~ Casa de Dulce y Ucker ~

- Bueno mi amor, ahora acuéstate mientras yo guardo tus cosas - le dijo Ucker.

- No bebe, no quiero - protestó ella - el que este embarazada no significa que no puedo hacer nada.

- Lose pero el doctor dijo que debías descansar - se defendió.

- Si lo haré, luego de preparar algo de comer  - Ucker la miro mal - ¡oye! Tengo hambre y estoy segura que tú también.

-Bueno...- Ucker lo pensó un poco - Eso no te lo puedo negar.

- Ves, te conozco - le dijo ella para luego darle un beso.

- Si lose - admitió él - Además te tengo un regalo.

- Así - dijo ella finjiendo sorpresa - ¿el que mi amor? - le dijo a la vez que ponía sus manos alrededor de su cuello.

- Es un sorpresa - la tomó por la cintura.

- Pero...Ucker...bebé, no es justo - le dijo un poco molesta.

- Lo sabrás mañana - le dijo.

- Eres muy malo - dijo molesta.

- ¿Yo soy malo? - dijo este en tono burlón.

- Si.

- A bueno pues como soy malo mañana no te voy a llevar para que compremos las cosas de las niñas - le confesó.

- Enserio - dijo triste.

- No, es mentira - río - como crees que no vamos a ir, además ya escogí una cuna, pero creo que nos va hacer falta otra - le dijo y sonrío.

- ¿Estas hablando enserio? - dijo a punto de llorar de felicidad.

- Claro amor te amo - le dijo para luego darle un beso.

- Yo también te amo bebe - le respondió ella.

Luego de que Dulce terminó de preparar la comida, tomaron asiento en la mesa para comer y más tarde se acostaron a dormir.