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[Parte única]

Dedicado a AlHanyGa

Este es tu regalo de cumpleaños :") Perdón por publicarlo ahora, sé que es muy tarde. Tuve algunos inconvenientes y eso retrasó que terminara de escribir esto. Pero espero que te guste al menos un poquito :"3

Aún así, creo que no me quedó como lo esperaba. La portada no es la mejor pero me esforcé en hacerla lo más decente posible :c ❤️

Nuevamente, feliz cumpleaños. Ha pasado un millón de años pero nunca es tarde para volver a felicitarte 🌸❤️✨

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Jeon Jungkook y Kim Taehyung eran la mejor pareja ante los ojos de las personas a su alrededor. Todos sus amigos les tenían envidia a su gran amor. ¿Y cómo no? Si los chicos desbordaban ternura cuando caminaban tomados de la mano por las calles, haciendo que muchos ojos se les quedaran mirando. Qué tiempos aquellos cuando ellos eran mejores amigos, ya habían pasado cinco años desde que oficialmente se hicieron novios. Jungkook recordaba ese momento como si hubiera sido ayer. Su pequeño Taehyung era un bello ángel que apareció en su vida cuando más necesitaba el cariño de alguien.

Ahora ambos tenían veintidós años. Vivían juntos y además de estudiar, trabajaban a medio tiempo para poder pagar los gastos de la casa a partes iguales. Pronto sería su quinto aniversario de noviazgo, apenas faltaban dos días para que llegara aquel día tan especial. El 23 de octubre era una fecha importante para la pareja, porque fue el inicio de una relación que deseaban prácticamente desde que se conocieron.

Pero había un problema.

Jungkook no se acordó de comprarle un regalo a su bebé. El trabajo y los estudios lo habían consumido a tal punto que se le olvidó ese pequeño detalle. ¿Qué haría ahora? Todos esos años él siempre lo mimaba con amor y muchos regalos, porque sabía que Taehyung era el tipo de persona que lo primero que te preguntaba en su cumpleaños era: "¿Y mi regalo?" Quizá era un poco materialista, pero se lo merecía. A pesar de todos sus defectos, siempre recibía a Jeon con una gran sonrisa luego del trabajo. Por las mañanas, lo despertaba llenando su rostro de besos. Kim Taehyung era la persona más romántica y cursi que había conocido el pelinegro en toda su vida.

Y eso le encantaba, ¿Para qué mentir?

Aquel día, Kook fue a la universidad con una sonrisa boba luego de recordar la manera en la que su novio lo había despertado.

Sus ojos se abrieron abruptamente cuando sintió que su rostro estaba recibiendo muchos besos en cuestión de segundos. Sabía perfectamente quién se los daba, así que de inmediato abrazó la cintura contraria con ambos brazos. Abrió los ojos, observando a su hermoso novio. Ambos estuvieron viéndose con mucho amor, sin necesidad de palabras, hasta que Taehyung habló.

—Buenos días, Jungkookie. —saludó alegremente el menor, mirándolo con una sonrisa amplia.

El pelinegro se sorprendía cada vez más al notar que su novio era muy impredecible. Aún estaba preocupado porque todavía no había comprado el regalo que le daría a su Taehyung. Solo quedaba un día y no tenía ni idea de lo que podría darle ese año. Tal vez debería pedirle ayuda a su mejor amigo.

[...]

—¡¿CÓMO QUE AÚN NO LE HAS COMPRADO UN REGALO?! —gritó el pelinaranja, totalmente decepcionado de su amigo.

—Tranquilo, Jimin. Ni que fuera el fin del mundo. —Jungkook trató de tranquilizarlo, sabía que se alteraría al enterarse de aquello— Te estoy contando esto porque quiero que me ayudes a comprarle un regalo.

—Pero me lo hubieras dicho antes, idiota. ¡Tu aniversario es mañana! No nos queda mucho tiempo para recorrer toda la ciudad. —respondió con el ceño fruncido. Realmente se había enojado con la falta de preocupación del otro.

—Sabes que no me gusta ir a tantos lugares, Chimmy. Solo quiero pensar cuál sería el regalo perfecto para mi ángel. Y me gustaría que fuera algo que no le he dado antes.

—Hmm... ¿Y si le das anillos de pareja?

—Se lo di en nuestro primer aniversario.

—¿Un bolso?

—Se lo di en nuestro segundo aniversario.

—¿Follar hasta el cansancio?

—Se lo..

—Ya no me digas, se lo diste en su tercer aniversario.

—No, eso se lo doy todos los días.

Jimin palmeó su frente con la palma de su mano.

