
Capítulo 39: La Celebración
Silver se levantó con una expresión de cansancio. No había dormido bien gracias a todas las tareas de ese nuevo semestre. Al menos el madrugar le garantizaba no tener que lidiar con sus compañeros de habitación por el derecho al baño, o eso pensó cuando escuchó a alguien dentro del mismo.
–¿Eh? – exclamó confundido –, pero Knuckles y Tails no tienen clases todavía, son casi las seis de la mañana – se dijo sin entender quién podría estar despierto tan temprano, hasta que vio al erizo azul salir del baño –¿Sonic? – soltó alzando una ceja.
–¡Hey! ¡Hola Silver! – saludó terminando de vestirse dentro del mismo.
–¿Desde cuando usas este baño? – preguntó dirigiendo su mirada a su habitación cerrada –¿Y por qué te cambias dentro de él?
–¡A-Ah! – soltó con cierto nerviosismo –Ya sabes, no quería despertar a Amy y pensé que sería más apropiado ahora vestirme aquí – sonrió nervioso.
Silver alzó una ceja ante sus palabras. Sonic nunca se había cambiado fuera de su habitación en todo lo que Amy llevaba viviendo con ellos. Eso era algo inusual.
–Pues me alegro que un poco de pudor y caballerosidad haya llegado a ti, pero ¿por qué el repentino cambio?
–¿Cambio? ¿Qué cambio? – soltó Sonic divertido para dirigirse a la cocina con nerviosismo –No sé de qué estás hablando.
Silver lo vio buscar algo en el refrigerador para así sacar una pequeña lonchera con lo que parecía una notar con algo escrito en ésta. Una sonrisa le fue arrebatada al erizo azul para guardar la nota en su chaqueta y así cerrar la nevera, y ver a Silver verlo con curiosidad.
–¿Qué es eso? – preguntó Silver hablando de la nota que ahora había guardado en su chaqueta.
–¿Esto? – señaló nervioso –Comida, ¿qué mas va a hacer? – evadió para buscar su mochila.
–¿Por qué tenía una nota?
–¡Un recordatorio! – respondió apresurado –Tengo que... ya sabes, ¡eso! ¡Nos vemos luego! – se despidió velozmente para así salir de apartamento a toda velocidad.
Silver lo vio extrañado, esa conducta era más rara de lo que usual en él. No le quiso poner más importancia para así dirigir al baño y darse una ducha rápida. Tenía una salida importante y quería verse lo mejor posible, era un buen día.
Silver terminó de cambiarse velozmente para así acomodar sus cosas en su mochila, no sin antes ver a su compañero de habitación roncar plácidamente. No tenía idea de cómo Jet podía llegar en dos minutos a sus clases, pero sin lugar a duda era conveniente cuando no dormías más de cuatro horas diarias.
Salió de su habitación para ver a Amy en la cocina buscando lo que sería su taza de café; una indiscutible taza rosa que había amenazado a todos con no romperla o se las verían con ella. Se acercó a ella para saludarla cuando notó algo peculiar en la distancia, dentro de la taza había lo que parecía un pedazo de papel, uno que la hizo sonreír.
–¿Todo bien? – inquirió Silver, haciéndolo chillar del susto –¡L-Lo siento! – se disculpó a prisa.
–Silver, sí, sí, todo bien – rio nerviosa para tomar el papel y colocarlo detrás de sus espaldas.
–¿Qué es ese papel? – le preguntó curioso.
–¡Nada! – respondió nerviosa, ocasionando que él alzara una ceja ante eso –Q-Quiero decir, basura, basura que nadie vio, pero yo sí, pero que tirare en mi cuarto – dijo para caminar apresurada a su recámara.
–¿No ibas a tomar café?
–L-Luego de bañarme, nos vemos– se despidió, encerrándose en su habitación.
Silver prendió la cafetera, con su mirada pegada en la puerta de la habitación de Sonic y Amy. Algo se le hacía raro, no era una conducta normal en ninguno de ellos, y eso que ambos eran bastante peculiares.
La puerta de Knuckles se abrió para dejar ver al equidna salir soltando un pesado bostezo.
