POV Chiara

Cuando me comí eso que me dió Anne de repente sentí que mis fuerzas volvían.

Sentí que mis heridas se habían cerrado completamente.

Cuando antes en el mismo sitio me salia sangre a borbotones.

Me quedé sorprendida y sin habla hasta que ella me preguntó :

- ¿ A qué te sabe ?

- ¿ Qué ? Lo siento, ¿ a qué te refieres ?

- A lo que te dí - dijo muy obvia

- Ah vale.
La cosa que me comí me sabía a muffin de chocolate.
De esos que están rellenos de chocolate fundido.
Y el líquido a Coca Cola.
Una mezcla rara si lo juntas pero está delicioso. - respondí recordando a cómo sabía.

Espera mientras yo disfrutaba de esas cosas maravillosas.

Ella me estaba mirando comer.

Me sonrojé con un poco de vergüenza.

- Perdón, no te ofrecí. ¿ Quieres un poco ? - pregunté avergonzada por no haberme acordado de eso

- Oh no, tranquila.
Si me comiese eso estando bien me mataría o heriría gravemente.

- Vaya, ya no me parece tan magnífico eso.
Por cierto, ¿ cómo se llaman ?

- Lo líquido es néctar y lo que te dí para que te comieses ambrosía.

- Que nombres más raros pero saben bien.

Estaba apunto de darle otro bocado a la ambrosía cuando me lo quitó.

- Eh - me quejé - me lo iba a terminar.

- Mejor que no.
¿ No me has escuchado antes cuando te he dicho que te puedes morir si lo comes estando bien ?

- Ah sí, perdón se me olvidó.
El déficit.

- Siempre poniendo la misma escusa cuando no me atiendes. - me miró acusadoramente -
Bueno da igual, ahora lo importante es cómo te cuento esto.

Y se quedó así pensando en algo.

- Contarme el qué.

Le dije un poco impaciente.

- Mejor llamo a Jonh para que te cuente.

- ¿ Jonh ?
¿ El niño que siempre está callado y usa muletas cuando corre perfectamente ?

- Sip, ese mismo. Vamos a buscarlo.

John es un chico de nuestra edad, es el único niño que no nos hace nada.

Jonh es de estatura media, pelirrojo y de ojos azules claro.

En la cara tiene pecas y un poco de barba en la barbilla.

Es muy delgado, tanto que parece esquelético.

Siempre usa muletas aunque no sé porque.

Dice que le pasa algo en las piernas pero estoy segura de que no.

Si tuviese un esguince eso ya no lo tendría.

Si tuviese el hueso roto sanaría en unos cuantos meses.

Y si fuese algo grave llevaría silla de ruedas no simplemente muletas.

Pero era el niño que mejor me caía solo porque no nos hablaba ni nos hacía nada.

Sólo de vez en cuando nos miraba.

A Anne si la ví hablar con él varias veces.

Pero ya, no más.

Ahora estábamos yendo al salón donde estaban todos.

Estaban charlando.

Haciéndose peinados entre niñas y hablando de revistas y tal.

Y jugando los más pequeños.

Ya que aquí había desde los 8 años hasta los 16.

Actuaban como si no hubiesen visto ni escuchado nada.

Entonces vino Antonio.

Uno de los chicos que tonteaban con Anne :

- Hemos escuchado tus grititos de niña chiquita.
Qué te va dicho, ¿ que te mandará al rincón con las dagas o qué ?

- Espera, ¿ no habéis visto nada ?

Yo me quedé anodada.

- ¿ Qué deberíamos haber visto ? ¿ A ti llorando y pidiéndole a Maricris qué por favor no te mandé al rincón ?

Dijo él poniéndose de rodillas como si estuviese rogándole a alguien y haciéndolo muy dramático y alto para que lo escuchasen todos.

Lo miré con rabia y confusión.

Rabia porque se estaba burlando de mí y se notaba a leguas.

Y confusión porque con todo el jaleo que se armó no escuchó nada.

Había dos opciones.

O el niño estaba sordo perdido, que era la más probable.

O yo me lo imaginé todo, incluso a Anne salvándome.

Después de esa escenita, fuimos a una esquina donde estaba Jonh.

Siempre apartado de los demás.

Anne se adelantó y la vi hablando con Jonh mientras que él asentía y de vez en cuando decía algo.

Al final puso una cara de espanto.

Supe que se lo había contado.

Cuando terminaron de hablar me hicieron una seña para que fuese con ellos.

Así hice.

Cuando llegué adonde estaban él se presentó.

- Hola, yo soy Jonh Smith. Encantado - dijo extendiéndome su mano.

- Hola, pero no me gusta el contacto físico, - contesté señalando su mano - para nada.

- Vale - respondió levantando las manos como si fuese que está representando paz. - sin problema.

Creo que no pensó que le escucharía susurrarle a Anne :

- Es igualita a Nico, tanto en cómo viste, en su carácter, y que no le gusta que la toquen.

- Eh, ¿ quién es ese tal Nenuco ?
¿ Quién en su sano juicio le pondría el nombre de la colonia a su hijo ?

Al decir eso se empezaron a reír.

- Te pareces al señor D cambiando los nombres. - dijo Anne riéndose a carcajadas

- Vaale, no sé quién es pero me la suda. - respondí un poco borde de que no me explicaran.

- Tan bien hablada como él. - contestó Jonh mirando hacia el techo como si estuviese recordando.

Cuando volvió a mirarme dijo :

- No se llama Nenuco, se llama Nicolás aunque prefiere que le llamen Nico.

Nico...

Ese nombre me suena mucho, como de hace años atrás.

Será una coincidencia pero ese nombre estaba en algún lado de mi infancia.

Decidí decírselo.

- Perdón pero, ese nombre me suena mucho de cuando era una niñita.
¿ Me podrías decir el apellido de ese chico ?

Se miraron entre sí otra vez.

- Prepárate, esto no es fácil de contar - empezó Anne - pero, el apellido de ese niño es

- COMO EL TUYO. SE APELLIDA DI ANGELO - la interrumpió Jonh.

Yo estaba perpleja.

No podía ni moverme, pero después pensé que a lo mejor no era nada mío.

A lo mejor mi apellido era más común de lo que pensaba.

De repente ví a Anne dándole un zape en la nuca.

- Muy mal Jonh, yo pensaba contárselo despacio para que lo asimilase.

- Auch, perdón perdón.
No había falta pegar.

- Eres todo un quejica, te he dado flojo.

- Ya bueno, siento que todo no haya salido como esperaba su majestad.

Vale, ahora sí que no entendía nada.

De qué se conocían estos dos si casi nunca hablaban.

Nick Pers-
Adiós fénix oscuros.