Capítulo 3
Ese día en la mañana nos despertamos muy temprano, antes de que saliera el sol. Me di un baño rápido con agua muy fría ya que necesitaba quitarme por completo las ganas de seguir durmiendo, pues la noche anterior fue un gran reto para mi poder dormir con tranquilidad, no podía dejar de pensar en lo que se avecinaba con este viaje; me vestí con una camisa negra de algodón con un pantalón del mismo color y unas botas de cuero color marrón oscuro, también un abrigo marrón un poco más claro que las botas y por último me recogí el cabello en un moño alto.
— ¿ya estas lista? — Pregunta Milena la madre de Diana así que le digo que si, ya ella estaba enterada de lo que hemos descubierto sobre mi, al enterarse sus ojos se llenaron de lágrimas alegando que los Dioses habían sido bondadosos al permitir que hubiese una esperanza para que el reino no siguiera en manos de gente tan vil— ya veo, fue bueno haberte tenido como invitada— se acerca y me toma de las manos — te deseo suerte en tu viaje, a todos, y que los Dioses estén con ustedes en cada paso que den.
Le sonrió a modo de agradecimiento, no cualquiera hubiera aceptado a una completa extraña en su casa, y realmente me siento apenada ya que sus tres hijos han decidido comprometerse en este viaje, Pero me tranquiliza saber que no estará sola ya que al parecer tiene un hermano que le hará compañía durante la ausencia de sus hijos. Milena sale de la habitación dejandome nuevamente sola.
Tomo el bolso que prepare junto a Diana el día anterior donde metí algo de ropa la cual fue proporcionada por Diana y su madre. Así que voy ligera, ya que no es que tenga mucho que llevar después de todo. Camino hacia el balcón y observó que afuera ya se encuentran Jhon y Jared, por lo que veo hablando. Cierro los ojos e intento relajarme antes de bajar a reunirme con ellos.
Abro los ojos y doy media vuelta para salir de la habitación, camino por el pasillo y bajo las escaleras. Todo aun se ve un poco oscuro, la única luz proviene del fuego en la chimenea. La puerta principal ya esta abierta así que salgo sintiéndome muy nerviosa.
—Giselle, buenos días— me saluda diana quien también carga un bolso en sus hombros, me acerco a ella viendo a mi alrededor extrañada de la ausencia de los hermanos de Diana— Tranquila, mis hermanos fueron en busca de los caballos— asiento con la cabeza y observo otros bolsos que se encuentran juntos en una esquina, estoy a punto de preguntarle a Diana sobre su contenido cuando escuchó varios pasos y al levantar la vista veo que son Jhon y Jared, que traen tres caballos tomados por las riendas.
—Buen día Giselle — saluda Jhon,seguido de eso le dice algo a Jared a lo cuelgo este asiente y toma las riendas de dos de los caballos para dirigirlos hacia algún tipo de carruaje de madera, mas bien parecido a una carreta ya que es completamente descubierto, con un asiento al frente, luego con espacio atrás con lo que parece otro asiento donde fácilmente podrían sentarse 3 personas — Ya casi estamos, solo subiremos las provisiones y el equipaje y ya estaremos listos para partir— Jared amarra a los dos caballos al pequeño carruaje y luego empieza a montar los bolsos que hace unos momento estaban en una esquina amontonados.
—Bueno ya pueden montarse —nos anuncia Jared a su hermana y a mi, así que ambas nos dirigimos al pequeño carruaje y con ayuda de Jared nos montamos en el ya que es un poco alto, luego Jared se dirige al frente y se sienta, tomando la rienda de los caballos — ¡Todo listo aquí Jhon!.
Jhon se acerca al carruaje montando un caballo negro.