–Hey – saludó Knuckles para sentarse en una de las sillas de la isla de la cocina –¿Ya hay café?
–En unos minutos– respondió Silver –Hey Knuckles, puedo hacerte una pregunta – dijo con su mirada clavada en la puerta de la habitación de su amigo –¿No crees que Sonic y Amy están actuando algo extraño?
–Mmm... – murmuró Knuckles pensativo –No realmente, tal vez pelean menos, pero eso es bueno ¿no?
–Supongo – soltó Silver en suspiro para sacar dos tazas de la alacena y revisar su interior. No había basura en ninguna.
–¿Qué haces? – inquirió Knuckles al ver su reacción.
–Tonterías – rio divertido –Supongo que hay cosas que me parecen raras últimamente, pero será mejor hablarlo directamente con Sonic – dijo sirviendo las tazas de café.
–Claro, con Sonic – masculló Knuckles con obvia molestia.
–¿Eh? ¿A ti qué te sucede? – preguntó Silver, tal vez no era sólo Sonic y Amy los que actuaban raro.
–Nada, nada...– dijo Knuckles intentando sonar casual para recibir la taza de café de su amigo –Sólo, ya sabes, si quieres malos consejos amoroso siempre puedes ir con Sonic, pero no es mi problema – habló sorbiendo un poco de café.
–¿Y a ti que mosco te picó? – preguntó extrañado para beber por igual.
–¡¿Dime por qué le dijiste a Sonic que te gustaba Blaze mucho antes que a mí?! – reclamó.
Silver escupió su café para toser de manera descontrolada y ver con gran sonroje al equidna quien lo miraba con reproche.
–¡JAMÁS HE HECHO ALGO COMO ESO! – negó Silver con su rostro enrojecido.
–¡Claro que sí! ¡Lo peor es que acudiste por consejos románticos con él! – dijo indignado –¡Ni siquiera tiene novia!
–¡N-No, yo no he...
–Escucha Silver – interrumpió Knuckles más sereno –Nunca es fácil salir con alguien que es tu amiga o que está en tu círculo cercano, pero si en serio quieres conquistar a Blaze, Sonic no es la solución – advirtió severamente –Es decir, si quieres consejos en la cama supongo que no me hubiera sorprendido, pero amor ¿en serio? ¿luego de lo que viste que fue su relación con Fiona?
–¡¿De qué demonios estás hablando?! – vociferó sintiendo una ola de calor recorrer su cuerpo.
Silver podría estar muy cansado, pero estaba muy seguro que jamás había mencionado o insinuado algo parecido, menos a Sonic.
–Yo sé, yo sé, perder tu virginidad no es fácil, pero...
–¡YO NO SOY VIRGEN! – se defendió el erizo plateado para ver al equidna iracundo.
–Oh vamos, ¿no me digas que en serio piensas que creemos que pudiste pasar de tercera base con Shade?
Sus ojos se iluminaron de manera incandescente para que de pronto todos los insumos que yacían en la cocina se elevaran de su posición, alarmando al equidna. Silver estaba molesto.
–¡Está bien, está bien, te creo! – soltó a modo de disculpa el equidna para intentar mantener su taza de café caliente en su mano –¡Rayos, tranquilízate Silver!
Silver despertó de su trance para ver las cosas caer a su alrededor. De nuevo, sus emociones fuera de control le jugaban una mala pasada, pero esta vez en serio no era su culpa, Knuckles parecía provocarlo a propósito. Aspiró profundamente para intentar conciliar un poco de paz interna.
–Knuckles... escucha – habló lo más tranquilo que pudo en un intento de no perder el control otra vez –Yo no le he dicho a Sonic nada como eso, no estoy pidiendo consejos románticos y mucho menos para llevar a nadie a la cama.
–¿A no? – soltó el equidna –¿Entonces lograste pasar esa barrera entre amigos y pareja que tanto te costaba? – preguntó a modo de felicitación.
–¡No hay una barrera porque no necesito pasar a ningún lado! – de nuevo se estaba alterando.
–¿Pero acaso no tuviste una cita con ella hace un par de noches atrás?
Silver abrió sus ojos de golpe, eso sin duda no podía llamarse una cita, pero tampoco podía decirle la razón por la cual había salido con Blaze, no realmente.
