Capítulo 52: Acto de Cierre
La noche cayó sobre ellos y el fuego de la fogata enardeció ante sus ojos. Música suave y animada empezó a sonar y las animadas parejas empezaron a rodear la fogata poco a poco. Habían pasado años desde la última vez que habían estado en un el acto de cierre y no era que les trajera los mejores recuerdos a ninguno de ellos, después de todo, mucho había pasado en el acto de cierre de su último año en este instituto.
Silver y Sonic se detuvieron frente a la fogata para verla con detenimiento por unos segundos; una mirada de nostalgia se posó en sus ojos. En su último año no habían llegado al acto de cierre, pues habían terminado yendo directo al hospital, encontrándose con Tails.
–Esto es increíble – la voz de Amy rompió la nube de malos recuerdos.
Ambos voltearon a ver a la eriza que llegaba detrás de ellos para admirar la fogata y ver a los estudiantes empezar a bailar a su alrededor al compás de la música. Sonic y Silver se vieron de reojo para que una sombra de sonrisa de pintara en los labios de ambos.
–Supongo que sí – concordó Sonic enfocándose en el presente y admirar por unos segundos la actividad frente a ellos.
–Es la actividad favorita de todos los que participan – concordó Silver para así dirigir a las bancas que yacían a una distancia prudente de la fogata seguido por sus amigos –Muchos esperan esta actividad todo el año para participar – explicó el erizo plateado para tomar asiento.
–No todos – rio Sonic divertido observando como Rouge arrastraba a Knuckles a la pista de baile.
–Tenía que pasar en algún momento – sonrió Silver observando lo mismo que el erizo azul.
Amy dirigió su mirada a Knuckles y Rouge, notando a un equidna notoriamente sonrojando mientras que Rouge parecía decirle en son de reproche pues un puchero infantil se pintó en su rostro al igual que un tenue sonroje.
–¿Por qué es tan importante? – inquirió Amy sentándose al lado del erizo plateado –¿Y por qué Knuckles no quiere bailar? –inquirió fijando su vista en Silver.
–Por lo que significa– respondió Silver ocasionando que Amy lo viera con una genuina atención infantil –Verás, hay una leyenda que dice que...
–¡Es una tontería! – interrumpió Sonic velozmente obligando al erizo plateado a callar.
–¿Cuál es tu problema? – retomó Silver retomando su atención al erizo azul quien se miraba notoriamente alarmado; no entendía la insistencia en callarlo al intentar hablar de tema –Tú no eres quien va a bailar allá – resaltó cual punto obvio alzando sus hombros de forma casual –Después de todo no es como que Sally esté aquí – le sonrió con picardía.
Los ojos de Amy se abrieron de golpe al escuchar el nombre de Sally ser nombrada y ver al acto al erizo azul, quien ante eso se tensó por completo viéndola con espanto. Ahí terminaba su mentira... y empezaban sus problemas. Sonic tragó pesado manteniendo su mirada en la eriza rosa, quien lo observaba con desconcierto ante las palabras del erizo plateado.
–¿Por qué esa cara? – inquirió Silver alzando una ceja al notar la falta de color en el rostro del erizo azul –Sé que nos pediste no decir nada, pero asumo que Amy lo sabe ¿no es cierto? – dijo para dirigir su atención a la eriza quien tenía una mirada fija en el erizo azul –Después de todo, fuiste tú quien los emparejó ¿no es verdad? – develó inocente.
Amy abrió sus ojos con clara sorpresa ante las palabras que pronunciaba el erizo plateado y luego dirigir su mirada a Sonic, quien se tensó bajo la misma. Tenía que ser una broma... una maldita broma...
–Hmph, eso parece – respondió Amy endureciendo su mirada para desviársela a ambos.
Sonic se alarmó ante la reacción de la eriza; no sabía cómo arreglar aquello con Silver ahí presente, es decir, no podía hablarlo con libertad y explicarle a ella el por qué había dicho aquello.
–¿Todo bien? – preguntó Silver al ver la notoria molestia de la eriza y el obvio espanto de Sonic –Pensé que tú habías sido de la idea – recalcó sintiendo que había dicho algo mal.
–Hmph – bufó lanzándole una mirada asesina al erizo azul –Claro, yo fui quien lo sugirió, aunque le dejé muy en claro a Sonic sobre lo que sentía referente a eso.
–Ames...– soltó con una mirada culpable –¿Podemos hablarlo? – pidió cual suplica –A solas – murmuró a penas audible.
–No hay nada de qué hablar, está bastante claro que lo que yo sienta o no al respecto no es algo que importe – habló con un dejo de dolor en su voz.
–Creo que me perdí – habló Silver viéndolos a ambos, sintiendo la tensión que se estaba formando –¿Acaso tú no estás de acuerdo con esto? – le pregunto a la eriza obviamente molesta.
–La verdad es...
–¡Aquí están! – la voz amigable de Charmy interrumpió las palabras de ella, salvando el pellejo del erizo, por muy poco –Ves Vector, te dije que estarían aquí – dijo la abeja con alegría seguido por el cocodrilo que elevó una mano para saludar al grupo al llegar hacia ellos.
Sonic soltó un suspiro imperceptible sin despegar su mirada de la eriza, quien tenía una obvia expresión de dolor en su mirada. No esperaba que Silver hablara de ese tema de manera tan casual, en especial frente a Amy, aunque no podía culparlo, después de todo él mismo había dicho que la idea de estar con "Sally" había sido de Amy. La eriza agudizó su mirada iracunda para luego voltearle el rostro obviamente molesta; Sonic no entendía del todo su molestia, es decir, ellos habían pactado mantener esa relación en silencio y él había hecho lo necesario para que eso permaneciera así.
–Juraba que ustedes no bailaban en el Acto de Cierre – la voz serena de Espio se escuchó, captando la atención de los presentes. Espio se hizo a un lado para dejarse de ver detrás del gran cocodrilo. –Hola – saludó estoico como siempre.
–No Espio, ese eres tú – soltó Vector burlesco. –¡¿Cómo es posible que te perdieras de actividades como estas?! – le regañó.
–En tus tiempos cuántas chicas bailaron contigo ¿Eh Vector? – preguntó Charmy con una sonrisa maliciosa.
