๑ Xerät: Artefacto de la civilización antigua que Moira utiliza para comunicarse con sus seres queridos en la distancia.

Ante nosotros, hacia la basta inmensidad, se extendían incontables tiendas en las que se refugiaban los soldados del ejército enemigo mientras esperaban a que su líder, Júpiter, ordenara que era hora de partir para acabar con nuestra ciudad y con todas las personas que se refugiaban en ella.

Cientos y cientos de nei de todos los clanes se movían por aquella gran explanada natural para realizar las actividades previas a la batalla, desde poner sus armas a punto y perfeccionar su estrategia de combate, hasta descansar y bromear con las atrocidades que pensaban hacerles a sus enemigos; a nuestra gente.

Al ver aquello se me revolvió el estómago y el ritmo de mi corazón alcanzó una velocidad tan acelerada que me hubiese preocupado de no estar tan aturdida en aquel momento. Los soldados estaban igual de conmocionados que yo al ver aquella imagen que parecía haber salido de una de nuestras pesadillas más aterradoras. Lo que percibían mis ojos se correspondía con imágenes del pasado, con las guerras entre los humanos de la civilización antigua que lo único que conseguían era acabar con un abismal número de vidas y generar más conflictos en lugar de solucionarlos.

Una lucha tan sangrienta y arcaica como aquella, en la que los soldados iban armados a la muerte, teniendo como único objetivo matar y destruir antes de que sus ojos se cerrasen para siempre, era algo que no ocurría desde hacía edades. La magia lo había evitado, había modificado nuestra conducta y la forma en la que habíamos evolucionado para que desapareciesen las guerras como tal. Las luchas se habían sustituido por combates y desafíos mágicos en los que los resultados eran igual de fatídicos, pero mucho más controlables.

—Por eso han cesado la magia de las gemas —dijo Max en un susurro.

—Habrán estado entrenando y perfeccionando técnicas de combate antiguas desde hace ciclos —añadió Aidan con incredulidad.

—Sabían que no tendrían ninguna oportunidad contra nosotros con la magia, por eso la han cesado, para que nos veamos obligados a luchar con nuestras armas —continuó Mónica con ira en la voz.

—Tiene que haber cientos de soldados, ¿cómo vamos a enfrentarnos a ellos? —pregunté sintiendo como el miedo se habría paso dentro de mí.

Killian se quedó en silencio durante un largo rato, sin responder a ninguna de las preguntas que nos angustiaban. Estaba pálido y su expresión reflejaba las sensaciones que nos habían invadido a todos al ver la escena que se desarrollaba ante nuestros ojos.

—Voy a dar el aviso en la fortaleza. Ordenaré que se preparen para lo peor, que pongan a salvo a los civiles y que defiendan la ciudad con uñas y dientes. Sacaremos soldados de donde haga falta, no voy a permitir que acaben con nuestro reino de esta manera.

El jefe del clan desapareció entre los arbustos para comunicar aquellas amargas noticias a los habitantes de Aqua con su nuevo xerät y nosotros nos quedamos allí, viendo sin mirar, oyendo sin escuchar y estando sin estar. ¿Cómo era posible que nadie se hubiese dado cuenta de que aquello estaba ocurriendo?

Un número tan grande de personas no se reunían así como así y encontraban un propósito en común tan deleznable como aquel de un día para otro. Aquello se había estado urdiendo desde hacía ciclos y ciclos y nadie en los seis reinos se había dado cuenta de que los nei de sus clanes estaban planeando una matanza inminente. ¿Cómo era posible?

En mi pensamiento se sucedieron horribles imágenes teñidas del color de la sangre que enviaron escalofríos por mi columna vertebral. Las lágrimas quemaron mis ojos al no ser capaz de detenerlas y por mucho que quisiese pensar en otra cosa, tenía la sensación de que mi mente se había librado de mi control desde hacía tiempo.

¿Qué sucedería si aquellos seres lograban tomar el control del reino de más poder en el planeta? ¿Qué harían con la fuerza de las gemas después de conseguirlo? ¿Someterían también al resto de clanes o su interés residía tan solo en Aqua? ¿Qué ocurriría con los habitantes de la ciudad? ¿Y con los soldados que los defenderían de aquella amenaza?

