「6」
Habían pasado tres días desde el accidente por el que paso Ryū, el doctor les había dicho que tuviera reposo absoluto hasta que la herida en su cadera se cerrará y sus demás heridas igual.
- Mami ¿Cuando bajara mi hermano a comer con nosotros?- preguntó Nashi con tristeza mientras desayunaban.
-Muy pronto, mi pequeña, necesita descansar- dijo Lucy acariciando su cabello rosado.
-Hoy trataré de salir más temprano del trabajo, así me hago cargo de él durante la noche, Lucy- dijo Natsu levantándose del comedor y llevando consigo sus platos.
-Gracias, Natsu- le sonrió Lucy.
-Entonces nos vemos en la noche, nos vemos Luce- se le acercó a su rubia y le planto un beso en sus labios, algo sintió que le jaló las mangas de la camisa y ambos voltearon.
-¡Yo también quiero!- hizo pucheros Nashi y una cara muy adorable, los dos rieron y Natsu le dio un beso en la frente y después la abrazo.
-¡Adios!- se despidió y salió de la casa.
Nashi se quedó en casa a pesar de tener clases, ya que ella insistía en quedarse en casa con su hermanito, de escondió debajo de la mesa y se había hecho bolita, con lágrimas en sus ojos y por nada del mundo salís de ahí. Hasta que ambos padres decidieron dejarla en casa por hoy.
-Bien querida ¿Podrias llevarle esto a tu hermano?- le entregó un vaso de agua y una caja pequeña de pastillas.
-¡Si!- asintio sonriente y rápidamente subía al cuarto de su hermano, mientras hacía eso, Lucy se puso a escribir su novela no terminada.
Nashi llegó a la habitación de Ryū y entró con cuidado, fue caminando hacia la cama y lo encontró dormido aún. Dejó el vaso de agua y las pastillas en la pequeña cómoda al lado de la cama y miro a su hermano fijamente.
-Hermanito...despierta...- lo movía con suavidad del hombro, hasta que Ryū empezó a abrir los ojos con dificultad.
-¿Na...shi?- hablo aclarando su vista, Nashi se le abalanzó y le abrazo
-¡Hermanito, tomate la pastilla!- le dijo Nashi en modo de orden, a Ryū le dio un poco de gracia y obedeció. Se tragó la pastilla y seguido de eso el agua.
-¿Todo bien?- entró Lucy a la habitación con una calidad sonrisa.
-¡Si, hermanito se comió la pastilla!- dijo Nashi feliz.
-Muy bien, muy bien- se sentó en el borde de la cama -Cariño, mamá tiene que hablar un poco con tu hermanito ¿Puedes salir un momento?- le pidio amablemente, la pequeña asintio obediente y salió de la habitación cerrando la puerta.
Hasta que el silencio los invadió, se sentía incomodo.
-Mamá, yo...- hablo Ryū pero Lucy lo interrumpió.
-Hijo...¿Porque...?- respiro hondo -¿Porque fuiste a ese lugar?- dijo con un poco de dificultad, como quebrándose la voz.
-L-lo siento...me había negado pero...e-ellos insistieron y yo...yo...- tartamudeaba el rubio apretando las sabanas con sus manos.
-Tu padre te había dicho que por nada del mundo irias a ese lugar ¡Se lo prometiste!-
-¡No tenía opción, yo también quería ir!
-¡Sabias muy lo prohibido que es poner un pie ahí!
-¡No me pasó nada la última vez y creí que está tampoco!
-¡¿Que hubiera sucedido si hubieras sido gravemente herido?!
-¡Solo fueron algunos rasguños!
-¡Ryū!- levantó la mano hacia arriba, a punto de darle una cachetada, Ryū cerro con fuerza los ojos esperando el impacto, pero en vez de eso, escuchó sollozos.
-¿M-mamá...?- abrió los ojos lentamente y entonces sintió como su madre lo envolvía en sus cálidos brazos.
-Estabamos tan preocupados por ti, Ryū...No sabes cuánto...- sollozaba Lucy mientras abrazaba más fuerte a su hijo pero tratando de no lastimarlo.
-Lo siento...yo ya no iré nunca más a ese lugar...- correspondió al abrazo de su madre y sus ojos se volvieron cristalinos, anunciando la llegada de las lágrimas.
Se quedaron un rato así, hasta que Nashi abrió sigilosamente la puerta y los abrazo a ambos con fuerza.
-Y-ya no quiero verte cubierto de agua r-roja...- sollozaba Nashi y este la abrazo contra su pecho, mientras le acariaba la cabeza.
-Esta bien, lo promento, ya no iré a ese lugar- le dijo Ryū con una sonrisa.
Cuando las cosas se calmaron, Lucy le cambio el vendaje a Ryū, que estaba poco a poco cicatrizando su herida, le ayudó a darse un baño y después bajaron a comer.
