「19」
Habían pasado un par de días después del incidente, gracias a Gray una ambulancia llegó junto con la policía, explicamos lo que había sucedido, sin embargo, decidimos no mencionar acerca de END o podrían llevarme al psiquiatra. Nashi estaba a salvó en casa de Juvia y Gray, Ryū estuvo muy preocupado por ella ya que pensó que END le había hecho algo.
Después de eso, nos llevaron de inmediato al hospital, mis heridas eran más graves que las de Ryū, aunque el tenía una herida profunda en la parte del abdomen. Gray nos acompaño hasta el hospital, dejando a cargo a Juvia de los niños.
—Gracias, viejo. Sin tu ayuda, no sé que hubiera sido de nosotros...— dije con una sonrisa, ya nos habían atendido nuestras heridas y estaba acostado en una de las camas del hospital, al lado estaba él y Ryū había sido llevado a otra habitación.
—Descuida, para eso estamos los amigos. Pero, Lucy...— hizo una pausa y volteo a verme con tristeza.
—Definitivamente voy a traer a Lucy de vuelta, ella debe estar dentro de ese estúpido espejo...— dije con decisión, apretando mi puño. No voy a dejar que un demonio me arrebate a mi mujer.
—Pero, aún no sabemos cómo...— el comentario de Gray fue interrumpido por la puerta de la habitación abriéndose, ambos volteamos hacia la puerta para ver de quién se trataba. Era un hombre, su mirada era sería pero suave y cuando entro el ambiente se sintió muy pesado.
—¿Quién eres?— se levantó Gray con un tono a la defensiva, este no dijo una sola palabra y se fue acercando a mi, Gray se interponia entre nosotros dos. —¡No te acerques más!
—Hay una...— por fin hablo y nos miro a los ojos —Hay una forma de salvar a esa mujer— nos quedamos en silencio al escuchar esas palabras, me puse feliz pero desconfie un poco.
—¿A qué te refieres?— pregunté sentandome bien en la cama.
—Ella aún está viva, tienes que ir ahora mismo...— me dijo ignorando la presencia de Gray, se giró para irse por donde mismo y se detuvo en el marco de la puerta, volvió a voltear y me frunció el ceño. De inmediato capte y a duras penas me levanté de la cama para ir a seguirlo, apenas y podía mantenerme de pie, por suerte Gray estaba ahí y me sostuvo del brazo.
—Oye Natsu ¿En serio vas a seguir a ese loco? Claramente se nota que esta inventando todo.— me advirtió mi buen amigo, como pude camine hacía la puerta y levante mi pulgar a Gray, diciéndole que todo estaria bien.
Salí con cautela del hospital, para que ningún doctor o enfermera me pillara, tuve suerte y conseguí salir del hospital, rápidamente llame un taxi y entre a este, dándole la dirección para que me llevará ahí. Mis heridas aún dolian, pero tenía que soportarlo. Ya había llegado a la mansión, había cintas amarillas por toda la casa.
—Señor ¿Esta seguro que es aquí? Escuché que este lugar fue destruido por una fuerza maligna muy poderosa, no debería de....— cerré la puerta del auto e ignore su comentario.
—Mi mujer está aqui, tengo que rescatarla...— dije con dificultad y cruzando las cintas amarillas.
El hombre misterioso estaba ahí esperandome en la entrada, no me espero y entro primero.
—Entremos— subimos con cuidado las escaleras ya casi a punto de caerse y a la izquierda estaba la que era la habitación de Lucy, la sangre que había ahí estaba ya seca y solo se apreciaban manchas y un olor horrible.
—¿Quien eres y porque quieres ayudarme?— le pregunté antes de entrar a la habitación, él se detuvo.
—Digamos que yo fui...alguien muy importante en tu vida.— volteo y sonrió ligeramente, entonces una luz se hizo presente —Aqui viene—
Era una luz azul celeste, poco a poco iba brillando más y entonces...Una cabellera rubia se hizo presente y ese cuerpo que tanto conocía.
—¡L-Lucy! ¡Lucy!— llore de felicidad y corri hacia ella para atraparla en mis brazos, al parecer el hombre azabache era quien había hecho aparecer está luz.
La abrace mientras lloraba como un bebé y repetía su nombre ¡Era ella! ¡Es mi Lucy! Su cuerpo no estaba tan lastimado como el mío o el de Ryū, solo eran pequeños rasguños y uno que otro morete.
—La maldición que la perseguía a ella, ha desaparecido. Por lo tanto, pueden vivir en paz ahora.— dijo el azabache y la luz desaparecía lentamente, me sonrió y dijo —Sean muy felices...
Y él, desapareció junto con la luz. Hice una revenria con la cabeza y agradecida varias a ese hombre.
—Lo que más deseo, es la felicidad de mi hermano pequeño...— eso escuche al tiempo que desaparecio.
—Mmgh...— Lucy estábs despertando, abrió los ojos lentamente hasta que me vió y quedó asombrada —¿N-Natsu...?
—Asi es...Soy yo, Lucy, soy Natsu el verdadero Natsu...— dije sonriendo y mis lágrimas caían en sus mejillas, los ojos de ella se llenaron de lágrimas y caian sin control, me abrazo y comenzó a llorar como yo.
