Fue en esa noche fría en el campo de flores, dónde supe que tenía que estar junto a ti, fueron esas constelaciones las que me hicieron creer en la unión de nuestro destino y esos ojos los que me hicieron dar cuenta sobre el amor que tenía hacia ti.

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.- ¡Katsuki!, ¡despierta!.- decía un pequeño pelirrojo.- debes de levantarte, ¡ya vienen!.

.-Déjame en paz tonto... quiero dormir.- susurró el cenizo en la cama.

.-Tu mamá va venir y te dará una paliza si no te levantas.-

.-¿crees que mi mamá me da miedo?... jaja.-

.-...eh...kats... no te quiero asustar pero... tu mamá está aquí...-

.-deja de molestar y lárgate de aquí...-

El pelicenizo se acomodó de nuevo en la cama hasta que sintió un jalón en la sábana, quiso reclamar, pero sus palabras se atoraron cuando vio a la persona parada alado de su amigo.

.- Con que no te doy miedo ¿eh?, pequeño flojo.- Dijo Mitsuki con mirada asesina hacia su hijo.

.-¡AAAAAAAAAAAAH!.-

Por los pasillos de la casa principal se escucharon los gritos del pequeño pelicenizo, nadie hizo nada, la gente que trabajaba en la casa ya estaban acostumbrados a la extraña relación de madre e hijo que tenían...

así que siguieron con su trabajo.

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Sobando su cabeza, Katsuki era acompañado por su amigo kirishima, ambos iban a reunirse con la líder Mitsuki para apoyarla a reubicar a los refugiados.

Al llegar vieron un grupo de gente, el pequeño no le dio mucha importancia y fue directo a dónde se encontraba su madre.

.- Katsuki, Kirishima, que bueno que llegaron, ahora estoy hablando con los señores, ustedes vayan y apoyen a los hijos de estos, ¡vamos, vamos!.- dijo la peliceniza.

.- ¡Tsk!.- con un gruñido katsuki acompañado de Kirishima, fueron hacia el grupo de niños que se encontraban ahí.

.- ¡hey tontos!, ¿ quiénes son ustedes?.- peguntó el pelicenizo.

.-¡oye!, ¡esa es una forma grosera de hablarnos!.- dijo una castaña haciendo un puchero.

.-Calma Uraraka, no sabemos como son las tradiciones de esta manada... tal vez esa sea su forma de responder... aunque es un poco salvaje.- dijo un chico peliazul de lentes.

.-de todas maneras esa es una forma muy descortés para hablarnos.- dijo una pelinegra.

.-¡oye Katsubro!...eso no fue muy masculino de tu parte, no puedes hablarle así a los recién llegados.-

.- pues a mi me dio mucha risa, jajaja.- dijo una pelirosa.

Con una vena a punto de explotar en su frente, el pelicenizo habló.

.-¡Mierda!, ¡ya cierren sus bocotás!.- gritó

Los otros niños solo se quedaron viendo la conversación que tenían, después de un rato llegó la líder con los pequeños y le dio un zape a su hijo por su comportamiento. Cada pequeño se presentó ante la líder de esa manada...

Los cuatro pequeños que discutían con el hijo de la líder se presentaron al final.

.-Yo soy Momo Yaoyorosu .- dijo respetuosamente la pelinegra.

.- Yo soy Mina Ashido .- sonrió la pelirosa.

.-Yo soy Tenya Iida .- dijo serio el peliazul.

.- Y yo Uraraka Ochako .- dijo la castaña.

.- Es un gusto pequeños, mi nombre es Mitsuki Bakugou, el engendro de aquí es mi hijo, Katsuki Bakugou y el lindo pelirrojo de ahí es Eijiro Kirishima, el mejor amigo de mi hijo.-

Kirishima rascó su cabello mientras se ruborizaba, Katsuki solo gruñó cuando lo mencionaron

. -un momento...- interrumpió la pequeña castaña. - ¿dónde está Izuku? –

El pequeño grupo se miraban preocupados entre ellos, no sabían donde estaba su amigo, El pelirrojo y el peliceniza solo se mirarón entre ellos, no sabían de lo que estaban hablando.

En ese momento, Katsuki sintió un olor peculiar, era como... flores.

.-Izuku dijo que iba a explorar un poco alrededor.- dijo una mujer de cabello y ojos verdes que se acercaba al lugar.- no tardará en llegar.-

-¡EH!, pero Izuku me prometió que exploraríamos juntos...- dijo Ochako con un puchero.