–¡E-Eso no es importante! – se sonrojó el cocodrilo, abochornado –Mi punto es, que es algo que todo estudiante debería de vivir – carraspeó su garganta intentando apaciguar su sonroje.
–Ya te lo dije, nunca pude quedarme a un Acto de Cierre por asuntos familiares, no porque no quisiera – se defendió el camaleón, rodando sus ojos por la insistencia del cocodrilo.
–Pero apuesto que te gustaría unir tu vida por siempre con alguien ¡eh, eh, eh! – codeó Charmy con una sonrisa pícara.
–¿Cómo dices? – se involucró Amy en la conversación sin entender a lo que se refería la abeja.
–Lo había olvidado, tú no estuviste en la preparatoria en el instituto – habló Espio para responder a su cuestionamiento –Es una vieja tradición de esta escuela, se supone que si bailas con alguien durante la fogata que se enciende durante el Acto de Cierre tu vida se une a ese ser para siempre – explicó Espio alzando los hombros.
– Es una promesa de amor eterno – exclamó Charmy con emoción.
–Es más bien una tradición que se creó con los años – contradijo Espio –De igual forma hay muchos que bailan solos o en grupo únicamente por diversión – puntualizó para que todos voltearan a ver a los estudiantes e invitados bailando en parejas –Aunque no es lo común – concordó.
–¡Es una promesa de amor y punto! – dijo Charmy contradiciendo al camaleón –¡Y una tradición muy divertida! Muchos estudiantes de otras escuelas vienen sólo para bailar en nuestro Acto de Cierre.
–Aunque estos perdedores que ves aquí nunca han bailado con nadie – señaló Vector dirigiendo su mirada a los erizos frente a él –O así era hasta Knuckles – indicó el cocodrilo para distinguir al equidna junto a Rouge, quien le sonría un tanto apenada mientras que él le soltaba una sonrisa confiada. –Es bueno ver a Knuckles feliz con alguien para variar, es cosa de hombres llevar a sus parejas a lugares como esos.
–Realmente fue Rouge quién lo invitó– aclaró Silver con una sonrisa incómoda.
–Más bien lo arrastro – puntualizó Sonic para que ambos rieran por lo bajo.
–Hmph, al menos tiene a alguien – defendió Charmy rodando sus ojos –Es algo más de lo que ustedes tienen ¿o me equivoco? – retó para que tanto Sonic como Silver fruncieran el ceño, viéndolo con molestia.
–Deja de molestar Charmy, tú sabes lo que ellos piensan sobre eso, en especial Sonic – regañó el cocodrilo ante la insistencia de su amigo –Jamás poner un pie en la pista de baile ¿no es verdad, Sonic?
–Pues... – tragó pesado para ver de reojo a Amy, quien le desvió la mirada al acto. ¡Oh vamos! No podía pedirle ese nivel de compromiso, apenas estaban saliendo –Creo que es una leyenda absurda– continuó intentando sonar desinteresado –Si tuviera que expresarle a alguna chica lo que siento no sería en un lugar como este – se defendió para fijar con disimulo su mirada en la eriza, quien mantenía la misma postura.
–Tú eres un aguafiestas, con razón nadie te quiere – dijo Charmy enseñando la lengua.
–¡Ya verás! – amenazó el erizo azul.
Sonic tomó a la abeja por el cuello para darle un coscorrón en la cabeza mientras Charmy forcejeaba y gritaba por alejarse de su agarre ocasionando que todos los presentes sonrieran divertidos.
–¿Te gustaría bailar?
Esa pregunta acalló los gritos de la abeja y detuvo la acción del erizo azul. Todo se detuvo para que todos fijaran su mirada en Espio y en la mano que tenía estirada frente a la eriza rosa, quien mantenía una expresión de asombro ante la petición del camaleón.
–¡¿EH?! – exclamó Charmy soltándose al fin de Sonic –¡¿Desde cuándo te gusta Amy?! – preguntó incrédulo.
–¿Gustar? – repitió Espio alzando una ceja, extrañado por lo que Charmy proponía –Yo sólo quiero ser parte de la actividad – explicó –Nunca lo hice antes y Amy tampoco ¿no es verdad? – indicó para dirigir su mirada a la eriza.
Amy no puedo evitar ruborizarse, en especial luego de la explicación de cual era el significado de ese baile; sintió sus mejillas encenderse y su cuerpo temblar de nerviosismo. Todos yacían en silencio viéndola a ella, haciéndola sentir más nerviosa que antes.
Los ojos de Amy buscaron con disimulo a Rouge y Knuckles, quienes bailaban en la distancia de forma amena entendiendo el por qué Rouge había llevado de forma insistente a Knuckles a esa actividad, y a su vez, entender por qué Sonic no deseaba que ella se enterara de la leyenda urbana detrás de ese baile.
Su mirada regresó a su grupo de amigos para entre los presentes ver a Sonic, quien tenía una expresión de genuina sorpresa e incredulidad, y a pesar de ello, se mantenía en silencio ¿en serio no pensaba decir nada? Amy regresó por un momento a su yo de secundaria, a la misma niña que perseguía al erizo azul en espera de un acto de amor y al constante rechazo que era su silencio.
Parecía que realmente nada había cambiado. Ese pensamiento la hizo rabiar.
–Oh... – la voz de Espio la trajo de regreso, obligándolo a verlo –Perdona, a lo mejor tú esperas a alguien importante para...
–No – negó para fruncir el ceño, dolida. –Después de todo es una tonta leyenda ¿no es verdad? – reafirmó para ver de reojo al erizo azul quien abrió sus ojos por completo antes sus palabras que eran obviamente dirigidas a él –Creo que merezco a alguien que pueda bailar a mi lado sin temor a tontas supersticiones – sonrió amena para tomar su mano –Vamos.
Silver vio con cierta sorpresa para ver a Amy caminar con una sonrisa pintada en su rostro y caminar al lado del camaleón hacia lo que sería la pista de baile. Nadie dijo nada mientras los miraban marchar, aún incrédulos que Espio en serio hubiera tomado el valor de sacar a Amy a bailar, en especial luego de lo que habían hablado.
–Hacen una linda pareja ¿no es cierto? – habló Vector de pronto para romper el silencio y la tensión que se había formado –Y comparten muchas cosas en común, ¡Creo que podemos estar presenciando el nacimiento de una nueva pareja! – habló Vector con emoción.
