Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 5

Los días después del primer cumpleaños de Min-ji transcurrieron con una mezcla de alegría y tensión. Taehyung se dedicó a observar a su hija con una atención renovada, cada gesto y cada risa se convirtieron en momentos preciados. Sin embargo, las dudas y temores sobre su herencia seguían acechando en su mente. ¿Cómo iba a manejar la dualidad de su naturaleza? ¿Y cómo podría Jungkook ayudarles, o incluso entender lo que estaba sucediendo?

Un año después

Una tarde, mientras jugaban en el jardín, Taehyung decidió intentar hablar con Min-ji sobre lo que había notado.

-¿Puedes mostrarme qué puedes hacer?-le preguntó con suavidad, intentando que el tono de su voz no sonara demasiado serio. Min-ji lo miró con curiosidad, como si comprendiera la importancia de su pregunta.

Para su sorpresa, Min-ji comenzó a reír y, con un gesto juguetón, levantó los brazos. Taehyung se quedó boquiabierto al ver cómo, en un instante, los dos brazos adicionales se manifestaron, moviéndose con una gracia infantil.

–¡Mira, papá!, -exclamó, su voz llena de alegría.-¡Soy una mariposa!

Era un espectáculo impresionante, pero Taehyung sintió que el corazón se le encogía.

–¿Y puedes esconderlos?- preguntó, sintiendo una mezcla de temor y admiración. Min-ji asintió, y en un parpadeo, los brazos volvieron a desaparecer, como si nunca hubieran existido. La habilidad de su hija para controlar su apariencia era asombrosa, pero también desconcertante.

-Eres increíble, Min-ji,- dijo Taehyung, abrazándola con fuerza.
-Pero necesitas siempre ser cuidadosa. Hay cosas en el mundo que no entenderían lo especial que eres.-Mientras hablaba, se dio cuenta de que el miedo que sentía no solo venía de lo desconocido, sino también del deseo de proteger a su hija de cualquier daño.

Con el paso de los días, Taehyung decidió que era hora de buscar respuestas. La conexión de Min-ji con Jungkook no solo era un vínculo de sangre, sino también un lazo profundo que necesitaba ser explorado. Sin embargo, la idea de que Jungkook pudiera regresar lo llenaba de ansiedad y un temor enorme. ¿Estaría listo para aceptar lo que había en su hija? O ¿Lo peor saber que tiene una?

Mientras Jungkook se adentraba más en la selva, la sensación de ansiedad se hacía cada vez más intensa. Era un susurro persistente, una dulce voz que parecía llamarlo desde lo más profundo de su ser. No era solo un eco de sus pensamientos, sino algo más, algo que vibraba en el aire denso y húmedo que lo rodeaba. Su corazón latía con fuerza, como si intentara comunicarse con él, pero Jungkook optó por ignorar esos sentimientos.

-Debo concentrarme,- se decía, tratando de ahogar la inquietud que crecía dentro de él. Con cada golpe de su hacha sobre la madera y cada figura que esculpía, su mente se esforzaba por mantenerse en el presente. La selva era un lugar de refugio, un espacio donde podía canalizar su energía, pero la voz continuaba susurrando, entrelazándose con el canto de las aves y el murmullo del viento.

medida que pasaban los días, Jungkook se sumergió en su trabajo, creando figuras cada vez más complejas. Cada tallado era un intento de capturar algo que no podía entender, una representación de la lucha entre su instinto y su razón. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo por concentrarse, la voz seguía persistiendo, trayendo recuerdos de Taehyung que lo llenaban de nostalgia y anhelo.

-Quizás es solo el cansancio-, pensó, intentando justificar la sensación casi etérea que lo envolvía. Pero, en el fondo, sabía que había algo más. Era una conexión que lo llamaba, como un hilo invisible que lo unía a alguien. Sin embargo, prefería no pensar en ello, temeroso de lo que podría significar.

Cada noche, mientras se sentaba junto a la fogata, la voz se hacía más clara.

-Papá... murmuraba, y aunque no entendía de dónde provenía, había un tono familiar en ella que lo hacía sentir a la vez reconfortado y inquieto. Era como si la selva misma estuviera tratando de darle un mensaje, de revelarle algo importante que había estado ignorando.

Aunque se sentía cada vez más ansioso, Jungkook decidió canalizar esa energía en su trabajo. Talló figuras que representaban animales majestuosos, guerreros fuertes, y criaturas de la selva que simbolizaban su propia lucha interna. Pero mientras lo hacía, no podía evitar que su mente divagara. La imagen de Taehyung se entrelazaba con la voz que resonaba en su interior.

-¿Qué estás tratando de decirme?,- se preguntó en voz baja, sintiendo que la selva lo observaba. Pero la respuesta nunca llegó, y con cada día que pasaba, la ansiedad se convertía en un peso cada vez más difícil de llevar. Era como si algo estuviera a punto de revelarse, pero él se negaba a escucharlo.

Finalmente, una noche, mientras la luna llena brillaba con intensidad, Jungkook se sentó en la entrada de su refugio, sintiendo que la selva pulsaba a su alrededor. Esa noche, la voz se volvió más clara que nunca, y en un momento de vulnerabilidad, decidió dejar de luchar contra ella.

-Taehyung... -susurró, sintiendo el calor de su nombre en sus labios. En ese instante, comprendió que la voz era un llamado, un eco de su amor y de su conexión. La ansiedad que había estado sintiendo no era solo miedo, sino un profundo anhelo por volver a estar con el, por descubrir la verdad que había estado ignorando.

Mientras Jungkook caminaba por la selva, la sensación de vacío se intensificaba. Cada paso que daba lo acercaba más a su hogar, pero también lo llenaba de una profunda tristeza. La ausencia de Taehyung se hacía insoportable, y la culpa lo atormentaba como un eco constante en su mente. Sabía que había sido él quien, en un momento de rabia y desesperación, había dejado que su instinto primitivo tomara el control. Esa sombra de su pasado lo seguía, susurrándole que había cruzado una línea de no retorno.

-Si tan solo hubiera podido controlarme, -pensó, sintiendo que la presión en su pecho se hacía más pesada. La voz que lo había estado llamando ahora se transformaba en un murmullo de reproches, como si la selva misma le recordara la carga que llevaba.

-Taehyung... perdóname,- murmuró, sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos. La culpa lo consumía, y en su mente, la imágen de su taehyung sonriendo o comiendo la carne que el le daba, se entrelazaban con recuerdos de su furia desenfrenada.

A medida que se adentraba más en la espesura, comenzó a escuchar una voz más clara, más insistente.

-No puedes escapar de lo que hiciste-, susurraba, resonando en su mente como un mantra. Era una voz que parecía venir de su propio ser, una manifestación de la culpa que lo consumía. La sensación de que nunca podría redimirse se apoderaba de él.


Les traigo un nuevo capítulo
Espero les guste 🥰💞

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro