Cinco malditos días escondiéndose de las autoridades, cambiado su apariencia para no ser reconocido, se vio obligado incluso a cortar su cabello oscuro el que tuvo largo casi toda su vida, una pequeñez para cualquiera pero era un punto más que le cobraría a ese Angelito Caído cuando lo encontrará.

En el los días que llevaba de libertad no había perdido el tiempo, tampoco se mantuvo en el mismo lugar para no llamar la atención; busco informacion que le dijera en donde vivia. La cuidad de Atenas es enorme y seria casi imposible que por una casualidad se lo encontrara en las calles, sin embargo tenia una ventaja, ambos estudiaron la misma carrera universitaria:  Tecnologia Medica, por lo que su rango de búsqueda había logrado disminuir bastante.

Podría encontrarlo en hospitales o en clínicas, solo tenia que vigilar los alrededores de ellos.

Fue tan fácil como lo imagino, en el tercer hospital que visito trabajaba Dégel Fortier, ahora solo tenia que planear como acercarse a él, tenia un plan algo dificil de hacer solo pero era lo más rápido que se le ocurría antes de que las autoridades o el loco de su pareja lo descubriera. A lo lejos vio a quien seria su cómplice.

- En buen momento decidiste aparecer.- sonrio con una pizca de locura, salio de su escondite para perseguir a un medico que conocia de su vida pasada.

Cuando lo alcanzo lo tomo por la espalda llevándolo a un consultorio vacío. El otro forcejeba tratando de librarse del imbécil que lo que quería secuestrar, cuando se vio libre ni pensó en correr sin antes darle un lindo puñetazo al culpable

- ¡Que te crees imbéci...!- iba a seguir insultandolo pero ese rostro lo había visto en las noticias, y tambien en otro tiempo y lugar- ¿Hades?... El Ángel que representaba la muerte ¿En serio eres tú?

El nombrado sonrió las cosas no podian estar saliendo mejor para él;  su "ayudante" tenia sus recuerdos de su vida pasada.

- Arcángel Minos, siglos sin vernos.

~•~

Por una semana se ha sentido más observado como nunca antes en su vida, siempre sentía una mirada en su persona y cuando se giraba a ver no habia nadie. Se estaba comenzando a volver loco o algo parecido.

- Shion ¿Me estas escuchando?

- ¿Eh? Lo siento Kaiser me distraje.

-  El profesor de Religion ya te esta mirando feo otra vez.

- ¿Que me ve tanto, acaso el gusto?

Su amigo ahogo una risa, seguía sin saber que le había pasado en las vacaciones para que volviera tan cambiado, pero debía admitir que salia con unas cosas bastante locas y chistosas. Shion por su parte odiaba esa clase,  el profesor pintaba a los Ángeles como los mejores seres del mundo, si tan solo supiera de lo que verdaderamente eran capaces de hacer no los adoraria tanto.

Olvidando la mirada del profesor sobre él, el resto del día se siguio sintiendo vigilado, cuando se junto con Dohko en el recreo la sensación empeoro. Estaba seguro que alguien lo estaba vigilando no podía ser otra cosa, debía buscar a alguien que lo ayudará y rápido, sabia a quién acudir para no levantar sospechas si es que era un Ángel el que lo perseguía.

Salio de su ultima clase buscado a su profesor de Lenguaje, Hyoga e Ikki serian los unicos que podian ayudarlo ahora, cuando iba a doblar por un pasillo choco con el rubio, que iba casi desesperado buscándolo.

- ¡Tienes que irte de aquí, ahora!- lo empujo con una fuerza que no pensaba que tenia.

- ¿Que?, ¿¡Por qué!?

Seguia siendo empujado por el mayor, el que ahora lo tomo de la mano para obligarlo a correr.

- ¡Fuiste un Demonio, debes conocer a alguien al que llaman "El Demonio de los Ángeles"

Shion quedo en blanco, ese sobrenombre lo conocía así llamaban a uno de los líderes de los Ángeles de la Muerte, el que era por mucho más peligroso que el otro porqué si quería podía destruir un alma. No necesito más explicacion, corrió con mayor fuerza para salir de una vez de ahí.  

