Epilogo 1: Lazos de Amistad
La nieve se estaba terminando de derretir y los árboles ya empezaban a tener los primeros brotes verdes. El invierno por fin había terminado y la primavera estaba a la vuelta de la esquina.
–Pero aún falta – soltó el zorro un pesado suspiro, sabiendo que aún tenía que estudiar para varios exámenes finales.
Tails llegó al lobby del apartamento para buscar su correspondencia, encontrándose nada más con un par de volantes comerciales, pero nada interesante.
–Holas Tails – la voz de Zooey lo tomó por sorpresa, para así verla parada detrás de él.
–¡Z-Zooey! – exclamó con un tono de voz más aguda de lo que le hubiera gustado –Hola, hola – repitió con nerviosismo, sin saber muy bien el porqué. Carraspeó su garganta, en un intento de tener algo de sensatez. –¿Cómo has estado?
–Bien, bien – respondió jugando con un mechón de cabello de forma desinteresada –Casi no te he visto estas semanas.
–Sí, lo sé – dijo para cerrar el casillero de correos –Hemos estado en exámenes finales y la verdad apenas si he tenido tiempo de hacer algo más que no sea concentrarme en la universidad.
–Oh... comprendo – asintió Zooey provocando que una suave sonrisa se pintara sobre sus labios color rosa pastel.
Luego de su fiesta de cumpleaños y aquel desayuno lleno de tequila y situaciones bochornosas, no habían hablado realmente. Al regresar el día siguiente de su cumpleaños al apartamento ella se había despedido de él con un suave beso y le había pedido que le escribiera nuevamente, sin embargo, gracias a la universidad no habían podido más que intercambiar un par de mensajes a lo largo de las últimas semanas.
–Te ves muy hermosa hoy – halagó Tails ocasionando que la zorrita se sonrojara intensamente ante el inesperado cumplido –Lamento si no he estado tan presente como debería, es sólo que...
Los labios de ella sobre los de él lo hicieron acallar, robándole un suspiro ante el inesperado beso. Zooey se separó lentamente de él para verlo con aquella divina sonrisa tímida y mirada traviesa.
–Sé que tienes mucho en tus manos... no importa, eso me gusta de ti – murmuró jugando nuevamente con su cabello, desviando sus hermosos ojos azules –Tu dedicación.
Tails sintió como un rubor trepaba por su cuello para fijarse sobre sus blancas mejillas ante el halago.
–¿Te gustaría que saliéramos mañana? – pidió Tails atrevidamente, tomándola por sorpresa. Tails carraspeó un tanto avergonzando, pero sin dar un paso atrás –Ya sabes, podríamos...
–¡Sí, me encantaría! – festejó Zooey con emoción interrumpiendo al zorro, sintiéndose repentinamente inadecuada por la cantidad de energía en su respuesta –D-Digo... sí, por supuesto – carraspeó su garganta, avergonzada.
–Es una cita– le sonrió Tails, galante.
–¿Te parece mañana a las siete en mi apartamento? – invitó –...Hay unas cosas en mi habitación que necesitan arreglos – dijo Zooey con una mueca sugerente.
Tails sintió sus mejillas encenderse al acto para que una onda eléctrica recorriera su espina dorsal ante la invitación de ella y lo que aquella sonrisa sugería. Zooey le dedicó una mirada llena de picardía haciéndole entender que no estaba leyendo mal la situación.
–E-Este sí, sí, seguro – asintió Tails jalando el cuello de su playera sintiendo una repentina ola de calor inundarlo.
–Perfecto – le sonrió con la misma calidez y dulzura que la caracterizaban, borrando cualquier intensión oculta que pudiera tener. –Debo de irme, pero ¿te escribo luego sí?
–S-Sí, seguro – asintió Tails sin poderse mover de su lugar.
Zooey se despidió de él con un ademan de manos para así verla salir por las puertas del Lobby, sintiendo su corazón latir a mil por hora mientras aquel sonroje indeleble en sus mejillas se mantenía de manera indeseable. Esa parte de la personalidad Zooey la había visto brevemente el día de su fiesta de cumpleaños, pero no estaba seguro de que existiera sin alcohol de por medio. Era una grata sorpresa saber que sí.
–Una cita – se repitió para caminar en dirección al elevador sin poder borrar esa boba sonrisa de su rostro.
Tails presionó el botón al nivel 10 dejando caer su cuerpo contra la fría pared de metal. Colocó una mano sobre su pecho dejando que la calidez de ese momento lo envolviera por completo. Todo se sentía bien, correcto.
–Había pasado mucho tiempo desde que me sentí así – murmuró para que una suave sonrisa se pintara en su rostro.
Una emoción familiar y a su vez más madura. Era increíble como una emoción podía evolucionar y sentirse igual y a su vez diferente.
Tails salió del elevador, caminando en dirección a su apartamento, no podía esperar para que llegara mañana. Abrió la puerta del apartamento para darse entrada al mismo y ver a Sonic, Silver y Knuckles hablar de forma amena en medio de la isla de la cocina. Era la primera vez que los miraba a todos reunidos desde su cumpleaños.
–¡Hey Tails! – saludó Sonic animado al percatarse de su presencia –Tiempo sin vernos.
–Pensé que hoy pasarías otra noche más en la biblioteca – dijo Knuckles abriendo una de las cervezas que yacían en medio de la isla.
–Sí, eres al que menos he visto de todos, y eso que no he visto a casi nadie – concordó Silver.
–Los exámenes han estado brutales – asintió Tails para caminar hacia ellos –Creo que tomaré una taza de café y...
–No, no, no – dijo Sonic interceptando su camino y tomarlo del cuello amistosamente con su brazo para atraerlo hacia donde ellos estaban –A penas nos hemos visto, comparte un poco con nosotros – pidió obligándolo a sentarse con ellos.
–Sonic – regañó Silver con una mirada de desaprobación.
–¿Qué? Es cierto – insistió Sonic. Tails vio a su amigo de manera suspicaz ¿por qué no parecía que su única intensión fuera pasar tiempo a su lado? –¿No lo crees Knuckles?
–Totalmente de acuerdo – insistió el equidna con una sonrisa –Vamos, tomate un par de cervezas – dijo para sacar deslizar suavemente una cerveza por el mostrador y dirigirla hacia donde el zorro yacía sentado –No seas aguafiestas, tenemos suficiente con Silver.
–¡Oye! – exclamó Silver molesto.
Tails sentía las miradas cómplices de Knuckles y Sonic, sin embargo, luego de la semana que había tenido no le caería mal relajarse un poco con sus amigos.
–Bien, qué más da un par de cervezas – aceptó para tomar la cerveza frente a él.
–¡Genial! – celebró Sonic para chocar su mano con la de Knuckles. Algo particularmente inquietante.
Tails tomó un par de cervezas junto a ellos para reír ante las peleas absurdas entre Sonic y Knuckles, las mayorías provocadas por los comentarios mal intencionados del erizo azul, mientras que Silver servía de mediador para evitar que el equidna le propiciara un golpe certero y bien merecido a Sonic; él por su parte solo reía o hacía comentarios muy puntuales en la conversación o tan puntuales como su ingesta de alcohol se lo permitía.
–¡Tengo una idea! –exclamó Sonic de pronto –¿Qué les parece si jugamos un amistoso juego? – sugirió con una mirada maliciosa mientras un esbozo de sonrisa se dibujaba en sus labios.
–Wow Sonic, eso suena a una buena idea – apoyó Knuckles en un atípico buen humor.
Silver los de manera desaprobatoria, casi como si supiera hacia donde se dirigía eso. Tails por su lado los miraba de manera suspicaz.
–¿Qué clase de juego? – preguntó Silver, desconfiado.
–Sí, ¿qué clase de juego? – cruzó Tails sus brazos sobre su pecho.
