Cap. 2
POV Nico
Entramos en la casa y dentro estaba un señor en sillas de ruedas jugando al poker con otro señor que parecía bastante mayor.
Tenía una coca cola light en una mano y vestía una camisa hawaiana colorida.
Cuando se dieron cuenta de que estábamos allí pararon de jugar.
Y el hombre que estaba en la silla de ruedas se levantó y convirtió en...
Un centauro, era Quirón.
Lo sabía porque estaba en una de mis cartas.
Nos condujeron a una sala que había allí.
Y nos pusieron un vídeo que enseñaba todo el campamento.
Lo que se hacía.
Para qué servía.
Y etc, etc...
Estaba bien hecho ya que nos habíamos...
Perdón, a veces tengo la sensación de que alguien en el pasado me completaba las frases y al revés.
Pero mi hermana me dice que eso es una locura.
Porque ella no sabe que estoy pensando.
O lo que voy a decir a cada momento.
Bueno, que nos habíamos enterado de todo.
O por lo menos yo.
Nos guiaron hasta la cabaña 11, la de Hermes.
Nos contaron que nos teníamos que quedar allí hasta que nos reconocieran.
- Hola, yo soy Travis - empezó uno
- Y yo Connor Stoll - continuo otro
- Somos los capitanes - siguió el primero
- De esta cabaña. - concluyeron los dos a la vez.
Cuando hicieron eso, sentí como, una especie de vacío en mi.
No sabía que era, porque no lo había sentido nunca pero, era algo que me oprimía el pecho.
- ¿ Estás bien ? - me preguntó Bianca.
Creo que había estado pensando demasiado.
- Eh, ah, sí sí, estoy perfectamente - dije sonriendo tratando de sonar convincente.
- Bueno, digamos que te creo.
No coló, pero es normal, es mi hermana mayor.
Ella me conoce mejor que nadie.
****
Pasaron los días y, uno en concreto, mientras estaba comiendo.
Me reconoció el Dios que menos hubiera pensado : Hades.
Y a mi hermana también.
Por lo menos es mi hermana completa y no media.
Por nosotros tuvieron que construir otra cabaña.
Ya que no había porque aparte de la promesa que hicieron.
Como Hades vivía en el Inframundo, no le hicieron cabaña.
Era entera negra, muy grande, de por lo menos 2 o 3 pisos.
Lo que era raro era que había tres habitaciones.
Dos de en el segundo piso y una en el primer piso.
Bianca se quedó con el de abajo y yo me quedé la de arriba.
Las habitaciones de la segunda planta estaban una enfrente de la otra.
Por dentro era de los colores, rojo sangre y negro.
Algunas cosas eran rojo vino pero pocas.
Parecía que estaba hecha para vampiros en vez de para humanos.
Y tampoco eso, semidioses.
Para terminar había mucha tecnología que no había visto en mi vida.
Y era la cabaña número 13, el número de la "mala" suerte.
A mí siempre me gustó el negro.
Pero también me gustan otros colores como el marrón, azul o gris.
El blanco no tanto pero lo uso algo, no mucho.
Bueno, nos explicaron que al estar en el Casino Lotus.
El tiempo pasaba de manera diferente.
Era muy extraño porque nos dijeron que si estábamos dentro del Casino unas horas, fuera, en tiempo real hubieran pasado días enteros.
Nosotros estuvimos unos 70 años creo.
Yo nací el 28 de Enero de 1924.
Y mi sorpresa fue encontrarme con que estábamos en el siglo XXI.
Normal estaba todo tan avanzado.
Al principio mi hermana Bianca, no se lo creía pero yo al momento confíe en ellos.
Yo la convencí diciendo que eso era verdad.
Que si no cómo explicaba los cambios, que porqué usarían diferentes ropas y atuendos, etc...
****
Ya me acostumbré a estar en la cabaña de Hades, es un poco oscura y sombría pero después es acogedora y tiene calor familiar.
Como éramos los únicos hijos de Hades, y como Hades era el Dios del Inframundo.
Todo el mundo, cada vez que paseábamos por al lado de alguien, nos miraba con temor, miedo y cuidado.
Como si le fuésemos a hacer algo malo de repente.
Nosotros no somos así.
****
- ¡ No Bianca ! No quiero que te vayas con las cazadoras. - le grito tratando de hacerla entrar en razón.
Por si no lo habéis pillado, ya ha pasado un año.
Tengo catorce años.
Hace unos días Artemisa y sus cazadoras llegaron al Campamento a visitar.
Tras jugar un captura la bandera.
Artemisa se fijó en mi hermana, lo malo es que tiene que renunciar a los hombres.
Entonces se tendría que alejar de mi.
Eso jamás, sobre mi cadáver.
Pero al final, vino a hablar conmigo sobre que lo había estado pensando y sobre que iba a aceptar.
Así que ahora después de esta breve explicación, continuemos.
- Nico, por favor. Me haría mucha alegría unirme a ellas.
- Entoces, te daría alegría separarte de mi. - susurré con la voz algo quebrada
- No, no, no es eso hermanito.
Yo te quiero con mi vida y más.
Pero me gustaría quedarme con ellas.
Sabes que aunque sea una cazadora y rechace a los hombres.
Puedo venir a visitarte, ¿ verdad ?
Eso en realidad me calmo bastante.
- Bueeeno, si me prometes visitarme siempre cuando puedas. Si lo apruebo.
Lo que no sabía es que después de decir eso, a los días se tendría que ir de misión con Percy y otros más.
La verdad que solo me quedé con ese nombre, por ahora, poquito a poquito.
Fui a hablar con él cuando me enteré de que se tenía que ir.
- Percy, prométeme que cuidaras a mi hermana.
- Nico, yo lo prometo, cuidaré a tu hermana con mi vida si es necesario.
- Eso espero.
Lo que no me esperaba es que regresarán y no encontrar a mi queridísima hermana, la que ha estado siempre para mí.
No estaría de nuevo conmigo.
Cuando volvieron, Percy vino a verme con una figurita de mitomagia en la mano.
La que me faltaba.
Estaba un poco quemada pero estaba entera.
Lo que me dijo, nunca se me olvidaría en la vida.
- Nico, lo siento yo, intenté todo lo que pude pero, salvarla, eso no...
- ¿ Qué ? - murmuré con la voz rota - ¡¡ Me lo prometiste !! ¡¡ Me lo prometiste !! - le grité llorando desconsoladamente - Te odio.
Nick Pers-
Adiós fénix oscuros.
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