Capítulo 35: Confesiones de Media Noche
Se levantó somnolienta, pues ayer había llegado muy tarde por la noche de estar con Blaze, para así ver su reloj, tenía 30 minutos para arreglarse. Amy se sentó de golpe, sabiendo que ahora debería de pelear por su derecho al baño del pasillo, pues Sonic ya debería de estar ocupando el de la habitación. Se puso de pie en un salto lista para correr afuera de su recámara cuando la puerta abierta del baño llamó su atención. Sonic no lo estaba usando.
Escuchó a alguien toser a los pies de su cama, dirigiendo su atención a la misma. Amy caminó con cautela para ver al erizo aún dormido en la bolsa de dormir a los pies de su cama, tosiendo suavemente.
–¿Aún estás dormido? – inquirió Amy para ponerse de cuclillas en el suelo –Hey – llamó para golpear gentilmente su mejilla con un dedo.
Sonic abrió sus ojos, resistente, pues había tenido una noche terrible y lo único que deseaba era seguir descansando para recuperar un poco del sueño perdido. Abrió sus ojos con pesadez, para que su mirada se topara con la de Amy, quien lo miraba con intriga, confundiéndolo ¿qué hacía ahí? En eso cayó en cuenta, ¿por qué Amy lo estaba despertando? Abrió sus ojos de golpe para sentarse al acto y buscar su teléfono y así ver la hora.
–¡Maldición! – soltó en un grito poniéndose de pie a prisa –¡Me quede dormido! – dijo corriendo a su armario. –¡Se suponía que tenía que juntarme temprano con el equipo de atletismo! – dijo para toser nuevamente deteniendo su accionar, ante la falta de aire.
–¿Te sientes bien? – preguntó Amy preocupada.
–Sí, sí, nada importante – respondió tosiendo nuevamente. Sonic sintió la mirada de Amy sobre él, era obvio que no le creía –Ayer me moje un poco por las lluvias – explicó.
–¿Luego de que me fuiste a dejar al apartamento de Blaze? – inquirió con un dejo de culpa –Pero llevabas tu chaqueta y un paraguas contigo.
–Cosas pasan – respondió sin interés para sacar una camiseta limpia y colocársela encima –Estaré bien, ahora debo correr si quiero llegar a tiempo – dijo colocándose sus zapatillas velozmente –¡Nos veremos despu... – tosió nuevamente, parando nuevamente.
–Deberías de descansar un poco.
–¿Bromeas cierto? – dijo Sonic burlesco –Hoy tengo entrenamiento en la tarde, por fin retomaremos las prácticas con el equipo de atletismo – habló con obvia emoción, ocasionando que la mirada de Amy sobre él se intensificara. –Sólo es una pequeña tos por el cambio de clima – se excusó rodando sus ojos, ante la mirada desaprobatoria de la eriza.
–Si tú lo dices.
–Estoy perfecto, lo juro – habló Sonic para correr hacia la salida –Por cierto – se detuvo de pronto justo en el marco de la puerta –El cumpleaños de Tails será pronto y con los muchachos queremos darle una gran fiesta – reveló –Necesitamos hacer algo especial para él y pensé que no habría nadie mejor para ver esos pequeños detalles que tú – le dijo sonriente –¿Puedo contar contigo para esto?
–Claro, sabes que amo planear fiestas – asintió con la cabeza.
–Tus fiestas son las mejores – halagó –¡Te veo luego! – se despidió velozmente.
Amy le sonrió suavemente. Cada vez pasaba más frecuentemente, las sonrisas que él parecía robarle.
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Amy mordía suavemente la goma del lápiz con su mirada sobre su libreta, la cual estaba llena de rayones e ideas nuevas. Sabía que Tails no era particularmente alguien que amara las fiestas, entonces tenía que ser algo acorde al zorrito, pero le estaba siendo más difícil de lo que imaginó en un principio.
–Tal vez si lográramos invitarla... – murmuró con desánimo.
–Hola Amy – la voz de Sally captó su atención. –¿Algún problema?
–¡Hola! – saludó animada –No, no – negó con la cabeza –Estoy planeando la fiesta de cumpleaños para Tails – explicó soltando un suspiro de cansancio –Por cierto – dijo redirigiendo su atención a ella –Lo olvide por completo ¿cómo te fue ayer con la entrevista?
–Ammm... tuve que reagendar, pero al final todo terminó bien – explicó con una sonrisa soñadora –Más que bien... – murmuró acariciando con dulzura las mangas de la sudadera que vestía.
–Oh, genial – habló Amy con una sonrisa prestando de pronto atención a al sudadero azul que ahora ella miraba con dulzura –¿Ese suéter es nuevo? – soltó alzando una ceja –No recuerdo habértelo visto antes.
–¡Ah! ¡¿Este?! – chilló Sally con sorpresa, sonrojándose tenuemente –Amm... sí, podrías decirlo...
–Aunque admito que se me hace vagamente familiar – habló Amy pensativa.
–¿En serio? Es sólo un suéter azul – rio forzadamente.
Sally sabía que tenía que decirle a Amy sobre su encuentro con Sonic, pero era algo que realmente aún no había compartido con nadie, especialmente porque ella más que nadie había hablado sobre su desagrado por el erizo azul.
–P-Pero cuéntame más sobre la fiesta – cambió Sally el tema velozmente, sentándose a su lado.
–Oh pues, estamos viendo de hacer la fiesta de Tails, pero los chicos quieren hacer una fiesta grande, aunque me preocupa el tamaño del apartamento – murmuró pensativa. –La última vez Sonic y yo tuvimos que limpiar durante horas y sé que se arruinaron varias cosas, entre ellas una de las bocinas de Tails – recordó con pesar.
–Oh... pues si ese es el caso – dijo Sally, captando la atención –Mis padres tienen unos amigos que tienen una casa que alquilan para fiestas y cosas así de un tamaño considerable – habló pensativa –Si deseas podría preguntarles si pueden prestárnosla por una noche.
–¡¿En serio?! – exclamó Amy emocionada –¡Sería perfecto!
–Genial, veré de hacer lo arreglos – dijo Sally con una emoción –Y así, a lo mejor por fin podría conocer a tus compañeros de apartamento – habló con un dejo de timidez.
–¿Quieres ir a la fiesta? ¿Tú? – alzó una ceja de incredulidad –, pero tú odias las fiestas de universitarios.
–Sí bueno, tú siempre hablas de todos ellos y sería bueno poder agradecerles por todo lo que han hecho por ti – habló para jugar suavemente con un mechón de cabello –Quiero decir, si está bien por ti.
–¡Claro, claro! – asintió Amy con emoción –¡Estoy segura que amarás a todos! – habló con una sonrisa agrandada.
–Estoy segura que sí – murmuró con suavidad.
–Ahora, sólo debo de resolver un último problema – dijo Amy para regresar su vista al cuaderno frente a ella –¿Cómo invitar a Zooey a la fiesta? – se preguntó con pesadez.
–¿Zooey?
–Sí, es nuestra vecina – explicó –Y Tails parece tener algún tipo de crush con esta chica... o algo así– dijo con una expresión de desagrado ante el recuerdo de la confesión de Tails en el viaje a la playa –Como sea, el asunto es que nadie del apartamento realmente habla con ella, con suerte nos hemos topado con ella un par de veces y siempre es a la distancia – soltó en un suspiro –Si la fiesta no es en nuestro apartamento, no creo que quiera ir, es decir, se ve muy tímida.
–¿Hablas de Zooey the Fox? – preguntó Sally sacando su teléfono –¿Hablas de esta chica? – inquirió enseñando una foto de la zorrita rubia.
–¡Sí! – respondió Amy para arrebatarle el teléfono y ver una selfie de ambas sonrientes. –¡¿Tú la conoces?!
–Claro que la conozco – asintió –Ella siempre ayuda en las beneficencias de mi familia, siempre está en pro de movimiento sociales y voluntariados, realmente es una chica algo tímida, pero es muy dulce. – explicó para tomar su teléfono de regreso –Si lo deseas puedo hablar con ella, quiero decir, si ella sabe que yo estaré ahí estoy segura que aceptara sin problemas.
–¡Eso sería genial! – dijo entusiasmada –¡Sonic se pondrá muy feliz por esto!
–¿Lo hará? – musitó Sally con cierta sorpresa para que una sonrisa involuntaria empezara a formarse.
–Sí, sí – asintió con emoción –Sonic realmente quiere hacer de esto algo muy especial para Tails, después de todo es su mejor amigo.
