Capitulo 7
Pasaron dos días desde que Jungkook se adentró en la selva, sumido en sus pensamientos y tratando de desentrañar la conexión que sentía con la niña. En la casa, Taehyung se encontraba en un dilema. La pequeña Min-Ji había estado preguntando sobre su otro padre, y la pregunta lo tomó por sorpresa.
-¿Cómo se llama mi otro papá, papi? -preguntó ella con sus grandes ojos brillantes, llenos de curiosidad.
Taehyung se quedó en silencio, luchando con sus propias palabras. Nunca había revelado la verdad completa; solo había compartido fragmentos, recuerdos vagos cuando ella aún estaba en su vientre. Finalmente, decidió sentarla en el sofá, buscando las palabras adecuadas.
-Tu padre se llama Jungkook -comenzó, sintiendo el peso de la revelación. Su corazón latía con fuerza-. Es... es especial, igual que tú. Tienen muchas cosas en común, como... como sus cuatro brazos.
La niña lo miró con atención, su expresión inocente iluminando el ambiente. Después, con entusiasmo, empezó a mover sus brazos.
-¿Papi, papi? ¡Yo también tengo cuatro brazos y otras cosas más!
Taehyung sintió una punzada de miedo al escuchar eso. ¿Cómo era posible? Cuando Min-Ji se dio la vuelta, él vio que de su espalda emergían cuatro tentáculos, brillantes y vivos. El corazón de Taehyung se detuvo por un momento.
-¿Cómo pasó eso? -preguntó, su voz temblando con una mezcla de sorpresa y temor.
-Hoy me salieron, ¡mira! -exclamó Min-Ji, saltando de alegría.
Pero el espectáculo fue demasiado para Taehyung. La visión de su hija, con esos tentáculos que representaban algo que él no podía entender, lo abrumó. Se desmayó, cayendo al suelo con un golpe sordo.
Min-Ji se asustó, sus ojos llenos de lágrimas. Se acercó a su padre, agachándose a su lado, llamándolo.
-¡Papi! ¡Papi! -gritó, su voz entrecortada por el llanto.
En medio de su confusión, Min- ji recordó a la persona con la que había hablado mentalmente, su mente se centró en Jungkook. La conexión se activó
-Señor... señor Jungkook,- pensó Min-Ji, su mente envuelta en preocupación.
Jungkook estaba en medio de una siesta cuando fue despertado abruptamente por los pensamientos de la niña. Se sentó de un salto, confuso.
-¿Qué pasa? -preguntó, sintiéndose desorientado.
-¡Mi papi Tae! -respondió Min-Ji con urgencia-. ¡Se cayó al piso y está durmiendo!
Jungkook frunció el ceño, preocupado.
-¿Qué le pasó? -inquirió, su corazón latiendo más rápido.
Con la voz temblorosa, Min-Ji le contó lo que había ocurrido, cómo había mostrado sus nuevos tentáculos a Taehyung. La imagen de el desmayándose lo hizo soltar una carcajada imprevista. La risa se desbordó de él, durando varios segundos, al imaginar a Taehyung en ese estado.
-¡Echa agua encima de él! -dijo Jungkook, sintiéndose divertido por la idea.
La niña, muy obediente, corrió a buscar unos cubitos de agua del baño y comenzó a arrojarla sobre su padre. Cuando terminó, Min-Ji sonrió, satisfecha.
-¡Ya está, papi! -anunció, riendo.
Jungkook, aún riendo al imaginar la escena de Taehyung empapado, le dijo:
-Ve a dormir, pequeña. Tu papi Tae va a despertar solo.
Después de unos minutos, Taehyung comenzó a despertar. La confusión llenó su mente mientras se encontraba empapado y mirando a su alrededor. Su corazón se aceleró al pensar en la posibilidad de que alguien hubiera llevado a Min-Ji. Al no verla a su lado, el pánico se apoderó de él.
-Min-Ji... -susurró, levantándose rápidamente.
Pero entonces, su mirada se posó en la casita de muñecas, donde la pequeña dormía plácidamente. Un alivio abrumador lo inundó, y su corazón volvió a latir con calma. Se acercó a ella, la contempló mientras soñaba, sus pequeños brazos estirados, y una sonrisa se dibujó en su rostro.