—No puedo contigo, Kookie. Mejor pensemos bien qué le podría gustar a Tae, o bien podría ser algo que necesite.

—Algo que necesite...

El pelinegro tenía la mente en blanco, no tenía ni idea de lo que su novio necesitaba. Él siempre le compraba todo lo que deseaba su ángel, así que no creía que hubiera algo que le faltara. ¿Debería solamente comprarle algo que ya le ha regalado antes?

Horas después, las clases de la universidad terminaron. Jimin y Jungkook fueron directo a algunas tiendas de la ciudad. Recorrieron centros comerciales, pero no había nada que pudiera ser ideal para un regalo de aniversario. El pelinegro quería jalarse los pelos de su cabeza de la frustración que sentía. Taehyung lo había llamado preocupado, ya que eran más de las cuatro de la tarde y aún no había regresado a casa. Ese día ninguno de los dos tenía que trabajar, así que el rubio lo esperaba pacientemente en casa para recibirlo con muchos besitos.

—Ya no sé qué hacer, Chim. Mi ángel me está esperando en casa y mañana es nuestra celebración del aniversario. —habló el chico haciendo un puchero, abrazó suavemente a Jimin para no llorar como un bebé.

—Tranquilo, Jungkookie. Prometo que encontraremos lo mejor para nuestro Tae, ya verás. Pero no te pongas a patalear como un niño pequeño, por favor.

—P-pero...

—Pero nada, bobo. Dile a Tae que tienes que salir conmigo y que regresarás a casa en dos horas. ¡Park Jimin nunca se rinde!

—¿Yoongi no se va a enojar si regresas tarde, hyung?

—Nah, a ese lo tengo dominado. Cuando llegue a casa lo voy a mimar y lo montaré bien rico para que se le pase-

—¡No me cuentes tus cochinadas!

[...]

Taehyung estaba más que preocupado. Jungkook todavía no regresaba y ya eran más de las siete de la noche. La cena que le había preparado aún permanecía caliente, pero tenía miedo de que se enfriara si su pareja no llegaba a tiempo a casa. Hizo un puchero de manera inconsciente, subiendo la mirada esperanzado cuando escuchó el sonido de la puerta abriéndose, y su novio entró a la casa un poco agitado. Ese detalle alarmó a Taehyung.

—¡Amorcito! —exclamó Jungkook, lanzándose a los brazos de su amado.

—¿Dónde estabas, Jungkookie? —preguntó Tae al percatarse de que su amado olía a perfume de mujer.

—Estaba con Jiminie, mi vida. —El rubio suspiró aliviado al saber eso— ¿No recuerdas que te había llamado para decirte que saldría con él?

—Lo sé, amor. Pero te has demorado mucho tiempo, pensé que te habían secuestrado...

—No pienses cosas raras, bebé. Lo importante es que ya estoy aquí. ¿Ya cenaste?

—No...

La verdad era que Taehyung no se creía del todo la historia que le dijo su pareja, pero no tenía otra opción más que dejarlo pasar. Confiaba en su Kookie, y no haría una escena de celos solo por una hipótesis que ni siquiera era real. 

—Entonces vamos a cenar, mi amor. Me muero de hambre. —Le dijo el mayor, tomando la mano del pelirrubio para caminar hacia el comedor— Espera, me iré a lavar las manos. —Tae asintió y el pelinegro fue rápidamente hacia el baño.

Luego de un rato, ambos chicos se encontraban comiendo. La seriedad del momento frustraba a Jeon, él sabía que su novio todavía dudaba sobre lo que había hecho aquella tarde. Rascó su nuca, posando su mano sobre la del menor.

—¿Por qué estás así, mi amor? ¿Sigues enojado por mi tardanza?

—No es eso... es que nunca había pasado esto. Cada vez que quieres salir me dices que te acompañe, pero hoy todo fue muy extraño. Me avisaste de repente pero dijiste que iba a ser rápido. Además, ¿Qué era tan importante que tenías que salir con Jimin por tanto tiempo?

No quería sonar celoso, no quería pedir explicaciones. Pero era inevitable. Le dolía que había algo raro en el ambiente y él no estaba enterado.

—Todo tiene una explicación, pero debes confiar en mi. Solo espera y sabrás qué estaba haciendo. —aseguró, acariciando la hermosa cabellera rubia de su ángel.

—Está bien, confiaré en ti, Jungkookie...

[...]

—¿Lo tienes todo listo? —dijo JungKook mientras miraba a su alrededor.

—Todo listo, Jeon. —Jimin respondió a la vez que terminaba de envolver la pequeña caja.