—Muy bien, ahora escuchen con atención, varios de los hombres de mi equipo se encuentran rodeando el perímetro para asegurarnos de que no tenemos enemigos cerca, recuerden que debemos ser discretos, no hay que llamar la atención —dicho esto, Jhon da la media vuelta y se dirige a un lado de la carreta— Andando
Finalmente había llegado la hora, los caballos empezaron a relinchar e iniciaron la marcha, una sensación de muchos nervios se apodero de mi, no se lo que nos espera al salir de esté lugar.
Mientras avanzamos trato de distraerme observando el lugar las casas totalmente a oscuras, el silencio de la madrugada y la brisa fría que nos acompaña. Observó a Jhon a la cabeza y me doy cuenta de que con la manó hace algún tipo de señal hacía un grupo de arboles que se extienden a lo largo del camino dirigo mi mirada hacia ahí y al ver fijamente me doy cuenta de que hay una persona,éste hace un un asentimiento con la cabeza y luego se pierde de vista, unos minutos más tarde entiendo que debe ser aliado de Jhon ya que la misma escena se repite unas cuantas veces más a medida que avanzamos.
— Giselle toma, mi madre las hizo — tomó lo que me ofrece Diana, es un paquete envuelto en un material que desconozco. comienzo a desenvolverlo curiosa de saber su contenido.
Una capa perfectamente doblada de color negro, y bordado vinotinto con capucha incluida es lo que saco de aquel envoltorio.
—Esta preciosa— digo con sinceridad totalmente agradecida por el detalle.
—Pontela— Me sobresalto un poco al escuchar la voz demandante de el mayor de los hermanos. Sin embargo no digo nada y hago lo que dice.
Pronto veo como empieza a salir el sol, a traves de los arboles pronto se empiezan a colar, los rayos de luz.
Durante las siguientes horas del trayecto todos parecen concentrados en sus pensamientos, incluyéndome. Despues de todo aun toda esta situación parece un sueño de esos locos, pero es totalmente real...
***
Ya casi se esconde el sol, cuando comenzamos a vislumbrar luces y lo que parecen ser casas, probablemente sea una aldea.
Efectivamente confirmo que se trata de una aldea cuando llegamos a la entrada de la misma. A lo largo de la calle empedrada se pueden observar tantos modelos de casas, cada una tiene un estilo particular, me asombro a ver como los faros se mantienen suspendidos en el aire, a lo largo de la calle, cada uno de ellos con distintos colores, y al fijarme bien me doy cuenta de que las personas que se encuentran por la calle, no se tratan de simples personas, sus halas delatan su naturaleza de hadas.
Esto definitivamente es algo que si lo contará a alguien de mi colegio, de seguro me tachan de loca.
Sin embargo las miradas atentas de aquellos habitantes me inquietan un poco, ya que siento que con solo verme ya saben lo que pienso.
—tu no le prestes atención, las hadas son criaturas muy precavidas y recelosas con aquellos que no pertenecen aquí.—me dice Jared desde su lugar, devolviendole la misma mirada desconfianda a las hadas.
Poco a poco nos acercamos a una casa de ladrillos grises, esta transmite un aura algo tenebrosa, con las ventanas cerradas y el jardin carente bde colores y plantas.
El carruaje se detiene.
—Quedense aquí, no bajen hasta que se los ordene –Jhon nos advierte antes de bajarse del carruaje y dirigirse con paso firme hacia aquella casa.
En silencio tanto Jared, Diana y yo observamos como el mayor de los hermanos toca la puerta, y luego de unos segundos esta se abre, y me es imposible visualizar a la persona que lo ha recibido.
—Diana ¿donde estamos? –pregunto, ya que en realidad luego de salir de casa de Diana no he obtenido ningún tipo de información de hacia donde nos dirigimos y para que.
—Esta es una de las tantas aldeas de hadas, que se encuentran en toda Castia.
—Pero ¿por qué vinimos a está, específicamente?
—Si no me equivocó, creo que en esa casa vive alguien que nos puede ayudar a despertar tu verdadera magia, Giselle.
