Sin saber qué era lo que estaba pasando, intenté agarrarme a cualquier cosa que tuviera a mano para frenar la caída. Rocé el brazo de Killian tratando de aferrarme a él al dejar de sentir el suelo bajo mis pies, y el jefe del clan me agarró con fuerza para evitar que me cayera de bruces, permitiendo que me estabilizara y que me tranquilizara al percibir el frescor de la brisa marina que trajo su proximidad.

—Moira, no tiene sentido que seas tan patosa si luego eres capaz de escalar montañas y luchar como si fueras de la mismísima Guardia —dijo Aidan con sorna.

—Está claro que algo no cuadra —añadió Quentin con el ceño fruncido.

—Mi padre siempre dice que me caigo tan a menudo porque voy demasiado distraída mirándolo todo a mi alrededor y no presto atención al lugar en el que tengo que apoyar los pies —comenté con una sonrisa. Las expresiones de los soldados se volvieron serias al escuchar mi comentario y maldije mentalmente al darme cuenta del porqué.

—Con respecto a eso, Moira... —dijo Max sin saber cómo proseguir.

Mis acompañantes intercambiaron miradas intentando decidir quién sería el que se iba a atrever a continuar, y yo puse los ojos en blanco ante lo absurdo de la situación. Sabía que si seguía ignorando la cuestión su curiosidad no haría más que empeorar. Cuando el gato estaba fuera del saco no había forma de volver a meterlo dentro, así que decidí terminar con aquello de una vez por todas.

—A ver, mi padre es mi padre, pero no es mi padre biológico. —Los soldados se las apañaron para que sus expresiones reflejaran asombro a pesar de tener el ceño fruncido por la confusión.

—¿Entonces Mateus no es tu padre? —Aquellas palabras me dolieron tanto que tuve que esperar unos segundos para poder controlar la ira que sentía y responder a la pregunta como una persona normal.

—Sí que lo es. Mateus es la persona que me ha visto nacer, que me ha enseñado a andar, que ha sufrido conmigo las consecuencias de ser una persona sin poder elemental, y quien se ha preocupado por aprender cómo vivir sin magia para luego poder enseñármelo a mí. Es quien me defendía cuando la gente se metía conmigo y quien evitó que me convirtiera en el conejillo de indias de todos aquellos que se morían por averiguar cómo era posible que hubiera ocurrido lo impensable, quien me protegió de la Autoridad cuando vinieron a buscarme para recluirme en una caja de cristal en la que poder experimentar conmigo, y quien me enseñó a valorarme por quien era a pesar de la opinión del resto.

La mirada de Killian capturó mis pensamientos por unos segundos al ver en ella el horror que le habían provocado mis palabras.

—Él es quien sufrió las consecuencias de tener una hija que era un bicho raro, un ser que había salido defectuoso después de siglos y siglos de generaciones de nei que habían logrado cosas increíbles. Por mi culpa lo marginaron y lo expulsaron de los proyectos en los que estaba participando, robaron sus hechizos, sus estudios y todos sus trabajos de aquellos años.

El dolor que sentía en el pecho se agudizó cuando apareció en mi garganta el nudo que me impedía hablar, y me vi obligada a hacer una pausa antes de continuar.

—Gracias a él aprendí a leer y a escribir porque la sociedad a la que pertenecía consideró que no era lo suficientemente buena como para recibir una educación y tener una vida como la de cualquier otra persona. Mateus es quien me enseñó a querer por encima de todo, a ver más allá de las apariencias y de los títulos, y a reconocer las cosas que tienen verdadero valor en la vida. Es quien me demostró con sus actos que siempre hay otra opción y quien se aseguró de que no me consumía el odio cuando lo único que recibía eran negativas. Gracias a él sé que mi madre era una gran mujer y conozco cómo vivió y como murió, quiénes eran sus amigos y cuáles eran sus aficiones.

»Él ha sido la única persona en mi vida que me ha querido sin esperar nada a cambio. Nunca, ni una sola vez, me ha echado en cara los sacrificios que ha tenido que hacer por mí a pesar de que su sangre no corre por mis venas. Un padre es aquel que te protege contra viento y marea, quien te corrige cuando te equivocas, quien te anima a perseguir tus sueños, quien te hace reír cuando estás triste y quien te guía cuando estás perdido. Es aquel que te da un hogar y quien te enseña que, muchas veces, lo que quieres y lo que necesitas no es lo mismo. Un padre es aquel al que corres a refugiarte cuando no puedes continuar. Mateus no es mi padre, es mucho más que eso.