–¡Sería tan romántico! – concordó Charmy volando en círculos en el aire –Él la buscaría por los pasillos de la escuela y llevaría sus libros – dijo con ensoñación.
–¡Y ella le cocinaría sus platillos favoritos! – imaginó Vector con luz en su mirada.
–Y luego en la noche él llegaría a su habitación para...
–Creo que entendimos la idea – silenció Silver a la abeja sabiendo hacia donde iba la conversación.
Sonic fijó su mirada en el camaleón que hacía una breve reverencia para iniciar el baile provocando que él una emoción que llevaba mucho tiempo sin sentir. Chasqueó molesto para desviar la mirada sin poder decir nada al respecto, sin poder mostrar como se sentía realmente.
Apretó sus puños con fuerza, tenía que tranquilizarse, no podía ponerse así, eso era un secreto, eso era un secreto...¡Era un maldito secreto! Sonic mordió su labio inferior para lanzar una mirada fulminante a donde miraba ahora a Amy reír amena con Espio, quien sonreía sutilmente a su lado.
–¡¿Crees que se le declaré al final del baile?! – dijo Charmy con emoción.
–Pues Amy es una gran chica, creo que sin lugar a duda Espio podría ser una pareja adecuada para ella – apoyó Silver –Aunque no sé si Espio la ve de esa forma– murmuró pensativo –¿Tú qué opinas So... – calló de golpe al ver la mirada fría y dura que tenía el erizo azul de pronto –¿Está todo bien?
–Voy al baño – espetó cortante poniéndose en pie y tomar camino sin decir nada más.
Estaba seguro que Silver dijo algo, pero no le importó realmente, si quería que su relación secreta se mantuviera así tenía que irse en ese momento, antes de que el monstruo de los celos lo consumirá por completo.
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Aspiró profundamente para de nuevo ver la canasta frente a él sujetando el balón con fuerza y soltando el aire por la boca para así correr hacia la canasta mientras rebotaba la pelota de basquetbol velozmente y así hacer otro lanzamiento desde la mitad de la cancha viendo la pelota rodar en el aire y rebotar en el aro para caer fuera ... otra vez.
–¡Maldita sea! – vociferó secando el sudor de su frente y quitarse aquella chaqueta que empezaba a estorbar, lanzándola fuera de la cancha.
Luego de vagar sin rumbo en un intento de apaciguar la ira que brotaba de su ser, Sonic se había topado con el viejo gimnasio de la escuela, un lugar perfecto para poder venir y sacar aquello que ahora no podía expresar a nadie.
Se sentía sólo nuevamente, de nuevo envuelto en una relación que insistía en mantener en las sombras sin poder expresar lo que lo incomodaba y que esto lo llevara a terminar como el payaso del circo o el villano de la película.
Él estaba consciente que mantener todo en secreto estaba empezando a afectarle, especial en situaciones como la que se había dado ese día; una en donde debía mantener el temple y la boca callada si quería seguir con la pantomima... una que conocía muy bien, pues lo había hecho muchas veces antes con tal de aparentar una relación feliz con Fiona y no ser tan criticado por todo quien lo rodeaba. Estaba casando se sentir juzgado por sus decisiones románticas, estaba cansado de sentir que si mostraba la primera señal de vulnerabilidad el mundo se lo tragaría vivo recordándole constantemente los errores del pasado, especialmente sus amigos.
Sonic suspiró con desánimo, odiaba ese sentimiento.
–Mataría por un cigarrillo – masculló el erizo para recoger el balón que rodaba sin rumbo.
Rebotó el balón nuevamente en sus manos sin poder de dejar de pensar en lo que en ese momento estaba pasaba fuera de ese gimnasio, el baile... el maldito baile... Sonic sacudió su cabeza y se enfocó de nuevo en el balón como si su vida dependiera de ello. No pensaría en ello, no tenía intenciones de hacerlo. Se puso de pie en medio de la cancha nuevamente para fijar su vista en el aro, concentrándose para el siguiente tiro.
–Por fin te encuentro – la voz de Amy navegó de pronto, haciendo que su vista se desviara del aro y su cuerpo se tensara bajo el sonido de la misma. Sonic volteó a ver a la entrada del gimnasio para distinguir a la eriza atravesar el umbral y dirigirse hacia él –Todos estaban preocupados al no verte regresar – habló la eriza caminando hacia él –¿Cómo entraste aquí?
–Estudie aquí – respondió Sonic cortante para regresar su atención al balón frente a él rebotando el mismo –Conozco más de una manera de meterme en problemas – espetó viendo la canasta frente a él.
–Concuerdo con eso – habló Amy arrebatándole el balón de las manos tomándolo por sorpresa y rebotándolo lejos de él –Demasiados problemas – devolvió la eriza viéndolo con disgusto.
–¡¿Qué?! ¡No! ¡No pienso llevarme la culpa de esto! – bramó el erizo azul regresándole aquella mirada llena de molestia.
–¡¿Cómo pudiste decirles que salías con Sally?! – vociferó Amy dolida para lanzarle la pelota de regreso ocasionando que el erizo la tomara torpemente debido a la fuerza.
–¡Discúlpame por mantener la fachada! – bramó Sonic ante su alegata, ofendido ante su acusación – ¡Al menos yo no baile con ella en un baile que se supone uno sella su amor con su pareja! – le lanzó la pelota de regresó haciendo que Amy la agarrara por poco debido a la fuerza.
–¡Sí, exacto! – vociferó ella ocasionando que Sonic la viera confundido –¡Se suponía que era un baile con mi pareja! – recalcó sintiendo sus ojos de lágrimas llenarse –¡La cual no se pronunció ante la pregunta de otro!
–¿Has perdido la razón? – devolvió Sonic alzando una ceja a lo que ella proponía –Si hacía eso ellos...
–¡ES QUE NO LO ENTIENDES! – lanzó el balón de regreso al erizo que tuvo que retroceder un par de pasos al recibirlo por la fuerza –Desde que empezaron a hablar del estúpido baile era obvio que no deseabas que supiera qué era...– suspiro pesadamente –¿Era tan malo que lo supiera? ¿Es que acaso aún tienes dudas sobre mí? – inquirió con pesar.