–¡Entonces dalo por hecho! –habló Sally con seguridad.
–Perfecto, entonces será mejor que me vaya para empezar a ver los demás arreglos – dijo poniéndose de pie y tomar sus cosas –Una vez hable con los otros te confirmaré el día ¿está bien?
–Claro.
–¡Nos vemos! – se despidió Amy para correr fuera de ahí.
Sally la vio partir para que una sonrisa se pintara en su rostro. Colocó una mano sobre su pecho y no pudo evitar que la sonrisa de Sonic viniera a su mente.
–Él estará feliz...– murmuró para abrazarse con suavidad y sentir el aroma de él sobre aquel sudadero.
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Llegó al apartamento para ver que aún nadie había llegado, soltando un pesado suspiro. Por fin tenía el plan de la fiesta de Tails y no había nadie para hablar sobre ello.
–Supongo que empezaré yo por ver los detalles – dijo Amy con una sonrisa en sus labios para sacar su cuaderno de apuntes. –Primero el pastel...
El sonido de la puerta del apartamento abrirse captó su atención para ver a Sonic entrar por la puerta con una expresión de pocos amigos y está vez tosiendo con más fuerza que aquella mañana.
–Sonic – llamó Amy con un obvio dejo de preocupación en su voz ante el estado fatigado del erizo azul –¿No se suponía que tenías práctica por la tarde? – preguntó para ver su reloj de pulsera.
–Me mandaron a casa – respondió malhumorado para lanzarse al sofá, tosiendo nuevamente, sintiendo su corazón zumbar en su cabeza.
–¿Por qué? – cuestionó Amy acercándose a él.
–Dijeron que estaba enfermo – respondió irritado –¡No estoy... – tosió fuertemente, acallando de golpe –Enfermo – completó con pesadez, ocasionado que Amy lo viera con reproche –¡Es alergia! – se excusó.
–Ven acá, déjame ver – habló Amy acercándose a él en un intento de tocar su frente con su mano.
–¡Estoy bend! – habló constipado para retroceder de su tacto.
–Cuando puedas decir bien, en lugar de "bend", entonces te daré la razón – regañó para tocar su frente en contra de la voluntad del erizo azul –¡Sonic estás ardiendo en fiebre! – exclamó alarmada.
–No es fiebre – negó el erizo azul –Soy ardiente, que no es lo mismo – bromeó divertido.
–Ja, ja, ja – se mofó Amy rodando sus ojos –Ven, necesitas descansar – habló para tomar su mano y obligarlo a levantarse del sofá, haciéndolo caminar tambaleante –Además, si no descansas no te diré las buenas noticias sobre la fiesta de Tails – dijo Amy con emoción.
–¿Qué buenas noticias? – preguntó Sonic siguiéndola con pesadez, sentía que todo le daba vueltas para ese punto.
–Ven a la cama y lo sabrás.
–No deberías de decirle ese tipo de cosas a un hombre ¿sabes? – dijo para sonreírle pícaramente
–¡Deja de decir tonterías! – regañó sin poder evitar sonrojarse sutilmente por el comentario en doble sentido.
–Bien, bien – habló con cansancio siguiéndola a ciegas, sin realmente energías para discutir –, pero si algo pasa será culpa tuya – balbuceó con un dejo de buen humor.
–Eso quisieras – rio Amy rodando sus ojos y así empujarlo suavemente sobre la cama.
Sonic cayó suavemente sobre el colchón, recostando su cabeza sobre las suaves almohadas, soltando un suave suspiro lleno alivio. Sentía su cabeza a punto de explotar y el no poder respirar correctamente, gracias al resfriado que se persistía en negar, sólo hacía que la pesadez fuera aún mayor. Sus músculos dolían como si hubiese hecho el mayor maratón de su vida, mientras su cuerpo se sentía tan pesado como una piedra y el cansancio lo recorría como la sangre a sus venas. La noche anterior no pudo evitar que la lluvia lo mojara parcialmente al prestar su sombrilla y su chaqueta, nunca imaginó que algo como eso fuera afectarlo.
–Todo va a estar bien...– la tranquilizadora voz de Amy lo hizo abrir pesadamente sus ojos y ver a la eriza sonreírle con dulzura.