-¡Ya llegue!- se escuchó la voz de Natsu entrar por la puerta y sus pasos acelerados hacia el comedor.
-¡Bienvenido papá!- le saludó Nashi que comía torpemente de su plato de arroz.
-Bienvenido, cariño- le dio un beso Lucy en la mejilla y este igual, de dirigió con los niños y revolvió los cabellos de Ryū.
-Veo que ya estás mejor ¿Eh?-
-B-bueno si...- dijo algo incómodo, Natsu se sentó y Nashi le daba de comer mientras esperaba su plato.
-Por cierto, los mocosos de Gray dijeron que vendrían a verte más tarde- comento Natsu con la boca llena a su hijo.- Me los encontré cuando salia del trabajo.
-¿En serio?- preguntó Ryū emocionado y a la vez un poco sonrojado.
-¡¿Vendra Storm-kun también?!- preguntó ahora la menor de los Dragneel con una sonrisa de oreja a oreja y saltaba en la silla.
-¡Mas vale que ese mocoso no venga o si no...!-
-Tranquilizate, papá celoso- le dio Lucy unas palmadas en la espalda.
-Tch, a ese mocoso le faltan 100 años para poder tener a mi pequeño angelito- la abrazo Natsu a Nashi como todo padre protector.
En eso se escucha el timbre de la puerta y Nashi se suelta de los brazos de Natsu para salir corriendo a la puerta.
-¡¿Quien es?!- grito la pequeña antes de abrir, al escuchar la voz de su amiguito Storm, de inmediato abrió la puerta -¡Storm!
-Hola Nashi- le sonrió el pequeño peliazul y luego la abrazo.
-¡Ven, vamos a jugar a la mamá y al papá!- le dijo Nashi tomándolo de la mano y llevándolo a su cuarto.
-¡Bien, yo seré el papá!-
-Ese mocoso...¡Nadie va a jugar a la mamá y al papá mientras yo esté aquí!- trato de perseguirlos un enfurecido Natsu, pero por suerte Lucy lo detuvo.
-Calmate por favor, sólo van a jugar- le dijo Lucy tomándolo con fuerza del brazo.
-Exacto, no son como tú que siempre jugaste a eso con Lucy y de una manera no tan inocente-
-¡¿Q-que dijiste?!- se sonrojo Natsu ante el comentario de su amigo.
-¡Gray y Juvia, vinieron!- les sonrio Lucy y abrazo a Juvia.
-Juvia estaba preocupada por ustedes y el pequeño Ryū- dijo ella mirando a la pareja y a Ryū.
-¡Me alegra que estés mejor, Ryū!- dijo feliz Mika mientras tomaba las manos de Ryū, quien rápidamente se sonrojo.
-¡S-s-si, y-ya estoy mejor g-gracias a ustedes!- trataba de hablar Ryū pero debido al acercamiento de su amiga no podía hablar con claridad.
-Pasen, les serviré algo de Té- les dijo Lucy y la familia entró al hogar, mientras que Ryū llevo a sus amigos a su habitación.
-Me alegra que Ryū se haya mejorado- dijo Gray terminando de beber el té.
-Fue gracias a ustedes, muchas gracias chicos- dijo Lucy mostrando una pequeña reverencia.
-Si, si no fuera por ustedes, ahora él...- dijo Natsu con una ligera sonrisa y cabizbajo.
-Levanta la cabeza,idiota, no es lo tuyo- lo ánimo Gray dándole un golpe no muy fuerte en el hombro y antes de que empezarán a pelear, Juvia hablo.
-Lucy-san- le habló y está volteo a ver a Juvia -¿Ryū aún no lo sabe? Sobre "eso"...
Se profundizó en la sala un silencio muy incómodo, Lucy apretaba sus manos contra sus piernas y desvío la mirada.
-No...Aún no..- contestó Lucy con el semblante un poco deprimida.
-¿Piensan contárselo?- ahora fue Gray quien preguntó.
-Tengo miedo...- bajo la mirada y empezó a temblar, Natsu noto como temblaba y la abrazo.
-Teniamos la intención de ocultárselo pero...creo que con lo que ha pasado ahora, será difícil ocultarlo.- dijo Natsu con seriedad y preocupado.
-Ya veo...-
-Estaremos aquí para lo que necesiten, Lucy-san, Natsu- les dijo Juvia tomando las manos de Lucy.
Holaaaaa sigo viva :'''v bueno mas o menos v:
Ayer me andaba muriendo y hoy...tambien pero menos que ayer xD
Ya tenía días escribiendo el borrador pero no tenía mucha inspiración y me enfermé :'v
Disculpen mucho la tardanza ;-;
Los amo UwU ❤
Nos leemos en el próximo capitulo~~
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