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Os dejo con Malas noticias ☔

El hombre de cristal atacó al jefe del clan con una espada que no se hizo añicos cuando chocó con la de su adversario, como había ocurrido anteriormente, y Killian se vio acorralado contra una esquina al no poder hacer nada contra el gran tamaño de su rival.

El jefe del clan respondió con una rapidez asombrosa para colarse entre las piernas de la gigantesca criatura, que golpeó su puño contra la pared de roca. La galería vibró con fuerza al recibir aquel impacto y el bello ser de diamante gruñó con fuerza cuando se dio cuenta de que no había alcanzado a su objetivo.

Los soldados, que hasta hacía un segundo se encontraban a mi lado, reaccionaron con una lucidez sorprendente y desenvainaron sus espadas para proteger al jefe del clan de aquella terrible amenaza, mientras yo me quedaba allí, anonadada, y cerraba los ojos al no tener el valor suficiente para presenciar lo que ocurriría si aquello terminaba de la peor manera posible.

Apreté los párpados con fuerza cuando escuché gritos y gemidos y no pude evitar estremecerme cada vez que las espadas de los soldados chocaban contra los fuertes cuchillos de diamante de la criatura. Me tapé los oídos al sentir una explosión tan fuerte que me levantó y me lanzó contra la pared y las agujas que se me clavaban en la cabeza empezaron a clavarse también en mi cuerpo, provocando que la sangre se deslizase por mi piel.

Cuando el silencio reinó a mi alrededor me caí al suelo de golpe, sintiendo como la tierra temblaba bajo mi cuerpo y todo se volvía blanco. Percibí que una presencia se acercaba a mí poco a poco e intenté incorporarme para escapar de aquel ser tan poderoso, pero mis extremidades no respondieron a mis demandas y me quedé allí, inmóvil y asustada, sumiéndome en la niebla que me rodeaba sin hacer nada por escapar de su hechizo.

La mano que se posó en mi frente me calmó al instante, iluminando mi interior con su luz y llevándose consigo parte del malestar que me invadía. Sentí como un incómodo hormigueo recargaba mi cuerpo de energía y se me erizó la piel al percibir un poderoso cambio en el ambiente que no pude explicar.

—Ahora tiene usted mejor aspecto, señorita —dijo una solemne voz que inundó el túnel con su presencia.

El anciano me observó con una cálida mirada cuando conseguí abrir los ojos y le susurré unas débiles palabras de agradecimiento al no ser capaz de encontrar mi voz.

—Me alegra comprobar que se las han apañado para sobrevivir a cinco de las seis gemas, pero me temo que traigo malas noticias.

—¿Qué ha pasado? —preguntó Aidan mientras se acercaba a nosotros.

—Hemos encontrado a Arter, pero no como nos habría gustado hacerlo.

—Lo siento mucho —dijo Killian con pesar, comprendiendo a lo que se refería el anciano sin necesidad de más explicaciones.

—Más lo siento yo, Ix Realix. Su cuerpo se encontraba en una cabaña oculta en los bosques del Clan Rubí. —Quentin se tensó al escuchar aquello—. La Autoridad del clan rojo está investigando lo que ha ocurrido pero dudo que logren obtener algún tipo de respuesta. Hemos descubierto que aquel fue el lugar escogido para torturar a Arter repetidamente durante ciclos. Su cuerpo estaba repleto de ataduras, cortes y heridas, pero eso no es todo. Cerca del lugar en el que lo habían aprisionado encontramos restos de un hechizo de compulsión y sumisión, lo que prueba que estaba siendo sometido en contra de su voluntad, tal y como creíamos.

—Siento haber dudado de su palabra, anciano magno —dijo Killian tras unos segundos de silencio. La humildad que cargó sus palabras me sorprendió gratamente, al igual que al anciano, cuya mirada se suavizó.

—Y yo siento tener que decirle que las malas noticias no terminan aquí, Ix Realix. En la cabaña también había manuscritos y diarios antiguos, documentos que muestran el trabajo de muchos ciclos de Asteria, junto con mapas y planos, rutas y estrategias.

—¿Estrategias para qué? —preguntó Max con cierto temor en la voz.

—No fue casualidad que entraran en su fortaleza, señor, aquello fue tan solo una prueba para comprobar que sus cálculos eran ciertos.

—¿Cálculos para qué? —La contenida voz de Mónica reflejó la angustia que todos sentíamos.

—Su objetivo es tomar el mando de la fortaleza aquamarina, parece que ha sido así desde el principio.

—¿Pretendían hacerse con la fortaleza con cinco hombres? —El anciano se río con amargura al percibir el tono de burla en la voz de Killian.

—En absoluto, Ix Realix. Aquellos cinco hombres no eran más que un cebo para comprobar cómo reaccionarían ustedes y medir las fuerzas que necesitarían para combatirlos, una estratagema para asegurarse de que su verdadero plan tenía éxito.

—¿Y cuál es ese plan? —preguntó Aidan con tensión en la voz.

—En algún momento muy cercano en el tiempo atacaran la ciudad azul con la intención de hacerse con el mando del gobierno. Entrarán por el bosque, ya han comenzado su camino. Hemos localizado a sus tropas en la zona oeste, pero me temo que no tardarán mucho en alcanzar su objetivo, Ix Realix, y por desgracia Aqua no cuenta con las defensas necesarias para hacerle frente a tal amenaza.

