El aire en la sala se volvió más ligero tras la conversación sincera entre Jungkook y Taehyung. Ambos hombres sabían que la noche aún era joven y que había mucho más por discutir, pero la promesa de honestidad y apoyo mutuo les daba un renovado sentido de propósito.

-¿Y ahora qué? -preguntó Taehyung, sintiendo que la ansiedad comenzaba a disiparse-. Necesitamos un plan para manejar lo que somos y
lo que Min-Ji está convirtiéndose.

Jungkook se inclinó hacia adelante, su mirada concentrada.

-Primero, debemos asegurarnos de que Min-Ji entienda sus habilidades. No solo cómo usarlas, sino también cuándo no usarlas. No quiero que se sienta asustada o fuera de control.

-Tienes razón. -dijo Taehyung, sintiendo que la responsabilidad de ser padre lo abrumaba un poco-. ¿Cómo empezamos?

-Tae, necesito que hablemos -dijo Jungkook, su voz grave resonando en el silencio del atardecer.

-¿Sobre qué? -preguntó Taehyung, tratando de adivinar la naturaleza de la conversación.

-Voy a llevar a Min-ji a la selva conmigo.

El corazón de Taehyung se detuvo un instante. La idea de que Jungkook se llevara a Min-ji a la selva, un lugar lleno de peligros y desconocidos, le provocó un escalofrío.

-¿Qué? ¡No! -exclamó, los ojos abiertos de par en par-. ¿Te la vas a llevar? ¿Estás loco?

Jungkook frunció el ceño, sintiendo la incomprensión de taehyung

-No es lo que piensas -respondió, alzando la mano en un gesto de calma-. Le enseñaré a cazar, a sobrevivir. Necesita aprender a defenderse.

-¿Y qué, ahora eres su maestro de supervivencia? -Taehyung no podía ocultar su incredulidad-. Desde cuando te importa tanto lo que le pase a ella.

La atmósfera se volvió tensa. Jungkook apretó los puños, la rabia palpitando en su interior.

-Me importa desde el momento que supe que es mi hija-dijo Jungkook molesto

-Yo también puedo salvarla,-Murmuro taehyung

-Así? Y como?,-Soltó una risa Jungkook

-Soy el gobernador tengo poder,-dijo tae firme

-Wow, así que decidiste seguir el camino de tu asqueroso padre -dijo Jungkook, su voz fría como el acero.

Las palabras golpearon a Taehyung como un puñetazo en el estómago. Se sintió pequeño, avergonzado, pero no podía dejar que Jungkook lo desarmara tan fácilmente.

-Sé que él se lo merecía -respondió, su voz temblando-. Pero, ¿y mi madre? Ella no te hizo nada y tú... tú la mataste.

Jungkook soltó una risa seca, una carcajada que contenía más dolor que humor.

-Agradece que quedaste vivo solo por Min-ji. Es por ella que estoy aquí. Pero hay muchas cosas que considerar, Tae. Ahora que eres gobernador, tengo que saber si vas a querer destruirme o, peor aún, destruirnos.

El silencio que siguió a sus palabras fue pesado. Taehyung sintió cómo el aire se volvía denso entre ellos. Jungkook lo miraba con una intensidad que lo hacía sentir expuesto, como si cada uno de sus secretos estuviera al descubierto.

-¿Destruirte? -preguntó Taehyung, su voz casi un susurro-. Jungkook, no soy como él. No quiero eso.

-Ah, pero has demostrado que eres capaz de defender a Min-ji. Quizás no seas tan estúpido como tu padre después de todo -respondió Jungkook, su tono aún gélido.

La frialdad de Jungkook dolía más que cualquier herida física que Taehyung hubiera podido recibir. Cada palabra Jungkook era un recordatorio del abismo que se había abierto entre ellos, un abismo que parecía insalvable.

-¿Por qué eres así? -preguntó Taehyung, sintiendo una punzada en el corazón-. Con Min-ji eres tan diferente. La cuidas, la proteges. ¿Por qué no puedes hacer lo mismo conmigo?

Jungkook lo miró fijamente, y por un momento, su expresión se suavizó. Pero solo por un instante.

-Min-ji no tiene el peso de tus decisiones. Ella es inocente, una niña que necesita guía. Tú... tú eres el gobernador. Tienes responsabilidades, decisiones que pueden cambiarlo todo

-Y tú, ¿quién eres para juzgarme? -preguntó Taehyung, su voz cargada de desafío-. Yo he luchado para ser quien soy, he tomado decisiones difíciles.

-Y esas decisiones podrían llevarte a la destrucción, Tae. No puedo permitir que eso suceda.

La frustración llenó el aire, y cada uno de ellos se sintió atrapado en su propia perspectiva. Jungkook, con su corazón endurecido por las traiciones del pasado, y Taehyung, con el peso de su familia y su legado sobre sus hombros.

-Entonces, ¿qué hacemos? -preguntó Taehyung, su voz ahora más suave-. ¿Vas a llevar a Min-ji a la selva y dejarme atrás?

Jungkook suspiró, su mirada perdida en el horizonte.

-No te estoy dejando atrás, Tae. Pero necesito saber que puedes manejar esto. Que no serás un peligro para ella, ni para mí.

Un silencio pesado se instaló entre ellos, el eco de sus palabras resonando en el aire. Taehyung sintió cómo la tristeza comenzaba a apoderarse de él, mientras Jungkook se alejaba cada vez más, construyendo muros que parecían imposibles de derribar.

-Solo quiero protegerla -dijo Taehyung, su voz cargada de emoción-. Y a ti, Jungkook. No quiero perder a nadie más.

Jungkook se volvió hacia él, una chispa de comprensión brillando en sus ojos.

-Entonces, demuéstralo. Demuéstrame que estás dispuesto a luchar por ella. Y tal vez... solo tal vez, podré confiar en ti.

Mientras hablaban, la puerta de la habitación de Min-Ji se abrió y la pequeña salió, frotándose los ojos.

-¿Papi Tae? ¿Papi Jungkook? -preguntó, su voz llena de sueño.

Ambos hombres se volvieron hacia ella, y su corazón se llenó de ternura al ver su rostro inocente.

-¿No deberías estar durmiendo, pequeña? -preguntó Taehyung, acercándose a ella.

-No tengo sueño. -respondió Min-Ji, sonriendo-. Quiero ir a cazar mañana.

Jungkook se agachó a su altura, sintiendo que su corazón se derretía ante su entusiasmo.

-Mañana será un gran día, Min-Ji. Pero ahora es hora de que vuelvas a dormir. Tendremos un largo día.

-¿Puedo llevar mi peluche? -preguntó Min-Ji, señalando un pequeño oso de peluche que estaba en la esquina.

-Por supuesto. -dijo Taehyung, y se lo trajo-. No hay nada como tu amigo para dormir bien.

Min-Ji abrazó su peluche con fuerza y sonrió, volviendo a su habitación. Jungkook y Taehyung la siguieron, asegurándose de que estuviera cómoda antes de cerrar la puerta suavemente.

Una vez fuera, Jungkook se giró hacia Taehyung, su expresión se volvió más seria.

-Taehyung, esto no será fácil. Habrá días difíciles, y tenemos que estar listos para enfrentarlos.

-Lo sé. -Taehyung asintió, sintiendo la gravedad de sus palabras-. Pero juntos, creo que podemos manejarlo.

-Sí, juntos. Si no haces algo estúpido -dijo Jungkook, sintiendo unas ganas de confiar ciegamente en Tae pero no iba a cometer el error dos veces.

Dicho eso Jungkook salió al patio y se quedó ahí por un largo tiempo.

Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste 🥰💕