Narra Jayd

-Cariño, dinos ¿qué sucedió? Pero no te fuerces demasiado -mamá acaricia el cabello de mi hermana mientras ella intentaba no llorar.

-Todo fue... muy rápido. Estábamos hablando y de repente aparecieron muchos esbirros. Nos atacaron y no pude contra tantos... recuerdo que a Nilsa se la llevaron, no sé porqué razón, pero a mí me dejaron a morir allí.

Ella suelta un sollozo de impotencia y mamá la abraza para consolarla mientras que Dylan aprieta levemente su mano y yo su hombro.

-Lo siento, en serio lo intenté... -dice ella mirándome a mí.

-Sé que así fue, no tienes que disculparte, enana -besé su cabeza-. Será mejor que descanses.

Mamá asiente dándome la razón, Dylan se levanta junto a ella y yo me mantuve un momento más viendo su brazo, pues le habían escrito algo con rasguños.

-"Querida princesa..." -murmuré.

Noté que mis padres se tensaron al escucharme y se miraron entre ellos. Dylan y yo intercambiamos miradas pero no reaccionamos para que Sarah no se preocupara. Nos despedimos de ella y salimos todos de la habitación.

-¿Qué? ¿Por qué esa reacción? -pregunté.

-Bueno, no estamos seguros realmente... pero parece estar muy claro -dice papá.

-Solo hay un demonio capaz de controlar así a sus esbirros y... el único que me llama "princesa" -explica mamá-. Su nombre es Asher.

-¿Asher? ¿No es el mismo que habías asesinado? -pregunté.

-Así es, yo misma vi como se desintegró en frente de mí. No tengo idea de cómo pudo reaparecer -mamá mira a papá preocupada- ¿Cómo es posible?

-No lo sé... pero si realmente es él, Nilsa está en verdadero peligro -comenta papá.

Mi sangre hirvió, mis nervios explotaron y yo solo quería ir a donde sea que estaban esos imbéciles para acabar con ellos.

-Jayd, escúchanos -mamá me trae a la realidad apoyando sus manos en mis hombros-. Si de verdad es Asher, con los que quedan de guerreros en el clan, no servirá... imagino que usará a muchos más esbirros. Solo moriremos si vamos.

-Pero, Nilsa... ella está sola -hablé desesperado. Papá apoya su mano en mi hombro, llamando mi atención.

-Entiendo que estés desesperado, me sucedió lo mismo, una vez... -papá mira a mamá un segundo y suspira-. Sé que quieres ir allí a como de lugar sin importar ir solo pero... ¿Qué harás si mueres antes de siquiera porder llegar a ella? No podrás sacarla de allí y podrían pasarle cosas horribles que no podrás evitar.

Cerré los ojos con fuerza al igual que tensaba la mandíbula y presionaba los puños tratando de contener mi frustración. Papá tenía razón, debía controlarme y buscar un mejor plan que el suicidio. Y ya tengo como...

-Tengo una idea -hablé reoentinamente y salí volando del centro médico.

Estaba tan concentrado en ir a aquel lugar que me tardé en escuchar dos fuertes aleteos tras de mí.

-¿A dónde piensas ir? -pregunta papá.

-Si les digo... ¿van a detenerme? -cuestioné.

-No... Confío en el hijo de mi mejor amigo y además, considera mi ayuda como una disculpa -comenta Vince sonriendo un poco.

Los miré un segundo pero luego miré al frente, pensando en las palabras que podría usar para que no me arrastren de regreso, pero no había forma de decir esto de buena forma. A la mierda todo.

-Pediré ayuda a los demás clanes.

Ellos casi caen pero consiguieron estabilizarse. Vince niega con la cabeza y me mira como si fuera un fantasma.

-Okey, dije que confiaría pero... ¿Estás loco? Te matarán nada más llegar -comentó.

-Es la única forma de conseguir gente para ir a por Nilsa y... quien sabe, quizás derrotar de una buena vez a Asher.

-¿Qué te hace pensar que nos ayudarán? -sigue preguntando Vince, nada convencido de esto. Papá se mantiene callado.

-Simple, nuestro clan tiene la mejor zona para cualquier cosa: protección, cultivo, armamento, construcción, comida y demás. Si hago un trato con ellos, será posible.

-¿Y nuestro clan aceptará el trato que hagas?

-Nosotros también ganamos si ellos aceptan, porque además de que no tendremos más guerras, si conseguimos aliarnos, conseguiremos aumentar más la protección del clan, sería una ayuda mutua.

Vince suspira aun sin terminar de convencerse pero luego mira a papá buscando ayuda para detenerme.

-¿Escuchaste lo que dijo tu hijo o te quedaste colgado por el principio?

Yo también miré a papá quien mira a Vince y luego a mí, estaba muy pensativo pero lo vi soltar una leve sonrisa ladina.

-Puede funcionar -habla al fin.

-¡¿Lo dices en serio?! -brama Vince casi volviendo a caerse.

-Está bien, Jayd... te lo dejo en tus manos.

Sonreí y asentí. Escuché el resoplido de Vince nuevamente y como se coloca mejor a mi otro lado.

-Solo digo... si nos matan... los mataré yo.

Me comencé a reír junto a mi padre pero Vince se cruza de brazos.

-Lo digo en serio.

-Sí, lo sabemos -dijo mi padre.

-Huh -me detuve al ver al primer clan-. Bueno... esperemos no morir.

Mi padre y Vince suspiran nerviosos pero asienten. Todos bajamos lentamente.