—Tae ya debería estar aquí. ¿No le dijiste que viniera a las doce?

—Sí, Jungkookie. Pero recuerda que él también tiene universidad. Le pareció raro cuando le dije que viniera a este lugar.

—No tiene nada de raro. —Arrugó la nariz, sus pies se movían nerviosamente.

Y sí, ya había llegado el ansiado 23 de octubre. El día en que Jungkook y Taehyung cumplían un año más de noviazgo. El mayor quería que todo estuviera perfecto, mas no sabía si a Kim le gustaría el regalo que preparó para él.

—Tranquilo, Jungkook. Ni que le fueras a decir que te vas del país. Nada saldrá mal. —aseguró el pelinaranja con una sonrisa.

—Eso espero.

—Ya está aquí.

—Espera, ¿Qué? —Kook se volteó, observando a su hermoso novio, quien caminaba hacia ellos dando saltitos emocionado. Al parecer estaba feliz de que los dos cumplían otro año juntos— Jimin, estoy nervioso.

—Lo sé, lo sé. Suerte, hombre.

Jungkook sonrió, esperando a que llegara su chico hacia ellos.

—¡Jungkookie! —exclamó el hermoso ser, lanzándose a los brazos del pelinegro— Feliz aniversario, mi amor.

—Feliz aniversario, mi ángel. ¿Cómo amaneciste hoy?

—Perfectamente, te extrañé mucho hoy~ —Se quejó, frotando su mejilla en el cuello de su mayor— Tengo tu regalo en casa, amorcito.

Jungkook sonrió como estúpido al escuchar esas palabras.

—Muy bien, amor. Luego hablaremos de mi regalo. Porque ahora debo enseñarte el tuyo, precioso.

—¿Mi regalo? —El menor se movió de un lado a otro, totalmente emocionado de ver que al parecer su novio le había preparado un presente bonito.

—Así es. Pero debes cerrar los ojos. —El pelinegro se acercó lentamente a su pareja para tomar una de sus manos— ¿Prometes que no abrirás tus ojitos, mi vida?

—¡Lo prometo, Kookie! —respondió el rubio mientras hacía lo que el contrario le indicó. Jungkook le hizo señas a Jimin para que le alcanzara el pequeño objeto, para luego de haberlo tomado, inclinarse ante su bello ángel.

—Hermoso, ya puedes abrir tus ojos. —susurró el alto, suspirando expectante.

El chico de cabellos dorados lo hizo. Y lo primero que vio fue a su hombre agachado y con una cajita en una de sus manos. Sus ojos brillaron de emoción, preguntándose si eso era lo que se estaba imaginando en su cabecita.

—Kookie...

—Kim Taehyung, ¿Te quieres casar conmigo y amarme durante toda la vida? Prometo hacerte feliz cada día, y hacer todo lo posible para que tu bella sonrisa jamás se borre.

—¡Claro que acepto, bebé! —exclamó el rubio, lanzándose a sus brazos y envolviendo sus manos alrededor del cuello del contrario— ¿Por eso estabas tan misterioso, amor?

—Tenía miedo de que te dieras cuenta, bebé. —respondió el chico, rozando su nariz con la de su novio— No sabes lo feliz que me haces al aceptar mi propuesta.

—Ehm... perdón si los interrumpo. Pero.. —Jimin apareció delante de la joven pareja, y revolvió el cabello de ambos— Debo ser el invitado de honor de esta boda, yo fui el que ayudó a Jungkookie a elegir el anillo~

Taehyung soltó una risita al escuchar aquello.

—Claro que sí, Chimmy. Hasta te podrás casar con Yoongi el mismo día que nosotros. —propuso Jungkook.

—¿Boda doble? Eso suena genial. Le diré a Yoonie que me compre un vestido.

—Bueno, esos detalles te los guardas para ti. Me iré con mi ángel por ahí, gracias por todo, amigo. —dijo el pelinegro besando la regordeta mejilla del más bajito, haciendo que este sonriera en grande.

—Está bien, los dejaré solos, traviesos.

Jungkook y Taehyung rieron juntos, tomándose de la mano y comenzando a caminar rumbo a su hogar. La vida estaba siendo demasiado buena con ellos, o eso pensaba el rubio. Estaba junto al amor de su vida y pronto se casarían. Y si tenían suerte, podrían adoptar a un bebé en unos años. Faltaba poco para que terminaran la carrera, tan solo esperaban que todo siguiera justo como ahora. Sus manos entrelazadas y sus amplias sonrisas demostraban que no necesitaban nada más que la compañía del otro para ser felices.

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