Sonic sintió algo frío tocar su frente y el dolor que sentía se redujo dramáticamente. Se sentía bien. Llevaba mucho tiempo sin que nadie tuviera ese tipo de cuidados cuando estaba enfermo, pues generalmente cuando pasaba se encerraba en su habitación y agonizaba en silencio hasta que la enfermedad seguía su curso normal; con suerte Tails le llevaba medicamentos o sopa caliente si se percataba de su estado.
–Descansa – habló Amy en un suspiro, terminando de acomodar el tercer paño húmedo. Realmente esa fiebre era persistente –Vendré a verte más tarde a revisar cómo te encuentras.
Amy se puso en pie lista para irse cuando sintió como él la tomaba débilmente de la muñeca evitándola de proseguir.
–...Gracias por regresar – murmuró adormitado. Amy lo vio con sorpresa sin estar segura de cómo interpretar aquellas palabras. ¿Hablaba por regresar al apartamento? ¿De la universidad? –Lamento no haber seguido en contacto – murmuró tosiendo suavemente, soltándola al fin.
Amy sintió un suave rubor en sus mejillas ante la dulzura de sus palabras. Se sentó nuevamente en el bordillo de la cama para ver al erizo caer lentamente en los brazos de Morfeo, suspirando suavemente al lograr conciliar el sueño.
–...Siempre estaré aquí para ti – musitó y con timidez entrelazar sus dedos entre los suyos. –Sin importar qué – dijo recostándose suavemente sobre su hombro y permanecer a su lado, en silencio.
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Sonic abrió sus ojos lentamente, despertando al fin. Se sentó con cierta pesadez y notando la completa oscuridad que lo rodeaba. El sonido de la lluvia afuera lo había arrullado en un sueño profundo y el frío persistente lo había hecho dormir más de la cuenta. Encendió la luz de su mesa de noche percatándose que era de noche, eran pasada las 11 de la noche según su celular.
–Es tarde– murmuró restregando sus ojos.
Buscó con la mirada a la eriza en la habitación, pero no distinguió su presencia por ningún lado, extrañándolo. Se puso de pie para caminar aún algo tambaleante y poder distinguir luz colarse fuera de su puerta. Sonic caminó fuera de su habitación, un poco mareado, pues el dolor de cabeza no había desaparecido por completo, pero al menos era tolerable.
Salió de la habitación para ver a Amy sentada en el sofá con una pequeña luz intentando leer un libro. Una colcha la cubría de pies a cabeza, por el intenso frío. Se miraba realmente adorable.
–¿Qué haces acá afuera? – preguntó Sonic para llegar hacia ella.
–¡¿Sonic?! – exclamó ella soltando su libro por el susto –¿Qué haces fuera de la cama? – regañó.
–Sabes, creo que es la primera vez que una mujer que no está conmigo en la cama me dice eso – rio divertido ante su broma en doble sentido.
–¡N-No digas tonterías! – se sonrojó ante sus palabras –¡Debes de...
–Ya me siento mejor – interrumpió el erizo azul a lo que sería un innecesario regaño –Esta vez lo digo en serio – prometió, desviándole la mirada.
Amy lo vio con reproche, bufándole con molestia.
–Aún así, debes de ir a...
–¿Tú qué haces aquí afuera tan tarde? – cortó Sonic nuevamente.
–Bueno, tenía que terminar de leer este libro – explicó soltando un bostezo –Y no quería despertarte con la luz de la recámara así que vine a leer acá – habló restregando sus ojos.
–Parece que no soy el único que necesita descansar – le sonrió para estirarle su mano – Ven, es mejor que ambos vayamos a descansar.
Amy le sonrió dulcemente para asentir con la cabeza y tomar su mano saliendo de las sabanas que la habían envuelto sintiendo nuevamente el frío golpear contra ella, haciéndola estremecer. Era la primera vez que pasaba un invierno en Station Squeare en muchos años y sin lugar a duda era mucho más frío que Mystic Ruins. Amy tenía dos suéteres sobre ella, y un pantalón de algodón caliente junto a unas grandes calcetas acolchonadas, y a pesar de ellos, no se sentía más caliente en lo absoluto.