Tenía la sensación de que mi cabeza estaba dando vueltas en una espiral infinita a una velocidad tan vertiginosa que no podía pensar con claridad. ¿Había un gran ejército de soldados de todos los clanes escondido en el bosque y esperando para atacar la ciudad en cuanto tuvieran una oportunidad? ¿Era aquello lo que estaba diciendo el anciano?

—¿Cómo? —La furibunda expresión de Killian hizo que se me erizara la piel y la corriente de aire que trajo consigo las emociones del resto de los presentes envió un escalofrío por mi columna vertebral—. ¡Tenemos que ir a ayudarlos! ¿Cuánto tiempo tenemos?

—No lo sé, Ix Realix. Los ancianos están analizando lo que hay en la cabaña en este mismo instante con la intención de averiguar cualquier cosa que nos pueda servir de ayuda, pero me temo que no tengo más información que ofrecerle.

—Llévanos hasta ellos —pidió el jefe del clan.

—Espera, Killian. —La voz de Aidan sonó calmada pero su rostro reflejaba de todo menos tranquilidad—. Tenemos que pensar bien nuestra jugada, no podremos hacer mucho nosotros solos contra todo un ejército.

—¿Qué opciones tenemos? —preguntó Max con pesar.

—Hay que alertar a la guardia de la fortaleza y al resto de los reinos de lo que está ocurriendo —anunció Quentin.

—¿Confiamos en el resto de clanes? —pregunté con curiosidad. La expresión de los soldados sirvió como respuesta a mi pregunta—. Ahora mismo contamos con el factor sorpresa, no saben que conocemos sus planes.

—Y si hay algún enemigo oculto en las filas amigas perderemos esa ventaja —coincidió Mónica.

—Tampoco hay mucho que puedan hacer los otros reinos, Ix Realix, le recuerdo que no hay acceso a la magia de Neibos. —El rostro de Killian se tensó al escuchar las palabras del anciano.

—Necesitamos deshacer el último ritual —dijo Aidan.

—Pero nuestra ciudad está en peligro —rebatió Killian.

—Si deshacemos el último ritual podremos combatirlos con nuestras capacidades al completo.

—Pero si perdemos tiempo en eso es posible que lleguen a la ciudad antes de que podamos evitar que arrasen con todo. El último ritual es el más difícil y no hemos tardado precisamente poco en deshacer los anteriores. No sé hasta qué punto es sabio permitir que nuestros enemigos puedan acceder a la magia y atacar la ciudad con su poder —explicó el jefe del clan.

Killian me observó con miedo y dudas en la mirada y volví a descubrir en él aquella expresión sin barreras, aquel hombre que sentía y padecía sin esconderse detrás de la máscara que lo protegía. El mar atormentado que brillaba en sus ojos se centró en mí durante unos segundos y traté de decirle con mi silencio que no había una respuesta errónea, ya que íbamos a salir perdiendo y ganando algo independientemente de la opción que escogiésemos, y poco después vi en su mirada que había tomado una decisión.

—Si vamos ahora a Aqua podremos supervisar las órdenes que le daremos a la guardia de la fortaleza, pero si vamos al bosque cabe la posibilidad de que descubramos algo que nos ayude a combatirlos, alguna debilidad o algo clave en su plan que podamos sabotear para retrasarlos. —Los soldados asintieron con la cabeza, depositando toda su confianza en la decisión que había tomado el jefe de clan.

—Que así sea. Nosotros nos encargaremos de la última gema —dijo el anciano con preocupación en los ojos.

Devo creó un portal ante nosotros con una rapidez asombrosa y al cruzarlo me mareé ligeramente, teniendo que agarrarme a Aidan para no caerme al suelo al llegar al otro lado. El fresco y natural ambiente del bosque me recibió con los brazos abiertos, pudiendo respirar hondo por fin. Estaba en casa, en un entorno en el que me sentía cómoda y lejos del poder de las gemas que tanto me afectaban.

Notaba la cabeza más ligera y calmada, y a pesar de que los pinchazos y el dolor habían desaparecido, todavía sentía el daño que habían dejado a su paso. Mi ánimo mejoró al caminar entre los árboles del bosque bajo la cálida luz del mediodía, pero de pronto sentí como cambiaba el ambiente a mi alrededor. Los soldados frenaron en seco enfrente de mí y al acercarme para ver qué era lo que tanto les había perturbado, sentí como se me paraba el corazón.

PREGUNTA IMPORTANTE:

¿Todos los usuarios de wattpad pueden acceder a las obras que se clasifican como contenido adulto o son bloqueadas para ciertas edades? Pregunto para saber cómo publicar mi siguiente novela, el proyecto nieve.

Tengo más cuestiones:

¿Cuál ha sido la gema que más os ha gustado por su descripción?

¿Qué pensáis de la decisión que ha tomado Killian?

¿Y qué creéis que han encontrado en el bosque?

Solo digo una cosa: avecina petate...

¡Espero que te haya gustado el capítulo y el nuevo banner!

Y muchísimas gracias por todo el apoyo.

Siguiente capítulo: 450 👀, 106 🌟 y 230 ✍️!

¡Nos vemos pronto! ❤️ ¡Biquiños! 😍😍