—¿mi verdadera magia? –la observo confundida, aun estoy hecha un lío respecto a todo esto.
—Ahí viene Jhon – dice Jared, a lo que rápidamente,volteo a ver hacia la casa, y si, Jhon viene hacia acá.
—Diana y Giselle, bajen y entren a la casa. Jared, tu me ayudaras a bajar el equipaje.
Todos hacemos rápidamente lo que Jhon nos pide, al ir acercandome a la casa, siento una extraña sensación, siento como si alguien me estuviese viendo, pero al mirar alrededor no veo nada sosopechoso a mi parecer.
—¿Estas bien?– me pregunta Diana.
—Si, si tranquila, no es nada – no pienso ponerme paranoica por algo que de seguro es solo mi imaginación.
Al entrar en la casa, me sorprendo a al ver que su aspecto
no tiene nada que ver con el exterior. Ya que adentro todo es muy elegante, ordenado y el aroma es muy dulce.
—Bienvenidas mis niñas — Observo a una mujer palida,alta con cabello blanco y largo, con un un vestido largo y de color negro. –tu debes de ser la hermana menor de Jhon.–habla con voz suave.
—Asi es, mi nombre es Diana– le responde cordialmente.
—Y tu...– me observa fijamente con sus ojos rojos como un rubi– Que curioso... ¿Como te llamas pequeña?
—Soy Giselle – me extraño al escuchar lo debil que sono mi voz.
—Asi que Giselle –su forma de sonreír hacia mi,debo admitir me da un poco de miedo, parece fascinada con mi presencia.
>>Bueno Diana y Giselle, bienvenidas, sientanse como en casa. ¿Les apetece algo, una bebida o un bocadillo?.
—Lo que usted quiera darnos, estara bien– le digo agradecida y algo cansada.
—Ya veo, le dire a la cocinera que les prepare algo entonces.
Con eso dicho, se voltea y en dirección a un pasillo, al estar volteada puedo observar unas hermosas alas doradas en su espalda.
—Es muy hermosa, pero algo extraña ¿no? – le comento a Diana.
—totalmente de acuerdo contigo – ambas reímos al saber que estabamos de acuerdo en eso.
Jared entra en compañia de su hermano,cargando el equipaje.
—Esta bien, deja eso allí –le indica Jhon a Jared.
—¿que hacen ahí paradas, ¿saben que pueden sentarse, verdad? – nos dice jared con un tono entre sarcastico y divertido.
Y en realidad Diana y yo nos vemos con cara de “estamos como tontas ¿no?” , asi que tomamos asiento en uno de los elegantes muebles, y wuao, si que se siente bien, luego de tantas horas de viaje.
Una chica joven aparece con una bandeja llena de bocadillos y bebidas, las deja sobre la mesa y luego se retira.
Se nota que hacia falta eso, cuando Jared, Diana y yo básicamente nos abalanzamos sobre la bandeja, mientras Jhon nos mira con desaprobación.
—Que bueno que les guste– me sobresalto un poco al escuchar la voz de la dueña de la casa, la cual ahora me doy cuenta no se su nombre. –Jhon tengo que hablar contigo.
Jhon solo asiente mientras se acerca a a ella.
—cuando terminen de comer, pueden tomar un baño, arriba estan sus habitaciones listas.—nos dice el hada con su sonrisa.
—Descansen, ya que a las dos de la mañana, necesito que esten listos, en especial tu Giselle.
No nos dan tiempo de decir nada ya que ambos nos dan la espalda perdiendose tras una puerta de aspecto extraño, ya que tiene lineas rojas y brillantes recorriéndola.
Al terminar de comer, seguimos las indicaciones de la chica que trajo las bandejas. Nos muestra la habitación de cada quien y desaparece nuevamente.
Al entrar observo que hay otra puerta, al asomarme me doy cuenta de que es el baño, ya que hay una bañera llena de agua.
