Abrió el casillero correspondiente a su apartamento en busca de su correo cuando vio una pequeña tarjeta amarilla sobresalir de entre los sobres blancos. Era una invitación. Zooey abrió sus ojos con sorpresa para así tomar la pequeña tarjeta, cerrando su casillero de metal y leer su contenido.

Una sonrisa se esbozó en su rostro ante la pequeña tarjeta frente a ella, la cual tenía un pequeño Tails dibujado en ésta. Un detalle adorable a su parecer.

Era la primera vez que la invitaban a una fiesta universitaria o en este caso a una fiesta en donde él estaría.

–Zooey – escuchó decir, alertando sus orejas al escuchar su nombre. –Hola – saludó Tails con una amplia sonrisa según se acercaba a ella por el vestíbulo –¿Revisando tu correo?

–Eh... sí – asintió con un leve nerviosismo –Justamente recibí la invitación a tu fiesta de cumpleaños – enseñó la pequeña tarjeta con alegría.

Tails esbozó una media sonrisa al ver la invitación.

–Sí, a mi fiesta sorpresa de cumpleaños – dijo divertido al ver la tarjeta amarilla poniendo su atención en el pequeño garabato que se suponía debía ser él.

–¡¿EH?! ¡Lo lamento! – exclamó Zooey con una mueca de genuino arrepentimiento –¡No sabía que...

–No, por favor – interrumpió Tails velozmente a la exaltada zorrita –No te disculpes, Sonic se te adelantó con el anuncio – sonrió nervioso –Se suponía que sería sorpresa, pero aparentemente no pudo guardar el secreto – le sonrió de forma tranquilizadora.

Zooey colocó una mano sobre su pecho, soltando un suave suspiro de alivio ante las palabras del zorro.

–Que bueno...– murmuró Zooey en suave voz –No me gustaría arruinar algo que fuera importante para ti – subió su mirada para que sus ojos color zafiro se prendieran de los de él.

Notó una oleada de rubor cálido trepar por su rostro, acentuándose en sus mejillas blancas; sonrojándose ante la imagen que ahora le robaba el aliento. Tails tragó pesado sintiendo aquella sensación dulce e incómoda que se acrecentaba cada vez más en su estómago ante la cercanía y la necesidad indescriptible de poder acortar aún más los pocos pasos que los separaban.

–Ammm...– murmuró el zorro, quien de manera automática desvió su mirada de la ella. Nervioso. –Me pregunto... – silenció de golpe.

Su corazón golpeteaba su pecho ante el nerviosismo y por un momento pensó en retractarse ante lo que pensaba proponer, hasta que la imagen de Sonic y Silver vinieron a su mente. Ambos estaban enfrentando sus propios miedos e inseguridades para encontrar el amor, uno que los hacía crecer de manera que jamás él pensó. Era momento que él hiciera lo mismo.

Tails regresó su mirada a Zooey, quien lo miraba con expectativa por su frase inconclusa.

–Me preguntaba– tragó pesado –¿Si te gustaría salir... conmigo? – apenas logró decir, mientras una onda de calor se expandía por su cuerpo.

–¿Por un café dices tú? – devolvió Zooey, viéndolo con curiosidad.

–¡Un café sería perfecto! – exclamó Tails con una amplia sonrisa mientras un brillo único iluminaba sus ojos azul cielo.

Zooey le sonrió complacida para así darle un vistazo a su reloj y luego regresar su vista a él.

–Hay una cafetería aquí cerca que creo que tiene el mejor café de Station Square – le sonrió –Justo iba a juntarme con una amiga ahí, pero se retrasó – explicó con aquella expresión serena y angelical –Podríamos tomar algo en lo que me encuentro con ella sino te molesta.

–Oh... sí – dijo borrando su sonrisa poco a poco y apagando su mirada. Eso no había salido bien. –Igual yo también tenía cosas que hacer – mintió con una sonrisa forzada.

–Vamos entonces – le sonrió Zooey.

Tails asintió con la cabeza, desganado, para así seguirla. Era la primera vez que invitaba a salir a alguien desde lo que había pasado con Cosmo y de alguna manera se las había arreglado para hacerlo mal. Se sentía como un completo perdedor. Agradecía no tener los poderes de Silver o seguramente él ya hubiera destruido algo más que un mobiliario.

Llegaron a la cafetería en donde la amable mesera les llevó su pedido a la mesa, la cual se encontraba cerca del mostrador. Tails dirigió su mirada a su taza de café negro humeante frente a él, soltando un suspiro imperceptible. Frustrado.