Aquellas preguntas y muchas otras más volaron por mi mente a una velocidad tan grande que me costó seguir el hilo de mi propio razonamiento. Me sentía completamente abatida, como si alguien se hubiese llevado toda la fuerza que había dentro de mí de golpe. El viento sopló con intensidad y el rumor de los árboles y el olor del verde entorno pareció relajarme un poco, pero todo cambió cuando volví a mirar hacia delante y me fijé en el dibujo que había en los pequeños banderines que ondeaban sobre las tiendas del ejército enemigo.

En aquellos pequeños trozos de tela teñida de múltiples colores, simbolizando la naturaleza multi-clan de aquel ejército, se podía encontrar la figura de un hombre fuerte y robusto caracterizado con la belleza de los dioses antiguos. Reconocí aquel rostro al instante y también el frondoso cabello rizado que siempre lo acompañaba, y de mi pecho se apoderó una angustia tan aguda que hizo que respirar se convirtiese en algo muy costoso.

El hombre que se movía en aquellas banderas era una deidad romana, Júpiter, el padre de los dioses y los hombres, aquel que había nacido para gobernarlos a todos y dominar el universo. Pero la imagen de aquel dios tan venerado en la antigüedad había sido distorsionada, y con ella también se habían modificado sus metas e ideales. El dios que veían mis ojos en aquel momento tenía un báculo en sus manos con el que apuntaba amenazante a cualquiera que se atreviese a mirarlo a la cara. Su rostro, dominado por una expresión de pura rabia y odio, anunciaba que su intención era destruirlo todo a su paso.

Las preguntas que me habían invadido hacía tan solo unos segundos habían encontrado su respuesta al fin. El objetivo de aquella guerra era arrasar con todo y con todos los que se opusieran al control de aquel Júpiter que se veía a sí mismo como un dios y que lo único que buscaba era someter y dominar todo lo que existía en aquel mundo. Por supuesto que atacarían a los otros clanes después del nuestro y claro que utilizarían el poder de las gemas para conseguir todo aquello que deseaban. Y, muy probablemente, lo harían sin encontrar ninguna fuerza que pudiese detenerlos.

Pero aquello no era del todo cierto y fui más consciente de ello cuando Killian volvió a nuestro lado y los soldados lo miraron con esperanza en los ojos, con seguridad y confianza plena en que íbamos a hacer algo para evitarlo, y con toda la admiración y respeto que cualquiera desearía tener. En aquel momento supe que no nos íbamos a quedar allí parados mientras atacaban a nuestra gente. Encontraríamos una solución porque era nuestro deber, porque teníamos que proteger a nuestros seres queridos y porque no podíamos dejar que personas inocentes pagasen el precio de errores ajenos.

La boca del jefe del clan se abrió para decir algo pero sus palabras nunca llegaron a mis oídos porque sentí un golpe muy fuerte en la cabeza que hizo que me inclinase sobre el suelo. El dolor se extendió con rapidez por mi cuerpo y ante mis ojos aparecieron pies moviéndose con agilidad en un ritmo propio del combate. Intenté levantarme pero estaba demasiado mareada como para conseguirlo, y cuando logré ponerme boca arriba percibí oscuras siluetas sobre mí antes de sentir otro golpe que hizo que perdiese el conocimiento.

#Screw consciousness, that's what I say.

Ahora ya sabemos quién es Júpiter... ¿Qué te parece el color que ha tomado el futuro de Moira y sus amigos?

¿Qué crees que va a pasar ahora?

Este capítulo ha sido un poco cortito, es la calma que precede a la tormenta así que agárrense que vienen curvas!

POR CIERTOOOOOOOOO:

¡Hemos llegado a las 40K! What??? 😭😭😭😭

Y como casi nadie lee esto aprovecho para contaros que cuando lleguemos al cinco cero voy a hacer un especial para agradecer todo vuestro apoyo. ¿Qué será? Dejaré que digáis qué queréis que ocurra en la segunda parte. Una escena, una parte de la trama o subrama... Podréis comentar vuestras ideas y de todas ellas escogeré la que más me guste y la incluiré en el libro. ¡Espero que os guste!

Próximo cap en los: 480 👀, 99 🌟 y 200 ✍️!

¡Nos vemos pronto! ❤️ ¡Biquiñoooos! 😍😍

P.D. Sí, amo Supernatural.