.-Él te avisó... pero andabas distraída haciendo otras cosas.- le dijo Iida.

.- como siempre.- acabó de decir Momo.

.- esta bien...- dijo resignada la castaña.- gracias señora Midoriya.-

El pequeño grupo empezó a hablar sobre las tradiciones y las obligaciones que tenían en este lugar, pero un pequeño pelicenizo no podía apartar los ojos de la mujer de cabello verde, ella tenía un olor... un olor diferente al que la definía.

Después de ubicar a todos, el pequeño peliceniza se alejó de la zona, su amigo Kirishima se quedó platicando con la chica pelirosa del cual no se acuerda de su nombre, así que prefirió no interrumpir, ya era de noche, pero los territorios de la manada eran seguros, había un guardia cada 20 metros alrededor de la zona, así que nada podría pasar.

Fue hasta ese lugar... el lugar dónde iba para relajarse de todo el bullicio que existía en la manada, aquel lugar lleno de flores dónde en el centro, existía un hermoso árbol de cerezo.

El lugar dónde sus padres se conocieron.

Al llegar se detuvo al instante al percibir un suave aroma... un suave y adictivo aroma que había sentido en la mujer de cabellos verdes.

Era como un olor dulce pero relajante.

Era como oler a la primavera.

Era como oler miles de flores al mismo tiempo...dando una fragancia que no podía imaginar.

A pases lentos se acercó hasta llegar al pie del árbol, fui ahí donde lo vio.

Un chico peliverde recostado en el árbol dormido, mientras que alrededor, caían lentamente hojas del cerezo por el aire haciéndolo ver como si de un baile fuera, Katsuki se acercó lentamente para no despertar al niño, después lo miró de pies a cabeza, traía una camisa blanca y unos pantalones cafés, traía unos peculiares zapatos rojos.

Se acercó más para observar su rostro, fue ahí dónde quedó fascinado por sus pecas que adornaban sus regordetes cachetes en esa piel tan blanca como la nieve, de pronto... sintió ese adictivo aroma, lentamente se acercó a sus rizados cabellos verdes y aspiró el olor que desprendían.

Era como estar en un hermoso bosque lleno de árboles verdes que daban paso a un sin fin de flores a su alrededor... sentía como su alma era sanada al sentir tanta paz.

.- Disculpa pero...¿Qué haces?.-

Esa pregunta hizo que se alejara rápido de él, haciéndolo caer de nalgas hacia el suelo.

.-¡Tsk!, maldición .- dijo el pelicenizo ante el dolor.

.-¿Estás bien? .- preguntó preocupado el chico.

.-Que te importa mal...- en ese momento detuvo sus palabras.

Quedó hipnotizado al mirar esos enormes ojos verdes que, bajo la luz de las estrellas, podía observar un universo infinito. Era como ver dos hermosos jades, que ocultaban un sinfín de maravillas.

.- "Mío...mi Omega".- pensó el pelicenizo

En ese momento sintió el calor en sus cachetes, se dio cuenta de lo tonto que debió haber parecido enfrente de aquel chiquillo, así que, levantándose al instante del lugar, preguntó de la forma más civilizada posible...

.- ¿Y tú quién demonios eres?.- dijo, al momento que se daba una palmada mental en la cara por la forma en que hizo la pregunta.

. - mi nombre es Izuku Midoriya.- sonrió de la forma más hermosa al momento de ver el sonrojo y nerviosismo del chico .- vengo de la manada que llegó a pedir refugio aquí.. ¿Cuál es tu nombre? –

.-Ka, katsuki Baku... maldición, Katsuki Bakugou .- terminó de decir el pelicenizo un poco molesto al ver que actuaba como un estúpido frente al chico más lindo que él haya visto.- soy el hijo de la líder de esta manada.- acabó de decir.

.- Mucho gusto Katsuki.- dijo el peliverde estirando su mano.

Cuando Katsuki tomó la mano de Izuku, sintieron una fuerte corriente eléctrica pasar por sus cuerpos, en ese momento se miraron a los ojos, ambos hipnotizados, se quedaron parados sin ganas de moverse de ese lugar... deseaban que ese momento durara para siempre.

-."Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado".-

Pensaron ambos pequeños de cuatro años, mientras que un fuerte viento hacia bailar las flores de cerezo alrededor de ellos cuando caían del árbol, bajo la luz de las estrellas.

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Hola a todos, esta será mi ultima actualización hasta que mi bebé reciba mantenimiento y actualicen su antivirus.

Nos estaremos viendo después...
Que tengan una maravillosa semana.