–Mmm... no lo sé – murmuró Knuckles con una falsa expresión pensativa –¿Tú qué dices Sonic? – vio al erizo para sonreírle de manera cómplice.
–Oh rayos, déjame pensar...– pausó unos segundos para ver al zorro y al erizo plateado con una sonrisa petulante –¡Lo tengo! – exclamó –¡Juguemos "yo nunca"! – ideó de pronto.
–Oh wow... y me dices que se te acaba de ocurrir de la nada ¿ha? – murmuró Silver viéndolo con seriedad.
–¡Oh vamos será divertido! – animó Sonic.
–¿Esa no es una versión de verdad o reto? – preguntó Tails, sin convencerse.
–No, no – intervino Knuckles –Aquí uno lanza una oración que inicie con: <<Yo nunca...>> seguido por una situación y si la hiciste bebes, sino la has hecho no bebes. Nada de retos ni preguntas personales – explicó el equidna animado.
–¿Por qué se siente sospechoso esto? – inquirió el zorro viéndolos con desconfianza.
–¡No seas aguafiestas! – insistió Sonic.
–Además, sólo somos nosotros – habló Knuckles a modo tranquilizador.
–Mmm... – murmuró Tails, indeciso.
Tails no estaba seguro si eso era mejor o peor que verdad o reto, después de todo aquí todos debería de "responder" a los enunciados de sus contrapartes y estaba casi seguro que no se quedarían callados si alguien admitía información interesante.
–... Podrás saber cosas de Sonic y Amy – le susurró Knuckles por lo bajo para que nadie más escuchara, captando su atención. –Nos faltaron preguntas en ese desayuno ¿No te parece?
–¡Bien, acepto! – soltó el zorro emocionado, dejándose llevar por su curiosidad nata.
–P-Pero Tails... – exclamó Silver con un dejo de preocupación en su voz.
–¡Será divertido! – insistió Sonic abrazando del cuello de manera amistosa al erizo plateado –Y tú aún me debes una – dijo entre dientes sin perder la sonrisa.
Silver se tensó ante las palabras del erizo azul, sabiendo perfectamente que se refería a su inoportuno desliz respecto a la información que había dicho en el desayuno luego de la fiesta de Tails.
–Bien... estoy dentro también – aceptó Silver resignado.
–¡Super! – lo soltó Sonic –¡Yo empiezo!
–Espero tus situaciones sean más entretenidas que: "¿Cuál es tu color favorito?" – imitó Knuckles en voz burlona.
–Prometo no decepcionarte esta vez– le sonrió con malicia. Sonic tomó su lata de cerveza para verla con unos ojos que anunciaban problema y una sonrisa soberbia pintada en sus labios –Yo nunca...– pausó con un falso desinterés –He sido quemado por mi pareja mientras tenemos sexo – soltó si más.
Todos los presentes voltearon a ver a Silver con gran expectativa, era obvio a quién iba dirigido esa situación. El erizo plateado se sonrojó con fuerza, quien sujetó su lata de cerveza con cierto nerviosismo y así tomar un pequeño sorbo.
–¡¿Es en serio?! – exclamó Knuckles con genuina sorpresa –¡¿Cómo le haces para tener sexo entonces?! – preguntó sin filtro tensando al erizo plateado.
–¡Wow! ¿Usas algo para las quemaduras? – preguntó Sonic con una curiosidad infantil.
–¿Esto pasa muy a menudo? – cuestionó Tails con preocupación.
–¡F-Fue algo de una vez! – explicó abochornado sintiendo su rostro arder –Y no es como que me prendiera en fuego o algo por el estilo, fue sólo un arañazo que... – silencio de golpe, sintiendo como el rubor trepaba por su rostro dirigiendo su mirada a su regazo, avergonzando. Había hablado demás.
Silver sentía su cabeza palpitarle con fuerza. No importara que sólo estuvieran ellos, eso no hacía ese interrogatorio más cómodo en lo absoluto.
