15.
- ¿Tu sabes algo?
Sus preguntas lo habían tomado por sorpresa, ¡claro que sabia algo! A él le pasaba exactamente lo mismo, desde que era un niño que se le presentaba un Ángel de la Muerte pero nunca trato de entender porque lo "visitaba", sino hasta el día que su adoración francesa volvió a su vida.
- Me pasa algo parecido, solo que a mi se me presenta un Ángel de alas negras. Que raramente se parece un poco a ti. Siempre lo veía en los momentos que me sentía solo o cuando no podía contarle algo a Kardia, fue como una compañia, pero dejo de aparecer una vez que te volví a ver.- quedo mirando fijo al de cabellos rojos, sabia que lo que le había dicho lo dejo más confundido y no habia respondido a su pregunta- Cam, desde mi punto de vista y experiencia, tal vez ese híbrido era tu compañía como para mi ese Ángel... o puede que sea una vida pasada.
- Una vida pasada, ¿En verdad crees en eso?
- Hay una posibilidad de que sea así.- sonrio, parándose de donde se encontraba- ademas, tu más que nadie sabe que cualquier cosa puede pasar, somos un claro ejemplo, se nos presentas seres místicos y ni siquiera sabemos el porqué, lo que yo si sé es que intentan decirnos algo, tal vez tenga que ver con lo que teme Dégel o no, pero lo vamos a descubrir. Ahora salgamos de aquí, voy a llevarte a un lugar que solo yo conozco.
Con una mochila con las cosas necesarias y diciendole a Dégel que se raptaría a su hermano por el fin de semana, salieron a ese lugar escondido. Sin pensar que ese lugar se volvería importante en sus vidas.
Territorio de los Demonios.
- ¿Estas seguro, o sabes realmente lo que se hace con lo que me pides?- Albafica estaba entre asustado y sorprendido, aun sin creer semejante peticion- Shion, esto es peligro y mucho.
- Lo sé, pero ya tome una decisión. No se derramará sangre inocente por mi culpa.
- De todos modos, es una locura, si lo llegas a usar me sentiré culpable por hacer esta cosa- dijo moviendo el papel entre sus manos.
- Eres el único al que puedo pedírselo, Manigoldo le diria de inmediato a Dohko y sé que tu eres más discreto que él. Por favor, sabes porque lo hago.
- Esta bien, no tardare.
Solo se quedo viendo como el rojo de las alas de Albafica se perdía en el cielo. Lo que le había pedido que hiciera era arriesgado y más si lo llegaban a descubrir. Ya lo había decidido, puede que no tuviera las fuerzas necesarias para pelear por su vida, no dejaría que personas inocentes perdieran la suya por su causa, prefería mil y un veces dejar a los demás Demonios con las ganas de matarlo.
- Ahora tengo que pensar en otra cosa, ¿Quien quedara a cargo del territorio?
Ese detalle se le escapaba, al único que veía con las capacidades necesarias para ser su sucesor era Dohko, pero estaba cien por ciento seguro que este se suicidara a penas él dejara este mundo. Difícil decisión.
~•~
Por otro lado Milo había llevado a Camus a las afueras se la ciudad y ahora caminaban por un bosque algo espeso. El pelirrojo miraba para todos lados sin saber donde diablos se había metido, y solo pensando una cosa no soltarse de la mano del griego sino se perdería. Milo paro de repente logrando que chocara con su espalda.
- Ay, lo siento, ¡Mira llegamos!
Frente a ellos se mostraba lo que parecía un tipo de Santuario a alguno de los dioses griegos, por la estatua que había en lo alto dedujo que era uno dedicado a Atenea.
- Este Santuario es más pequeño que el Pantenón por lo que es poco conocido. Ven, quiero mostrarte algo.
Recorrieron cada uno de los templos que habían hasta llegar al octavo, lugar que según Milo le daba algo de nostalgia.
- Por este sitio es que quise estudiar Arqueología, para descubrir bien cada uno de sus secretos.- miraba para todos lados, queriendo saber porque le traía recuerdos, dolorosos en su mayoria.
- ¿Sabes lo que hay detrás de esa puerta?
-¿Cual?
- Esa.- dijo mie tras iba en dirección de dicha puerta, el griego del tiempo que venia nunca la había visto.
Sin mucha dificultad pudieron abrirla encontrando lo que parecía la parte privada del lugar, aun conservaba en buen estado los muebles de su epoca de gloria. Camus recorria el patio trasero en donde se hallaba un enorme manzano y bajo él algo extraño a su parecer. En la única habitación que había a Milo le llamo la atención que sobre la cama se encontraba una pluma de un negro profundo. La tomo, sintiéndolo suave a su tacto.
- Es como si fuera... de un Ángel.
"La imagen de un Ángel de cabellos aguamarina agonizante en esa misma cama, paso por su mente.
- Camie, no te canses, guarda tus fuerzas. Resiste un poco más voy a sanarte esa herida.
Poco y nada pudo hacer, la herida había sido mortal, le dolía en lo más profundo ver como el único Ángel que jamas podría odiar perdía la vida frente a sus ojos.
-...Sabias que, tarde o temprano... esto iba a pasar.
Su voz se escuchaba cada vez menos."
La imagen volvió a cambiar.
" - Te amo...- Dijo en un débil susurro, dejo caer libremente sus lagrimas una vez que dejo de sentir su respiración chocar contra su piel."
Ese Ángel... ¡Ese Ángel! Se abofeteó mentalmente y con la pluma en mano salio al patio trasero, en donde vio como el francés miraba lo que parecía una pequeña lapida con su nombre escrito, solo que con fecha de veinte años atras.
- Camus...
Este lo miro. Sus ojos, sus ojitos seguían teniendo la misma expresión que recordaba, seria y tierna a la vez, su color era otro pero eso no importaba. Era su Ángel no podía ser otro.
- Mi Demonio...
Un sollozo de felicidad se le escapo sin querer. Corrió a abrazarlo, y sin darle tiempo a nada se apodero de sus labios.
- Te encontré, mi amado Ángel de ojos azules, ahora rojizos como dos rubíes.
El recuerdo de un Ángel, había hecho lo imposible, reencontrar a dos almas separadas por un crueldad del destino.
🔹🔹🔹
Hola!
Okey, okey... respiren, se que más de alguna tiene que estar que llora o que sé yo.
¡Sus recuerdos volvieron, comienza el desastre! Sé que dije en el capitulo anterior que solo recuperarían una pequeña parte, ¡Pero no me resisti!
Prepárate Dégel la cosa se te pondrá un poco fea.
Chao.
ScorpioNoMilo ✌
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