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"La viejita" 🎈

Beverly intentó decir algo, pero estaba totalmente confusa y nerviosa con la presencia de aquella viejita que apenas podía ver, escondiéndose detrás de la puerta, parecía como si le tuviera miedo a Beverly y eso la incomodaba, aunque de igual manera tenía que decir algo.

- Um, disculpe.

La viejita se escondió detrás de la puerta por completo, sin cerrarla, Beverly no pudo evitar poner un gesto de extrañes, pero luego se relajó e intentó hablar.

- Solo me preguntaba si de casualidad vio a un chico como así de alto - señalo su estatura con la mano - ¿pasar por aquí? - No recibió respuesta, se puso más nerviosa, la viejita solo mirada atenta.

- Umm, tiene cabello negro, corto, casi siempre lleva shorts, es como de mi edad¿le suena conocido? - silencio..... - umm, ¿Bill Denbrough?

- Denbrough - susurró temblorosa la viejita.

- ¿Lo vio? - pregunta esperanzada.

- D.. denbrough - repite - G.. georgie Denbrough - susurra, mirando a ninguna parte en particular.

Beverly siente su piel chinita, ¿cómo sabía de Georgie? Aún así, trato de hablar normal.

- Si, su hermano - sonrió.

Las lágrimas comenzaron a llenar los ojos de la viejita.

- ¿E... está bien? - preguntó Bev asustada y nerviosa.

Su contraria miraba el suelo con una mirada tensa y los ojos llenos de lágrimas, de un momento a otro comenzó a tambalear y Beverly inmediatamente trató de sostenerla, vio un sillón en su sala, no se le ocurrió otra cosa que conducir a la viejita hacia el asiento para que pudiera sentarse y descansar.

La viejita se sentó y cerró los ojos con expresión de miedo, Beverly estaba completamente confusa, con la piel erizada ante la mención de la señora.

"Los perdedores tienen que saber de esto", pensó.

Acomodó una cobija que encontró sobre la viejita y salió de la casa en busca de los demás. En cuanto salió a la calle movió su mirada buscando cuando de pronto Ben iba pasando en su bisicleta - ¡Ben! - le gritó agitando su mano. Ben paró; - Tengo algo, vamos por los demás. 

Se subieron a su bicicletas a buscarlos por cuarta vez, "necesitamos radios" susurró.

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