Pov. Shisuka

Lo último que recuerdo, es a mi abuelo intentando salvarme, ¿pero de que? Tras pasar aquel portal no he visto nada, todo es oscuro y me siento flotar en un lugar desconocido.

¿Cuanto tiempo habrá pasado?

Aqui no existe algo como el sol o la luna, ni siquiera existe aquello llamado luz. Solo puedo pensar en que estoy en alguna clase de dimensión, pero aún sabiéndolo no sabria como regresar. No sabia como lucia mi cuerpo actualmente, ya que solo pensaba, más no sentía.

Bastante pasó según yo para que una pequeña luz comenzará a aparecer iluminando el lugar, pero lo que vi no me gustó nada. Criaturas extrañas atacando y devorando personas. ¿Asi lucia el mundo ahora? Pero antes de continuar con aquellas preguntas, una extraña sensación se estaba apoderando de mi. Después de eso, solo recuerdo que salí de un extraño capullo con una sensación que hace mucho no sentía.

Yo, me estaba moviendo.

Imágenes de lo que pasó llegaron a mi sin tener explicación, pero cada dato se mantenía en mi mente como si de una libreta se tratara. Esto comenzó a asustarme.

Al recuperar mi movilidad por completo, fui hacia donde sentía una energia que me llamaba a gritos. Era extrañó, pero sentía que necesitaban mi ayuda alli abajo.

Varios pasadizos fueron recorridos por mi en búsca de aquello que me rogaba por ayuda. Pero fue en un terreno lleno de casas en donde senti aquella esencia más potente. Entré sin dudar a aquel recinto y en una habitación me encontré con una escena triste y conmovedora. A aquellos seres yo los conocía, por medio de mis sueños habia seguido sus vivencias y conocía por lo que habian pasado.

Fue algo totalmente instintivo lo que hice, ya que al tocar con mis manos desnudas las suyas, una extraña energía comenzó a emanar de nosotros, cubriendo todo con un aura color dorado. Minutos después, aquellos cadáveres habian desaparecido para ser sustituidos por dos humanos con su misma alma. Ellos tenían el derecho a ser felices y yo no iba a negarles una oportunidad.

Asi fue como comenzó una nueva vida para mi, pero yo no estaba feliz. Me habian separado de mi familia cuando tenia una vida feliz y ¿que era ahora?  Una quimera sin familia ni hogar, pero eso podia arreglarse.

Miré mi reflejo desde unos vidrios y me alegre de que al menos mis ojos siguieran siendo los mismos. Mi antiguo cabello oscuro y avioletado, ahora era blanco en su totalidad, pero eso no era lo más impactante... ¡Yo, tenia orejas de gato!

¿Que edad tendrán mis hermanos actualmente? Tendría que encontrarmelos para averiguarlo, pero ese momento aún no llegaba. Voltee hacia las presencias que se encontraban a mis espaldas y observé a un chico de 16 años acompañado de una chica que parecía de 15.

[Meruem Y Komugi]

- ¿Por qué? - pregunto el chico con la misma voz que tenia antes - ¿Por que nos salvaste? - dijo contrariado, pero a mi no me gustaba perder el tiempo, asi que fui al grano para después caminar a la salida.

- Lo merecían, ahora disfruta tu vida humana con ella - le dije sin esperar ningún comentario de su parte, pero a diferencia de eso, comencé a sentir que me seguían.

- No me apartare de tu lado hasta saldar mi deuda - soltó el chico siendo secundado por la albina que ahora podía ver.

- Hagan lo que quieran - y dichas estas palabras, un viaje lleno de aventuras comenzó para los 3.