida-Creí que había aprendido la lección cuando declaro los viernes de pizza y los sábados de tortas-La princesa ríe tras recordar eso-Era una batalla para caminar por la calle sin que esos gordos choquen contra ti.
Acacia: Veras... había pensado en unirme a la lucha por mi país y... eso.
Zinnia: ¿Cómo?-Pregunta sorprendida-Princesa, usted no puede hacer eso, puede ser gravemente lastimada ¿Qué harían sus padres sin usted?
Acacia: ¿Qué hacen mis padres por su país? Antes los reyes y los príncipes peleaban por su reino, participaban en cada batalla y no les importaba su seguridad, solo les importaba su país, salvarlo y tratar de que no sufriera daños, mi padre ni siquiera sabe cómo usar bien un cuchillo, siempre cortan su comida antes de dársela, eso es humillante ¿O crees que no?
Zinnia: Estamos en tiempos modernos, sus padres ayudan a su país de otras maneras que antes no se podían hacer o solo saltaban directo a la guerra y batallas, estamos en una generación más inteligente y progresiva.
Acacia: ¿Y porque dejamos que nuestro pueblo pelee por nosotros? Es nuestro reino, nuestro.
Zinnia: También es el reino del pueblo, es su hogar, si ellos quieren defenderlo ¿Cómo podemos evitarlo?
Acacia: Quiero ayudarlos, no quiero quedarme sin hacer nada viendo como mi gente muere.
Zinnia: Pero usted no sabe ningún método de combate ni cómo usar armas, podría lastimarse severamente.
Acacia: Aprenderé, será fácil, tu sabes cómo usarlas ¿No? Si tu pudiste yo también-Dice muy confiada.
Zinnia: Es más difícil de lo que usted piensa.
Acacia: Pero esta generación es muy inteligente ¿No? Tú lo dijiste, yo podre-Mira a su sirvienta con una sonrisa llena de confianza-¿Me ayudarías, Zinnia?
Zinnia: Muy bien, lo hare, pero por favor tenga mucho cuidado-Le dice preocupada.
Acacia: Gracias, gracias, gracias, gracias-Dice mientras abraza a la mujer.
Zinnia: ¿Qué es lo que llevas en la maleta?
Acacia: Ropa, cepillo de dientes, algo de comida y a mi peluchito.
Zinnia: Necesitara más que eso si quiere estar en la guerra y que no la descubran.
Acacia: ¿En serio? ¿Pero que mas necesito?
La sirvienta saca todas las cosas de la maleta de la princesa, saca de una gaveta el uniforme de soldado de su hijo y se lo entrega a la princesa diciéndole que se lo ponga, también coloca ropa de su hijo, ropa interior, desodorante, cepillo de dientes, un libro de auto defensa y manejo de armas, una pistola cargada y una pequeña caja con balas, el adorado peluche de la princesa y un teléfono celular.
Zinnia: Esta todo listo, recuerde, solo use el arma cuando sea necesaria y que no la vean con el teléfono o se lo quitaran ¿Ok?
Acacia: Esto me queda genial, justo de mi talla.
Zinnia: ¡Princesa!
Acacia: Si, si, ya escuche, tener mucho cuidado ¿Ahora como nos vamos?
Zinnia: Venga-Se pone frente a un muro, hace presión en una parte y se abre un pasadizo secreto que deja impresionada a la princesa.
Acacia: Pero... ¿Desde cuándo esta esto aquí?
Zinnia: En todos los cuartos hay un pasadizo secreto, solo los reyes y otros pocos saben de esto, vamos-Ambas entran y bajan unas escaleras.
Ya abajo la sirvienta toma una lámpara que se encontraba en un estante y caminar por todo ese gran pasadizo logrando salir a varios metros del castillo, después toman un taxi que los lleva a una estación de trenes, le entrega a la princesa unos papeles con información falsa y una nueva identidad, acompaña a la joven hasta el tren y en ese momento llega el tren.
Zinnia: Cuídate, no le digas a nadie quien eres o te meterás en problemas-Dice preocupada.
Acacia: Espera ¿Qué le dirás a mis padres?
Zinnia: Déjamelo a mí, tu vete y ten mucho cuidado-Le entrega la maleta.
Acacia: Zinnia...
Zinnia: ¿Qué, señorita?
Acacia: Gracias-Abraza a la mujer y esta también abraza a la señorita.
Zinnia: Ya, vete que el tren se irá-Empuja a la princesa a dentro del tres haciendo que se tropezara y cayera-Lo siento.
Acacia: Tranqui, tranqui, estoy bien-Se pone de pie.
Las puertas del tren se cierran mientras que la princesa desde una ventana se despide de Zinnia, luego del que el tren se fuera la sirvienta algo asustada vuelve al castillo sin quitarse de la mente a la princesa luchando en el campo de guerra.
Zinnia: Por favor, que Dios la ayude y la proteja-Dice sosteniendo su collar con una cruz.
Al día siguiente, a lo lejos, un poco bastante, en el reino de Dondiego, justamente en el castillo se encontraba la reina sentada en su trono comiendo un pedazo de torta la cual saboreaba con gran sensualidad y exquisitez hasta que es interrumpida por su sirviente que entra con una carpeta llena de hojas, el hombre se tropieza torpemente tirándolas todas y recogiéndolas algo nervioso mientras que la princesa lo veía con mala cara.
Crisantemo: Lo-Lo lamento, reina Camelia-Recoge todos los papeles y los ordena.
Camelia: ¿A qué vienes, Crisantemo?-Le pregunta molesta pero manteniéndose seria a la vez.
Crisantemo: Le vengo a informar los su-sucesos más... más...
Camelia: Resúmelo-Le da un bocado a su torta.
Crisantemo: En el reino de Aster 2 sujetos trataron de secuestrar a la princesa-Al escuchar eso comienza a prestar más atención a su sirviente-Ambos fueron asesinados por el personal del castillo.
Camelia: ¡Que inútiles!-Grita furiosa y le lanza la torta al sirviente-¡Les dije que la mataran de una vez! ¡¿Por qué no me escucharon?!
Crisantemo: ¿Qué? ¿Usted los mando? ¿P-Pero porque?-Le pregunta sorprendido.
Camelia: Pues claro ¿Qué no te dije? Bueno, no importa-Apoya sus codos en el trono y mira pensante hacia el suelo-¿Cómo se llamaban? Randy... y el otro... el otro era... marco, marcus, algo así era, como sea, manda a los guardias para que quemen sus hogares.
Crisantemo: Pero reina ¿Cómo puede ordenarme eso?
Camelia: ¿Eh? ¿Me estas desobedeciendo?-El sirviente asustado hace una reverencia.
Crisantemo: No, mi reina.
Camelia: Muy bien, ahora... ¿Cómo está la princesita esa?
Crisantemo: Desapareció ayer en la noche, su madre, la reina al entrar en su cuarto supo que no estaba y no la han encontrado-Dice cabizbajo.
Camelia: ¿En serio?-Pregunta con una sonrisa de oreja a oreja-No me lo puedo creer, eso es tan genial, esto hace las cosas más sencillas-Se pone de pie y camina por la ventana, coloca su mano en esta viendo su reflejo y a la vez a su pueblo-Crisantemo, manda a que la busquen y que me la traigan, pero que no la maten, yo quiero tener ese honor-Sonríe-Pobrecita, quisiera ver su carita de niñita perdida.
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