–Sí, sabes qué tienes razón – habló Sonic irónico ocasionado que una mirada de dolor por parte de ella se fijara en él –Decidí meterme en todos estos problemas, ser el objetivo de burlas no sólo de Tails, sino de todos mis amigos, enfrentar mis miedos más profundos y darme una oportunidad en el amor a pesar de ser obviamente malo para ello– dijo sarcástico con aquel ceño fruncido y sonrisa irónica ocasionado que ella bajara las orejas y le desviara la mirada ante sus palabras –¡Ah! Y claro, claro, no olvidemos, decidí proactivamente verte ir de mano de alguien más a lo que es considerada la actividad más romántica de esta institución para luego escuchar como Espio y tú sería una buena pareja ¡Y básicamente lo que sería una vida romántica y pasional! – dijo rebotando el balón pare regresar a la cancha y fijar su vista en el aro –¡Y todo lo hice porque dudo si quiero estar contigo! – bramó lanzando la pelota nuevamente, sin lograr encestar –¡MALDITA SEA! – vociferó iracundo.
–Esto tampoco ha sido fácil para mí – murmuró ella, captando la atención del erizo –¿Sabes lo difícil que es escuchar que siempre sí elegiste a Sally o verte permanecer en silencio en situaciones como esas?
–¡Yo no elegí a...
–¡Claro que sí! – cortó ella viéndola con el ceño fruncido –¡¿Por qué dijiste su nombre?! – reclamó.
–¡Por qué me acobarde ¿Sí?! – respondió Sonic sin pensarlo ocasionando que los ojos de ella se abrieran de golpe ante su respuesta –¡¿Eso era lo que querías escuchar?!
Amy lo vio conmocionada por lo que había dicho asombrada por la sinceridad que ahora el expresaba, aunque estaba segura que no había sido adrede. Un sonroje imperceptible se pintó sobre su rostro ante esas palabras, realmente a él le importaba ella, le importaba esa relación.
Sonic observó aquella expresión de conmoción de la eriza quien permanecía en silencio; chasqueó molesto, ya para este punto no estaba seguro quién tenía la culpa de esa ridícula pelea.
Suspiró frustrado para así encaminarse en busca del balón en el otro extremo del recinto. Sus pasos resonaron ante el eco del gimnasio según avanzaba. Sonic tomó el balón del suelo para así encaminarse a la pequeña bodega de donde lo había sacado y así dejarlo en la canasta de pelotas; sería mejor regresar con los otros.
Paró dentro de la bodega para suavizar sus facciones sin atrever a encararla y así decirle:
–No quise hacerte sentir mal, Ames – murmuró sabiendo que el eco del lugar haría que sus palabras la alcanzaran –Lo lamento – se disculpó sin voltear a verla.
No quería seguir peleando, estaba cansado de las peleas, estaba cansado de nunca hacer nada bien... siempre era así.
Escuchó de pronto los apresurados pasos de ella para así voltearla a ver y notar a la eriza correr hacia él para así abalanzársele encima y atraparlo en su abrazo, tomándolo por sorpresa y así caer de espaldas ante la fuerza. Sonic agradeció a las colchonetas que yacían esparcidas en el suelo apaciguaran la caída de ambos.
–¡Pero qué...
–¡Yo lo lamento! – interrumpió Amy de pronto para afianzar su abrazo y ocultar su rostro sobre su cuello.
Sonic abrió los ojos de golpe ante la disculpa de ella. No entendía. ¿No se suponía que esa pelea era culpa de él? ¿No se suponía que el punto de esa pelea era encontrar un culpable?
Amy tomó distancia lentamente de él para así ver unos ojos nublados por lágrimas persistentes. La luz que se colaba del gimnasio a la pequeña bodega caía sobre la eriza quien yacía sentada sobre su regazo, iluminándola entre la penumbra. El aura de luz que la rodeaba la hacía resplandecer en la oscuridad, su mirada cristalina se iluminaba como pequeñas esmeraldas una imagen, así como las pequeñas lágrimas que ahora se secaba. Una imagen que le robó el aliento.
–No quiero que pienses que no valoró todo lo que haces porque sí lo hago – aclaró ella en suave voz para limpiar las lágrimas indeseables.
–Amy...– soltó Sonic con un dejo de sorpresa en su voz, ruborizándose ante sus dulces palabras.
–Es sólo qué... no supe cómo reaccionar al escuchar a Silver hablar de ti y Sally– desvió su mirada, avergonzada –Fueron muchas emociones que no supe manejar – admitió culpable –Estaba molesta y cuando Espio me pidió bailar y tú no dijiste nada... – mordió su labio inferior con fuerza imposibilitándose de continuar.
–No es que no quisiera – admitió Sonic con un pesado suspiro –Aunque al verte emocionada al respecto asumí que mi intervención estaba de más– reclamó duramente –No fue fácil verte con él...
–¡T-Te prometo que entre Espio y yo no hay nada! – aseveró Amy. Sonic le desvió la mirada, permaneciendo en silencio. Era obvio que ese acto "inocente" lo había molestado más de lo que le estaba expresando. –Mírame – pidió Amy para con gentileza colocar su mano sobre la mejilla de él obligándolo a encararla –Yo te elijo a ti, siempre lo he hecho – aseguró para dedicarle una pequeña sonrisa –Siempre lo haré – le susurró sonrojándose sutilmente.
Los ojos de Sonic se abrieron de golpe ante sus palabras, sonrojándose intensamente por las mismas ocasionando que el tenue sonroje en las mejillas de ella se incrementara. Amy carraspeó su garganta, sintiéndose un tanto avergonzada por su confesión, tal vez había sido demasiado honesta.
–S-Será mejor regresar con los demás – murmuró la eriza para arreglar con nerviosismo aquella bufanda roja –Además si nos ven aquí, en la bodega de utensilios a solas seguramente nos meteremos en...–. Amy calló abruptamente al sentir como Sonic la tomaba firmemente del rostro obligándola a verlo, y así, sin poderlo anticipar, robarle un beso.
Los tersos labios de él tocaron los suyos ocasionando que abriera sus ojos ante la sorpresa. Sonic se separó de ella por unos instantes para verla fijamente, sin decirle nada. No hizo falta. Los labios de él buscaron de nuevo los suyos para que ella correspondiera a aquel beso. Amy cerró sus ojos rodeando con sus brazos el cuello de él mientras Sonic la rodeaba con sus brazos por la cintura para atraerla aún más a él. No sabía cómo describir la dulzura que sentía entre cada beso que imprimía sobre sus labios, pero sí que la sensación era embriagadora.