–Los arañazos son de lo peor, en especial cuando es verano – apoyó Knuckles –Recuerdo una vez que Rouge decidió dejarme marcada la espalda ante de ir a la playa– se quejó malhumorado – ¡Viejo tuve que andar con una de esas estúpidas camisetas de manga larga durante una semana!
–¿Y qué me dices de las mordidas? – prosiguió Sonic seriamente –Una vez lo estábamos haciendo en mi cuarto y para callar un gemido ¡me mordió el hombro! – se quejó para colocar una mano donde la herida alguna vez se había situado.
–¿Amy? ¿Mordiendo? – inquirió Tails sin poder creerlo.
–He estado con más persona que Amy, te he de recordar – rodó el erizo azul sus ojos.
–Eso dice Fiona por todos lados – soltó Knuckles burlesco –Pensé que el daño sólo había sido emocional – rio divertido.
–Si te contara– rodó sus ojos –Creo que tengo descuento en la farmacia de la universidad – sonrió Sonic divertido por igual.
Silver subió su mirada de su regazo para ver el ambiente ameno y divertido que se había creado, y a diferencia de lo que pensó, esta vez no hubo bromas pesadas ni comentarios mal intencionados, sino un lugar seguro para compartir experiencias que posiblemente no hubieran hecho de ninguna otra manera. Una suave sonrisa se pintó sobre sus labios, pues vaya que tenía experiencias que quería compartir por su parte.
–Bien, bien, es el turno de Tails– cortó Knuckles las risas. –Te toca amigo.
–Bien...– asintió el zorro –Yo nunca... lo he hecho en el baño con mis amigos en casa – soltó con una mira acusadora hacia el erizo azul.
Sonic, Silver y Knuckles tomaron al mismo tiempo.
–¡¿EH?! – exclamó Tails asombrado –No me sorprende de este par, pero tú, ¡Silver!
–¡N-No fue aquí! – explicó rápidamente.
–Espera ¡¿Fue en el apartamento de las chicas?! – soltó Sonic igual de sorprendido, ocasionando que el erizo plateado le desviara la mirada –¿Cómo le hiciste para evitar las estricticas reglas de Sally? – preguntó el erizo azul curioso –Tiene tantas que ha matado el momento entre Amy yo tantas veces que...
–No es como que fuera planeado– explicó Silver tímidamente, interrumpiendo sus palabras –Me quede a dormir una noche, pero Sally y Amy llegaron temprano y tanto Blaze como yo teníamos clase a primera hora y no podíamos darnos el lujo de esperar a que todas terminaran de bañarse, quiero decir, ¿sabes cuánto tiempo tarda en bañarse Amy? – se quejó Silver soltando un suspiro de fastidio.
–Ahora entiendes por qué peleábamos por el baño ¿no es verdad? – rio Sonic divertido para que Silver concordara con un movimiento de cabeza.
–¿Entonces eso lo haces para evitar quemarte? – inquirió Knuckles pensativo.
–Ya te dije que fue solo una vez – le recordó Silver para verlo con molestia –...Pero el agua es mucho más caliente de lo que me gustaría – admitió con cierto desagrado.
–¡Te entiendo! – sonrió Knuckles – Rouge podría cocinar una langosta en 3 minutos con la temperatura volcánica que pone la regadera cuando lo hacemos.
–¡Hey! ¿Y cómo le hacen para no resbalarse? – preguntó Sonic –La última vez que lo hicimos con Amy casi nos llevamos la cortina del baño.
–¿Esa es la razón por la que me pediste arreglar tu cortinero y pasar comprando otra cortina para la ducha? – preguntó Tails con genuino desagrado –Por culpa de ustedes debemos de decirle adiós al depósito de este lugar.
–Bueno no todos tenemos novia con apartamento propio ¿o sí? – se defendió Sonic, ocasionando que el zorrito se sonrojara, permaneciendo en silencio.
–Intenta con alfombra de esas antideslizantes que ponen en las bañeras, viejo te cambiara la vida – aconsejó Knuckles abriendo otra cerveza desviando la atención del zorrito.