No lo pienso dos veces antes de quitarme la ropa y meterme, siento como mi cuerpo se relaja con lo tibia que esta el agua.
Al terminar me doy cuenta de que no hay alguna toalla para secarme. ¿con que se supone que salga del baño?
Como si alguien leyera mi mente, una bata de seda aparece de la nada en mi manos. Me asusto al momento, no me esperaba eso.
No digo nada solo me la pongo y estoy lista para dormir, al ver la habitación me doy cuenta de que mis pertenencias se encuentran en un rincon al lado de la cama.
Ok eso es raro.
No le doy importancia, estoy muy cansada, asi que me acuesto sobre la cama e inmediatamente caigo en los brazos de morfeo.
Me despierto cuando siento que alguien me mueve desesperadamente.
—¡Giselle!, ¡Giselle! ¡Vamos despierta! –me levanto nerviosa al ver el estado de Diana.
—¿Qué pasa? Diana ¿que paso? –preguntó levantándome de la cama ya asustada
—Nos han descubierto, ellos saben que estas aquí, debemos apresurarnos.
Me jala del brazos, mientras tomamos el equipaje.
—Diana ¡debo ponerme algo de ropa!– recuerdo preocupada, no pienso salir en una bata de dormir.
—toma esto – me pasa una prenda que no recuerdo haber puesto en mi equipaje.
Rapidamente me cambio, y al hacerlo no se si es el vestuario mas adecuado, un vestido color vinotinto de manga larga y que me llega mas arriba de las rodillas.
—no tenemos tiempo para otra cosa– parece leer mi mente Diana.
Salimos de la habitación encontrándonos con Jhon y Jared, que al parecer venian camino a la habitación.
—¡Apresurence! Debemos llegar al bosque – alerta Jhon–
Bajamos las escaleras, rápidamente, todo esta en penumbras, lo cual no es buena señal.
—Ya están aquí – jhon dice con notable rabia en su voz. – escuchen con atención, no estamos solos, tengo hombres vigilando los alrededores, sin embargo eso no ha evitado que los aliados de las sirenas nos encontraran.
>>Han venido a por ti, Giselle, asi que quiero que no te despegues de Jared en ningún momento, ya le he dado indicaciones de lo que tiene que hacer.
—¿y Diana? –interviene Jared, preocupado por su hermana, a lo cual lo apoyo.
—Diana tu te quedas conmigo, hasta que consiga a alguien que te lleve al bosque.
Me sobresalto cuando el vidrio de una de las ventanas estalla repentinamente, a lo cual le siguen las demás.
—¡Vamonos! – sin darme tiempo a reaccionar Jared toma mi mano y comienza a guiarme hacia uno de los pasillos de la gran casa. Volteo hacia donde los dejamos a Diana y Jhon.
Por favor que esten bien.
Jared me guía hacia el final de un pasillo y me quedó paralizada cuando una figura se atraviesa en medio del pasillo.
Inmediatamente Jared desenvaina su espada, mientras me coloca tras su espalda.
Inmediatamente aquel ser ataca con algún tipo de poder, a lo que rápidamente Jared nos empuja hacia la izquierda.
—maldicion, ¿por que tenían que ser siberanos?– dice jared mientras se levanta, yo imitó su acción sin saber que decir –
—¿Enserio dejaron que un niño como tú, protegiese a la ultima de los Kastars? –escuchamos su voz totalmente llena de malicia acercándose a nosotros.
—Ja, creeme, este niño, como tu dices será lo último que veas.
Con eso dicho Jared se enfrenta a aquella criatura esquivando sua ataques con gran habilidad, hasta que logra estar frente a él, veo como aquella criatura saca una espada tambien y lo único que se escucha es el chocar de las espadas.
Me siento inutil solo viendo aquella escena asi que rápidamente busco algo con lo que pueda defenderme, pero al no encontrar nada hago lo primero que se me viene a la cabeza.