El abrazo de Sonic se intensificó para atraerla un poco más a él. Las manos de él subieron por su espalda lentamente mientras pequeños jadeos se escuchaban entre beso y beso. Se separaron por un segundo para verse fijamente a los ojos, en silencio; las mejillas de ambos brillaban con la incandescencia del carmín que las pintaban incluso en la penumbra.
Amy se inclinó lentamente hacia él para que pequeños mechones se cabello cayeran delicadamente y así verlo con dulzura. Sonic ladeó su sonrisa, aquella sonrisa confiada que siempre le había robado más de un suspiro para así tomar su mentón con delicadeza atrayéndola hacia él besándola nuevamente. El corazón de ella latió apresurado dejándose perder en esa sensación que ahora la recorría, en aquel sentimiento de felicidad desbordante y la necesidad de acortar cada vez más la distancia entre ambos.
Sintió como el cuerpo de Sonic se recargaba cada vez un poco más sobre el de ella obligándola a ceder ante la fuerza, y así, en un movimiento sutil mover su cuerpo a un lado obligándola a dejar su regazo recostándola sobre la colchoneta, posicionándose sobre ella. Los ojos de Amy se abrieron expectante notando la respiración acelerada del erizo azul, quien mantenía sus manos de lado a lado de su cabeza, notando una mirada serena e intensa hacia ella. Los ojos de Sonic brillaban en la oscuridad, así como aquel sonroje que ahora pintaba de carmín sus mejillas por la indecorosa posición; se le miraba increíblemente guapo. Tragó pesado, sin poder emitir palabra alguna, únicamente enganchando su mirada en los ojos verdes que la observaban fijamente en silencio.
Sonic se acercó con lentitud un tanto vacilante viéndola con una mirada suave y dulce; sus labios buscaron los suyos en la oscuridad para imprimir un ansiado beso sobre estos. Amy ahogó un sutil gemido ante la tersa y húmeda sensación, sintiendo una corriente eléctrica recorrerla para de forma inconsciente arquear su espalda ante el contacto. Podía ser la posición o tal vez la oscuridad que los rodeaba o aquel beso que se sentía tan diferente, pero algo se sentía fuera de lo usual, nuevo, y no estaba segura del por qué.
Sus labios jugaron en un silencioso vals soltando pequeños suspiros entre beso y beso. Amy sintió como la intensidad aumentaba entre cada beso, así como el hambre que ambos sentían el uno por el otro. Las manos de ella recorrieron la amplía espalda de él tocando con cierta delicadeza las púas de la misma escuchándolo suspirar con cierta pesadez ante el sencillo acto. Los cortos besos se intensificaron provocando que Amy se aferrara a él al sentir como su lengua se adentraba dentro de su boca, sintiendo una honda de calor brotar desde su vientre para dispersarse a cada rincón de su cuerpo.
La boca de él se desvió de sus labios para bajar en pequeños besos por su mentón. Sonic removió la bufanda que estorbaba el camino de besos que descendían lentamente hacia su cuello haciéndola estremecer ante el contacto, soltando un pequeño gemido sin poderlo evitarlo; sus suaves labios se sentían tan bien sobre su piel desnuda.
Amy se sonrojó intensamente al escucharse a sí misma y sin poderlo evitar lanzó su mirada hacia Sonic, en busca de su reacción, quien le sonrió evidentemente complacido, haciéndola sonrojar con mayor intensidad por su reacción; desviándole la mirada avergonzada.
Esto era muy diferente a la vez en los vestidores, en donde él se notaba que había actuado con lujuria y como respuesta a las acciones de ella, estaba más acostumbrada a eso, pero no a esto... aunque, ¿Qué era esto exactamente? ¿Por qué se sentía tan diferente? ¿Por qué se sentía dulce y a su vez tan intenso?
–Sabes... – la voz de Sonic rompió con el silencio que habían mantenido obligándola a encararlo –Recuerdo que dijiste que me compensarías por no lograr conseguirme el mejor premio del festival – murmuró viéndola de forma juguetona y así acariciar con la yema de sus dedos el primer botón de su blusa blanca, jugando con éste delicadamente hasta que éste se soltara. –Y creo que ya sé cómo– le dijo en grave voz para que una mirada maliciosa se posara sobre sus pupilas.
Amy abrió sus ojos de golpe observando como el primer botón de su blusa se desabrochaba de pronto, dejando ver un escote profundo exhibiendo así el nacimiento de sus senos. Su rostro se sonrojó por completo ante lo que él estaba proponiendo dirigiendo su mirada hacia él de golpe, sonrojándose intensamente, sintiendo un extraño cosquilleó en la parte inferior de su cuerpo. Amy sintió su corazón en su garganta, quedándose sin aire. No pudo decir nada, no lograba formular palabras para lo que sucedía en ese momento, es decir todo estaba sucediendo muy rápido... ¿En serio estaba pasando eso? ¿Sonic realmente había tomado la iniciativa?
–Quiero decir – habló Sonic de nuevo borrando la expresión lasciva previa para que una tímida tomara su lugar, captando la atención de ella de inmediato por el brusco cambio –Si te parece bien... – murmuró ruborizándose intensamente, desviándole la mirada sin podérsela sostener.
Amy lo vio con dulzura ante sus palabras, sin duda alguna todo eso era diferente. Le sonrió tímidamente ante el permiso solicitado sintiendo como el amor empezaba a recorrerla y acogerla en su seno.
Amy asintió con nerviosismo sin poder lograr que su boca dijera algo. Sonic la vio atento para que un esbozo de sonrisa se dibujara en sus labios ante el permiso silencioso, haciéndola ruborizar con intensidad ante la expresión confiada y un tanto petulante que ahora él tenía en su rostro.
La eriza cerró sus ojos tragando pesado, escuchando su corazón en sus oídos. Su respiración estaba acelerada y la excitación para ese momento empezaba a consumirla; aún no estaba segura a qué se refería él con compensárselo, podría involucrar muchas cosas o ninguna de las que estaba pensando. Amy mordió sutilmente su labio inferior ante la expectativa sintiendo la mirada de él sobre ella, haciéndolo perder el aliento ante la premisa silenciosa.
