Capítulo 2: La Reunión
–¡¿Amy?! – vociferó asombrado al reconocerla.
Amy le sonrió divertida ante su reacción asintiendo con la cabeza suavemente para que sus púas bailaran con el movimiento.
–Tiempo sin vernos ¿no es cierto? – saludó con una cálida sonrisa.
Esa no era la misma eriza rosa que él recordaba. La eriza que el recordaba tenía un horrible peinado que intentaba arreglar con una diadema color naranja y tendía a vestirse con un vestido abombado y una blusa con grandes hombreras; era una eriza pequeña y regordeta que usaba frenillos los cuales le hacían ver con una sonrisa tan afilada como la de un tiburón.
–Ven, déjame ayudarte – dijo estirando su mano con amabilidad.
–Hmph, no es necesario – rechazó para golpearla suavemente y así ponerse en pie, sacudiendo suavemente su chaqueta –Además, fue mi culpa, por no prestar atención – repuso.
–No, no, creo que fue la mía – contradijo con una dulce expresión –Estaba viendo el mapa que Tails me mandó, pero creo que me he perdido y mi celular se quedó sin carga así que...
–¿Te diriges al Bar Chaotix? – preguntó.
–¡Sí! – asintió la eriza con emoción –¡¿Tú también vas para allá?! – preguntó con entusiasmo.
–Ah... yo... – silenció para desviarle la mirada. No quería sonar grosero, pero seguramente tampoco quería pasar el resto de su día con ella –...No realmente– respondió en susurro –Tengo que...
–Oh– exclamó ella borrando aquella expresión entusiasta, acción que no pasó desapercibida por el erizo azul –Claro, que tonta – dijo con una sonrisa un tanto forzada. Incómoda por la situación –No te preocupes – dijo para fijar su vista nuevamente en aquel mapa –Sé que es por...
Sonic le arrebató la hoja de papel para que ella lo viera confundida por su brusquedad.
–Sígueme, yo te llevaré – habló irritado para regresar sobre sus pasos.
–¿En serio? – preguntó para caminar tras él –Pero pensé que dijiste que tenías algo que...
–Puede esperar– respondió sin voltearla a ver para avistar el pobre intento de mapa de la eriza –Además, estamos cerca.
–Oh... de acuerdo– accedió para caminar a su lado –No tienes que hacerlo, pero en serio agradezco tu ayuda– dijo Amy con una amplia sonrisa, provocando que el erizo alzara una ceja ante sus palabras, acción que no pasó desapercibida por ella –¿Qué? – cuestionó ella ante la expresión de desconfianza del erizo azul.
–No, nada – negó Sonic dirigiendo su mirada al frente nuevamente –Es sólo que... – calló en un intento de formular las palabras correctas –Antes, hubieras... no sé...
–¿Rogado que me acompañaras mientras tomaba de tu brazo de manera insistente sin darte otra opción? – completó ella con un dejo de diversión en sus palabras.
–Ammm... sí– concordó para voltearla a ver sorprendido por su exacta respuesta.
–Ya no tengo 12 años Sonic, tengo 22, las cosas cambian– le recordó.
Sonic no pudo evitar verla nuevamente de pies a cabeza y asentir suavemente con la cabeza. Vaya que las cosas habían cambiado desde la secundaria.
–Lamento si en el pasado fui algo... intensa– murmuró ocultando parcialmente su rostro en sus mechones sueltos –No quería... ya sabes... – musitó para verlo con una pequeña sonrisa.
–¿Verte como una acosadora loca? – soltó Sonic sin filtro, percatándose muy tarde de sus crudas palabras.
Sonic la volteó a ver alarmado por lo que su boca había dicho, para que ella le desviara la mirada un tanto apenada. Lo hacía de nuevo, hablaba demás.
–¡L-Lo lamento, no quise...
–No te disculpes – interrumpió Amy para verlo nuevamente –Sé que así era en ese entonces, pero todos cambiamos ¿no es cierto?
–... Eso creo– musitó asintiendo con la cabeza.
