Capítulo 10
Mordí la manzana que traía en manos mientras miraba, desde la rama de un árbol, como Zira entrenaba con los más jóvenes. Debo admitir que aparte de ser muy fuerte, es realmente atractiva, más cuando pelea. Di otro mordisco a la manzana.
-¿Qué tanto piensas mientras miras a mi hija?
Me sobresalté y casi caigo de la rama al escuchar la voz de Vince quien estaba en la rama de arriba de mí.
-En nada -respondí mientras me volvía a acomodar-. Además, no solo miro a Zira, estoy mirando como entrenan todos.
-Sí, claro -responde riendo y bajando para quedar en la rama en donde estaba yo-. Aunque... el que seas tú no me molesta en realidad. Demostraste ser un buen chico. Confío en ti.
-Ya dije que no es nada de lo que piensas.
Rodé los ojos y aparté la mirada, indispuesto a seguir con esta conversación. Terminé la manzana y la lancé al bote de basura más cercano encestándola.
-Tienes buena puntería -comenta Vince mientras mira hacia el bote de basura.
-Entrené de todo desde muy chico -respondí encogiéndome de hombros.
-¿Ryder te enseñó?
-La puntería y otras cosas sí, pero el manejo de espadas y peleas cuerpo a cuerpo lo aprendí con mi mamá -respondí.
Él suspira sonriendo como si recordara algo. Lo miré confundido.
-Evett... recuerdo que fue la primera chica que me pareció verdaderamente atractiva.
Yo enarqué una ceja y me crucé de brazos adoptando una posición amenazante y seria. Él lo nota por lo que niega rápidamente con la cabeza y ambas manos.
-No me mal entiendas, amo a la mujer con la que me casé y con la que tuvimos a mi hija que también la amo. Solo fue un recuerdo de hace años, es todo. Créeme que no tengo ninguna otra intención.
Me relajé y me acomodé contra el tronco del árbol. Miré nuevamente hacia Zira y los jóvenes.
-¿Por qué no vas y entrenas con ellos? -cuestiona Vince.
-Nah, no quiero interrumpir a Doña Seriedad -comenté causándole una corta risa entre dientes mientras mira a Zira a quien se le notaba lo concentrada.
-Te aseguro que si vas y pides pelear contra ella, acepta. Le encanta patear traseros -respondió.
-Podría hacerlo, pero no tengo intenciones de llegar a casa y explicarle a mi familia el porqué regresé tan golpeado -Vince ríe nuevamente y esta vez lo acompañé al hacerlo-. Siento que si le pido pelear, me deja casi muerto.
-Es que así es ella. Cuando pelea, lo hace en serio.
-Me lo imagino.
Ambos volvimos a quedar en silencio mientras observamos el entrenamiento.
-¿No vas a hacerlo? -insiste.
-Nop -respondí.
-¿Te da miedo? -lo miré enarcando una ceja-. Está bien si tienes miedo, no es fácil ganarle.
Está intentando que mi competitividad y orgullo aparezcan... ¡Y lo está consiguiendo!
-Después de todo es la mejor guerrera del clan, hasta ahora nadie ha podido vencerla...
-Hey, Zira -hablé estando ya atrás de ella.
Escuché la carcajada de Vince aún en el árbol. Zira se da vuelta para verme con seriedad.
-¿Qué?
-Te reto a una pelea. Quisiera saber qué tan buena eres como dicen que eres -comenté cruzándome de brazos.
Ella me escanea mirándome de arriba-abajo por si titubeaba, y estaba dando todo de mí para no hacerlo. Sinceramente esta chica daba miedo. Casi como mamá.
-Bien. Espero no me subestimes y que pelees en serio -respondió sonriendo.
-Créeme que no te subestimaría, prefiero cuidarme la espalda.
Su sonrisa se vuelve una de arrogancia, yo sonreí divertido por la situación. Ambos fuimos al centro de un círculo dibujado en la tierra. Algunos cuantos cuervos se reunieron para ver esto.
-Bueno, las reglas son simples, nada de armas y el que sale primero del círculo o ya no puede más, pierde.
Asentí comprendiendo.
-Bien, entendido.
Ambos nos posicionamos frente a frente. Podía escuchar a los demás apostando por quien creían que ganaría.
-Cuando quieras -dijo ella.
Sonreí animado. De un segundo a otro ya tenía mi pie junto a su cabeza pero con su brazo bloqueándome la patada con facilidad y fuerza.
Rápidamente me tomó del cuello dándome la vuelta y haciendo que quedara boca abajo en el suelo y ella pisándome la nuca y sujetándome un brazo.
-¿Qué? ¿Eso es todo? -preguntó de forma burlesca.
-¿En serio lo crees? -murmuré sonriendo.
Extendí mis alas de golpe obligándola a soltarme y saltar hacia atrás, hizo una vuelta para caer bien en el suelo y frenarse antes de salir del círculo. En el segundo en que su pie toca el suelo, lo usa para impulsarse e ir hasta mí.
Instantáneamente crucé mis brazos frente a mi rostro, bloqueando el pie de Zira quien se impulsa por mis brazos para alejarse. Fui hasta ella intentando golpear su rostro pero me bloquea y me lanza un golpe que conseguí atrapar con mi mano. Salta y patea mi pecho con ambos pies expulsándome con fuerza.
Extendí mis brazos para luego quedar en parada de manos y rápidamente de pie nuevamente deteniéndome justo en el borde. Al segundo tuve que saltar y volar hacia un lado ya que ella trató de empujarme. Se detuvo antes de salir, yo quedé tras ella y la intenté empujar pero ladea la cabeza, agarra mi brazo y salta haciendo una vuelta sobre mí para intentar empujarme desde atrás.
Me di media vuelta para esquivarla y me fui alejando de un salto hacia atrás pero ella viene hacia mí. Se lanza sobre mí, solo que me tiré de espaldas con las manos apoyadas en el suelo junto a mi cabeza y en el momento justo, apoyé mis pies sobre el estómago de Zira y la impulsé hacia arriba para luego levantarme de un salto y volar hacia ella.
Comenzamos una batalla aérea donde golpeábamos, bloqueábamos y esquivábamos. Ambos éramos muy persistentes. Aunque esto en realidad es muy divertido, pelear con ella es entretenido. Es muy buena en esto.
Bloqueé su pierna que iba hacia mi rostro para luego atraparla con ambas manos, estirarla hacia mí y luego agarrar su cuello y dejarnos caer en picada. Ella aprieta los dientes en el momento en que nos acercábamos al suelo y consigue soltarse para darnos vuelta y hacer que sea yo el que reciba el impacto definitivo.
La pelea ya terminó...
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