-Todo está bien, pequeña -murmuró, acariciando su cabello.
Mientras la observaba, recordó sobre Jungkook y los tentáculos, y se sintió abrumado por la responsabilidad de ser su padre. No sabía qué significaba esto para el futuro de su familia, pero una cosa estaba clara: estaba dispuesto a protegerla, incluso si eso significaba enfrentarse a sus propios miedos y verdades ocultas.
Jungkook seguía riéndose, imaginando la escena de Min-Ji arrojándole agua a Taehyung. La imagen le provocaba una dosis de alegría que no había sentido en mucho tiempo. Sin embargo, su risa se detuvo de golpe cuando un pensamiento lo golpeó con fuerza: la niña le había llamado "papi". Esa palabra resonó en su mente, dejándolo en shock.
-¿Esa niña puede ser mi hija?, -se preguntó, sintiendo cómo la confusión lo envolvía. La idea era abrumadora. Había pasado tanto tiempo lidiando con su propia historia, con su pasado y sus errores, que la posibilidad de ser padre le causaba una mezcla de temor . ¿Acaso había algo más que una simple conexión mental entre ellos?
Mientras tanto, Taehyung se había ido a cambiar de ropa, intentando recomponerse. Después de una hora, Min-Ji se despertó y parpadeó, confundida al ver a su padre a su lado.
-¿Papi? -preguntó, frotándose los ojos.
-¿Estás bien, pequeña? -le preguntó Taehyung, preocupado.
-Sí, papi. -ella sonrió, y su inocencia lo reconfortó.
-¿Y tus tentáculos? -inquirió, recordando lo que había visto antes de desmayarse.
-Están guardados en mi espalda -respondió ella, con la naturalidad de un niño de dos años que ya comprendía más de lo que su padre podía imaginar.
Taehyung la miró, sorprendido por su inteligencia. La curiosidad lo llevó a hacer otra pregunta.
-¿De dónde sacaste el agua, Min-Ji?
La niña tomó su mano con entusiasmo y lo llevó al baño, señalándole el inodoro.
-De ahí, papi. -dijo, su rostro iluminado con una mezcla de orgullo y diversión.
Taehyung frunció el ceño, una expresión de asco apareciendo en su rostro al pensar en el agua del inodoro. Se llevó una mano a la cara, tratando de procesar la situación.
-Bueno, eso no es exactamente agua para jugar, pequeña. -dijo, intentando mantener la calma.
Decidió que era mejor distraerla. Se acercó al televisor y encendió un canal de dibujos animados, buscando algo que pudiera captar su atención. Min-Ji se sentó con entusiasmo, riendo y aplaudiendo mientras los personajes danzaban en la pantalla. El sonido de sus risas llenó la habitación, y Taehyung sintió que la ansiedad se disipaba un poco.
-Voy a darme una ducha rápida, ¿está bien? -le preguntó, y ella asintió sin apartar la vista de la televisión.
Mientras se duchaba, su mente seguía girando en torno a Jungkook y a la niña. ¿Qué significaba todo esto? ¿Por qué su hija estaba teniendo todo de el? La imagen de Jungkook, lo inquietaba. Había tanto en juego, y se sentía atrapado entre dos mundos: el pasado que había intentado dejar atrás y el futuro que parecía abrirse ante él de maneras inesperadas.
Cuando terminó su ducha, se sintió renovado, aunque la incertidumbre seguía acechando. Al salir, encontró a Min-Ji sentada en el suelo, absorta en los colores y las aventuras de los dibujos animados. Se agachó a su nivel, sonriendo.
-¿Te está gustando, pequeña?
-Sí, papi. ¡Son divertidos! -respondió ella, y Taehyung sintió una oleada de ternura.
Mientras la miraba, se dio cuenta de que debía ser honesto con ella, aunque su corazón temblara ante la idea de revelarle la verdad sobre Jungkook. Pero por ahora, disfrutó de ese momento simple, lleno de risas y colores, decidido a proteger su felicidad.
Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste 💞🥰
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