Inicio del Flash Back
Silver vio el número de Sonic marcarle, extrañado, pues generalmente sólo le mandaba un mensaje si quería hablar con él. Atendió la llamada un tanto suspicaz.
–Sonic ¿Qué pasa? – dijo a modo de saludo.
–Amm... Silver ¿estás... ammm... – calló, inquieto –Digo, ¿Estás en el apartamento?
–No, no – negó –Salía a...– pausó unos segundos, cambiado su argumento previo –Tuve que ver unas cosas familiares, no regresaré hasta más tarde.
–Oh... de acuerdo – lo escuchó con desánimo.
–¿Sonic pasa algo? – preguntó con un dejo de preocupación.
–Ah, no, no– retomó su alegría usual –Sólo fue un día largo en la universidad, eso es todo.
–¿Dónde estás? – preguntó poniéndose de pie. Algo le olía mal.
–En una cafetería cerca del campus, esperando a que pase la lluvia. – dijo con un dejo de cansancio en su voz –Me tomaré un café y luego iré para el apartamento, tranquilízate quieres– le dijo a modo de regaño – ¡Nos hablamos después! – le colgó.
Silver vio su teléfono. Eso no sonaba normal y a su vez, normal para lo que era Sonic. El erizo plateado soltó un suspiro. No había ha visto a Sonic diferente a lo usual, pero no estaba seguro si eso era una razón para dejar el tema a un lado.
Tomó asiento nuevamente para darle un vistazo rápido al restaurante a su alrededor y como una mala manía arregló una vez más el salero y el pimentero para alinearlos de forma perfecta. No podía evitarlo, estaba nervioso; después de todo ella lo había citado ahí.
Otra llamada entró a su teléfono, esta vez de Knuckles. Tal vez sí había un problema con Sonic.
–Aló, Knuckles – contestó con urgencia –¿Sucede algo?
No pudo evitar preocuparse, después de todo la última vez que Sonic se había visto raro había recibido una llamada diciendo que había recibido la golpiza de su vida.
–¡Silver tú fuiste quien recibió un paquete mío ayer ¿Cierto?!
O tal vez no había nada porque preocuparse.
–Sí, lo deje en...
–Silver – la voz de Blaze inundó el restaurante, para verla llegar a él con aquella gracia que sólo ella podía tener.
–¡Blaze! – saludó animado para ponerse de pie de golpe, golpeando la mesa sutilmente, haciendo que las cosas en éstas cayeran –¡L-Lo siento, yo...
–Todo bien– sonrió la felina ante su torpeza, ayudándolo a levantar el salero y pimentero.
–¡¿Estás en una cita con Blaze?! – escuchó la voz de Knuckles desde el auricular de su teléfono.
Silver se ruborizó intensamente para ver su teléfono con horror.
–¡Te hablo luego! – se despidió Silver velozmente.
–¡Pero mi paqu--- – colgó la llamada, soltando un suspiro de alivio.
–¡Lamento eso! – rio Silver apenado –En serio...
–Ese era tu amigo el equidna ¿no es cierto? – preguntó ella para tomar asiento –El nuevo novio de la muerciélaga.
–Sí– asintió Silver ameno –, pero como ya sabrás mis compañeros de piso pueden ser un poco... desmedidos para hablar– dijo con una sonrisa apenada, para que ella asintiera con la cabeza –En fin, dime ¿por qué me citaste aquí?
–Los resultados – respondió para sacar un sobre de su bolsa –Se tardó más tiempo del previsto, pero por fin me dieron la respuesta sobre la ayuda financiera que pediste.
–¡¿Los tienes ahí?! – soltó con entusiasmo y ansiedad.
–Quería dártelos frente a frente – habló sonrosándose levemente –Prometo que no tuve nada que ver en lo que ha sucedido, ni siquiera sé la respuesta de los mismos, pero pensé... bueno... – pausó unos segundos, suavizando su mirada –Pensé que sin importar el resultado era mejor que no estuvieras solo – completó.