Se mantuvo con sus ojos cerrados en un intento de contener el nerviosismo o así fue hasta sentir como Sonic acariciaba con la yema de su dedo su pecho bajando lentamente al nacimiento de sus senos. Los ojos de ella se fijaron en el dedo índice que subía y bajaba lentamente, estremeciéndolo ligeramente ante la delicadeza. Otro botón se abrió de pronto. Amy sintió sus mejillas arder, pues esta vez su sostén blanco de encaje fue exhibido. Sus ojos color esmeralda se abrieron por completo ante lo que estaba sucediendo para así notar la expresión de Sonic, quien abrió de poco a poco sus ojos con asombro soltando el aire retenido hasta ese momento, manteniendo su mirada sobre su pecho parcialmente desnudo. Sonic tragó pesado, clavando su vista sobre ella.
Amy se sintió nerviosa ante los ojos que ahora la escrudiñaban. La mirada de él permaneció ahí por más tiempo del que ella hubiera deseado. La necesidad de cubrirse vino a ella para así mover su brazo derecho hacia su pecho de forma automática en un intento de esconderse de su mirada, o eso intentó cuando el erizo la tomó de la muñeca velozmente, deteniendo su acto. Los ojos de Sonic desviaron su atención a su rostro, estremeciéndose ante la mirada autoritaria que ahora tenía sobre ella, robándole el aliento. No dijo nada, pero no hacía falta, ella entendía perfectamente esa mirada; lo conocía demasiado bien.
Sonic elevó la muñeca de ella sobre su cabeza en un movimiento repentino, haciéndola soltar el aire retenido quedando así frente a frente, haciéndola sentir aún más nerviosa que antes al sentir su cuerpo sobre el de ella y expectante sobre lo que pasaría después.
–Tú fuiste quien dijo que iba muy lento ¿no es verdad? – cortó el erizo azul el silencio con una ronca voz que acarició su cuerpo ante su sinfónica.
Una expresión estoica e impositiva estaba dibujada en su rostro, una que se rompía ante la mirada llena de deseo y ante el agarre que le indicaba que estaba intentando contenerse. Eso la hizo soltar un suspiro entrecortado sin poder despegar su mirada de los grandes ojos verde del erizo azul.
–Ah... yo... – balbuceó Amy sintiendo su respiración acelerarse y el calor en su cuerpo aumentar. Empezaba a haber mucho calor.
–No me digas – dijo Sonic con un dejo de voz sarcástica para así acercarse lentamente a su oreja –...Ahora te estás arrepintiendo – le susurró de forma sensual.
La eriza cerró sus ojos ante la caricia de sus palabras y con una voz temblorosa y ahogada en la excitación que la estaba carcomiendo responderle:
–N.... N-No...– salió de su boca de forma tambaleante.
–Bien – sonrió victorioso para con su otra mano acariciar lentamente su pecho y sin previo aviso sujetar uno de sus senos.
Amy soltó un gemido ante eso arqueando su espalda por completo ante la corriente eléctrica que se disparó ante la sensación de su mano cubrir su seno parcialmente expuesto. Su mente se quedó en blanco; ella había fantaseado con algo como eso antes, pero eso se sentía mejor de lo que alguna vez soñó o imaginó. Su respiración se aceleró sin poderle responder, sin poder pensar con claridad, pero de algo estaba segura, no deseaba que se detuviera en lo absoluto.
Su mirada regresó al erizo azul, notando como la atención de él se dirigía ahora a su pecho descubierto. Sonic tragó pesado relamiendo sus labios y así, apretar nuevamente su seno haciéndola gemir nuevamente por el contacto. La sintió estremecerse bajo su mano sintiendo la calidez de su seno en la misma, así como la suavidad de éste.
Sonic retornó su atención a ella quien tenía una respiración acelerada y una expresión ahogada en vergüenza y deseo... maldita sea, era de lo más sensual.
–Sabes... recuerdo la primera vez que hice esto –murmuró Sonic liberando al fin su muñeca, necesitaba ambas manos para lo que haría a continuación. Delineó el contorno de su sostén blanco con su dedo índice, haciéndola temblar ante la suave caricia –Recuerdo que gemiste de la misma forma... en mi habitación ¿recuerdas?
Amy abrió sus ojos de golpe ante el tema que él traía a colación. Esa había sido la vez en que Sonic la había confundido por Fiona en la oscuridad de la noche durante la fiesta de bienvenida que le habían armado sus amigos. Claro que lo recordaba, recordaba como la había acariciado, como sus manos habían recorrido su cuerpo en la oscuridad de la noche; como, a pesar de saber que no estaba bien, había sucumbido ante el tacto de él.
–Luego fue la apuesta – retomó Sonic muy seriamente para empezar a desabotonar el resto de botones, pues esa blusa estaba empezando a estorbarle –Realmente te mirabas muy sensual en lencería... no pude contenerme – admitió relamiendo sus labios, subiendo su mirada hacia el rostro de la eriza rosa, quien tenía su mirada tan lejos de él como podía, ahogada en la vergüenza de los eventos que él hablaba de forma tan casual.
Una sonrisa afilada se dibujó en sus labios ante la expresión de ella. Sonic abrió la blusa de botones para ver el vientre desnudo de ella y el sostén que ahora lucía abriendo sus ojos con asombro. Tragó pesado. Intentaba verse templado y con el control de todo, pero la realidad era que una parte de él sentía todo aquello irreal, estaba viéndola por primera vez de esa forma, era la primera vez que podía tocarla de esa manera sin necesidad de sentirse mal ante ello; se había contenido tantas veces antes, había que tenido que mantener un temple que jamás deseo, pero ahora... ahora quería un poco más que sólo sentirla sobre la ropa que cada vez estorbaba un poco más.
–Me percaté que eres especialmente sensible en esa área – continuó Sonic sin lograr que la eriza se dignara a verlo. Sonrió ante eso. –Y ahora me pregunto – murmuró dirigiendo su mirada de nuevo al busto de la eriza, tragando pesado sintiendo su corazón acelerarse ante lo que haría a continuación, ante la barrera que atravesaría –Que pasaría si...
Amy vio con cierta timidez al erizo azul ante su silencio, y así verlo enganchar su dedo índice en el centro de su sostén, y como acto seguido, sentir como él removía lentamente el mismo al halarlo hacia arriba delicadamente; tensándose ante lo que estaba a punto de suceder. Sus ojos se abrieron por completo sintiendo como sus senos se liberaban, rebotando ligeramente y así quedar expuestos a la vista de él. Se estremeció ante eso.