–Además, no esperarás que siga enamorada de ti ¿no es cierto? – puntualizó ella para reír divertida.
–¡C-Claro que no! – dijo sintiendo un suave sonroje en sus mejillas, siendo descubierto.
–El tiempo nos cambia a todos y nuestros corazones se mueve con él – explicó la eriza ruborizándose casi de forma imperceptible –Fijándonos en quienes menos imaginamos.
Sonic la vio un tanto embelesado por sus palabras, sin poder apartar su mirada de la expresión de ella. Su pequeña sonrisa combinaba perfectamente con el carmín sobre su piel, él conocía esa expresión, pues la había visto ciento de veces. Ella gustaba de alguien.
–¿Acaso tú...
–¡Es aquí! – exclamó ella con emoción, cortando su pregunta y percatándose que efectivamente ya estaban frente al café –¡Muchas gracias, Sonic!
–Ah... no hay de qué – asintió.
Amy se dirigió con emoción a la puerta del café, pero no sin antes detenerse en la entrada para percatarse como el erizo azul la observaba desde la calle.
–Sabes... llegue bastante antes– habló para ver su reloj de pulsera con un rápido movimiento –¿No quieres acompañarme? – preguntó al notar al erizo que la miraba fijamente, con una expresión que no supo interpretar. –Te invitaré un café – tentó divertida.
–¡Ah, no, no! – despertó negando con una sonrisa –Mi novia me espera – le soltó de pronto.
–Oh...– soltó Amy ante la noticia, una que no esperaba, aunque no le sorprendía –Bueno, entonces, supongo que nos veremos por ahí– dijo a modo de despedida –Fue un gusto verte de nuevo, Sonic – dijo amenamente.
–Sí...– asintió con la cabeza –Hasta pronto.
Amy se despidió de él con un ademán de manos para entrar a la café y perderse de su vista. Esa no era la misma eriza que había conocido años atrás, era una eriza completamente diferente, una más agradable debía de reconocer.
–Supongo que no será tan malo tenerla por aquí – musitó para dar media vuelta y retomar sus pasos –Aunque me pregunto – dijo para fijar su mirada al cielo –¿Quién será su nueva víctima del amor? – se cuestionó burlesco –En fin, no es mi problema ahora – dijo para correr en dirección hacia su verdadero amor.
0-0-0-0-0
Puso a cargar su teléfono luego de pedir un Latté sabiendo que había llegado demasiado temprano. Sin lugar a duda ver a Sonic había sido algo con lo que no contaba, no en su primer día de regreso a la ciudad. Había cambiado desde que eran unos niños.
–Aunque su actitud sigue siendo la misma– se dijo pensativa.
"¡Maldita sea, espero no verte nunca más!"
Soltó un pesado suspiro ante el recuerdo que ahora golpeaba su mente. Esa había sido la razón por la cual nunca había vuelto a contactarlo, era al único que nunca había vuelto a hablarle desde que se había mudado, pues le había dejado más que en claro que no quería saber nada de ella o su vida.
–Aunque supongo que no puedo culparlo... – murmuró con una sonrisa triste.
En esa oportunidad le había pedido una de sus púas para hacer un encantamiento mágico para que sus destinos quedarán sellados por siempre. Amy no podía culparlo si no quería volverla a ver, y era obvio que él aún mantenía esa promesa.
Su teléfono sonó para que así un mensaje entrara de pronto:
–¿Ya estás en la ciudad? –.
Leyó para que su mirada se iluminara y así abriera el mismo con emoción para responderle al acto. No importaba si Sonic no deseaba dejar el pasado atrás o no verla nunca más, pues había alguien que sí deseaba estar cerca de ella.
–¡Amy! – escuchó su nombre al terminar de mandar aquel mensaje y así ver a Tails llegar con una sonrisa hacia ella.
–¡¿Tails?! – llamó con entusiasmo levantándose de su silla y así abrazar al zorrito como cálida bienvenida. –¿Knuckles? – inquirió al ver al equidna entrar poco después del zorro junto a un erizo plateado que no conocía –Pero ¿qué hacen aquí? Se suponía que nos reuniríamos hasta dentro de una hora.