Silver la vio con dulzura para que una sonrisa se dibujara sobre sus labios. Realmente, aunque Blaze se miraba como esta mujer fría e inalcanzable, era alguien que procuraba el bien de otros, aunque no lo admitiera directamente, siempre andaba al pendiente de todos aquellos a su alrededor. Era una mujer espectacular.
–Toma– espetó para entregarle los documentos velozmente, incómoda seguramente por su manera de verla.
–S-Sí, lo siento – dijo apenado tomando los documentos.
Silver vio el sobre con cierto temor. Había estado esperando esa respuesta por meses y era algo que definiría que pasos debería de tomar para su futuro, si podría seguir sus estudios o no. Soltó un pesado suspiro para abrir el mismo y sacar con una mano que temblaba ante la incertidumbre y así ver los papeles.
Blaze lo miraba con curiosidad, en silencio, a la expectativa, sin respirar.
–...Me la dieron– soltó Silver sin poder apartar la mirada de los papeles, incrédulo –¡Me la dieron! – exclamó con una alegría incontenible para voltearla a ver.
–¿En serio? – un esbozo de sonrisa se pintó sobre sus labios, casi imperceptible.
–¡Sí, sí! – exclamó para levantarse de la mesa y enseñarle los papeles –¡La Fundación The Cat financiara todo!
–Muchas felicidades – soltó Blaze con una voz serena y un esbozo de sonrisa.
–¡Es la mejor noticia del mundo! – exclamó entusiasmado.
Silver abrazó a Blaze de forma entusiasta, tanto que en ese momento realmente olvido cualquier idea de mantener su distancia o que a la felina en general no parecía gustar el mínimo de contacto físico, o así fue hasta que sintió la mirada de todos en el restaurante, percatándose que para un lugar tan fino, seguramente eso se miraba fuera de lugar. Silver entonces cayó en cuenta de qué era lo que estaba haciendo, pues la felina yacía con su rostro totalmente ruborizado y su mirada en el suelo.
–¡LO LAMENTO! – la soltó veloz para tomar distancia, apenado. –En serio... perdóname – carraspeó su garganta, avergonzado –A veces no puedo contener emociones intensas – musitó.
–N-No te preocupes... entiendo tu felicidad – habló para tomar asiento velozmente y arreglar su cabello impulsivamente.
–Es sólo que... es la mejor noticia desde que mamá me dijo que el tratamiento había funcionado – sonrió de manera afectuosa con una mirada suave sobre aquellos papeles –Esto sin lugar a duda merece una celebra...– Silver silenció pesadamente, borrando su sonrisa.
–¿Qué sucede?
–Es sólo que...– musitó con una sonrisa un tanto triste –Mis amigos no saben nada de esto y no puedo decirles.
–Estoy segura que ellos entenderán si...
–Si Sonic, Knuckles o Tails se enteran que pase por todo esto y les oculte mis problemas harán mi vida un infierno inmiscuyéndose cada vez que diga que iré a casa, así sea sólo para ver a mamá de manera casual – soltó en un pesado suspiro –Es mejor que no lo sepan por ahora – dijo para dejarse caer sobre su silla en un suspiro –La celebración deberá de esperar – le sonrió para guardar los papeles.
–Y...– mencionó Blaze haciendo que él posara su mirada sobre ella –¿Y si tú y yo celebramos? – preguntó avergonzada, sin poder encararlo.
–¿Hablas en serio? – preguntó Silver con obvio asombro, ocasionando que Blaze asintiera con fuerza, en silencio –Eso... es decir... Sí, me encantaría – aceptó para verla con ternura. Realmente era alguien que se preocupaba por otros.
–Genial– dijo para ponerse de pie de golpe, alarmándolo por su brusca acción –El jueves, a las seis, nos veremos en el Museo de Station Square.
–¿Cómo dices? – soltó un poco confundido por el cambio repentino, pues él esperaba sólo tomar algo en ese restaurante ¿Quería que volvieran a salir? ¿En algo diferente que un restaurante?
–Hay una exposición sobre la historia cinematográfica de la ciencia ficción – explicó con un dejo de timidez –Recuerdo que me dijiste que te gustaba – admitió para verlo al fin.
–Wow, no sabía que había llegado algo así a la ciudad – soltó un tanto asombrando y más porque ella lo recordara.