Amy lo siguió en silencio para entrar en la habitación y ver con cierto desánimo la bolsa de dormir a los pies de la cama, esta vez debería de dormí ahí, pues la salud de Sonic podía empeorar si dormía en contacto directo al piso. Debería de buscar la manera de entrar en calor.
–Yo dormiré en la bolsa de dormir esta vez – habló Amy para frotar sus manos e intentar calentarlas con su aliento –Tú necesitas recuperarte de ese resfriado.
–Estás bromeando ¿no es cierto? – dijo Sonic para verla desaprobatoriamente. –Amanecerás con un terrible resfriado si duermes ahí.
–Y tú con una neumonía – enfatizó ella para verlo con el ceño fruncido.
–Supongo que tienes razón – tosió suavemente el erizo, sintiendo de nuevo la pesadez invadirlo.
–No te preocupes, yo traeré colchas extras y así...
–Tendremos que compartir la cama – soltó el erizo azul de pronto.
Amy lo vio con sorpresa por su sugerencia, sonrojándose ante la misma. Era la mejor idea, pero el hecho de pensar que compartirían el mismo lecho hacía que su corazón latiera tan rápido que podía escucharlo en sus oídos.
–No me veas así – pidió Sonic con un dejo de molestia en su voz, sonrojándose por igual –No es como que no lo hayamos hecho antes ¿no es cierto? – se excuso, desviándole la mirada.
–...Supongo que tienes razón– logró decir con su voz entrecortado por la vergüenza.
Amy mantuvo su mirada a sus pies, sintiendo nuevamente una mezcla entre emoción y nerviosismo; había pasado mucho tiempo desde la última vez que habían dormido juntos, pero esa sería la primera vez que lo harían apropósito, sin quedarse dormidos por el extremo cansancio.
–Vamos – un suave almohadazo en su cabeza la hizo reaccionar para tomar la almohada torpemente con sus manos y ver al erizo azul sonreírle divertido por su acción juguetona –Mañana tienes clases ¿no es verdad? – le recordó Sonic para remover las sabanas.
Amy asintió suavemente para así caminar al otro extremo de la cama y acomodarse en lo que sería su lado de la misma.
–Descansa – le dijo el erizo apagando la luz y dejando la habitación en penumbras.
Amy sentía su corazón golpetear su pecho y sus ojos tan abiertos como los de un búho. El sueño se le había espantado por completo y aunque no podía verlo sabía que él estaba ahí, compartiendo la misma cama que ella. Le dio la espalda al acto, intentando no pensar en aquello que sucedía en ese momento, y maldiciéndose por ser lo único que podía pensar.
–...Gracias por hoy – lo escuchó decir de pronto, para ver de reojo a sus espaldas de forma instantánea –Por los cuidados y eso – le murmuró Sonic con una voz febril.
–No fue nada – respondió a penas audible, esbozando una sonrisa oculta.
Ninguno de los dos dijo nada, sintiendo únicamente la presencia del otro en la oscuridad. Tan cerca que podían sentir el calor corporal del otro y lo suficientemente alejados como para que el otro no pudiera escuchara a su acelerado corazón.
–Por...por cierto – habló Amy nuevamente –G-Gracias por la salida de la última vez – agradeció ahogada en vergüenza.
–Mhm.... N-No fue nada – respondió Sonic de la misma forma.
–Y sólo para que sepas – continuó ella, tragando pesado. De alguna manera hablar a la oscuridad hacía todo más fácil para expresarse –Ya no veo a Shadow de esa manera... – confesó con gran sonroje, refiriéndose a las palabras bochornosas de Rouge –O de ninguna otra.
–¡Oh! – exclamó Sonic con obvia sorpresa –¿Ya no gustas de él?
–No, no, eso quedó atrás – respondió sintiendo sus mejillas sonrojarse.
–¿Incluso las fantasías salvajes? – bromeó divertido.
–¡Cierra la boca! – exclamó Amy para lanzarle una suave patada haciéndose un ovillo, ahogándose en su vergüenza.
–Lo siento, lo siento – se disculpó con una sonrisa divertida –Siendo honestos... – habló Sonic más sereno –Pensar en ustedes dos juntos era un poco extraño – admitió ocasionando que Amy dirigiera su mirada a sus espaldas, sin poder realmente divisar al erizo –Pensé muchas veces que sería extraño verte en reuniones familiares a su lado y no a... – silenció de golpe, previniendo de completar aquella confesión.