Al momento de vernos llegar comenzaron a ponerse a la defensiva, nosotros tocamos el suelo con nuestras manos levantadas a modo de paz nos quedamos quietos. Rápidamente nos rodearon con sus armas.

-No tenemos intenciones de atacar -aclaré-. Vinimos a hablar.

-¿Cómo sabemos que dicen la verdad? -cuestiona un guerrero.

Me aguanté las ganas de rodar los ojos para seguir explicando y ganarme un poco de confianza de ellos.

-Estamos solos y desarmados.

Ellos nos miran, uno de ellos nos señala con la cabeza y tres soldados se nos acercan y nos revisan por si cargábamos algo.

-Están limpios.

Ellos vuelven a sus posiciones y el que los mandó a revisarnas baja su arma y nos observa.

-¿Qué es lo que quieren? -preguntó.

-Queremos hablar con su líder.

-¿Para qué la buscan? -

-Asuntos -respondí encogiéndome de hombros.

Ellos nos miran desconfiados, murmurando entre ellos si confiar o no, era comprensible, así que no hice más que esperar a que respondieran.

-¿Qué es todo este alboroto? -escuché una voz femenina fuerte y demandante.

Todos se enderezaron y se hicieron a un lado para que su líder pudiera cruzar la multitud de guerreros y llegar hasta nosotros. Era la misma mujer que nos atacó primero.

-Informe, ahora -pide mientras se cruza de brazos y nos mira de arriba-abajo.

-Buscan hablar con usted, mi señora -habla el guardia- ¿Los matamos? Podríamos hacerlo, están desarmados y solos.

Muchos intentan convencerla de que era la mejor decisión hacerlo y pronto se crean más murmullos hasta que empezaron a exigirlo.

-¿Aún crees que es buena idea? -Vince murmura junto a mí.

-Sí.

Su líder levanta la mano exigiendo que todos se callar y en menos de dos segundos así fue. Me impresionaba el poder que tenía sobre ellos.

-No vamos a matarlos -ella se acerca a mí y se planta en frente- ¿Y bien? ¿De qué quieren hablar?

-Am... Creo que esto debería ser en un lugar más privado, si es posible -respondí.

-¿De qué trata? -pregunta ella.

-Sobre hacer una alianza con ustedes.

Se hicieron los gritos estando en contra y sin poder creerse mis palabras.

-¡Eso es mentira!

-¡Quieren engañarnos!

-¡Larguense de aquí!

-¡Mejor mátenlos!

Todos comenzaron a gritar de nuevo pero su líder levanta la mano y la cierra en un puño haciendo que todos se callaran de inmediato, otra vez.

-Quiero escuchar más. Vengan -ella se da la vuelta y comienza a caminar.

Nosotros la seguimos mientras los guardias nos rodeaban y nos escoltaban estando alertas a cualquier movimiento.

Este clan, como era básicamente nuevo en esta zona, no tenía casas asentadas como nosotros, tenían carpas de campañas para todos. Entramos a la que era de la líder y vi una mesa con papeles y otras cosas en medio.

-Entonces... -dice sentándose.

-Gracias por aceptar escucharnos... -comencé, ella asiente y pide que siga-. Pues verá... tenemos un problema con un demonio poderoso y queremos su ayuda y la de otros clanes. Después de todo, se hicieron varios problemas en nuestro clan con todo esto de las guerras.

-¿Qué demonio? -pregunta ella.

-Uno importante. Su nombre es Asher.

-He oído sobre él... -mencionó-. Sí, es alguien poderoso y si puedo evitarlo no mandaría a mi gente a pelear con él.

Me puse nervioso, no quería que se negaran, ¿cómo puedo hacer que acepte? Aún no le he dicho todo, eso sí. Quizás si sabe de sus beneficios si nos acepta le pueda interesar.

-Estuve pensando, si aceptan... si aceptan la alianza, podríamos unir fuerzas contra todo problema. Si algún día ustedes necesitan ayuda, nosotros estaremos dispuestos a ayudar, así que pedimos lo mismo.

Ella me mira no muy convencida así que seguí.

-Y no es novedad de que nuestro clan tiene la mejor zona para todo, su clan podría asentarse cerca del nuestro y ser... como pueblos vecinos. Podrán pasearse por el clan y convivir juntos. Además, dejaremos de matar a los suyos y ustedes a los nuestros... habría paz entre nosotros.

Ella se queda viéndome por mucho tiempo, estaba empezando a creer que no la había logrado convencer. Reaccioné al escucharla suspirar.

-¿Por qué hablas por tu clan? ¿Quién eres, joven?

-Mi nombre es Jayd, soy nieto de Barclay, el líder del clan. Él es mi padre, Ryder y su mejor amigo y comandante general de nuestras tropas, Vince -nos presenté señalándolos al hablar.

-¿Ustedes están de acuerdo con la decisión del joven Jayd?

-Completamente -responden ambos.

-Queremos la paz para nuestros clanes -agrega mi padre.

Ella se levanta y todos los guardias prestan atención, se acerca a mí quedando nuevamente frente a frente hasta que noté como me tendió la mano.

-Está bien, joven Jayd... nuestros clanes ahora serán aliados, espero lo mejor para ambos y que cumplan con su palabra.

Sonreí y le acepté la mano.

-Claro que sí, nosotros cumpliremos y esperamos que ustedes hagan lo mismo.

Ella asiente y soltamos nuestras manos.

-Por cierto... Me llamo Jin.

-Es un placer, Jin.