El nudo que tenía en la garganta se fue deshaciendo conforme pronunciaba aquellas palabras. La profunda tristeza que sentía se vio reemplazada por un orgullo y un agradecimiento que no conocían límites, y descubrí que me sentía mucho mejor después de haber sacado todo aquello de mi pecho. Las expresiones de los soldados, sin embargo, reflejaban una gran confusión, y respiré hondo al ver la conmoción que se había apoderado de sus rostros.

—Mi padre biológico es Ámbar —expliqué, haciendo que gimieran por la sorpresa.

—¿Cómo?

—Frost, el apellido de Mateus es Flame, ¿eso no te dio una pista? —pregunté con una sonrisa.

—Sí, es decir... no. —Su confusión era obvia—. Pensaba que había nacido en Aqua.

—Mi madre sí que era Aqua pero mi padre biológico era Ámbar, así que decidió cambiarse de Clan para estar con él. Mateus era su vecino y poco a poco fue conociendo a mi madre hasta que entablaron una gran amistad. Ella fue feliz con mi padre biológico durante los dos primeros ciclos de Asteria, pero poco a poco él se fue aprovechando de ella hasta que la convirtió prácticamente en su esclava. La obligaba a encargarse de todo y no la dejaba salir de casa ni relacionarse con nadie, ni siquiera le permitía saludar a otros nei por la calle.

»Con el tiempo empezó a pegarle, pero mi madre acababa de descubrir que estaba embarazada y no huyó por mí, porque no quería que naciera sin un padre. —Las lágrimas inundaron mis ojos al pensar en todo el sufrimiento que había tenido que soportar—. Cuando no pudo aguantar más, fue a la Fortaleza Ámbar para pedir ayuda, pero ella era una gota de agua en un mar de fuego que la consumió incluso antes de que pudiera explicar su situación. Cuando mi padre biológico se enteró, le dio una paliza tan grande que pensó que había perdido al bebé y se fue, dejándola en el suelo al borde de la inconsciencia.

—Por los dioses del Olimpo... —dijo Mónica, que me hizo sonreír al utilizar una expresión tan propia del Hrath.

—Lo siento mucho, Moira —añadió Aidan apretándome la mano en señal de apoyo.

—Ella había decidido que sin su bebé ya no tenía nada por lo que luchar y se había rendido, pero por suerte apareció mi padre, que lo había escuchado todo, y se la llevó de allí. Llamó a un sanador para que la curara, lo convenció para que mantuviera el pico cerrado, y la ocultó en su casa durante varias puestas de sol, tiempo en el que descubrieron que no había perdido al bebé.

»Con los ciclos empezaron a trazar un plan para escapar del reino Ámbar y volver a Aqua. Cuando consiguieron llegar a la antigua casa de mi madre en el reino azul sin que nadie los hubiera visto, no se lo podían creer. Estuvieron casi una semana sin salir por miedo a que los descubrieran. —Me reí al imaginarlos—. Con el tiempo las cosas se fueron asentando. Mi madre recuperó la fuerza y la vitalidad que la caracterizaban y su papel de restauradora del clan, y mi padre encontró un trabajo en Aqua sin levantar sospechas. Se enamoraron el uno del otro como nunca antes habían querido a nadie y vivieron muy felices durante aquellos siete ciclos, hasta el día en el que yo nací. 

📚 ¡¡Feliz día del libro!! 📚

Creo que ha llegado el momento de darle un nombre a este ship. 

Habéis dejado algunas opciones en los comentarios de los anteriores capítulos. Propongo que pongáis aquí todo lo que se os ocurra y que luego escojamos entre todas el que más nos guste :)

Espero que os haya gustado el capítulo de hoy :) 

¿Qué pensais de lo que ha contado Moira? ¡Contádmelo en los comentarios!

La meta para que suba el próximo capítulo son 680 👀, 120 🌟 y 290 ✍️!

¡Nos vemos cuando queráis! ❤️

¡Biquiños! 😍😍

Y mil gracias por todos los votos y comentarios!