—¡Hey criatura tonta! – grito intentando llamar su atención, la cual consigo, logrando que este baje la guardia.
Y sonrió complicida, al ver que Jared entendio mi acción, escanjando su espada en el pecho de aquella criatura, al estar distraído.
—Nada mal –me sonrie – debemos seguir.
Camino hasta quedar a su lado y avanzamos hasta llegar a lo que parece una cocina, hay una puerta grande y madera gruesa.
La abrimos, y está nos dirige hacia el exterior, Jared toma mi mano nuevamente mientras nos dirige hacia los arboles, veo un caballo amarrado a uno de los troncos. Rápidamente Jared lo desata y se monta sobre el.
—ven sube – no lo pienso dos veces y tomo su mano para luego montarme en el caballo.
Jared toma las riendas y comienza a cabalgar, a lo que yo lo abrazo por la espalda para no caerme. En el camino puedo observar otras criaturas parecidas a aquella que nos atacó en la casa, luchando con varios hombres, se escuchan las espadas chocar y explosiones en diferentes lugares.
El caballo corre a gran velocidad, y yo tengo mucho frio.
—ya casi – me informa Jared, a lo que yo asiento, no se a donde nos dirgimos pero confio en el plan de Jhon.
Observo la figura de una mujer, de espaldas en lo que parece un lago, al acercarnos más me doy cuenta de que se trata de La dueña de la casa.
El caballo se detiene y Jared me dice que baje, lo cual hago con cuidado, luego el lo hace.
—Giselle, que bien te sienta ese color– se dirige a mi la elegante hada, como si en estos momentos su casa no fuera un campo de batalla.
—Gracias, pero, ¿por que éstas aquí? — su tranquilidad me inquieta.
—Eso es facil, es hora de que despiertes Giselle –sonrie– y yo me encargare de que eso suceda.
—¿A que te refieres? –le digo un poco confundida por su respuesta.
—Tus poderes y tus recuerdos fueron sellados – me dice Jared a mi lado, su cara en estos momentos denota seriedad – tu solo has lo que ella te pida.
— Acercercate, no nos queda mucho tiempo – habla el hada con un poco de inquietud.
Indecisa me acerco a ella, ella toma mi mano y me jala mas cerca, intento retroceder pero no me deja.
Corta un pequeño mechon de mi cabello, y en una de sus manos hace aparecer un tipo de fuego rosado con azul, y deja caer el mechón de cabello en ella a lo que esta parece brillar con mas intensidad.
Mi corazón se detiene cuando dirige aquel fuego hacia mi, cierro mis ojos esperando el impacto, pero nunca llega.
Al abrirlo me encuentro rodeada de un circulo hecho de aquel fuego, pero no me toca.
—Has dormido por mucho tiempo, has crecido lejos de casa. Pero hoy con la luna, el firmamento y los cuatro elementos como testigos yo Harue te despierto, invocó el poder infinito de la sangre real que corre por tus venas.
>>Despersae den prencess, ala, eir volve, vaive a reina. If hais.
Cierro los ojos ante él dolor que mi cuerpo esperimenta, siento las llamas han subido y rodean mi cuerpo completamente.
Una extraña sensación recorre mis venas, duele, duele mucho.
Quiero que pare.
Por favor.
Las palabras se quedan en mi garganta, no logro articular palabra alguna, sólo puedo gritar.
Él dolor incrementa, y lo ultimo que se es que muchos recuerdos pasan por mi mente como una película, sentimientos se apoderan de mi siento como las lágrimas se deslizan por mis mejillas.
¡No!
Mamá, papá.
Nota de autora:
Holaaaa bueno nuestra querida princesa ha despertado y con ella sus poderes.
¿que tal les ha parecido el capítulo?
El siguiente capítulo sera narrado, por el gran protector de nuestra Giselle, ya quiero que lo conozcan 😊😊😊
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