Capitulo dedicado a CatalinaGzlez1225 gioap37 por haberlas hecho llorar con el one shot 🥰

El líder de los militares, con la inquietud burbujeando en su interior, decidió que debía investigar por su cuenta. Había notado cómo el gobernador Taehyung se ponía extremadamente nervioso durante su última visita, y eso solo aumentaba sus sospechas. Además, la desaparición de sus hombres no podía ser un simple accidente.

Al día siguiente, decidió enviar a uno de sus hombres a la casa de Taehyung para observar y reportar cualquier actividad sospechosa. Él mismo lo llevó hasta un punto a una distancia segura, asegurándose de que el soldado tuviera una buena vista de la casa.

-Mantente alerta. Si ves algo extraño, informa inmediatamente -le ordenó, su voz grave y autoritaria.

El soldado asintió y se dirigió hacia la casa, mientras el líder se alejaba, sintiéndose cada vez más inquieto. La intuición le decía que había algo más en la historia de Taehyung, y estaba decidido a desenterrar la verdad.

Mientras tanto, en la casa de Taehyung, Jungkook estaba sentado a la mesa con Min-Ji, disfrutando de un momento tranquilo. Taehyung estaba en la cocina, cocinando lo que sería una comida sencilla pero nutritiva. El aroma llenaba el aire, y Min-Ji observaba con curiosidad.

-Esto me quedará en una muela -dijo Jungkook, mirando el plato que Taehyung había preparado.

Taehyung se giró, con una ceja levantada.

-Jungkook, tendrás que aprender a comer mientras estemos aquí. No podemos ser selectivos -respondió, una leve sonrisa jugando en sus labios.

Min-Ji, que había estado escuchando, miró a Jungkook con curiosidad.

-¿Papi Jungkook, cuándo vamos a volver a comer esa sabrosa carne de nuevo? -preguntó, sus ojos brillantes de emoción.

Jungkook se volvió hacia ella, sintiendo un profundo orgullo por su pequeña.

-Pronto, mi hermosa hija. Pero por ahora, tenemos que disfrutar de lo que tenemos. -dijo, intentando mantener el ánimo ligero.

Taehyung se acercó a la mesa con platos humeantes, colocando la comida frente a ellos.

-Coman, que es hora de alimentarse. -dijo con una sonrisa, sintiéndose un poco más en el control de la situación.

Min-Ji comenzó a comer con entusiasmo, disfrutando de cada bocado.

-¡Esto está rico, papi Tae! -exclamó, y Taehyung sintió que su corazón se llenaba de alegría al ver a su hija tan feliz.

Jungkook tomó un bocado, aunque todavía tenía en mente lo que había discutido con Taehyung sobre la comida que necesitaban para Min-Ji. Sin embargo, no podía evitar sentirse un poco más ligero al ver cómo Taehyung estaba intentando hacer que la situación fuera lo más normal posible.

-Vez, mi hija sí sabe de buenos gustos -dijo Jungkook, mirando a Min-Ji con admiración.

Min-Ji sonrió, sintiendo que sus padres estaban orgullosos de ella. La comida continuó, y aunque el ambiente estaba lleno de risas y alegría, en el fondo, la sombra de la incertidumbre seguía acechando.

Cuando terminaron de comer, Taehyung se levantó para limpiar, mientras Jungkook se quedó con Min-Ji, disfrutando de la tranquilidad del momento. Sin embargo, Jungkook no podía evitar pensar en lo que podría suceder si los militares decidían investigar más. La situación era frágil, y debían estar preparados.

-Min-Ji, ¿te gustaría ayudar a papi Tae a limpiar? -preguntó Jungkook, intentando distraerla.

-¡Sí! -respondió la pequeña con entusiasmo, saltando de su silla.

Mientras Min-Ji corría hacia la cocina, Jungkook se quedó sentado, sintiendo que la calma era engañosa. Tenía que avisar a Taehyung sobre la posible llegada del soldado militar que había sido enviado a espiar y el estaba esperando.

-Taehyung -dijo, acercándose a la cocina-. Creo que debemos hablar de algo importante.

Taehyung giró la cabeza, viéndolo serio.

-¿Qué sucede? -preguntó, sintiendo que el aire se volvía denso.

-Me preocupa que los militares estén más cerca de lo que pensamos. Un soldado está en camino. Debemos estar listos -dijo Jungkook, sintiendo que el tiempo se volvía crucial.

La preocupación llenó los ojos de Taehyung.

-¿Tienes alguna idea de por qué? -preguntó, sintiendo que la presión aumentaba.

-No, pero tenemos que prepararnos. No podemos permitir que descubran a Min-Ji -respondió Jungkook, decidido.

Mientras tanto, Min-Ji entró en la cocina, feliz con su tarea de ayudar. Pero, sin saberlo, la sombra de la amenaza se cernía sobre ellos, y el tiempo se estaba agotando.

Mientras Jungkook y Taehyung hablaban sobre cómo manejar la situación con los militares, los planes y las preocupaciones comenzaron a mezclarse en un caos de ideas. Estaban tan absortos en la conversación que no se dieron cuenta de que Min-Ji, con su curiosidad infantil, se había acercado a la ventana.

Desde allí, vio a un militar merodeando, su figura oscura destacando contra la luz del sol. La imagen de un extraño fuera de su hogar despertó un instinto primal en ella. Sin pensarlo dos veces, Min-Ji sintió que la idea de la carne fresca la atraía.

-¡Mmm, sabrosa! -murmuró para sí misma, y, en un acto impulsivo, salió al patio en silencio.