–¡A las seis! – espetó Blaze para dar media vuelta y caminar a prisa fuera del lugar, sin despedirse.
Una sonrisa se pintó en su rostro mientras la miraba marchar. Para este punto, Blaze sin lugar a duda era una de las mejores cosas que le hubieran pasado jamás.
Fin del Flash Back
–Eso fue... – habló Silver al fin –Sólo me entregó algo, nada más – dijo para sorber un poco de su café.
–Sólo digo que si necesitas consejos, quiero que sepas que puedes contar conmigo – insistió para ponerse en pie y tomar rumbo a su habitación, no sin voltearlo a ver una vez más desde el marco de la puerta –, pero en serio amigo, si piensas perder tu virginidad con alguien como Blaze, sí deberías de considerar una protección diferente, ya sabes, algo para quemaduras o...
Cerró la puerta de golpe con sus habilidades intentando no lanzar a Knuckles por la ventana por su osadía ¡Él no miraba a Blaze de esa manera! Y que ese día fuera a salir con ella era sólo coincidencia ¡Estaba totalmente loco!
–Como si alguien como ella pudiera fijarse en mí... – murmuró con aquel ceño fruncido para sorber un poco más de café.
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La exposición había sido algo espectacular. Era increíble que sólo estaría un par de noches en la ciudad y que Blaze hubiera podido conseguir entradas. El sol se había terminado de poner para cuando caminaban de regreso por las calles.
Un trueno anunció una tormenta para que la lluvia se dejara venir de pronto.
Silver creó un aura telequinetica sobre la cabeza de ambos, previniendo que el hermoso atuendo de la felina se viera afectado por la tormenta que se había desatado.
–¿Por eso no usas sombrilla? – preguntó Blaze para admirar los poderes del erizo plateado.
–Hago esto en caso de emergencias, usar tanto mis poderes me agota más rápido de lo que quisiera – explicó con una sonrisa –¿Qué tal si hacemos algo de tiempo ahí? – sugirió para enseñar una pequeña cafetería.
Blaze aceptó para así entrar a la pequeña cafetería y tomar asiento en una de las mesas del fondo. Silver por su parte ordenó por ambos, para este punto parecía que el erizo había memorizado todas sus comidas favoritas. Realmente había sido una salida increíble, escucharlo hablar sobre su pasión por el cine y la relevancia sociocultural de la ciencia ficción en la actualidad había sido embriagadora; después de todo generalmente en su círculo social sólo se movían políticos aburridos que no gustaban de nada más que hablar de sucesos relevantes para la sociedad y su repercusión hacia la clase elitista.
–Aquí tienes, un Café Moccha con más leche que café – dijo para extender la bebida frente a ella.
–Gracias – dijo Blaze con una pequeña sonrisa, con él sonreír parecía tan fácil.
–No, a ti – habló Silver sinceramente –Tuve la mejor tarde en mucho tiempo, esto fue increíble. Mis amigos no comparten este tipo de gustos y poder compartirlo con alguien, contigo, ha sido...
–¿Fue una buena celebración? – preguntó Blaze con seriedad.
–La mejor – asintió Silver sonriéndole con calidez.
Blaze sonrió aliviada, adoraba verlo sonreír. El sonido de un celular sonar interrumpió su conversación. Silver vio su celular para así hacer una mueca de molestia y rechazar la llamada. Era la primera vez que lo miraba molesto por algo.
–¿Pasa algo malo? – preguntó sorbiendo un poco de su café.
–Knuckles – chasqueó con molestia, para que ella alzara una ceja sin entender. –Es sólo que, esta mañana empezó a decir muchas tonterías – recordó frunciendo el ceño.
–¿Qué clase de tonterías?
