Capitulo dedicado a kristinasanchez037 LizetRodriguez530 por haberlas hecho llorar con el one shot

Jungkook salió de la casa, sintiendo la brisa fresca de la noche acariciar su rostro. Se detuvo en el patio, mirando hacia el horizonte, donde la oscuridad se fusionaba con las sombras de los árboles. Su mente estaba llena de pensamientos sobre Min-Ji; sabía que tenía que hacer todo lo posible para protegerla. La idea de que su hija pudiera ser descubierta o herida lo llenaba de una desesperación profunda.

-No puedo dejar que esto le pase a Min-Ji -murmuró para sí mismo, apretando los puños-. Debo encontrar la manera de mantenerla a salvo.

Mientras meditaba sobre esto, Taehyung se quedó dentro de la casa, sintiéndose abrumado. La decisión de Jungkook de salir lo llenó de inquietud, y la culpa lo consumía. Sabía que su error lo había llevado a un lugar oscuro, y la idea de que Jungkook estuviera en peligro lo aterrorizaba.

Sin pensarlo, Taehyung tomó una decisión. Se dirigió hacia la ventana, mirando a Jungkook en el patio. Era hora de cambiar su enfoque. No podía seguir siendo gobernador si eso significaba poner en riesgo a su familia.

-Voy a renunciar -dijo en voz baja, sintiendo que era la única manera de proteger a Min-Ji y a Jungkook.

Justo cuando se dirigía hacia la puerta para salir al patio, un golpe firme resonó en la puerta principal. Taehyung se detuvo en seco, su corazón se aceleró.

-¿Quién será a esta hora? -se preguntó, sintiendo el miedo apoderarse de él.

Al abrir la puerta, se encontró de frente con dos camiones de militares estacionados en su jardín. El jefe de los militares, un hombre robusto con una mirada seria, se acercó.

-¿Está bien, gobernador? -preguntó, su tono formal y directo.

Taehyung sintió que su estómago se retorcía.

-Sí, claro, todo está bien -respondió, intentando sonar convincente, aunque su voz temblaba ligeramente.

Por dentro, estaba aterrorizado. La posibilidad de que descubrieran a Jungkook, y aún peor, a Min-Ji, lo mantenía al borde del pánico.

-Hemos estado intentando contactar a los chicos que vinieron a verlo, pero no hemos tenido respuesta -dijo el jefe militar, su mirada fija en Taehyung-. Necesitamos asegurarnos de que todo esté en orden.

Taehyung tragó saliva, sintiendo que el miedo lo invadía. Tenía que actuar rápido.

-Nadie ha venido por aquí. No hay nada de qué preocuparse. -dijo, su voz sonando más firme de lo que se sentía.

Los militares intercambiaron miradas, y Taehyung se sintió aún más nervioso.

-Entendido, gobernador. Solo queríamos asegurarnos de que todo estuviera bajo control. -dijo el jefe, pero su tono denotaba una sospecha latente.

Sí, todo está bajo control. -repitió Taehyung, intentando cerrar la puerta lentamente.

-¡Un momento! -interrumpió el militar-. ¿Podemos entrar y revisar? Solo queremos asegurarnos de que no haya problemas.

El corazón de Taehyung se detuvo. Estaba a punto de ser descubierto.

-No, no es necesario. -dijo rápidamente-. Estoy seguro de que no hay nada que ver aquí.

Pero el militar lo miró fijamente, como si pudiera ver a través de sus palabras.

-¿Está seguro, gobernador? No queremos que haya complicaciones.

Taehyung sintió que la presión aumentaba.

-Por favor, confíen en mí. No hay nada que temer.

Los militares se miraron entre sí, y Taehyung sintió que todo dependía de su próxima palabra.

-Está bien, gobernador. Pero si algo no está bien, deberá ser responsable -dijo el jefe, retrocediendo ligeramente.

Taehyung asintió, sintiendo que su cuerpo se aliviaba ligeramente al cerrar la puerta. Se apoyó contra ella, sintiendo que el sudor perlaba su frente. La tensión seguía en el aire, y sabía que debía hablar con Jungkook antes de que la situación se volviera aún más peligrosa.

Salió al patio, buscando a Jungkook. Lo encontró en la parte trasera, sentado sobre un tronco, con la mirada perdida en el horizonte.

-Jungkook -dijo, acercándose rápidamente-. Necesitamos hablar.

Jungkook se giró, su expresión cambiando a preocupación al ver la seriedad en el rostro de Taehyung.

-¿Qué pasó? ¿Están bien los militares? -preguntó, sintiendo que la tensión regresaba.

-No están bien. -Taehyung respiró hondo-. Quieren revisar la casa. Tienen sospechas.

El rostro de Jungkook se endureció al escuchar esto.

-¿Y qué les dijiste?

-Les dije que no había pasado nada, que nadie había venido. Pero no estoy seguro de cuánto tiempo podremos mantener esto en secreto -respondió Taehyung, sintiendo que el miedo volvía a apoderarse de él.

-No podemos permitir que descubran a Min-Ji. -Jungkook se levantó, su mirada decidida-. Necesitamos un plan.