–Aquí tienen los mejores postres – sonrió Zooey para ver la pequeña carta de postres a su lado, sacándolo de sus pensamientos. –¿Tú tienes alguno favorito?

Tails quedó embelesado con su sonrisa. La verdad era que aunque no fuera una cita real, al menos podía pasar un momento agradable con ella, por corto que fuera.

–Ammm... me gusta la menta – respondió Tails con una ligera sonrisa.

–¡El helado de menta y chocolate es de mis favoritos! – asintió Zooey animada –Creo que tienen aquí – dijo regresando su mirada al menú.

Tails la admiró en silencio, sintiendo su corazón acelerarse tan sólo por compartir el mismo espacio. Tragó pesado, armándose de valor. Tenía que preguntarle directamente. Él mismo le había dicho a Silver que fuera directo con Blaze para saber si estaban en la misma página o no. Él tenía que hacer lo mismo, si ella no gustaba de él, al menos lo sabría de una vez por todas y podría empezar a olvidar ese bobo enamoramiento que había mantenido por los últimos meses.

–Zooey...– murmuró ocasionando que la zorrita subiera la mirada –Deseaba preguntarte... – calló nuevamente, sintiendo su rostro sonrojarse sutilmente. No entendía por qué eso era tan difícil ¡Era sólo una tonta pregunta! –Quería saber...– continuó –Quería saber si... – Su corazón revoloteó en su pecho sintiendo como el nerviosismo se llevaba lo mejor de él. Tails sintió la mirada curiosa de ella, sintiéndose desnudo frente a la profundidad de sus orbes azules, para así preguntar al fin: –¿S-Si seguiste teniendo problemas con t-tu tostador? – se ahogó en sus palabras, derrotado.

–Oh...– soltó Zooey para luego mover su cabeza lentamente de un lado a otro en forma negativa –No ha tenido más corto circuitos desde que instalaste ese nuevo regulador– explicó sonriente –Además, ahora también puedo tostar el pan justo en su punto gracias a las mejores que realizaste. No más pan quemado para mí – sonrió divertida para que él le devolviera la sonrisa –Gracias por eso, eres realmente alguien increíble – halagó con sinceridad, ocasionando que el zorro la viera con sorpresa –Realmente eres el chico más compasivo e inteligente que conozco.

Sus palabras acariciaron sus orejas con la suavidad de sus palabras. Sus blancas mejillas se pintaron de carmín ante el sincero halago y ante la visión de aquella hermosa sonrisa y suave expresión que ella le dedicaba a él; y eso bastó para que el valor que había perdido ante el miedo y la inseguridad retornara.

–Zooey...– su voz suave se dejó escuchar en la ajetreada cafetería –Quería saber si...

–¡No lo creo! – una voz estrepitosa lo interrumpió sin previo aviso. Tails volteó a ver a sus espaldas, y recostado sobre el mostrador vio a Jet –¡Por fin invitaste a salir a la vecina! – felicitó escándalosamente.

Los ojos de Tails se abrieron por completo ante las palabras de él para luego escuchar a Zooey exhalar confundida, dirigiendo su atención hacia él al acto, quien ahora lo miraba intrigada. Tails estaba listo para excusarse de las palabras del halcón cuando Jet se le adelantó.

–En serio, ¿Cuánto tiempo tardo en decirte que le gustabas? – soltó Jet mientras recibía su café de la barista. Tails sintió el alma salir de su cuerpo ante las palabras sin freno que no dejaban de brotar del pico del halcón –Me alegro que no siguieras los malos pasos del lento de Silver – rodó sus ojos ante su cumplido mal logrado –No puedes esperar que las mujeres siempre tomen la iniciativa – aseveró severamente. La mirada fulminante y fría de Tails hizo que el halcón se estremeciera, dándole entender que su presencia no era bien recibida. –En fin, nos vemos después – se despidió con un ademán para salir de la cafetería.

¡Lo mataría! ¡Él mismo se encargaría de echarlo a la calle! Tails mantuvo aquella mirada iracunda sobre el halcón que ahora dejaba la cafetería, o así fue hasta que escuchó la suave y tímida voz de Zooey, provocando que su atención se regresara hacia ella.

–¿Te gusto? – soltó al aire en un suave suspiro.

Sus mejillas se iluminaron ante el carmín que pintaba su rostro. Tails desvió su mirada a su regazo, sin poder pensar, sin poder encararla, sólo dejando que el silencio actuara como su interprete ante una respuesta que era obvia para él.