–Eso suena a una buena idea– concordó Silver tomando un sorbo de cerveza –Yo no tengo consejos útiles para eso realmente, mis poderes son bastante beneficiosos para ese tipo de cosas – sonrió con cierta picardía.
–Cuando ser una amenaza para la sociedad rinde frutos en el sexo – soltó Sonic en un suspiro pesado.
–¡Oye! – se quejó el erizo plateado.
–¡Hey! Alguna vez has intentado levitar y hacerlo... ya sabes ¿en el aire? – preguntó Knuckles con curiosidad.
–¡¿Acaso estás loco?! – exclamó Silver con molestia –¡Eso sería imprudente, irresponsable y...
–No puedes hacer las dos cosas al mismo tiempo ¿no es cierto? – interrumpió Sonic el sermón del erizo plateado con una sonrisa socarrona.
Silver soltó un suspiro lleno de resignación.
–No – admitió amargamente.
–¡Sería increíble si se pudiera! – animó Sonic –Sería sexo en otro nivel, literalmente.
–Bien, bien, bien – interrumpió Knuckles divertido –Mi turno. Yo nunca... – calló para darle una mirada cómplice al erizo azul quien le sonrió de manera aprobatoria –... Yo nunca lo he hecho con mi... quiero decir ¿novia?, luego de mi fiesta de cumpleaños en su apartamento– completó.
Todas las miradas se dirigieron a Tails quien se sonrojó intensamente por el obvio enunciado que iba dirigido específicamente hacia él.
Apretó la lata de cerveza sin poder beber un sorbo, pues desde su cumpleaños no se habían visto, de hecho, el contacto más reciente entre ellos había sido esa mañana en el lobby.
–Pero ya hicieron algo, ¿no es cierto? – inquirió Sonic de manera intrusiva, ocasionado que el zorro apretara los labios en una fina línea permaneciendo en silencio
–¡No me digas que sólo durmieron el día de tu cumpleaños! – exclamó Knuckles alarmado.
–¡¿Qué?! No, claro que no – se defendió Tails para verlo con molestia por su acusación.
–Tails...– llamó Sonic con un dejo de consternación en su voz –¿Acaso te quedaste dormido por todo el alcohol a la mitad de...
–¡Por supuesto que no! – respondió indignado –¡Son los exámenes, apenas he tenido tiempo de dormir no se diga de hacer algo más!
–Pero... ¿son novios? – inquirió Silver curioso.
Todos lo vieron con expectativa, era obvio que su relación era la comidilla de esa noche.
–No, no somos novios – respondió Tails sorbiendo un largo trago de cerveza para poder pasar ese trago amargo –Aún seguimos conociéndonos...
–Tails cogiendo antes de tener novia – sonrió Knuckles burlesco –Nunca pensé vivir para ver eso.
Tails se hundió en su asiento, sintiendo su rostro enrojecerse intensamente por la vergüenza. No era fan de hablar de su vida personal, mucho menos de su vida íntima. Odiaba sentirse bajo los reflectores.
–Es sólo que Tails no quiere pedírselo 17 veces antes de que le diga que sí – bromeó Sonic juguetón ocasionando que Knuckles borrara su sonrisa al acto, viéndolo con molestia.
–Touché – rio Silver divertido, junto a Sonic.
El zorro observó a sus amigos, quienes reían divertidos ante la broma pesada. Una sonrisa tiró de sus labios obligando a la vergüenza y la incomodidad a salir por la puerta.
–Pero dinos, ¿cómo fue? – preguntó Sonic de pronto sin descaro. –Ella es tu segunda después de mucho tiempo ¿no es cierto?
–Este... – se sonrojó el zorro nuevamente, borrando su sonrisa previa, sin poder realmente darle una respuesta, o mejor dicho, no deseaba hacerlo.
–¿Y cómo fue tu primera vez con Amy, eh Sonic? – preguntó Silver fingiendo curiosidad.