Sonic abrió sus ojos de par en par ¿cómo demonios querían terminar esa frase?
–¿Y no qué? – insistió Amy, estremeciéndolo.
–Nada, nada – terminó el tema velozmente –Sólo hubiera sido raro – espetó endureciendo su mirada.
–Supongo que tienes razón, no hacíamos una buena pareja al final de cuentas – se sonrió ante algo que por fin sentía que había sanado.
–... ¿Con quién crees que harías buena pareja? – preguntó Sonic a penas audible.
–No lo sé – soltó Amy en un suspiro –Todos me dicen que necesito buscar a alguien igual de intrépido como yo, y que puede soportar mi actitud energética.
–¿Cómo tú? ¿intrépida? – soltó Sonic en tono de burla.
–Ajá, en Mystic Ruins siempre era la que se perdía en el grupo y exploraba las cavernas, o los lagos o los bosques...
–¿O las ruinas en las excursiones escolares? – le recordó Sonic con un dejo de picardía en su voz.
Amy calló sintiendo sus mejillas sonrojarse, era obvio que esa confesión la acecharía el resto de su vida.
–...Sí – asintió suavemente con la cabeza –Fue idea mía, de hecho – admitió ahogada en vergüenza.
Sonic abrió sus ojos de golpe, no esperaba que le dijera nada relacionado a esa experiencia ¡¿Por qué demonios le confesaba eso?! ¡¿Acaso olvidaba que estaba acostada a su lado?!
–...Ok, punto para lo de intrépida – carraspeó el erizo azul su garganta, sin poder hacer ninguna otra broma al respecto.
–¿Y tú? ¿Con quién crees que harías buena pareja? – preguntó Amy, curiosa.
–No lo sé – soltó borrando cualquier expresión previa –Muchas veces pensé que alguien libre de toda atadura y con una seguridad soberbia sería la mejor opción.
–¿Cómo Fiona?
–Sí... – asintió en un suspiro –, pero realmente creo que si pudiera estar con alguien sería con alguien que pudiera encontrar puntos medios como el salir a una aventura o sólo quedarse en casa y ver una película ¿sabes? – se admitió con una sonrisa para fijar su vista al techo –Alguien que me escuche y que tenga historias divertidas que contar por igual, con quien pueda ser yo mismo y no me esté pidiendo cambiar constantemente – bufó Sonic rondando los ojos, irritado –Alguien con quien sepa que puedo contar sin importar la situación, y más que mi novia, pueda ser mi amiga, alguien que... – Sonic silenció de pronto, sintiendo sus mejillas sonrojarse intensamente, ¿por qué todas esas cualidades se le hacían conocidas?
–¿Alguien que qué? – escuchó la voz de Amy, haciéndolo ver en dirección a donde sabía que la eriza yacía recostada.
–...Alguien que puede verme como soy – completó desviando su mirada, endureciendo su expresión.
–Pienso igual – susurró Amy mientras un esbozo de sonrisa se pintaba sobre sus labios –Algún día – dijo al final.
–Sí... – musitó para voltearse a un lado y fijar su mirada al frente, a penas distinguiendo los mechones rosas entre la penumbra –Algún día – repitió sonrosándose suavemente.
Amy se estremeció nuevamente ante el frío que se colaba en la habitación aquella noche para reacomodarse en la cama buscando un punto de calor, y así sentir como sus pies helados tocaban los cálidos de él.
–¡Lo siento! – se disculpó a prisa, avergonzada –Tengo frío – admitió lista para retirar sus pies, cuando sintiendo como él enganchaba los suyos con los de ella, haciéndola ruborizar ante la acción.
–...Está bien – lo escuchó murmurar a penas audible.
Amy esbozó una sonrisa que no podía ocultarse más para así cerrar sus ojos, sintiendo el sueño llegar a ella, ahora que por fin el frío era tolerable, o casi. Se acomodó una última vez dispuesta a por fin dormir cuando sintió como un par de brazos la rodeaban por la espalda tensándola al acto por la inesperada acción y así voltear a ver a Sonic, quien ahora hundía su rostro en su cabello. Si antes tenía frío eso había cambiado radicalmente, pues su cuerpo expelía una onda abrumadora de calor.
–Tengo frío... – soltó Sonic, sin mayor explicación.
