Miraba el pequeño frasco con un liquido dorado en sus manos, aún dudando si lo que hacia era lo correcto, haría sufrir a muchas personas pero las salvaría de salir lastimadas por su causa.

"¿Estas seguro?"

Las palabras de Albafica sonaban de nuevo en su mente.

" Si tomas esto no hay marcha atrás. Piénsalo un poco más puede que encontremos una solución"

Decidió entonces tomarse unos cuantos días más para pensar, estaría dejando solo a Dohko, su adorado Demonio había hecho tanto por él para mantenerlo a salvo que seria una burla a su amor y protección lo que haría. Solo que él pensaba en protegerlos a ellos: Dohko y Shijima eran su familia desde hace tiempo y prefería dar su vida antes de verlos heridos o peleando hasta la muerte por protegerlo.

-  Es lo único que puedo hacer por ellos...

Miró la ventana viendo por ultima vez el territorio, recordando cada guerra, cuando conoció a su amado castaño, lo tonto que fue al notar tan tarde ese amor que le  profesaba, los momentos felices y tristes que vivio con él y con el pequeño pelirrojo que era como su hijo. Una lagrima cayó.

- Lo siento tanto.

Sin pensarlo bebió todo el contenido de ese pequeño frasco. El sonido de algo cayendo fue lo ultimo que se escucho.

~•~

Dohko había estado todo el día con un muy mal presentimiento, tanto él como Shijima sentían que no era bueno que Shion quedara solo pero no tenían opción, debía buscar a los que seria candidatos para la sucesión del mando Demoníaco. Pero esa sensacion de que algo muy malo había pasado lo estaba volviendo loco, no lo soportaba más, quería  ir con su adorada gema y ver que se encontrará bien. Estaba por dejar que Shijima siguiera buscando a Milo solo y volver hasta que Albafica lo interrumpió.

El de cabellos celestes no aguanto más tampoco, decidió contarle todo lo que sabia del plan suicida de Shion.

- ¡Has estado con un mal presentimiento todo el día y con justa razón!- suspiro y se preparo mentalmente para recibir la furia de Dohko- Shion... Shion tiene en sus manos uno de los venenos más potentes que existen...

- ¿¡Que!?, ¡Como diablos consiguió eso!...- se desespero de solo imaginarse lo peor- Dime si estas seguro se eso Albafica, ¡No juegues conmigo!

- Estoy seguro...porque yo mismo lo prepare, él me lo pidio...- un fuerte puñetazo lo lanzo con fuerza al suelo, los ojos de Dohko estaban tan rojos como la sangre de la furia que tenia.

- ¡Sabes perfectamente en la condicion que se encuentra, ¿Porque se lo diste?! - otro puñetazo le llego, Albafica no pensaba defenserse sabia cuanta responsabilidad tenia.

- ¡Él me lo pidió! Estaba desesperado, dijo que prefería mil veces morir a que los lastimaran a ustedes.

Dohko iba a golpearlo de nuevo para descaragar algo de la furia que tenia, pero su puño fue detenido a medio camino por Shijima.

- Déjelo, él no es importante ahora.

Quedo mirando al pelirrojo, y sin previo aviso se fue del lugar esperando no llegar demasiado tarde.

Ese mal presentimiento se estaba haciendo más grande a cada segundo.

Llego en pocos minutos a la casa que compartía con Shion, casi tirando la puerta entro encontrando todo en un completo silencio, el cual lo hizo temer más. Lo busco por todo el lugar solo le faltaba la habitación, las manos le temblaban, con miedo abrió la puerta encontrando a su pareja en la cama, parecía dormir pero eso no le aseguraba nada. Su pie choco contra algo de vidrio miro el pequeño frasco, no había ni una gota en él

- ¿Shion?- toco su hombro y este estaba frío - por favor no, ¡Shion, reacciona!

Intento por todos los medios posibles el que despertara, pero nada daba resultados por más que gritara su nombre y que sus lagrimas cayeran en el rostro de su adoracion nada pasaba, lo había perdido y ni siquiera tuvo tiempo de despedirse, decirle cuanto lo ama y que no importaba el tiempo que le tomara lo encontraria en la tierra costara lo costara.

Un pequeño destello en la mesa de noche le llamo la atención, sobre ella se  encontraba el collar que simbolizaba su matrimonio y bajo este una carta. Sin separarse de Shion tomo la hoja entre sus manos.

" Dohko.

Mi amado Dohko, perdóname por haber heho esto, por dejarte. Sé que en este momento tienes que estar culpandote, no es tu culpa es solo mía y de nadie más.

Te pido me perdones, aunque no lo merezco, pasaste por tanto para protegerme que siento que te traiciono. Pero es mejor así, no seré más una carga para ti. Te amo y siempre te amare, te agradezco infinitamente todos los milenios  que soportaste mi genio, mis berrinches.

Perdóname, por ser un ciego, por no darme cuenta del amor que sentía por ti mucho antes, siento que te abandono sin poder darte todo de mi. Mi estúpida confianza en un Caído a arruinado todo.

Confío en que Shijima hará un buen trabajo con el territorio.

Dohko, te estaré esperando, no importa cuantos años o siglos pasen, nuestras almas están conectadas... no volveremos a encontrar."

Grito con todas sus fuerzas, maldiciendo al verdadero culpable de todo, al que buscaría y sin importar quien fuera lo haría pedazos.

Cuando Shijima llego solo logro ver como Dohko salia del lugar con un bulto blanco entre sus brazos, y sin darse cuenta comenzo a llorar.

- Tranquilo, esta bien...- contuvo lo mejor que pudo el llanto, no queria romperse frente a él.

En unos cuantos minutos llego al lago Maggiore en Italia, lugar que fue testigo de su unión. En lo alto de un cerro y bajo un sauce le dio entierro a su adorada gema, jurando que se encontrarian de nuevo, y que ese sitio seria su punto de encuentro  sin importar el tiempo ni la distancia. Dejo el  collar que le había dado sobre la tumba.

- Perdóname tu a mi por no haber podido protegerte.

Ese día lloro sin descanso.

🔹🔹🔹

¡Ay esto me dolió y mucho! 😢
Me siento asesina, ¡Mi patriarca pachon! Les digo desde ya que no sufrió dolor alguno.

Ahora si me lo permiten me voy a mi rincón emo.

ScorpioNoMilo. ✌