El militar, al verla, frunció el ceño.

-¿Hay alguien más ahí? -preguntó en voz baja, sintiendo que la situación era extraña.

Min-Ji se acercó a él, sonriendo inocentemente y abrazándolo. Su mirada era tan angelical, tan pura, que el militar se sintió momentáneamente desconcertado. Pero, de repente, la expresión de la pequeña cambió. Sus ojos se tornaron rojos, y el militar se quedó paralizado por un instante, comprendiendo que no era una niña común.

-¡No! -gritó el militar, retrocediendo un paso, pero Min-Ji ya había comenzado a transformarse, el aura de poder que emanaba de ella era palpable.

En un intento desesperado por controlar la situación, el militar sacó lentamente su arma y, sin tiempo que perder, aplicó un electroshock a Min-Ji. El grito desgarrador de la pequeña resonó por todo el patio, y su cuerpo cayó al suelo, inconsciente.

El sonido del grito atravesó el aire como un rayo, y Taehyung, con el corazón en la garganta, salió corriendo hacia el patio. Cuando llegó, la escena lo golpeó como una ola de frío. Allí estaba su hija, tendida en el suelo, el con lágrimas en los ojos y una expresión de terror en su rostro.

-¡Min-Ji! -gritó Taehyung, desesperado, mientras sus lágrimas comenzaban a brotar. Su corazón se rompió al ver a su pequeña herida.

El militar, viéndolo acercarse, mantuvo su mirada seria.

-Ella es un monstruo -dijo, como si esa frase pudiera justificar lo que había hecho.

Pero antes de que Taehyung pudiera responder, una figura oscura apareció detrás del militar. Era Jungkook, su presencia imponente iluminada por el sol. Su mirada estaba cargada de furia.

-No debiste tocar a mi hija -dijo Jungkook, su voz grave y fría, un eco de peligro que resonó en el aire.

El militar se giró rápidamente, sintiendo el cambio en la atmósfera. Jungkook se movió con la agilidad de un depredador, y el miedo se apoderó del hombre al darse cuenta de que había cometido un error fatal.

-¡No! ¡Es solo una niña! -gritó el militar, al ver la ferocidad en los ojos de Jungkook.

Pero Jungkook no iba a permitir que eso se convirtiera en una justificación. El dolor y la rabia se unieron en su interior, y en un movimiento rápido, se abalanzó sobre el militar. Con una fuerza sobrehumana, lo derribó al suelo, inmovilizando su cuerpo.

-Nunca más volverás a tocarla. -dijo Jungkook, su voz hizo un susurro helado mientras miraba fijamente al hombre, quien se encontraba paralizado por el miedo.

Taehyung, aún arrodillado junto a Min-Ji, sintió un torrente de emociones. La escena que se desarrollaba ante él era una mezcla de horror y alivio. Sabía que Jungkook estaba actuando por su hija, pero la violencia lo aterrorizaba.

-¡Jungkook, no! -gritó Taehyung, tratando de detenerlo-. ¡No podemos convertirnos en eso!

Jungkook giró su mirada hacia Taehyung, y en sus ojos brillaba la tormenta de emociones.

-¿Qué más puedo hacer? -respondió, su voz cargada de frustración-. Si no lo detengo, ¿qué pasará cuando regrese con más hombres?

La tensión en el aire era palpable, y Taehyung sintió que el tiempo se detenía. La vida de Min-Ji estaba en juego, y sabía que debían actuar con rapidez.

-¡Ayúdame a levantarla! -dijo Taehyung, volviendo su atención a Min-Ji, quien yacía inmóvil en el suelo.

Jungkook asintió, sintiendo la urgencia de la situación. Se inclinó, ayudando a Taehyung a levantar a Min-Ji y llevarla de vuelta a la casa. El militar, aún en el suelo, los miraba con terror, incapaz de moverse.

Una vez dentro, Taehyung colocó a Min-Ji en el sofá, su rostro pálido y su respiración irregular. La preocupación llenó su corazón mientras Jungkook se acercaba para examinarla.

-¿Está bien? -preguntó, su voz baja y tensa.

-No lo sé. Solo está desmayada. -respondió Taehyung, sintiendo que la desesperación lo invadía.

Jungkook se quedó observando a Min-Ji, sintiendo que la furia en su interior comenzaba a desvanecerse. La pequeña era todo lo que tenían, y no podía permitir que nada le pasara.

-Vamos a mantenerla a salvo. -dijo Jungkook, sintiendo que la determinación comenzaba a renacer en él-. Debemos llevarla a un lugar seguro y asegurarnos de que ese militar no pueda hacerle daño.

-Sí. Pero ¿qué hacemos con él? -preguntó Taehyung, sintiendo que la presión aumentaba nuevamente.

Jungkook miró hacia la puerta, donde el militar seguía tendido en el suelo, temblando por el miedo de lo que había visto.

-Lo dejaremos aquí, pero no podemos permitir que vuelva. Necesitamos asegurarnos de que no hable con nadie sobre lo que ha visto -dijo Jungkook, sintiendo que su mente comenzaba a trabajar en un plan.

-No podemos matarlo, Jungkook. No quiero que vayamos por ese camino -dijo Taehyung, sintiendo que la lucha interna continuaba.

-No lo haré. Pero necesitamos asegurarnos de que no vuelva. -replicó Jungkook, sintiendo que la urgencia comenzaba a llenar el aire.

Ella solo tenía hambre 🫣😅

Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste 💞🥰
¿Uds creen que Jungkook, dejará vivo al militar?