-Sí, pero no podemos ser imprudentes. Si los militares se dan cuenta de que hay algo extraño, será el fin para todos nosotros -dijo Taehyung, sintiendo cómo la presión aumentaba.

Jungkook asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

-Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que Min-Ji no salga de la casa hasta que tengamos un plan sólido. -dijo Jungkook, su mente trabajando rápidamente-. Y debemos preparar un refugio en la selva, en caso de que las cosas se salgan de control.

-De acuerdo. Pero ¿cómo nos aseguramos de que los militares no regresen? -preguntó Taehyung, sintiendo que cada vez más la situación se complicaba.

-Por ahora, solo mantendremos la calma. Si vuelven, actuaré como si nada estuviera mal. Estaré escondido -Jungkook respiró hondo-. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para proteger a Min-Ji.

-Yo también. -respondió Taehyung, sintiendo la determinación renovada-. No dejaré que nada le pase a nuestra hija.

Ambos hombres, unidos en su propósito, sabían que debían ser astutos y cuidadosos. La vida de Min-Ji estaba en juego.

Jungkook miró a Taehyung con una determinación fría que lo sorprendió.

-Si los militares llegan a volver, no dudes en decírmelo. Estaré cuidando la casa desde afuera. -dijo Jungkook, su voz grave-. Y de paso, puedo eliminar a algunos de ellos y así tendríamos más comida para más tarde.

Taehyung se quedó paralizado, horrorizado por lo que había escuchado. La idea de que Jungkook estuviera dispuesto a matar de nuevo, a pesar de la necesidad, lo llenaba de pavor. Sabía que era poderoso, pero eso venía con un costo emocional que podía ser devastador.

-Jungkook, no... -comenzó Taehyung, sintiendo que la angustia lo invadía-. No podemos hacer eso. No podemos convertirnos en monstruos, incluso si estamos tratando de proteger a Min-Ji.

Jungkook frunció el ceño, sintiendo que Taehyung no entendía la gravedad de la situación.

-Si no tomamos medidas, podrían descubrirnos. ¿Qué sería peor, Taehyung? ¿Proteger a nuestra hija o dejar que esos militares te arrastren a la cárcel, o peor? -dijo Jungkook, su voz cargada de una urgencia que resonaba en el aire.

-Lo sé, pero hay otras maneras. Podemos encontrar un refugio, salir del pueblo, hacer que se olviden de nosotros. No tenemos que recurrir a eso -respondió Taehyung, sintiendo que su corazón se aceleraba.

Jungkook se detuvo, observandolo. La tensión entre ellos era palpable, y en el fondo, sabía que Taehyung tenía razón en que había otros caminos, pero la desesperación también lo empujaba a considerar lo que había propuesto.

-Mira, lo último que quiero es que Min-Ji vea más violencia. Pero si llegamos a un punto sin retorno, necesito que estés preparado -dijo Jungkook, su tono suavizándose un poco-. Solo estoy pensando en lo que podría ser nuestra única opción.

Taehyung sintió que el miedo lo invadía. La idea de que todo se saliera de control, tomando decisiones drásticas, lo aterrorizaba. Sabía que Jungkook tenía el poder de hacer lo que decía, y eso era lo que lo preocupaba aún más.

-No quiero perder a nadie más, Jungkook. No quiero que te conviertas en lo que tememos. -dijo Taehyung, su voz temblando-. Me asusta pensar en lo que eso significaría.

Jungkook se quedó en silencio, sintiendo el peso de las palabras de Taehyung. La verdad era que también le aterraba. Sabía que había una línea delgada entre proteger a su familia y convertirse en un monstruo. Sin embargo, la realidad que enfrentaban parecía empujarlo hacia un lugar oscuro.

-Entiendo lo que sientes, y no quiero que eso pase. Pero debemos ser pragmáticos. Si los militares vuelven y descubren a Min-Ji... -Jungkook se detuvo, sintiendo el nudo en su garganta-. No puedo permitir que eso suceda.

Taehyung lo miró, sintiendo que la desesperación comenzaba a apoderarse de él.

-Entonces, busquemos una alternativa. Haremos lo que sea necesario para proteger a Min-Ji sin recurrir a la violencia -dijo, su voz llena de determinación-. Tal vez podamos encontrar a algo más que nos ayude.

Esa noche mientras se preparaban para dormir, Taehyung se sintió aliviado al saber que, a pesar de las tensiones, habían llegado a un entendimiento. Sabía que Jungkook estaba luchando con sus propios demonios, y que él también debía mantenerse firme.

Mientras Jungkook se acomodaba en el sofá, Taehyung tomó un momento para reflexionar. Sabía que debía ser el pilar que su hija necesitaba, y que, aunque la vida era incierta, estaban decididos a protegerse mutuamente.

Con un último vistazo al patio, Taehyung se sintió un poco más en paz. La noche era oscura, pero también estaba llena de posibilidades. Si podían encontrar la manera de trabajar juntos, tal vez podrían salvar a Min-Ji y, de alguna manera, a ellos mismos.

Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste 🥰💞