–No lo sabía – musitó Zooey, quien ocultó su mirada detrás de su flequillo, jugando con uno de los largos mechones que cubrían parcialmente su rostro.

–¿En serio? – murmuró Tails con un dejo de sorpresa en su voz subiendo su mirada hacia la tímida zorrita –Creí que era muy obvio...– rio nervioso. Zooey negó suavemente con la cabeza mientras una sombra de sonrisa de pintaba sobre sus labios –¿En serio? Quiero decir, no importaba que tuviera que hacer, siempre buscaba la forma de pasar tiempo contigo – tragó pesado ante su revelación –Siempre esperaba que algo tuviera algún desperfecto para que me buscaras y poder así pasar tiempo contigo– admitió sonrojándose intensamente.

–Y yo siempre arruinaba algún aparato para llamarte – confesó ella con un intenso rubor sobre sus mejillas.

Los ojos de Tails se abrieron con sorpresa ante sus palabras. No podía creerlo... ¿estaba alucinando? ¿Acaso ella correspondía? Zooey le regaló una mirada tímida para que una sonrisa se mostrara sobre sus labios y aquel rubor que pintaba de un exquisito carmín sus mejillas se intensificara. La imagen le robó el aliento.

Una boba sonrisa se pintó sobre sus labios. El silencio los acompañó expectantes, dejando que la melodía de dos corazones conectados hablara entre ellos.

–Sabes...– habló Tails nuevamente –Hay algo que he querido preguntarte – dijo sin nerviosismo esta vez, ocasionando que ella lo viera atento –¿Te gustaría ser mi acompañante en mi cumpleaños – logró decir al fin.

–Como...– pausó por unos segundos –¿Una cita? – completó presa de la vergüenza y la timidez.

Tails asintió suavemente con la cabeza para sonreírle de manera galante.

–Como una cita – confirmó el zorro.

–Me encantaría – aceptó para colocar su mano tímida sobre la de él.

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Se levantó ese día sintiendo mejor, aunque aún congestionada. Observó los medicamentos en su mesa de noche y no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro. Sonic se había marchado poco después de darle el medicamento, después de todo, sería terrible si Sally lo miraba ahí luego de su plática.

Amy salió de su habitación para ver a Blaze charlado con una distraída Sally. Estaba ahí, era el momento. Aspiró profundo para así encaminarse hacia ellas con nerviosismo, pronto esa pesadilla terminaría.

–Buenos días ¿te sientes mejor? – Blaze preguntó al verla llegar hacia ellas.

–Sí, sí – asintió Amy con una sonrisa –Aparentemente mis defensas hacia el frío son terribles – dijo divertida –Sally...– llamó borrando su sonrisa lentamente –¿Podría hablar...

–Tengo que irme – espetó Sally para ponerse de pie abruptamente –No me esperen – caminó apresurada hacia la salida.

–¡E-Espera! ¡¿Podríamos... – un portazo la hizo callar. –... hablar– completó Amy en suave suspiro.

–Amaneció de mal humor – explicó Blaze la conducta de su amiga, para sorber un poco más de café.

–Sí...– murmuró Amy cabizbaja sentándose junto a ella.

–¿Café? – ofreció Blaze obteniendo un sí silencioso por respuesta.

Amy sentía que había algo mal. Anoche no había escuchado a Sally llegar, tampoco le había dado las medicinas que había salido a comprarle.

–Sabes si de casualidad... – murmuró Amy jugando con sus manos nerviosa –¿Si Sally vio a Sonic?... luego de que vino, digo.

–No que yo sepa – terminó de servirle café –, pero luego de que él vino yo salí a comprar comida, para cuando regrese Sally estaba su habitación y Sonic se había ido –explicó indiferente –¿Por? – una mirada afilada se posó sobre la eriza, quien se estremeció ante la misma.

–¡P-Por nada! – exclamó Amy velozmente.

–¿Esto tiene que ver con la conversación que tuvieron ayer? – inquirió Blaze, tomando a Amy por sorpresa –No fue mi intención inmiscuirme, pero las paredes son delgadas aquí – explicó.

–...Escuchaste – murmuró Amy bajando sus orejas en señal de culpabilidad –No quería lastimarla – La culpa regresó con fuerza. De nuevo las ganas de llorar se apoderaban de ella

–¿Por qué sería tu culpa? – cuestionó Blaze –Él gusta de alguien más ¿verdad? – Amy asintió con la cabeza –¿Él acaso ya está en una relación con ella? – preguntó intentando fingir desinterés. La eriza asintió pesadamente –¿Son felices juntos? – preguntó para verla con una suave expresión.