–Sólo tonterías, sobre...– pausó frunciendo el ceño nuevamente –¡Sobre cosas que no tienen sentido! – exclamó Silver irritado dando por concluido el tema o eso pensó cuando sintió la mirada de ella sobre él, olvidaba lo persistentes que podían ser esos silencios –Cosas como que tú y yo estamos saliendo, tonterías de ese tipo – murmuró para sorber un poco de su café sin atrever a verla por lo que acaba de decir. De nuevo un largo silencio. Subió su mirada para ver como ella ahora tenía la propia sobre su regazo con una extraña expresión en su rostro ¡Oh no! ¡Ahora seguramente la había hecho sentir incómoda! ¡Debía de arreglarlo rápido! –Quiero decir– habló de nuevo, desviándole su mirada, avergonzado –¿Puedes imaginar una idea más absurda? ¿Cómo se le ocurre que yo podría salir con alguien como tú? – dijo en tono de burla.
Blaze abrió sus ojos ante lo que se escuchó como un comentario despectivo para así verlo con enfado.
–¿Qué tiene de malo salir con alguien como yo? – preguntó Blaze irascible.
Silver regresó su mirada a ella sintiendo los ojos fieros de la felina sobre él. Oh no... no sólo la había hecho enojar sino también la había ofendido de forma olímpica.
–¡N-No me refiero! ¡Quiero decir...
–¡¿Acaso hay un problema conmigo?! – inquirió la felina para ponerse en pie, indignada.
–¡No quise decir eso! – se disculpo a prisa. Mataría a Knuckles luego de eso –¡M-Me refería a que alguien como tú jamás saldría con alguien como yo!
–¡¿Eh?! – exclamó más molesta que antes, las cosas se estaban saliendo de control y no tenía ni idea de por qué –¡¿Cómo lo sabes?!
–¿A qué te refieres qué a cómo lo sé? – devolvió Silver, confuso –Quiero decir, tú eres una mujer elegante, sofisticada, de la alta alcurnia y yo ni siquiera puedo costearme...
–¿Entonces por pertenecer a un nivel social diferente sólo debo de salir con hombres así? – soltó con una mueca llena de indignación –¡¿Es eso?!
–¡No, espera... – intentó arreglar, sin saber cómo exactamente –No entiendo, ¿Por qué estás tan molesta? – preguntó Silver sin entender.
–¡Tú no sabes nada sobre mí ni con quienes salgo para hacer esa clase de conjeturas! – respondió Blaze viéndolo iracunda –¡No puedes tomar ese tipo de decisiones por mí si jamás me lo has preguntado!
–¿Qué? – exclamó Silver alzando una ceja.
Eso no tenía ningún sentido. La mirada intensa de la felina le hizo saber que su respuesta no había sido tomada de buena manera. ¿En serio quería rechazarlo tan fieramente para dar a entender su punto? Silver bufó irritado
– ¡Bien! ¡¿Quieres que lo haga?!– soltó endureciendo su mirada ante el rechazo por venir para así ponerse de pie por igual y verla con la misma mirada desafiante que ella tenía –¡¿Te gustaría salir conmigo?!
–¡Sí, me encantaría! – devolvió Blaze iracunda.
–¡Ves, te dije... – Silver calló al procesar su respuesta ¿Estaba loco o ella había aceptado? –... ¿Dijiste que sí? – soltó incrédulo.
Blaze abrió sus ojos de golpe, desapareciendo su enojo inicial ¿Acaso había hecho que Silver la invitara a salir y aceptado su invitación?
Varias personas me estuvieron pidiendo que por favor Silver se enterara de la conversación entre Sonic y Knuckles y vaya que se enteró. No se preocupen, que la historia de ellos no termina aquí. Esta pareja esta floreciendo por su parte.
Gracias a todos por todos sus comentarios, realmente me llena mucho como escritora. Aún nos queda camino por recorrer para que esta historia encuentre su fin y las ideas no dejan de venir (creo que me he emocionado demasiado) En fin, sin mucho que agregar hoy, su autora se despide. Kat fuera.
Las cosas empiezan a tomar su lugar, todo empieza a sentirse correcto... tal vez demasiado correcto. Una parte de su personalidad dormida hasta ese momento ha empezado a despertar, una que empieza a tomar el control de todo. Sólo un poco más... un poco más de cercanía ¿no puede ser malo o sí? Capítulo 40: Pasiones Prohibidas.
@La_Rola muchas gracias por esta hermosa imagenq <3 Amé los atuendos de ambos y la expresión de Blaze es adorable!!!!
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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