Nos mantuvimos unos minutos así y después nos fuimos de ahí, el taxi se había quedado a esperarme y al verme cargar a mi esposa en brazos abrió la puerta rápidamente y me ayudó a meterla al auto, estaba tan sorprendido, nos llevo de vuelta al hospital y ahí nos esperaba Gray junto con mi doctor que me había atendido, totalmente molesto. Me regaño por haberme salido del hospital, unas enfermeras salieron de inmediato por Lucy y se la llevaron en una camilla.
—Lamento todo, viejo— me disculpé con Gray, ya estaba en mi habitación y nuevamente conectaron cables raros en mi cuerpo y cambiaron mi vendaje.
—No te preocupes, pero, como fue que Lucy...
—No lo sé, ese hombre la hizo aparecer ante mis ojos y después él desapareció..."Lo que más deseo, es la felicidad de mi hermano pequeño" eso dijo al final...— comenté mirando hacia la ventana, nos quedamos callados y entonces tocaron la puerta.
—¿Ahora quien carajos es, otro hombre misterioso?— se quejo Gray y se levantó para ir a abrir la puerta, al abrirla apareció Nashi corriendo hacia mi en cuento la puerta se abrió, se lanzó sobre mi y me abrazo entre lágrimas.
—¡Papá, papá! ¡No mueras, papá!— decía llorando y aún abrazándome, me conmovió y se me escaparon unas lágrimas también, correspondi a su abrazo y junte mi frente con la suya.
—Todo está bien ahora, Nashi, papá no morirá— le dije y dedique una sonrisa a ella, ella me miro y nuevamente comenzó a llorar sin soltarme, hasta que se quedó dormida.
—De verdad la tenías muy preocupada, estuvo toda la noche sin dormir y viendo la ventana esperando a su regreso— comento Juvia al ver la conmovedora escena, venía acompañada de sus hijos.
—Gracias por todo, Juvia y lamento los problemas que te haya dado— agradeci sonriente y mieando como dormia mi pequeña, acariciaba su cabello lentamente.
—Bueno, los niños y yo habíamos planeado almorzar...— decía Juvia viendo a sus pequeños con una sonrisa y luego se dirigió a nosotros con la mirada —Si gusta ¿Quiere venir con nosotros, Natsu-san?
—No gracias, me quedare aqui— contesté a su buena invitación con una sonrisa y me acomode en mi cama, moviendome despacio o sino Nashi despertaria.
La enfermera más tarde trajo mi almuerzo y más tarde, dormí una pequeña siesta, Nashi aún seguia dormida, es tan linda.
Habían pasado ya algunos días y por fin nos habían dado de alta, pero antes de eso, llegaron detectives y oficiales de policía, suponiendo de que la razón de nuestras heridas hubieran sido resultado de una pelea doméstica o algo así, negamos absolutamente todo eso, menos Ryū, que estaba muy callado durante la entrevista. Hasta que al final declaró que no era maltratado ni nada de eso, que esas heridas se las había hecho al estar jugando en el parque. Ya acabado eso, nos dejaron ir a nuestra casa, Gray nos llevo en su auto y nos dejó en casa.
—P-papá, mamá...— nos detuvo Ryū antes de entrar a casa, ambos volteamos a verlo y este comenzó a ponerse nervioso, mirando al suelo y jugando con el cierre de su chaqueta.
—¿Si, cariño?— se agachó Lucy para estar a la altura de él, frunció sus labios al verla tan cercas, su cabello cubrió sus ojos y abría la boca para decir algo, aunque no decía nada.
—L-lo siento mucho...Y-yo de verdad...Lo siento...— tartamudeo y al final de estas palabras rompió en llanto, cayo al suelo de rodillas y tallaba sus ojos con ambos brazos para evitar más lágrimas, aún es un bebé...Pensé.
—¡T-todo ha sido mi culpa, m-mamá!
—No fue culpa, cariño. No debes de culparte asi— acarició su cabeza y acto seguido lo abrazo, con una sonrisa en su rostro.
—S-si yo solo hubiera escuchado a papá...Nadie habría salido herido por mi culpa...— decia aun con lágrimas en sus ojos.
—Ryū— le hablo con esa voz angelical, seco las lágrimas de Ryū con su pulgar y lo tomo de los hombros —Lo más importante es que estás a salvó— Ryū abrió los ojos de par en par al escuchar esas palabras.
—P-pero...— lo interrumpió con un abrazo y esta vez Lucy era la que estaba llorando, repitiendo una y otra vez lo mucho que lo amaba y este al escucharla, volvió a llorar. Me acerque con Nashi y los abrace, no pude aguantar las lágrimas tampoco.
Pasaron muchas cosas en este tiempo, cosas de las que aprendí mucho. Lo más importante es mi familia y pase lo que pase, voy a estar ahí para proteger a mi familia.
Y si END vuelve a aparecer, esta vez me asegurare de patear bien su trasero, no hay enemigo que no pueda derrotar, daría todo de mi por ellos. Porque los amo.
FIN
¡Ha llegado el final de esta historia!
¡Muchas gracias por haber seguido está historia hasta el final y soportar el suspenso!
Gracias por sus votos y sus lindos comentarios, se los agradezco de todo corazón. Los amo mucho. ❤😚
Y una enorme disculpa sí hubo algunos errores durante la historia, después trataré de corregirlos❤❤😋
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