Tails volteó a ver a Silver con asombro, pues parecía casi como si lo estuviera defendiendo de las preguntas personales que ahora le hacían.
–Pues... – pausó Sonic por unos segundos ocasionando que Tails lo viera con sorpresa. No había reaccionado a la defensiva o intentando esquivar el tema –Fue complicado – admitió soltando un pesado suspiro –Realmente la deseaba tanto, pero la amistad se puso de por medio – rememoró Sonic –Olvídalo, pensándolo bien, fue un calvario llegar a la primera vez con Amy – rodó sus ojos con molestia.
–Pero ¿Qué tan diferente fue? – preguntó el equidna con genuina curiosidad –Quiero decir, Sonic, todos aquí te escuchamos con Fiona...
–Más de una vez – asintió Silver con molestia.
–No, no, no – negó Sonic alarmado –No me pidas comparar, es como comparar rocas con una hamburguesa ¡No se puede!
–Concuerdo con Sonic – se involucró Tails para sorpresa de todo –Son dos experiencias diferentes, igualmente buenas, pero diferentes.
–¡Eso! – señaló Sonic entusiasta –Fiona era apasionada y un tanto salvaje, y era muy bueno... pero – silenció pensativo por unos segundos.
–Te gusta lo más tierno y dulce – alzó Knuckles una ceja con un dejo burlesco en su voz.
–No es así con Amy – negó Sonic moviendo su cabeza suavemente –Amy es más pícara, aventurera, y a su vez... no sé... – una sonrisa se pintó en sus labios de manera inconsciente para que su expresión se suavizara –Es una experiencia sublime...– soltó en suave voz.
–Realmente estás enamorado – felicitó Silver, descubriendo a su amigo, quien borró su sonrisa al acto, sonrojándose intensamente.
–¿Y para ti cómo es Tails? – insistió Knuckles para apoyar su mentón sobre la palma de su mano –Quiero decir, asumo que con Cosmo hacías el amor como nuestro romeo azul aquí – dijo ocasionando que Sonic tomara otro trago de cerveza, desviándole la mirada – ¿Pero con Zooey es igual?
–En definitiva, no – respondió Tails más relajado, tomando por sorpresa a todos sus amigos. Por primera vez se sentía en un espacio seguro, un lugar donde podía compartir sus experiencias y por primera vez no recibir bromas por respuesta, o al menos no tantas –Con Cosmo era torpe y un tanto inseguro – admitió con cierta vergüenza, para que todos asintieran con la cabeza, entendiendo perfectamente sus palabras –, pero con Zooey... ella es... – calló recordando aquella noche que pasaron juntos, ruborizándose ante el recuerdo de aquellos ojos seductores y sonrisa provocativa –Es un espíritu indomable, es... ella es...
–Como un tornado que arrasa con tod,o y a su vez, como la lluvia que te refresca en medio de una tarde calurosa de verano – completó Knuckles de manera poética captando la atención de todos los presentes, quienes lo miraban extrañados y anonadados por su elocuencia –¿Qué? – soltó a la defensiva.
–¿Desde cuando eres poeta? – inquirió Silver, extrañado.
–No me digas, ¿lees? – dijo Sonic burlesco.
–¡Para su información pedazos de ignorantes, tome una clase de poesía como extracurricular este semestre! – bramó el equidna.
–... ¿Así es con Rouge? – inquirió Tails con una mirada suave. Knuckles se sonrojó sutilmente ante su acertada conjetura, sorbiendo otro trago de cerveza. –Creo que, por primera vez Knuckles, me dejaste sin palabras – le sonrió el zorro –Ya que no podría describirlo mejor.
–Sí, sí, muy romántico – rodó Sonic sus ojos – Pero dinos ¡¿Cómo pasó?! – preguntó Sonic enérgico –No me lo tomes a mal Tails, pero no te veo propasándote con ella o con nadie de ser el caso ¿o el alcohol sacó lo peor de ti?