–Bastante – respondió con su mirada aún en su regazo –Más de lo que pudieron imaginar – una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro mientras una calidez interna la llenaba.

–Ella entenderá – la voz gentil y tranquilizadora de Blaze la obligó a subir la mirada, notando una mirada dulce y cálida, algo atípico en ella –Dale tiempo – dijo para ponerse en pie –Todo estará bien – un dejo de sonrisa se pintó en los labios de ella.

–Ammm... gracias – murmuró Amy sintiéndose increíblemente aliviada, casi como si Blaze hubiera podido ver a través de ella.

–Debo de irme, quede con Silver de juntarme a comprar el regalo de tu amigo Tails por su cumpleaños – explicó llevando su taza al lavatrastos.

–¿No tienes clases? – inquirió Amy.

–Muchos catedráticos faltaron por la tormenta de anoche; no hay clases en la mayoría de facultades – explicó colocándose su bufando sobre su cuello. –Descansa, yo regresaré antes del anochecer.

Amy asintió con la cabeza para despedirla con un suave ademán de manos. Realmente quería creer en lo que Blaze le había dicho y que todo estaría bien entre ellas, pero una parte de ella no podía quitar aquella intranquilidad en su corazón.

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El sonido de un golpeteó estridente la despertó. Amy se había quedado dormida en el sillón en espera de Sally, quien aparentemente no había regresado aún. Agradecía a Chaos que ella también hubiera tenido el día libre, aunque eso la dejaba con la duda de a dónde había podido ir Sally.

Escuchó de nuevo el golpeteó en la puerta, lo que la había despertado inicialmente.

Caminó hacia la puerta para abrirla y ver detrás de ésta un rostro familiar.

–¡Felicidades! – la voz de Rouge inundó el apartamento, haciéndola estremecer –Toma–. Rouge le entregó una pequeña canasta para así abrirse paso al apartamento de ella. –Lindo lugar– dijo inspeccionando el apartamento con la mirada.

–¿Cómo supiste dónde...

–Agradece que Knuckles ayudó en la mudanza o no hubiera podido encontrar la dirección – anticipó su pregunta.

Amy asintió. Eso tenía sentido. Cerró su puerta con un suave movimiento para darle un vistazo rápido a la canasta de la cual sólo diferenció una botella de champaña un par de copas de vidrio y par de cosas más que no logró distinguir.

–Bien, pues gracias por venir– le sonrió Amy para llegar a su encuentro –¿Aunque no te parece excesivo una botella de champaña sólo porque me mude a un nuevo apartamento?

–¿Por el apartamento? – repitió la murciélago alzando una ceja ante su enunciado –Esto no tiene que ver con eso – negó para tomar la botella de champaña y abrirla velozmente haciendo un sonido seco al quitar el corcho. Amy la observó con clara confusión. –¡Esto es por tu nueva relación! – celebró para tomar las dos copas de cristal que yacían en la canasta y servir un poco del líquido espumoso –Así que Amy ¿Ya estás lista para hablar de tu nueva relación con Sonic o piensas seguir escondiéndomelo? – inquirió con una sonrisa afilada.

¡La inspiración (y el tiempo) regreso! Así es mis lectores ¡Estoy muy feliz de poder actualizar en tiempo! Si creyeron que este capítulo sería la fiesta lamento decepcionarlos, pero la misma no está muy lejos.

Como ven en este capítulo traje un poco de ZooeyxTails. La verdad necesitaba un poco de Tails love, hace tiempo que quería poner a Tails en una situación romántica y por fin se llegó el momento.

¡Gracias a todos por los comentarios en el capítulo anterior! Y por responder a la votación. Así que mis lectores tendremos Oneshots de esta hermosa historia una vez se termine y se harán según nazca la inspiración, aunque ya tengo un par de ideas que me gustaría escribir luego.

¡Antes de concluir quiero agradecer a @la_Rola una increíble lectora que se inspiró para hacer tanto la invitación para todos los lectores que quieran unirse a la celebración, como esta hermosa escena de Tails pidiéndolo a Zooey una cita (¿no se ven hermosos ls Chaos?) ¡¡Gracias por el hermoso detalle!!

Sin más que agregar, su autora se despide. Kat fuera.

Pronto todo empezará a tener sentido, información que se había mantenido oculta aflorará. Capítulo 66: Revelaciones.

¡GrAcIaS pOr LeEr!