–Sonic llamó y dijo que se había topado contigo – explicó el zorro para soltarse del abrumador abrazo de la eriza –Así que venimos de una vez.
–Oh, ya veo – asintió –Eso tiene sentido.
–Por cierto, te presento a un buen amigo nuestro, Silver the Hedgehog– presentó Tails para que el erizo plateado le sonriera nervioso.
–Espero no ser una molestia, pero todos han hablado tanto sobre ti que...
–¡Por supuesto que no! – interrumpió emocionada –Amy Rose – se presentó sonriente.
Todos se sentaron a la mesa para ponerse al día. Amy les contó sobre sus diferentes experiencias en todos los lugares fabulosos que había conocido mientras que ellos les contaban un poco sobre su vida en el campus universitario, ya estaban en segundo año y ella gracias a su viaje de intercambio a The Mystic Jungle había perdido uno y este sería su primer año.
–Así que todos ustedes viven en un apartamento tipo suite – sintetizó incrédula, pues ella mejor que nadie sabía lo costoso que eso podía ser, en especial en esa parte de la ciudad – ¿pero acaso eso no es muy costoso? – preguntó un tanto indiscreta.
–Bueno, Sonic fue quien nos consiguió ese lugar al pagar tres meses por adelantado, más un depósito generoso – admitió Tails.
–¿Sonic paga por todo eso? – inquirió la eriza con asombro.
–Yo no diría eso– se involucró Silver con un dejo de reproche en su voz –, pero lo hizo al menos hasta conocer a Fiona.
–¿Fiona? – repitió Amy para fijar su atención al erizo plateado que acaba de conocer.
–La odiosa novia de Sonic – explicó Knuckles soltando un pesado bostezo y así tomar otro sorbo de su café cargado.
Amy dirigió su mirada a su latté, lo había olvidado, él se lo había mencionado en su breve encuentro esa mañana, él ahora salía con alguien.
–Parecen no tenerla en muy alta estima – murmuró Amy sorbiendo otro pequeño trago de la amarga bebida.
–Es una pesadilla – espetó Tails sin filtro, concordando con sus compañeros –, pero Sonic realmente está muy enamorado de ella– reconoció soltando un pesado un suspiro –Como nunca antes lo había visto...
–Suena algo serio – asintió la eriza viéndolo atentamente.
–Seriamente manipulativo – soltó Tails endureciendo su mirada.
–No lo entiendo, dices que ella...
–Digamos que Fiona tiene su propia agenda – intervino Silver al notar la expresión de seriedad de sus amigos, algo constante cuando se hablaba de la novia de Sonic –, pero como sus amigos nosotros apoyamos la relación de Sonic – dijo para reír nerviosamente.
–Habla por ti– dijo Tails para ponerse de pie –Iré por otro café.
–Te acompaño – imitó Knuckles.
Amy los vio caminar a ambos con aquella expresión de pocos amigos, que la hizo sentir escalofríos. Jamás había visto a Tails tan serio, parecía que ella no era la única que había cambiado en esos años.
Silver soltó un pesado suspiro para así captar la atención de la eriza, quien a diferencia de Tails y Knuckles parecía tener un concepto diferente de la novia del erizo azul.
–Veo que tú no piensas lo mismo – dijo Amy con un esbozó de sonrisa.
–No me malinterpretes, no soporto a Fiona – confesó para que la eriza lo viera con asombro –, pero realmente estimo a Sonic – admitió desganado –Y si ella lo hace feliz, pues...
–No comprendo –interrumpió la eriza rosa –Si ella es alguien que no le hace bien a él, por qué tú...
–Sonic ha sido un amigo incondicional conmigo, más que ningún otro – interrumpió para perder su mirada en la distancia de sus recuerdos –Él... – calló por unos instantes, pensativo –Él siempre me tendrá de su lado – completó al fin, regresando al presente –Así no esté necesariamente de acuerdo con sus decisiones... necesita aunque sea un amigo de su lado ¿sabes?