El zorro se sonrojó intensamente ante las palabras de su amigo, en serio sus amigos querían hasta la última gota de información. Observó a Silver golpear su frente con la palma de su mano para sacudirla de manera negativa soltando un suspiro de resignación, mientras que los ojos de Knuckles brillaron con emoción, casi tanto como los de Sonic. Casi parecía que eso había sido una emboscada para por fin sacarle la información que no habían podido después de su cumpleaños.
–Hmph, claro que no – negó Tails un tanto ofendido por su conjetura –Ni con todo el alcohol del mundo me sobrepasaría con nadie – dijo bebiendo nuevamente.
–Te lo dije, me debes 25 Rings – dijo Sonic para ver al equidna con una sonrisa victoriosa.
–¡No, no, a lo mejor Zooey aprovechó la situación! – se apresuró a decir el equida. Tails escupió la cerveza tosiendo descontroladamente ante sus palabras. –¡Ja! ¡Te dije que el alcohol tenía que ver, ahora tú paga!
–¡¿Eh?! – exclamó Sonic asombrado –¡¿Es en serio que Zooey hizo algo como eso?!
–Wow, no sabía que ella y Rouge tenían tanto en común – abrió Silver los ojos, intrigado.
–Las calladas son las peores – habló Sonic para entregarle el dinero a Knuckles de mala manera –No te ofusques Tails – intentó tranquilizar al zorro que no se mostraba particularmente feliz por la dirección de la conversación –Me pasó lo mismo con Amy – admitió Sonic intentando ocultar el tenue sonroje que pintaba sus mejillas –La primera vez que "algo" quiso pasar entre nosotros, ella... – silenció por unos segundos para carraspear su garganta –Bueno, digamos que los casilleros del vestidor de hombres en el campus me provoca cosas ahora que los veo – rio nervioso.
–Espero que por Amy – se burló Knuckles contando su dinero.
–¡Claro que sí! – bramó el erizo azul.
–¡¿Ella te siguió al vestidor?! – preguntó el erizo plateado incrédulo.
–Si no nos hubieran interrumpido no sé qué habría pasado –admitió el erizo azul con una sonrisa pícara –¡Esa mujer me mostró otro nivel de sensualidad que jamás pensé estuviera en ella! – exclamó sintiendo una agradable onda de calor recorrerlo ante el recuerdo.
–¡Te entiendo! – se unió Tails con una amplia sonrisa –Es como si el switch cambiara de pronto y es algo tan magnético y...
–¡Y excitante! – completó Sonic.
–¡Sí! – sonrió Tails animado.
–Entonces... ¿piensan volverlo a hacerlo? – se involucró Knuckles.
–Bueno... – carraspeó su garganta –Tenemos una cita mañana – admitió sonrojándose fuertemente.
–Eso es un sí – rio Sonic divertido –No olvides usar protección, aún te quedan un par de años para terminar la universidad – sacudió su flequillo para que Tails lo viera con molesta alejándose de su tacto.
–¡Eso me recuerda que tú y Amy me deben una caja de condones! – exclamó Knuckles para ver al erizo azul con molestia.
–¿Eh? No, no – negó Sonic a prisa –Como no te vi durante toda la semana dejé una nueva en el baño, pensé que la habías visto y te la habías llevado.
–¿Uh? No, no.
–Si no fuiste tú ¿Qui...– Sonic silenció para que tanto él como Knuckles voltearan a ver a Silver, quien se tensó bajo su mirada.
–¡P-Puedo explicarlo!
–Silver tiene más sexo que tú – rio Sonic divertido.
–¡No pienso volver a dejar nada en el baño! – vociferó Knuckles –¡Desde ahora todos tienen prohibido tocar mis cosas!
Tails rio divertido para ver a sus amigos discutir mientras las bromas y risas creaban un ambiente cálido y ameno.