- ¿Donde esta Ikki?

Hyoga no le respondio, entendió de inmediato lo que pasaba, posiblemente lo volvería ver jamas. Cuando se encontró con Dohko en la salida esperándolo su corazón se alegro, pero se preocupo al mismo tiempo.

- ¡Váyanse de aquí, tratare de distraerlo lo más que pueda!

~•~

Camus tenia un mal presentimiento, uno demasiado malo, mucho más fuerte que el que tuvo el día de su primera muerte. Fue tanto que no lo soporto más, obligo a Milo a llevarlo al colegio en busca de su hijo sabia que algo demasiado malo estaba pasando, y no fue el único en sentirlo Shijima también, por lo que abandono el Territorio de los Ángeles -donde se encontraba para firmar el dichoso tratado- ante la atenta mirada de Asmita, el que no entendía que estaba pasando, pero sin dudarlo lo siguio.

Los tres iban en busca de Shion sin saber que algo que cambiaría sus vidas estaba apunto de ocurrir.

~•~

Al fin podía poner sus planes en marcha, despues de una larga semana, el tratado de paz con los Demonios se firmaría en horas por lo que su Arcángel no lo molestaría y podría concluir sus planes.

Siguió a ese mocoso todo el día, escondiendose lo mejor que podia de él, pero no contaba con la presencia de otro índigo en el lugar; un profesor que ya pasaba los 50 años. Cuando quiso atacar un Guardián de cabellos azules se le cruzo en el camino.

- ¿Que crees que estas haciendo?- sin que Deuteros se diera cuenta le hizo una señal a Hyoga para que fuera en busca de Shion.

- No, ¿Que crees tú que haces?- lo encaro era por mucho más fuerte que él.- te estas metiendo en mi camino.

- No. Soy un Guardián, mi trabajo es proteger a los humanos ¡Y es lo que pienso hacer!

Sin pensarlo siquiera se dispuso a atacarlo, pidiéndole perdón internamente a Hyoga por no poder acompañarlo lo que le restaba de vida, pero si moría ahora lo haría protegiendo a un inocente, podrá irse feliz.

Una vez que pudo deshacerse de ese Guardián fue en busca de su presa, no podia creerlo ahora ese condenado profesor lo ayudaba y ¿pensaba distraelo? Patético. Lo empujo contra una pared con demasiada fuerza, la suficiente para dejarlo inconsciente en el suelo, ante la mirada asustada de Shion y Dohko.

-  Todos los que intenten ayudarte terminaran así- vio como el pequeño castaño trataba de protegerlo con su cuerpo, le dio algo de ternura-  enfrenta tu destino de una vez y evita que más personas salgan lastimadas. Muévete enano.

- ¡Enana sera tu abuela! - se paro más firme frente a Shion, ni loco dejaba que se le acercara.

No contaba con sentir las manos de su amado Demonio en su hombros, lo miro de reojo dandose cuenta de que le sonreia con amor que no habia visto antes. Se acerco a su oído para susurrarle:

- Gracias por todo y no olvides que siempre te voy a amar.- lo empujo lejos de él, tirandolo al suelo y mirando de frente a Deuteros, abrió sus brazos para ofrecerse como presa fácil- Si tanto quieres acabar conmigo, aquí estoy.

- Gracias por tu cooperación.

Cerros los ojos, alcanzo a escuchar cuatro voces distintas gritando su nombre, y una pidiéndole al Ángel frente a él que se detuviera. Pero era demasiado tarde.

Sintio como lo empujaban al suelo, un fuerte grito de dolor y un cuerpo cayendo sobre él.

🐯🐏

¡A que no se esperaban esto!

¿Creen que el pollo murió de verdad? ¿Quien salvo al borrego? ¡Hagan sus apuestas! 😃

ScorpioNoMilo 💕