Amy soltó un suave jadeo muerta de la vergüenza al verse parcialmente desnuda. Como acto instintivo intentó cubrirse con ambas manos, pero él se lo impidió. Sonic la tomó de las muñecas velozmente para así colocarlas con fuerza a ambos lados de su rostro, sin quitar su vista de su pecho; ni siquiera había tenido que verla para poder evitar su acción. Eso la había hecho olvidar su vergüenza y en su lugar dar paso a la excitación ante algo tan sencillo.
Lo vio acercarse lentamente hacia su pecho para así sentir su respiración rozar su piel desnuda; Amy se arqueó ante la sensación, siendo consumida por el deseo que la recorría, y luego sentir como su lengua, suave y húmeda, lamía delicadamente la punta de su pezón. Exclamó un sonoro gemido contorsionándose debajo de él, sintiendo una contracción en su vientre y una humedad que empezaba a acrecentarse en su entre pierna.
Los ojos de Amy se dirigiendo a él para verlo detenidamente; Sonic le regresó la mirada en un silencio que la estaba volviendo loca, quería más... mucho más. Tragó pesado mientras un veloz jadeo era imposible de ocultar, así como su deseo plasmado en su rostro, la verdad para ese punto no le importaba.
–Entonces... – murmuró Sonic soplando suavemente su seno y ver como sus pezones se ponían erectos ante algo tan sencillo. Sonrió con malicia ante la reacción de ella y el gemido ahogado que escuchaba en la distancia, sintiendo como ella se retorcía bajo sus manos. Le estaba costando tanto mantener el temple en ese momento y no sólo sucumbir a sus más bajos impulsos... pero aún no, antes debía de encargarse de hacerla tragar sus palabras. –Soy muy lento ¿ha? – sacó a colación para verla duramente.
–Yo... – murmuró la eriza tragando pesado ante el obvio reclamo sobre sus palabras de aquella tarde –M-Me refería a... –Amy soltó un gemido intenso al sentir su lengua de lamer con delicadeza la punta de su pezón en un acto malicioso y placentero.
–Retráctate – ordenó el erizo azul clavando su mirada en ella, haciéndola estremecer.
Su cuerpo tembló ante ese último mandato, retorciéndose levemente bajo él, sin poderse liberar de su firme agarre. Su mente estaba nublada por la ola de placer y deseo que la recorría ¡La estaba enloqueciendo!
Una sombra de sonrisa se pintó en los labios del erizo ante su reacción, una que se podía distinguir a pesar de la oscuridad, así como una mirada llena de lujuria y deseo. En ese momento ese erizo podría pedirle cualquier cosa que ella no le negaría nada.
–... Me retracto – habló con su voz ahogada en excitación, sin poder encararlo.
Él ya no dijo nada más y para ese punto ella estaba tan avergonzada de su expuesta vulnerabilidad que su mirada se fijó en un punto lejos de él. Su respiración acelerada y corazón apresurado era lo único que podía escuchar o pensar, o así fue hasta que sintió como Sonic metía su seno en su boca para succionarlo lenta y rítmicamente. Su cuerpo se estremeció junto a un gemido que no pudo contener; su espalda se arqueó ante la sensación, ocasionado que el agarre de él se afianzara para evitarla de moverse demasiado. Su mente se quedó en blanco mientras sentía su entrepierna mojarse de forma indeseada ante todo lo que pasaba.
Sonic la sintió estremecer ante su caricia ahogando el mismo un gemido en la delicia que sentía en su boca, perdiendo el poco control que había intentado tener. Liberó sus muñecas para con una mano jugar con uno de sus senos y con la otra recorrer de forma impaciente sus muslos mientras su boca saboreaba vehementemente su otro seno. La escuchó gemir, una melodía que empezaba a embriagarlo, quería escucharla gemir más por él, quería más... ¡Mucho más!
Todo se sentía tan bien. Sintió la mano de él acariciar su muslo y colarse bajo su falda rojiza para subir y bajar sobre éste. Quería más, quería sentir más. Amy buscó a tientas el rostro de él con sus manos obligándolo a levantar la cabeza, deteniendo su acción previa, y así atraerlo hacia ella. Sonic tenía su respiración acelerada al igual que ella. Todo se detuvo por un momento. Ambos se vieron en silencio, en un silencio que contenía más palabras que nada que se hubieran dicho antes. Amy le sonrió delicadamente y así, acercar su rostro al de ella y con ternura posicionar sus labios sobre los de él siendo correspondida de la misma manera.
Sintió de nuevo sus labios tersos sobre los de ella en un beso tan dulce como la miel, y ahí, en ese momento, se dio cuenta. Amy se había enamorado de él... perdidamente de él, como alguna vez lo amó en su adolescencia, con esa misma intensidad, tal vez un poco más.
Una llamada interrumpió el momento de ambos. La canción de Speed me Up sonó de pronto. Era el celular de Sonic que sonaba sonoramente, obligándolos a interrumpir aquel beso.
Sonic frunció el ceño ante la interrupción, ignorando la llamada que se detuvo luego de unos segundos para prestar su atención de nuevo en ella, listo para continuar, o así fue hasta que la notificación de mensaje entrante se escuchó en el teléfono de la eriza. Los mensajes se escucharon entrar uno tras otro inundando todo con aquel incesante sonido.
–Ammm...– carraspeó Amy –Tal vez, debería...
De nuevo el teléfono de Sonic sonaba mientras el sonido de notificación se escuchaba. Tenía que ser una maldita broma.
–Deben ser nuestros amigos – dijo Amy soltando un suspiro pesado dejando caer su cabeza con pesadez sobre aquel colchón –Hemos tardado demasiado.
–Demonios– masculló el erizo azul frunciendo el ceño.
–Tenemos que irnos– dijo la eriza casi a la fuerza, intentando guardar todo lo que sentía muy dentro de ella –Si no regresamos ellos...
–Lo sé, lo sé – cortó Sonic rodando sus ojos para así tomar distancia de ella casi en contra de su voluntad.
No deseaba detenerse, pero no necesitaba que nadie fuera a buscarlo para luego encontrarlo haciendo lo que había pensado con ella. Debía de parar por hoy. Sonic soltó un pesado suspiro para ver de reojo a la eriza que abotonaba su blusa, con la misma expresión de descontento que él tenía.
–Es mejor no perder más tiempo– soltó en un pesado suspiro –¿Puedes... ammm... – silenció Amy con un dejo de vergüenza en su voz para así dirigir sutilmente su mirada a la entrepierna del erizo, sonrojándose intensamente.
–¡A-Ah! C-Creo que necesitare unos minutos – rio Sonic avergonzado.
Amy rio nerviosamente al igual que él sin decir nada. Se quedaron sentados espalda con espalda, ambos intentando ahogar el deseo que los carcomía. La eriza compuso a ciegas su cabello, así como su diadema sobre éste y arregló como pudo sus ropas, no se vería bien si se miraba desaliñada. Amy se puso de pie, asegurándose que cada botón estuviera en el lugar correcto y una vez se asegurara verse pulcra ver de reojo al erizo azul, quien por fin se ponía de pie para también arreglar sus ropas velozmente, sacudiendo la lujuria que llevaba encima.
–¿Vamos? – invitó el erizo para voltearla a ver.
Amy asintió con una felicidad desbordante para así caminar a su lado y así abrazar su brazo de forma afectuosa, ocasionando que él la viera con sorpresa por su acción, era la primera vez que ella hacía eso adrede desde que se habían reencontrado, sin embargo, no dijo nada al respecto.
Sonic siguió con su camino por el silencioso gimnasio hasta detenerse frente a la puerta abierta a unos cuantos pasos de ellos. Ambos sabían que no podía regresar caminando de esa forma.
–Sonic– murmuró la eriza captando su atención.
Amy se soltó de él para verlo en silencio, y con sus mejillas cubiertas en un manto carmín con un suave movimiento ponerse de puntillas y juntar sus labios con los de él en un acto dulce y tierno. Las mejillas de él se encendieron de un carmín intenso por el gesto.
–...Gracias– logró la eriza decir a penas.
–¡¿D-De qué estás hablando?! – soltó avergonzado por la dulzura de su agradecimiento, haciéndola sonreír. Sonic carraspeó su garganta para recobrar la compostura –No hice nada... no realmente – bufó con molestia, ocasionando que ella le desviara a la mirada, ruborizándose por lo que él había dejado dicho de forma implícita.
–Sólo para que sepas – retomó la eriza rosa de nuevo –Realmente quería bailar contigo... ya sabes... en la fogata – confesó ruborizándose ante sus palabras.
Sonic la vio con atención ante sus palabras, sonrojándose ante ellas.
–Tal vez... – carraspeó el erizo azul su garganta –Si no hay nadie podamos... – Los ojos de ella se iluminaron ante su frase inconclusa haciéndolo tragar pesado al sentirse expuesto –¡P-Pero sólo sería un momento! – aclaró nervioso.
–Mmm... y Dime ¿cuánto es necesario para eso de la unión eterna? – preguntó Amy con inocencia y un dejo de diversión en su voz.
–Hmph, por lo menos una hora – devolvió Sonic con una falsa expresión de molestia, intensamente sonrojado.
–Eres un tonto, lo sabías – bufó Amy viéndolo con disgusto ante su respuesta.
–Uno que te gusta – devolvió Sonic divertido.
–Uno que me ofreció bailar en el baile más romántico de esta escuela – soltó ella cual ganadora –¿Es que acaso el gran Sonic the Hedgehog se está enamorando? – bromeó riendo divertida, sin obtener respuesta.
Su sonrisa se disipó para fijar su atención en el erizo, quien mantenía su mirada lejos de ella mientras un intenso sonroje se mantenía en sus mejillas. Los ojos de ella se abrieron de par en par ante el prolongado silencio de él.
–Vamos, ayudame a cerrar todo – ordenó Sonic colocando sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y empezar a caminar.
–S-Sí...– asintió Amy nerviosa y feliz... increíblemente feliz.
–Por cierto, no creas que lo de Espio está olvidado – amenazó Sonic intentando borrar aquella boba sonrisa en el rostro de ella –Por lo de hoy te tocará bañarte en el baño comunal toda esta semana.
–¡¿EH?! – exclamó la eriza indignada –¡Olvídate de eso! – se negó –¡Tú eres el que debería de bañarte afuera por haber mencionado a Sally!
–Lo de Espio anula cualquier transgresión previa – sonrió Sonic victorioso.
–¿Qué? No, no, no, así no funciona – se quejó la eriza ocasionado que Sonic riera divertido –¡No creas que puedes escaparte así de sencillo!
Las voces distantes de una pelea tonta se escucharon desde las afueras del gimnasio gracias al eco del enorme recinto. Se escucharon risas distantes, así como pasos que iban y venían.
Desde afuera, él esbozó una media sonrisa para así recostar su espalda sobre la pared el gimnasio mientras escuchaba a sus amigos dentro del mismo bromear de forma juguetona. Elevó su mirada al cielo despejado de aquella noche escuchando a los grillos cantar su melodiosa música, una que serenaba todo a su alrededor.
–Me preguntó...– musitó con su vista al cielo –¿Cuándo estarás listo para decírmelo? – se cuestionó Tails en la oscuridad de la noche.
¡La temperatura subió en este capítulo mis lectores! Muchas cosas pasaron aquí (y vaya si no, este capítulo fue el doble de largo de lo habitual) Tails ha descubierto el pequeño secreto ¿pero qué hará con esa información? Las cosas solo prometen empezar a calentarse desde este punto y todo a complicarse otro poco más.
Lamento mucho la tardanza, pero tuve muchas cosas que pasaron en el último mes y la verdad necesitaba arreglar ciertas cosas antes de poder continuar con la historia, en especial con este capítulo que necesito un toque extra de emoción XD!!! Pero ya estoy de regreso y esta vez espero no más atrasos!!!
En fin mis lectores, espero realmente que les gustara este pequeño lime pues habrá más más pronto de lo que imaginan. Sin más que agregar su autora se despide. Kat fuera.
El día ha llegado, el día que ambos no pensaron que llegaría y que a su vez el más esperado desde que pactaron que su relación daría el siguiente paso. La cita de Silver y Blaze marcara un nuevo capítulo en sus vidas. Capítulo 53: El Acuario.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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