El juego quedó atrás, pues todos empezaron a compartir sus mayores aciertos, sus propias inseguridades y de tanto en tanto sus sentimientos a sus parejas. Entre risas y bromas la tensión de los exámenes se diluyó junto a la noche, recordándose una vez más el lazo estrechó que a pesar de los años seguía uniéndolos.
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Tocó a la puerta nervioso, para ver las margaritas blancas en su mano y así, la zorra de ojos azules abrirle la puerta.
–Tails – dijo con su emoción contenida –¡Pasa, pasa! – abrió la puerta para darle entrada –¿Son para mí? – inquirió al ver las flores para que el zorro se las entregara con una amena sonrisa –Son hermosas, gracias – dijo olfateando las flores –Iré por un florero, mientras, ponte cómodo – le sonrió sugerente.
–Espera por favor – la tomó suavemente del brazo, deteniendo su marcha –Antes de... ammm... antes de que pase cualquier cosa, quisiera hablar contigo.
–¿Pasa algo malo?
–No, no, todo lo contario – le sonrió Tails con dulzura –Ayer estuve hablando con los muchachos y bueno... – silenció para recordar con agradó la noche de chicos que se había dado la noche previa –Hace mucho tiempo yo estuve con alguien que amé profundamente, pero ella...– un silencio cargado de tristeza navegó en la sala, dando a entender su enunciado, ocasionando que Zooey lo viera con tristeza
–¿Algo malo le paso? – inquirió Zooey para que Tails asintiera suavemente.
–Fue algo difícil, y durante mucho tiempo pensé que nunca más volvería a sentir nada por nadie, o así fue hasta que llegaste a mi vida – le sonrió suavemente. –Y no quiero que esto sea algo... casual, no es algo en lo que esté interesado – negó con suavidad –Por eso, quiero preguntártelo apropiadamente – tragó pesado sintiendo como el nerviosismo recorría su cuerpo y nublaba su mente –T-Te gustaría... – pausó un momento para armarse de valor –¿Te gustaría ser mi novia?
La mirada de la zorra se iluminó, como si llevará esperando escuchar esas palabras por mucho tiempo.
–¡Sí, sí! – abrazó al zorro por el cuello para plasmar un beso en sus labios –Pensé que nunca me lo pedirías – dijo con una felicidad desbordante.
–Lamento la tardanza – dijo para besarla de regreso.
Llegar a ese momento de su vida había sido un viaje difícil, pero sin lugar a duda, sus amigos lo habían guiado sin ellos saberlo hasta ese momento. Seguramente esta noticia llevaría a otra bochornosa noche de bebidas alcohólicas y preguntas incómodas, y por primera vez, no podía esperar.
¡Hola mis queridos lectores! Como lo prometí, aquí está el primer epilogo de la serie de epílogos que pienso hacer y el plan era subirlo el 19 de julio pero me fue imposible :( sin embargo, ¡Aquí está!
Este capítulo toma lugar antes del capítulo final ¡En donde Sonic por fin consigue su deseada información XD! Luego de escribir tanta tragedia necesitaba un respiro y poner algo de felicidad en mis escritos. Realmente Tails es uno de mis personajes favoritos durante toda su historia y es el único que nunca se sabe cómo le pide a Zooey que sea su novia en la historia, así que quise agregarlo, así como una continuación de nuestro adorado verdad o reto y un poco sobre la amistad que ellos comparten y cómo evoluciona ahora que todos tienen pareja. Realmente espero que les haya gustado, y no se preocupen, aún hay más de donde vino este. Es posible que algunos epílogos se den lugar en medio de ciertos momentos de la fiction, eventos que no termine de dar una conclusión porque me salía de la trama principal y que quise poner, pero no le agregaban nada a la historia.
El siguiente epilogo será seguramente un Sonamy puro, pues ya tengo una idea de qué me gustaría escribir. Como sabrán no tengo realmente una cantidad de historias cortas pensadas, pero quiero incluir un par de sugerencias que me dieron en éstas. Hasta entonces mis queridos lectores, su autora se despide. Kat fuera.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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