Amy asintió febril a sus palabras, sin decir nada. Bajó su mirada a los brazos que abrazaban con cuidado su cuerpo, y con un par de manos temblorosas abrazar los brazos que ahora la rodeaban y acomodarse a su lado para pegarse aún más a él sintiendo el calor de su cuerpo, alejando de ella cualquier rastro de frío. Eso se sentía bien... se sentía correcto.
Amo, amo, amo este capítulo. Las cosas con nuestros protagonistas están cambiando radicalmente ¿pero qué necesitaran para darse cuenta de aquello que insisten en negarse? Un crudo descubrir les espera muy pronto.
Bien, hoy tengo mucho que decir respecto a los comentarios del capítulo anterior y en especial sobre la última escena. Me impresionó muchísimo el enorme cariño que le tomaron a Sally en esta historia (un corazoncito para todos ustedes por eso <3 ) Y por varios comentarios inconformes porque creen que haré a Amy o Sally sufrir o que planeo algo parecido un triángulo amoroso, y por eso les digo lo siguiente: Confíen. Esta historia esta hecha para muchas cosas, menos para sufrir. No soy fan de los triángulos amoroso, pero si los hago los pongo generalmente al inicio de mis historias (aunque no recuerdo ninguno aparte de Fictional Love en este momento) No tengo intenciones de hacer sufrir a Sally, porque es uno de mis personajes favoritos, pero sí es relevante todo esto que está pasando para el movimiento de la historia. No puedo decir mucho sin spoilear la historia, pero les aseguro que todo tiene una razón la cual irán descubriendo en los siguientes capítulos que se vienen (en especial en el que se viene). Así que lectores, respiren profundo, esto no será un triángulo de a ver quién se queda con Sonic lastimando a la otra en un enredo de telenovela (además para este punto es bastante obvio cual es el interés de Sonic); y esto estaba planeado desde el inicio de esta historia. Si deseo hacer sufrir un personaje tengo métodos un poco menos ortodoxos XD!!! ¡Pero como repito esta no es esa historia! Así que, relájense y confíen en que su autora no entrará al mundo de la telenovela y autosabotaje.
Bien, espero realmente se hayan tranquilizado un poco respecto a mis intenciones sobre lo sucedido entre Sally y Sonic y que puedan seguir disfrutando de la lectura sin pensar en qué momento se me ocurre atravesar un puñal al corazón de alguna de las dos (denme un poco más crédito que eso).
¡Muchas gracias a todos los que me escribieron deseándome un Feliz Año! Gracias por todo su apoyo en mis historias y por seguirme leyendo. Para este punto ya llevo 15 años escribiendo en el fandom de Sonic. No se imaginan lo mucho que escribir fanfictions me ha hecho crecer como persona e incluso como profesional en donde se me reconoce por mis habilidades de redacción y ortografía y en especial por mi creatividad (para quienes me siguen en Tiktok lo sabrán); pero nada de esto sería posible si no tuviera un grupo tan bello de lectores que está ahí para apoyarme y darme sus críticas constructivas. Gracias a todos por eso, pues me han hecho la escritora que soy hoy. Iniciar otro año con ustedes es una excelente manera de hacerlo, pues hoy, 1 de Enero que escribo esto, no me imagino nada mejor que iniciar el año que no sea escribiendo e ideando nuevos escenarios para que ustedes disfruten. Ya me puse sentimental XD!!!
¡Bien mis queridos lectores, sin más que agregar, su autora se despide! ¡Kat fuera!
PD: Hoy quiero dedicar este capítulo a una lectora muy especial que se tomó el tiempo el día de su cumpleaños de escribirme y agradecerme un año de viernes maravillosos (hoy es jueves, pero mañana no sé si podré actualizar XD) así que Anaita070707, ¡Este capítulo es un regalo especial por tu cumpleaños! ¡Feliz cumpleaños!
El despertar no es lo que imaginó y por fin el por qué se siente como se siente lo golpea con fuerza. El mundo se ha puesto de cabeza, las cosas se sienten incorrectas... y correctas a la vez. La confusión, el miedo y por sobre todo el temor de perder al otro se apodera de ellos. Una noche de lluvia que pretenden lavar las dudas. Capítulo 36: No Puedo Ocultarlo Más.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
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