Amy lo observó con atención. Ella conocía muy bien la relación estrecha que tenía Sonic con Tails y Knuckles, pero parecía que la relación que compartía con Silver era diferente.
–Entonces, ¿dónde te quedarás Amy? – la pregunta del zorro que llegaba la distrajo del erizo plateado.
–Sí, las clases empiezan este lunes y todos los lugares disponibles deben de estar tomados, al menos en las cercanías del campus – concordó Knuckles.
Amy los vio discutir sobre los inmuebles de la redonda con aquella aura de felicidad, una que había borrado la pesadez del tema previo. Fiona era un tema sensible, y aún no terminaba de comprender el por qué.
Sus ojos regresaron fugazmente al erizo plateado quien se unía a la conversación animado. Era obvio que era algo de lo que no se debía hablar.
–Conseguí un pequeño espacio con un par de amigas– respondió Amy dando por concluido el tema previo –No será tan grande como su apartamento, pero al menos está cerca del campus.
–¡Deberíamos hacer una fiesta de bienvenida! – sugirió Knuckles con emoción.
–No creo que sea una buena idea – desánimo Amy –A mis compañeras no les agrada el desorden o la bulla o las fiestas.
–¡Será en nuestro apartamento! – propuso el equidna animado.
–¡¿Estás loco?! – bramó Silver –La última vez tuve que limpiar pisadas del techo... ¡DEL TECHO!
–Pero está vez tú no eres el encargado de limpiar ¿no es cierto? – le recordó Knuckles con una sonrisa maliciosa.
La expresión molesta del erizo plateado se desvanecía para que una mirada de complicidad se albergara en sus pupilas.
–...Tienes razón – asintió Silver con malicia.
–¿Qué dices Tails? – preguntó el equidna para verlo con una expresión de suplica.
–Suena divertido– accedió Tails con una sonrisa soberbia.
–¡FIESTA EN NUESTRO APARTAMENTO!
La cafetería completa vitoreo al escuchar el anunció de Knuckles alarmando a la eriza, quien no había tenía ni voz ni voto en la fiesta en su "honor". Amy vio a los muchachos verse de manera cómplice, era obvio que la fiesta tenía otra razón de ser, una más oscura que celebrar su llegada a la ciudad.
–Mañana en la noche, a las 8, no se te ocurra llegar tarde– amenazó el equidna.
–¡Ah, no, no! – respondió Amy rápidamente
–Bien, y lleva a tus amigas... ya sabes, a todas – murmuró para que un tenue sonrose pintara sus mejillas.
–Eso quiere decir que le avises a Rouge – tradujo Tails con una sonrisa divertida.
–¡Por supuesto que no! – negó Knuckles sonrojándose por completo.
–Me encargaré de avisarle – asintió Amy divertida.
–¡Yo no he pedido que...
–¡Fiesta en la casa de Sonic! – celebró Silver ignorando a su amigo.
Amy río por lo bajo mientras todos en la pequeña cafetería celebraban. Parecía que sería una gran fiesta, una donde todos estaban invitados, y si ese era el caso...
Sacó su celular de su bolsa para así escribir un mensaje.
–Habrá una fiesta en la casa de Sonic mañana a los 8 ¿vienes? –
...
–Ahí estaré –
Pronto sabremos un poco más sobre Amy y su nuevo amor, pero mientras quiero darles las gracias por todo su apoyo, la verdad me sorprendió un poco ver tanto amor al primer capítulo. El siguiente lo subiré este viernes para subir cada viernes como acostumbro (Así que habrán dos capítulos esta semana).
¡Hasta entonces, su autora se despide, Kat fuera!
Alcohol, música y jóvenes descontrolados ¿qué podría salir mal? La verdadera cara de las relaciones de Amy y Sonic saldrá a la luz en esta fiesta que pretende ser memorable. Capítulo 3: La Fiesta.
¡GrAcIaS pOr LeEr!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro